[Inicio][Noticias] [Cine][Concursos] [Libros] [Relatos literarios]
[Listado de directores][Listado de escritores][Colecciones Novela Negra][Festivales de cine]

lunes, 30 de abril de 2007

"The Fountain" de Darren Aronofsky

Esta película es especial. Aun no he leído ninguna crítica pero tras haberla visto (y disfrutado/sufrido) seguro que las tiene de todos los tipos. Desde críticas salvajes a, supongo que alguno habrá, elogios encendidos. Me uno claramente al ultimo grupo (si es que existe). Y se preguntaran... ¿Porque todas estas dudas sobre si habrá una buena valoración de la película?. Esto tiene una sencilla respuesta, el valor que ha demostrado su director Darren Aronofsky, es de los que ya no hay. Despues de dos apuestas arriesgadas como Pi y Requiem for a Dream seguro que todo el mundo esperaba algo más comercial, algo que definitivamente encumbrara a este director en al sistema "oficial". Pero... pero... The Fountain no es eso, ni mucho menos.

Probablemente sea una apuesta personal aún más arriesgada que las anteriores. Seguramente los consumidores habituales de cine de masas ni irán a verla, pero si fueran saldrían echando pestes en la puerta del cine. Esta pelicula es algo "Hermética" en el sentido clasico (cuando leí "AEgipto" de Crowley me produjo sensaciones parecidas). Cuenta las cosas desde una perspectiva personalísima y escondiendolas tras una iconografía mezcla de la medieval, la maya y la budista... eso sí, preciosa... No es una pelicula sencilla, es cine de autor en estado puro (al ver el inicio de Twenty Century Fox... es que ni me lo creo).

Nos cuenta la historia del dolor más grande que se puede dar, de como un hombre (Hugh Jackman) lucha ante él y de como este dolor nos cambia, nos destruye y como vamos más allá del mismo. Todo ello está mezclado con una historia de fantasía escrita por una mujer (Rachel Weisz) ambientada en la época del descubrimiento de America.

El viaje a través del dolor esta reflejado con unas imagenes preciosas (CALEIDOSCOPICAS, PRISTINAS, DIAMANTINAS, ALQUIMICAS, ETC... los adjetivos no sirven) con grandes analogias a lo que debe ser un viaje astral y la (creo yo) la filosofía budista. El trabajo de los actores, tanto él como ella es bueno. Todo ello ha sido manejado por el director con dignidad y valor y el resultado es magnifico.



Como luchar hasta las últimas consecuencias contra toda lógica por el ser amado, como será nuestra vida tras la muerte de esa persona que amamos, y en definitiva como se puede a llegar a sufrir por esta pérdida, son reflexiones a que lleva el visionado de la pelicula. Son dolorosas, de verdad, viendo esta pelicula lo pasé mal...(de ahí lo de disfrutado/sufrido)
Pero verdaderamente (como digo en la primera frase) creo que es algo especial, recomiendo que la veais.

DES

viernes, 27 de abril de 2007

"Gate of flesh" de Seijun Suzuki

A veces la gente resulta curiosa con sus afirmaciones y opiniones, por supuesto que ustedes pueden pensar exactamente lo mismo de mi, porque al fin y al cabo lo que estoy vertiendo en estas palabras es una opinión muy personal sobre una película, pero los comentarios que escucho en mayor medida es que veo mucho cine oriental, y aseguro que ya me ha dejado de ofender, yo les replico diciendo que quizás ellos ven mucho cine comercial, porque se conforman con poco y yo necesito descubrir cosas nuevas y de alguna manera reconozco ahora que no me lee nadie que también me gusta ir contracorriente, me da morbo, lo admito.

Dentro de ese cine asiático que veo en general, hay distintos matices, muy diferenciados entre ellos y por supuesto uno de los más característicos y originales es el que realiza Seijun Suzuki, es un cine muy peculiar, con una puesta en escena casi teatral, en las que en ocasiones nos da la sensación que de un instante a otro va a arrancar un número de una revista musical de entre los decorados, con sus canciones y bailes.

Otro elemento muy característico es el del colorido, sus películas son muy variopintas, todo esto las convierte en muy luminosas, además ese código de colores me atrevo a decir que no es fruto del azar que de alguna manera están elegidos a propósito y que a cada personaje se le asigna uno que le identifica, sirva como ejemplo el grupo de prostitutas protagonistas de la obra Sen (Satoko Kasai) viste siempre de rojo, Omino (Kayo Matsuo) de morado, a Oroku (Tamiko Ishii) se le adjudica el amarillo, Maya (Yumiko Nogawa) el verde y por último Machiko (Misako Tominaga) con el blanco y negro en un atuendo más clásico, por supuesto este colorista planteamiento da mayor coreografía a algunas de las escenas.

La situación en Japón es tremenda después del gran conflicto armado y sobre todo por haber perdido la guerra, todo vale con tal de llevarse algo a la boca, y por supuesto lo más sencillo es prostituirse, en esta jungla, un grupo de chicas decide unirse para protegerse unas a otras formando una especie de clan con sus reglas y prohibiciones, todo esto se derrumba cuando entra en sus vidas un hombre Shintaro Ibuki (Jo Shishido), el cual acaba encandilando a todas, aunque él realmente se considere un alma libre.

La obra en definitiva es curiosa por su originalidad y quizás por el planteamiento que se hace de la historia, se le da un enfoque desde los bajos fondos, los cuales tampoco se libran de los sentimientos, también sirve de crítica a diversos aspectos como fue el posterior control del país por parte de los americanos y el rechazo de las mujeres niponas a sus hombres por haber perdido la guerra como se escucha en una de los diálogos de la película. En general llega a ser un producto curioso, entretenido, que toca varios temas aunque sea de forma superficial, pero muy digno y recomendable.

TRONCHA

miércoles, 25 de abril de 2007

"Fantasmas de Marte" de John Carpenter

Observando en numeras ocasiones, tengo claro que el planeta Marte será tarde o temprano una colonia de la tierra, cuando nuestro mundo esté totalmente abarrotado y no quepamos por aquí, tendremos que fundar colonias en el hermano planeta rojo, o al menos eso es lo que me ha enseñado el cine respecto a nuestro futuro, aunque realmente este mundo marciano siempre se me ha antojado como el rebelde de la familia, siempre se nos muestra como el lugar donde aparte de trasladar a los humanos, también se han trasladado muchos de los problemas de estos y de sus propios conflictos.

Dentro de una colonia minera en la que se encuentra un prisionero peligroso, se ven atrapados nuestros personajes, al llegar hayan algo extraño y por supuesto no saben de que se trata, toca investigar, pero no se pongan nerviosos, paciencia porque nosotros vamos a averiguarlo mucho antes que ellos, y eso que entre el grupo hay una científica que ya ha vivido los hechos, todo esto demuestra que por desgracia la fuerza narrativa es nula, que el guión no está trabajado y que se ha dedicado mucho más tiempo a otros aspectos que no son el hilo narrativo, lo que la hacen a veces muy anodina.

En la primera hora del film, nos da la sensación de que continuamente estamos viendo lo mismo, entradas y salidas de la comisaría, donde están atrincherados nuestros futuros héroes y continuas estratagemas entre personajes que se encuentran a ambos lados de la ley, firmando entre ambos un pacto de caballeros, para demostrar a todos que estés en un bando o en otro lo importante es salvar el pellejo.

La visión que Carpenter nos da de la supuesta sociedad matriarcal que impera en la alianza terrestre, no deja de ser curiosa, ya que esto sirve de excusa para masculinizar de alguna manera a las mujeres y por otro ridiculizar lo masculino, intentando demostrar que las que realmente deciden son ellas, pero si esto siempre ha sido así señor Carpenter y en nuestra sociedad precisamente no es que haya una supremacía femenina muy clara.

Lo más destacado de la película me parece la idea principal, otra cosa como ya dije antes es el desarrollo de la misma, y por supuesto la estética que impera, lo logrado en cuanto al tema de los decorados y de la caracterización, por decirlo de algún modo, de la nueva y poseída colonia minera, es un producto de serie B, que se hace más menos visible pero que tampoco es imprescindible y no podamos perdérnoslo.

TRONCHA

lunes, 23 de abril de 2007

"Las diabólicas" de Henry G. Clouzot

Cuando uno se enfrenta a una película y ve quien la dirige, quien la interpreta, de que época es, si está hecha en blanco y negro o en color, de alguna manera se va preparando para lo que se le viene encima, por supuesto que a veces acabamos decepcionados e incluso a veces mucho más sorprendidos de lo que realmente esperábamos, al ver el acabado final de la obra, quizás esta película sea una de estas últimas, de la que realmente esperamos algo grande y bueno y al final nos quedamos mucho mejor de lo esperado.

Clouzot en esta obra me parece un director que tiene una buena historia entre las manos y con los actores que emplea y el desarrollo de los personajes la hace aun más grande todavía, en sus manos tiene una historia de suspense, de crimen, de misterio que va cobrando interés según avanzan los minutos, llegando a su punto álgido por supuesto al final, y este recorrido el director lo consigue sin giros revirados y sin retorcer la trama, realmente el espectador está viendo realmente lo que ocurre, no pretende engañarnos con las imágenes, aunque por supuesto al final haya conseguido hacerlo de una forma magistral.

El apartado superior de la obra son los personajes, bajo mi punto de vista son los realmente culpables de la calidad del film, confieso mi devoción por el actor Paul Meurisse, que hace un papel extraordinario, aunque realmente no sea el protagonista, en el personaje de Michel Delasalle, mi admiración por este actor viene derivada de su interpretación del comisario Blot en Le Deuxième souffle (1966) de Jean-Pierre Melville. Pero el papel grande de y el de gran relevancia, el que lleva la manija del resto es de la señorita Horner (Simone Signoret) clava un personaje de mujer fatal, una mujer vuelta de todo, capaz de cualquier cosa por conseguir el fin, a su lado una muy distinta Cristina Delasalle (Véra Clouzot) mujer temerosa, religiosa, conducida constantemente por su marido, sumida en todo momento y delicada en su fisiología, por supuesto esposa del director, y todo hay que decirlo de una belleza muy destacada.

Entre ellos es donde realmente se va a mover la historia, es donde se forja un triángulo amoroso fatal, en el que el enredo acaba jugando a favor de unos y de otros, y nosotros mismos los meros espectadores, acabamos dentro de dicha trama, ya que somos víctimas del engaño, nada es lo que parece ser, incluso hasta el final todo acaba sorprendiéndonos.

Si se me permite, válgame la licencia, sacaría un defectillo al film, y lo centró en el personaje del comisario retirado Fichet (Charles Vanel), me parece un vejete encantador y por supuesto la interpretación también es muy buena, aunque realmente se me antoja muy corta, con poco protagonismo, bajo mi punto de vista era un personaje que se le podía haber exprimido mucho más, y haberle sacado muchísimo más rendimiento.

Después de ver esta película y por supuesto algunas más me hago la reflexión de la gran capacidad que tuvieron algunos directores franceses para crear esa corriente denominada cine noir, un cine primo lejano del que se hacia en EEUU, pero con unos rasgos totalmente europeos y propios, que no tiene nada que envidiar al que se desarrollo al otro lado del charco, chapeau para ellos.

TRONCHA

viernes, 20 de abril de 2007

"Hierro 3" de Kim ki Duk

Es curioso que pienses que vas a ver algo que de sobra sabes lo que te espera y que de alguna manera te acabe sorprendiendo, y que por muchas veces que lo hagas consiga sorprenderte de nuevo, esto es lo que me pasa con Kim ki Duk, cuando me pongo a ver una de sus películas que no he visto todavía pienso que será una historia de amor entre personas casi normales de la calle que les ocurre alguna circunstancia que cambiará sus vidas y que de alguna manera esto nos implica al espectador, como queriéndonos hacer ver que nosotros podríamos ser los protagonistas de la historia.

Siempre empieza engañándonos mostrándonos acciones y personajes de lo más cotidiano, para de repente dar un giro a la opinión que tenemos de ellos y hacerlos especiales, y todo ello envuelto en una música dulce y exquisita que nos embauca aun más, todo esto nos lleva a una historia de relaciones y de sentimientos, pero por supuesto que nada tiene que ver con los romances al uso, siempre tiene que tener algo especial, algo que se salga de lo común, lo que por supuesto también la hace bastante
atractivo.

Tae-suk (Hyun-kyoon Lee) lleva una curiosa vida, averigua las casas que se quedan vacías para poder habitar en ellas durante la ausencia de sus sueños es como si de alguna manera quisiera ser el interprete de las vidas de los demás, pero eso si con un profundo respeto por los hogares que ocupa, incluso realizando las labores domésticas que sus verdaderos inquilinos han dejado sin hacer. Podemos imaginar el periplo de casas y de características de cada una de ellas que vamos encontrando a lo largo del viaje de Tae, en una de ellas se encuentra con Sun-hwa (Seung-yeon Lee) una mujer maltratada que ante su odiosa vida decide escapar y acompañarle, esto cambiará radicalmente la vida de ambos.

Por supuesto volvemos a encontrar los típicos elementos del cine del realizador coreano, siempre moviéndose en esa delgada línea entre lo real y lo fantástico, lo creíble y lo increíble, pero en definitiva bello y agradable visualmente, en este aspecto cabe destacar las escenas de la cárcel y el que los protagonistas prácticamente no tengan que decir ni una sola palabra para lograr entenderse.

Se hacen a la idea de lo que puede doler el impacto de una pelota de golf en el cuerpo de una persona lanzada con un palo hierro 3…

TRONCHA

miércoles, 18 de abril de 2007

"El prestamista" de Sidney Lumet

Oír el nombre de un director a veces es significado de muchas cosas, sabemos a lo que nos enfrentamos y por supuesto nos da una ligera idea de los visos que va a tener la obra frente a la cual nos vamos a situar, Sidney Lumet para mi siempre ha sido significado de dureza, de cineasta que nos muestra un cine tajante sin concesiones, lo que estas viendo pasó como lo ves y no tiene tapujos a la hora de contarlo, por supuesto esta película de la que a continuación disertaré unas palabras, es de las que caracterizan y dan cuerpo a este director.

La situación se ambienta en EEUU, en la década de los años cincuenta, cuento esto porque me parece primordial para describir el personaje principal de la obra, unos años después de la finalización del conflicto mundial que por supuesto llega a convertirse de alguna manera en un personaje más de la película, ya que llega a convivir con Sol Nazerman (Rod Steiger) en una especie de simbiosis fatal, en la que uno de los dos entes acabará devorando al otro.

El responsable de la tienda de empeño, Nazerman, es un hombre gris, irritantemente pasivo ante las circunstancias que le rodean, nada le importa, solo su pasado, su condición de judío y antiguo residente del horror de Auschwitz, pero al mismo tiempo eso le consume por dentro, y no le deja ver la realidad que dia a dia se planta delante de él, una realidad que es tan dura como la que el vivió y que de alguna manera le está convirtiendo en opresor de su convecinos, al igual que el sigue bajo la violenta tutela del chulo del barrio que controla todos los negocios legales para que le sirvan de lavadero del dinero negro que obtiene con los dividendos de oficios menos honorables.

Todo el largometraje gira en torno al personaje principal en el que Steiger está inconmensurable, sumergido en un clímax totalmente corrompido, con un desfile constante delante de su ventanilla a los que trata con total desprecio, pero que de alguna manera llega a desarrollar con ellos una especie de labor social escuchándoles; es una interpretación genial de un hombre derrotado, sin ganas de vivir pero que realmente es un cobarde consigo mismo

Cabe resaltar lo audaces que son los diálogos en toda la cinta y la importancia de los sonidos, los propios en si de la acción, que acaban transportando al personaje a continuos flash backs del pasado y por supuesto la música, un jazz que viene muy al caso, entre otros aspectos vemos que Lumet se desinhibe mostrándonos algunos desnudos en pantalla e incluso dando peso a personajes de color.

TRONCHA

lunes, 16 de abril de 2007

"L627" de Bertrand Tavernier

Cuando no sabemos nada de una película lo mejor antes de verla o poner nuestros aparatos domésticos dispuestos para poder grabarla, es mejor informarse un poco, dar un garbeo por la red de redes, hablar con un amigo por supuesto de fiar o tener la suerte de leer algo en alguna revista, algo complicado, pues este es el caso que me ocurrió con esta película del cineasta francés Bertrand Tavernier, y me incliné a grabarla para cuando el futuro proveyera poder visualizarla, momento en que llegó la desidia.

Este film lo voy a calificar de los castigados por el tiempo, porque muy probablemente en el momento de su estreno, debió tener mucho más impacto que el que tendría ahora mismo, sirve como vehículo de denuncia de los justos, de lo complicado que es obtener resultados para los policías, en ocasiones por culpa de sus incompetentes e interesados superiores y en otros por la propia falta de medios.

Todo esto nos acaba llevando a un entorno en el que nos intentan inculcar la idea de que los policías son algo así como personas excepcionales que casi de una forma altruista se desviven por su trabajo, y que de alguna manera esta dedicación justifica los métodos que llegan a emplear para la consecución de ciertos fines. Sinceramente no logra transmitir ningún sentimiento de empatía hacia dichos personajes.

La obra está falta de profundidad, la dureza que emplean en algunas de las escenas es muy light, no es una violencia desgarradora que nos pueda dejar petrificados en el asiento, incluso a veces roza lo infantil, los planteamientos en ningún momento me parecen los correctos, incluso los personajes parecen cortados por el mismo patrón, dejando aparte la nefasta interpretación por parte de algunos de ellos, en el fondo el grupo policial de estupefacientes me recuerda más a un grupo de clowns del cirque du soleil, con sus bromas y pantomimas continuas.

La falta de ritmo y el tempo totalmente descoordinado de la obra no le permite al director ni siquiera llegarnos con los sentimientos del protagonista Lucien Marguet (Didier Bezace) intentando dejarlo a mitad del camino entre un amor u otro, entre la obligación y la devoción, pero como ya comentaba sin llegar a conseguirlo.
TRONCHA

viernes, 13 de abril de 2007

"Blues harp" de Takashi Miike

Miike suele ser de los directores que acaba deleitándonos de una manera o de otra, por su originalidad, su mente parece no estar nunca parada, siempre llena de ideas aunque a veces no calen muy hondo, pero es algo que repito de forma continua siempre hay que tenerle en cuenta, no podemos perder de vista la dilatada producción de este cineasta, en la que por supuesto encontramos de todo.

Esta vez nos sirve de base un Japón, de posguerra, los años seguidos al final de la segunda gran guerra, de esos hijos de la guerra producto de las relaciones entre los invasores y los invadidos, que de alguna manera parecía que no encajaban en ningún sitio, despreciados por unos y por otros, en definitiva productos no deseables para ninguna de las sociedades que lo han generado. Chujin (Hiroyuki Ikeuchi) es un elemento de estos, que tiene que hacerse un hueco en la sociedad en la que vive, y recurre a cualquier método aunque casi siempre intenta evitar los no legales.

La suerte se cruza en su vida, de repente, sin darse cuenta y ante sí aparece un abanico de posibilidades que parecen como caídas del cielo, el éxito está ahí delante solo hay que dar un par de pasos y alcanzarlo, pero la luz que tiene delante no le deja ver lo que realmente se avecina por detrás su propio pasado, ese pasado que de alguna manera siempre acaba atrapándonos y que supone una pesada losa que en ocasiones acaba aplastándonos.

La realización, tiene una serie de tonos característicos, el enfoque que se nos muestra del curioso personaje del padre americano (Huntley Nicholas) de Chujin, por supuesto no podía faltar el tema de la yakuza, algo tan patente, tan propio y tan de andar por casa en el país del sol naciente, de alguna forma Miike, pretende darnos a ver que ni todo lo bueno es lo que parece, ni todo lo malo tampoco, intenta transmitir esa sensación de que todos tenemos alguna posibilidad de cambio en algún momento de nuestras vidas.


TRONCHA

miércoles, 11 de abril de 2007

"Zerkalo" (El espejo) de Andrei Tarkovsky

Nunca dejará de sorpenderme el cineasta ruso, y tengan en cuenta que estoy hablando en futuro, todavía no he visto toda su obra, debo reconocer que la dosifico, es algo que me gusta hacer con algunos grandes directores, tomarme de forma reposada el conjunto de sus creaciones, para poder saborearla, mejor, no intentar digerirla de una tacada, para que posteriormente los recuerdos se clasifiquen y no se acaben entremezclando unos con otros, llevándome al equívoco.

Para definir Zerkalo, podriamos decir que es poesia, poesia en las composiciones de las escenas en los tratamientos de los personajes en las ubicaciones del film, sobre todo en la naturaleza que rodea el film, esa vasto entorno que nos embarga y que al mismo tiempo nos parece asfixiante por su enorme magnitud, poesia en las composiciones de los decorados, y en un continuo uso de bodegones en muchos de los planos, independientemente del plano donde estemos, toda la cinta está llena de simbolismo, elementos característicos que cumplen su función y que están en el encuadre por algo, aunque su motivo tan solo sea estético (incluso en una escena determinada aparece colgado en una de las paredes un cartel de cine de la película Andrey Rublev, 1969; obra del propio director).

Tormento, sufrimiento, predominio de los ocres y grises, composiciones magistrales de algunas escenas, complejidad en el entendimiento porque el planteamiento inicial es personal viene de dentro y al ser tan intimista es complicado de entender para otros, aunque el autor insista en que la simplicidad está manifiesta en la obra, pero por muy normales que a nosotros nos parezcan nuestros propios sentimientos, es porque convivimos con ellos.

La cinta no tiene un hilo argumental, lo mismo estamos en el presente que en el pasado, incluso vemos a personajes anacrónicos, que es imposible que hayan podido existir en los espacios cronológicos en los que nos los ubica el director, aun así supone la obra más autobiográfica del genial director ruso y por su puesto más intimista, haciendo especial hincapié, en el tema de la infancia y sobre todo la figura de la madre, el de los niños se me antoja recurrente por el tratamiento que también hace en su otra obra La infancia de Iván (1962).

Dentro de la composición que supone el largometraje en si, podemos ver imágenes retrospectivas de la segunda guerra mundial, de la revolución de Mao Zedong en China, e incluso de una corrida de toros, acompañada por escenas del exilio de los llamados niños de Rusia, todo ello a veces acompañado de escenas que parecen fotografias, es como si de repente estuvieramos delante de un album familiar, de esos antiguos en los que uno de nuestros mayores nos va señalando con el dedo y dando nombres y hechos de las instantaneas pegadas al papel.

Cabe destacar que la película tuvo problemas de censura, lo que retraso su estreno y por supuesto me atrevo a decir que influyó negativamente en el ya maltrecho ánimo de Tarkovsky, a veces el mero hecho de que alguien no comprenda algo, le parece suficiente para no dejar que llegue al resto de mortales, cohibiendo la expresividad de alguien que ha volcado todos sus esfuerzos y vitalidad en dicho trabajo.

TRONCHA

lunes, 9 de abril de 2007

"El buen pastor" de Robert De Niro

Se que es culpa mía pero no puedo evitarlo, como buen humano que soy, lleno de defectos, tropiezo de nuevo en la misma piedra una y otra vez, quizás con la esperanza de que no sea así en la siguiente ocasión, el caso es que no puedo evitar pensar que los buenos actores, están predestinados a ser buenos directores, o al menos a hacer buenas películas, pues de nuevo el guijarro me hizo tropezar con el señor Robert De Niro, como director, incluso en lo personal también me llega a decepcionar, ya que pienso que se tiene que tener cierta predisposición para realizar una película como esta.

Sinceramente no se por donde empezar, se me ocurren muchas cosas que decir, casi tantas como le son necesarias al realizador americano para poder explicar los vaivenes continuos de la obra hablando en cuanto a su cronología se refiere, si a esto se le añade que el protagonista Edward Wilson (Matt Damon) pasa por delante de la cámara sin pena ni gloria, con una caracterización impropia, en la que nos dan ganas de pedirle cual es el secreto de su eterna juventud, ya que llega un momento en que nos da la sensación de que su propio hijo (Timothy Hutton) va a llegar a sobrepasarle en edad, e incluso a su madre Margaret Rusell (Angelina Jolie) a la que le dejan un papel más bien poco significativo, y que me da en la nariz que lo que se pretendía de ella era que apareciera en los títulos de crédito y poco más.

De Niro pretende justificarnos el papel de algunos de los empleados del gobierno estadounidense, y más en concreto del de los que trabajan en la famosa CIA, y de cómo realmente se forjó esta agencia, pretende demostrarnos los sacrificios personales que hicieron por su patria, sacrificios personales, pero sinceramente no llega a tocarnos la fibra con este tema, porque de alguna manera no consigue crear un vínculo de sentimientos entre los personajes y se me antoja que todo ello por culpa de la floja expresividad e interpretación del protagonista, que no llega a transmitir en absoluto.

En resumen nos ponemos ante una película con un metraje excesivo, rozando las 3 horas de proyección, intentando dar una razón al gran defecto americano de guiar los designios de las vidas del resto de habitantes del planeta, pretendiendo justificar esa fútil excusa en la que siempre se parapetan para decir que nos protegen de la amenaza continua, cuando no es una es otra. Por eso se nos hace un film decepcionante, uno más de la reciente historia de EEUU que arroja poca luz, incluso que pretende desvelar los defectos propios pero que lo hace de refilón sin mojarse, de una forma totalmente maniquea.

Como anécdota destacar la obsesión que el protagonista tiene por las mujeres con audífono, de alguna manera podría antojársenos como una manera más de fetichismo sexual, quien sabe, estos americanos y encima de la CIA.

TRONCHA

"La Vieja Guardia" de John Scalzi

Esta novela es muy curiosa. Desde el punto de vista actual no debería existir. Es un homenaje desde la primera linea hasta la última a Robert A. Heinlein. Mucho se ha escrito/hablado de este autor, y últimamente no muy bueno (y antes tampoco). Pero tiene fans incondicionales, entre los que me incluyo.


La historia funciona, es un space-opera con tintes tecnologicos y sociales tan de gusto del maestro. Hay guiños continuos a Tropas del Espacio. Como dice en la contraportada la filosofía sudyacente no es de de tanto "calado" como el original. Las comillas son mias e intencionadas, precisamente en esas comillas radica todo el odio que ha suscitado Heinlein, su liberalismo y su alabanza al individualismo salvaje no sientan bien en un mundo como el de hoy/ayer. Pero pese a todo es divertida, tremendamente divertida. En la contraportada lo avisan, si te gusta "El Juego de Ender", "Tropas del Espacio" o "La Guerra Interminable"... te gustará. Personalmente aún no he leido la novela de Handelman pero si la de Card y la de Heinlein y puedo decir que en divertimento puro luce con intensidad la novela de John Scalzi. La descripción de culturas extraterrestres rarisimas, pero que ponen de manifiesto los defectos de nuestra propia raza y la reflexión que se hace en la trama sobre el envejecimiento y el amor aportan una seriedad encubierta pero destacable a toda la trama.
Me ha sorprendido sobre todo que es la primera novela del autor, verdaderamente podemos encontrarnos ante una nueva promesa. Fue finalista del Hugo y ganadora de Campbell, para mi merecidamente.
Resumiendo, recomiendo su lectura.

DES

viernes, 6 de abril de 2007

"Wasabi: el trato sucio de la mafia" de Gérard Krawczyk

Escribir sobre algunas películas me enfada, pero es un compromiso que adquirí conmigo mismo y realmente me parece que los pactos que uno se hace a si mismo, no deben romperse, aunque realmente sean los más fáciles de romper, pues bien, aquí estoy delante de mi ordenador intentando volcar unas palabras sobre este largometraje, que realmente no se si merecen la pena por el tiempo que me van a ocupar.

De primera decir que Jean Reno debería elegir mejor sus papeles, y que me parece un actor más que decente, que realmente me agrada ver en la gran pantalla, pero hablando claro no soporto sus papeles de clown y menos cuando le rodean de bufones a su alrededor, me parece un actor digno, que no encaja en dichos papeles en este caso el del inspector Fiorentini, pero cuando acaba rodeado de patanes como es el caso de su ayudante “Momo” (Michel Muller), no puedo con el, es superior a mis fuerzas.

Nos situamos en una película en la que ya hemos visto todo, sinceramente no aporta nada, los personajes son planos y la historia de la misma mucho más, e incluso el director Gérard Krawczyk nos intenta, por supuesto sin conseguirlo, añadir un toque exótico intentando involucrar al protagonista con el mundo de las mafias japonesas, de los yakuzas, apareciendo en el guión una insoportable adolescente Yumi (Ryoko Hirosue), su hija de la cual desconoce su existencia hasta que la muerte de la madre se lo hace saber.

Pues con todo esto se suceden una serie de escenas en las que el inspector galo nos aparece como el héroe y salvador de la niña, representando el papel de una especie de superman que nada se le interpone a su paso, todo ello acompañado con un absurdo humor fácil, casi insultante para el espectador. En definitiva y para concluir de verdad para los que amen el cine, prívense de verla y no desperdicien parte de esos preciosos 1400 minutos que el día nos concede para disfrutarlos de la manera que mejor nos apetezca.

Por cierto el wasabi, es un condimento extraído de una raíz del mismo nombre, que produce unos picores y ardores tremendos, pero como era de esperar simboliza a nuestro protagonista, el cual consume este alimento como si de mantequilla de cacahuete se tratara sin inmutarse. En fin…

TRONCHA

miércoles, 4 de abril de 2007

""Les dames du Bois de Bologne" de Robert Bresson

Me considero una persona que ya ha visionado bastante el cine del realizador francés, para nada em considero un experto, nada más lejos de mis pretensiones, simplemente soy un mero espectador que ha visionado casi todas su películas, lisa y llanamente, y el caso es que esta de la que me ocupo a continuación, no tiene mucho que ver con el resto, en realidad supone una de las primeras obras de su carrera cinematográfica y sirve como ejemplo para ver su posterior evolución.

Como podemos observar por las características del film, tiene todos los detalles, para ser un gran drama de los estudios de Hollywood, de esos en los que intervenian Lauren Bacall, Katharine Hepburn, o Bette Davis, entre otras, quizás el papel de Helene (María Casares) se me asemeja mucho más a esta última que al resto, por el rostro tan característico de esta actriz y esa especie de belleza extraña que en ocasiones no logramos entender.

La historia de la película es una de las clásicas de esas de siempre de las que en su dia acababan atrapando al espectador, que de alguna manera ahora no nos parecen tan novedosas, pero que tiene una originalidad increíble y una trama muy bien construida, de esas antiguas historias del cine negro de siempre, en las que los personajes de alguna manera sirven a veces de reflejo de lo que quisimos ser o al menos nos hubiera gustado.

El film, es una historia de venganza pura y duda, con una perfecta trama hurdida por la despechada Helene a su antiguo amor Jean (Paul Bernard) el cual ya no está enamorado y acaba dejando la relación para sentirse libre, en medio de todo esto se encuentra Agnes (Elina Labourdette) una pobre chica de provincias a la que la vida no ha tratado muy bien y que ha sido capaz de cualquier cosa por poder subsistir, y sobre todo por poder decidir sobre su propia vida y que nadie la manipule.

Supone un trabajo muy bueno del particular Bresson, con unos encuadres y unos planos fantásticos, siendo una etapa anterior a la de su peculiar forma de hacer cine, en este caso los actores interpretan que dedican su vida a la interpretación al contrario que en sus últimos trabajos donde los papeles los ocupan personas anónimas, para, en palabras del propio director, que su experiencia y trabajo profesional, no contaminen la historia propia de la obra.
TRONCHA

lunes, 2 de abril de 2007

"Dog bite dog" de Cheang Pou-soi

Hay veces que es complicado marcarse una serie de objetivos en la vida, no se piensen que es muy sencillo, hay personas que dichas metas las tienen muy claras y otras que no tienen mayor elección que seguir el camino que se les ha enseñado, para el que han nacido o al menos el único que se les ha mostrado, sin siquiera poder tener la alternativa de ejercer su propia elección y por supuesto sin poder experimentar cual de las opciones es la correcta o se acomoda más a sus pretenciones.

Pang (Edison Chen) es una de esas personas que se ha criado en una sociedad conde la vida vale más bien poco, la violencia siempre ha estado presente en todas sus acciones y no conoce otra forma de relación con el resto de seres humanos, su antagonista Wai (Sam Lee) es un policia que tampoco tuvo una infancia que fuera una maravilla y al que la vida le ha mostrado uno de sus lados más duros. Ambas líneas vitales acaban cruzándose, es algo similar a una lucha entre dos perros hambrientos, todo vale, nada va a pararles.

El film tiene una carga de violencia extraordinaria sin lugar a dudas, la falta de adaptación de Pang a la sociedad es algo que s u vez le vuelve contra ella, enfrentándole al resto de mortales, solo hay una esperanza y es la chica que encuentra en el basurero, pero de alguna manera el destino atrapa al personaje, ninguno de los dos en realidad puede vivir sin el otro sin su mayor enemigo, es una huida de ambos hacia adelante, derribando las barreras que ambos encuentran a su paso.

Hay un intento de humanización de los personajes por parte del director y quizás eso es lo que menos me atrae de la película ya que la lucha es sin paliativos, sin aliento, no hay ninguna concesión del uno al otro, y el introducir el personaje de Pei Pei (Weiying Pei) pudiera haber sobrado, nos quedamos con dos seres prácticamente inhumanos capaces de cualquier aberración o estratagema para desctruir la vida del uno o del otro.

La utilización de la cámara es muy correcta, demostrando una vez más y hablo del conjunto de la película que el cine que viene de Hong Kong es de lo mejor que se está haciendo en nuestros dias, aparte de las soberbias interpretaciones de los dos protagonistas, nos podrá gustar más o menos la temática de este tipo de cine oriental, por llamarlo de alguna manera, pero no podemos negar que su calidad es superior al occidental, en numerisisimos casos.

TRONCHA