"La influencia" de Pedro Aguilera

Fecha: Jueves, 15 de Noviembre, lugar: el coqueto Teatro Salón Cervantes en Alcalá de Henares, con bastante puntualidad, algo a lo que deberíamos estar más acostumbrados en este país, se presentó ante nosotros el director de este trabajo, entre un tono risueño y mordaz, nos regaló una disertación de poco más de un par de minutos hablándonos del entorno de la película, haciendo una referencia prácticamente nula al trabajo cinematográfico, eso si, trató de dejar muy claro que no había tenido subvenciones de ningún tipo, incluso arremetió contra el propio festival diciendo que en ediciones anteriores no admitieron sus trabajos como cortometrajista, comento que era un trabajo hecho con poco dinero y que no se había distribuido por la “ruta comercial”, para finalmente indicar que no habría coloquio al final de la exhibición del film, para pesar de los asistentes, en resumen su discurso me sonó a excusa, algo que acabe confirmando al salir de la sala.

La película trata sobre la historia del infierno al que algunas personas se acaban arrastrando a través de los abismos de la depresión, sumiéndose en la mayor decadencia y dejadez a la que el ser humano puede llegar, incluso arrastrando en este fatal viaje a los de su propio entorno que a lo mejor pretenden tenderle una mano, como es el caso de los niños de la película.

En cuanto a la narración se me antoja que nos hemos puesto ante un corto-largo que ante un largometraje en sí, la presentación inicial de los personajes y de la situación en si, se hace demasiado largo y muy repetitiva, no es necesario tanto tiempo para darnos cuenta de la situación en la que está sumida la protagonista, por el contrario alabo el esfuerzo en utilizar el lenguaje cinematográfico en detrimento de los diálogos de los actores, pero a veces es tan exagerado que no percibimos siquiera lo que está ocurriendo.

El mayor problema del film bajo mi punto de vista es que es totalmente plano de principio a fin, no llega a romper en ningún sentido, ni siquiera al final, nos quedan claves sin desvelar y cuestiones pendientes, otro de los aspectos a destacar es que el trabajo carece de música, lo que compensa el realizador martilleándonos los oídos con un sonido de fondo de tráfico de gran ciudad, exasperante que para nada pega con la narración y que incluso llega a desubicarnos aun más.

No se si el resultado final del conjunto es debido a la falta de medios económicos como nos reveló el director y por esto hay algunas cosas que parecen inconclusas o que han quedado a medias, el caso es que al final como ya dije eché mucho de menos un coloquio directo con el padre de la criatura, y otra cosa que me empezó a inquietar es porque una película como esta acude a Cannes a la sección de jóvenes realizadores, no sospeche el motivo en ningún momento.

TRONCHA