"Los cronocrímenes" de Nacho Vigalondo
Sorprendente, es
el primer calificativo que debo dar a esta producción. Después de un largo
tiempo persiguiéndola, me la acabé encontrando de repente y quizás cuando menos
lo esperaba. Aun así, cumplió mis expectativas e hizo que disfrutara de un buen
rato de cine. Cosas mejores se habrán hecho con menos presupuesto, pero estoy
seguro que también mucho peores con mucho más plata.
Inteligente, otro
argumento más para poder recomendar la realización de Vigalondo. Se enfrenta a
un tema complicado como es el de los viajes temporales y sale realmente airoso.
Tiene la capacidad de que el espectador comprenda perfectamente la paradoja
temporal que se está produciendo ante sus ojos. Por eso es inteligente, porque
no hay necesidad de retorcerlo todo para que llegue el momento que se haga
incomprensible, cosa que no llega a ocurrir.
No hay que acudir
a una gran historia para ponernos en situación, no es necesario que lo que nos
vayan a narrar sea extraordinario. El gran acierto está en la forma que es
contado. Ahora se me viene a la mente el caso de “Primer” (2004), de Shane
Carruth, una película mucho más liosa, si se me permite la palabra que esta y
al mismo tiempo con igual temática y una historia muy similar, aunque esta se
ubique en la ciudad y la nuestra en el campo.
Quizás su punto
débil se haya en las interpretaciones, no es que sean de lo mejorcito, para
poder disfrutar. Aunque da la sensación que no importan mucho ya que acabamos
tan metidos en la historia que no es necesario que sean un derroche. El uso de
cierto maquillaje efectista como vendarse la cara hace que el film se impregne
de cierto tenebrismo y angustia al mismo tiempo, conseguir el pleno con un
recurso tan simple.
La película nos
está dando continuamente claves para que vayamos entendiendo todo lo que
ocurre. Es una narración totalmente abierta, no esconde nada, da la sensación
en ocasiones que recibimos las respuestas antes de que seamos capaces de plantearnos
las preguntas. Nosotros mismos somos parte de la paradoja anteriormente
mencionada, realmente no tenemos claro a que Hector (Karra Elejalde) estamos
observando al uno, al dos o al n.
También hace que
nos planteemos la duda de si nuestro protagonista actúe como actúe, todo acabe
convirtiéndose en un bucle. Aunque el piense que cada vez que lo hace realmente
hace algo distinto para que dicho bucle se rompa. No se si me he logrado
explicar, pero seguro que si se ponen ante este trabajo, lo comprenderán
perfectamente. Quien sabe, a lo mejor ustedes le encuentran otro enfoque y
pueden dejárnoslo en los comentarios, para que el resto también lo disfrutemos.
TRONCHA