[Inicio][Noticias] [Cine][Concursos] [Libros] [Relatos literarios]
[Listado de directores][Listado de escritores][Colecciones Novela Negra][Festivales de cine]

viernes, 22 de diciembre de 2006

"Santa Sangre" de Alejandro Jodorovsky

Cuando uno se pone a ver, a leer, a mirar algo que ha hecho el propio Jodorovsky, no puede por menos que prestar atención, incluso cuando por alguna razón, escuchamos o vemos una entrevista a este particular chileno, suelo prestarle atención ya que me parece un personaje de lo más peculiar, alguien que ha ido probando todos los campos o temas que le han apetecido durante su vida.

En esta película colorista y coreográfica nos vamos a encontrar una historia, relacionada con el mundo del circo, ese mundo mágico que siempre nos ha atrapado desde pequeños, como realmente le llega a ocurrir al protagonista Fénix (Axel Jodorowsky), un mundo de ilusión, de sueños y de fantasía. Incluso en ocasiones me recuerda a la película “Freaks” de Tod Browning, claro está por el tema del circo, y de sus habitantes en si, aunque en la de Browning los personajes son más esperpénticos.

Fénix vive en el circo, su madre y su padre realizan sendos números dentro del mismo, ella trapecista, y él lanzador de cuchillos, ambos parecen llevar caminos distintos en la vida aunque estén casados, Concha (Blanca Guerra), es miembro de una sub-iglesia denominada de la Santa Sangre, creada a partir de la mártir Santa Lirio, joven a la que le cortan los brazos y acaba violada en un charco de sangre. El padre (Guy Stockwell) queda atrapado por la sensualidad de la mujer tatuada (Thelma Tixou).

Esta situación lleva al desenlace fatal, la madre descubre la infidelidad del padre arrojándole ácido sulfúrico y este le corta los brazos, para posteriormente suicidarse él, todo esto lo ve el hijo quedando traumatizado durante el resto de su vida, siendo internado en una institución. Durante todo el largometraje vemos que Fénix está atrapado por los deseos de su madre, más bien los brazos es como si fueran de su propiedad. Hasta llegar a un final que rompe con todo lo anterior provocado por un antiguo amor de su infancia circense.

Jodorovsky, trata varios temas en esta película, además temas en los que siempre él mismo ha comentado estar muy interesado, como la santería, realmente el film está basado en ello, y la influencia que hace sobre el protagonista, todo el largometraje en si, está cargado de plasticidad, de colorido y de alguna manera es muy coreográfico, incluso el productor era Claudio Argento, con lo cual no se porque a mi se me hacen ver influencias de su hermano Darío, como son algunas de las iluminaciones en los rostros, el tema de los cuchillos, incluso el tratamiento que tiene el director, en algunos de los asesinatos.

La parte que más me gustó de la película es la de la muerte y posterior entierro del elefante, la verdad es que está cargada de simbolismo, cada uno supongo que podrá interpretarla a su manera, y la mayoría supongo que no sabremos ni en que llego a pensar Jodorovsky cuando la hizo, aunque tiene cierto tono purificador, la muerte de uno implica el renovarse o empezar a vivir de otros.

Las escenas en las que Fénix hace la parte de los brazos de su madre es muy original, me parece que tiene muchísima plasticidad, llevándole a cometer los asesinatos que comete y no dejándole ser feliz a través del amor, todo parece real y así lo cree aunque al final acabe detenido, de alguna manera acaba purificado y siendo él mismo.
TRONCHA

miércoles, 20 de diciembre de 2006

"Izo" de Takashi Miike

Es una especie de protesta, reacción, explicación de la sociedad japonesa, y todos sus estamentos.
Si te das cuenta Izo (Kazuya Nakayama) es el pasado, son los fantasmas del pasado, el origen de la nación japonesa que como tu bien sabes se fundamenta en la lucha de clanes y sobre todo la sangre, asesinatos y conjuras una tras otro, en definitiva un mundo de miedo, terror y conjuras.
Miike, le pone tanto en el presente como en el pasado, y a través de ese camino, en el que en varias ocasiones, dice que él siempre esta solo, (me recuerda a “Lone Wolf”, que pudiera tener cierta influencia) lucha con todo lo que se le pone delante, si analizas las escenas, lucha contra el ejercito, contra la clase acomodada (los oficinistas, yupies), la familia, la educación, la religión, la aristocracia, incluso el racismo (lucha contra un negro) y consigue derrotar a todos, menos a uno.......la monarquía, al final de la peli, es el único que le derrota, porque pienso, que realmente es quien le ha engendrado aunque fuera al principio de la historia nipona.

Aun así, la conclusión final para mi, es que Japón no puede escapar de su pasado de luchas y guerras continuas, en definitiva un pasado de sangre, por eso Izo, vuelve a nacer una vez más, convirtiéndose en un circulo vicioso del cual esa sociedad oriental no puede escapar.

Aun así, no me gusta mucho como esta construida la película, me parece un surrealismo total para expresar estas ideas, incluso el recurso de algunas películas de acudir a imágenes de archivo para hacer flash backs, no me convence en absoluto. La sin interpretaciones de lo mas normalito.
Quizás el personaje que más me impacta es el cantautor , sobre todo la forma de interpretar las canciones, ¿qué decían las letras de las mismas?, en fin......habrá que aprender japonés.
TRONCHA

lunes, 18 de diciembre de 2006

"Lancelot du Lac" de robert Bresson

De lo visto hasta el momento del cineasta francés, esta obra supone una incursión en el llamado cine histórico, o al menos por el envoltorio, puede parecerlo así, podría parecernos algo similar a su otro film "Procès de Jeanne d'Arc ", aunque según palabras textuales del director, en esta última película mencionada, tan solo se limitó a leer el documento original del proceso y plasmarlo tal cual en su obra.

Pues en este caso Bresson se introduce en el mundo del rey Arturo (Vladimir Antolek-Oresek) y los caballeros de la tabla redonda, por decirlo de alguna forma, aunque más bien se centra en la figura de la reina Ginebra (Laura Duke Condominas) y su caballero y amante sir Lancelot (Luc Simon), aunque de hecho la historia sea del otro lado del Canal de la Mancha, bajo mi punto de vista no deja de tener cierto afrancesamiento, pretendiendo de alguna manera el director galo, de hacerse para sí y su pais con dicha historia, insito que quizás sea una obsesión mia.

Una vez más reivindico al Bresson que se pone en contacto con el entorno natural, que de alguna manera con su película escapa del mundo urbanita, sus singulares y únicos actores, aprecen moverse mejor en entornos campestres que en entornos de ciudad, aunque en el caso en el que estamos quizás falle un poco la ambientación, intentando dar a la película cierto tinte modernista.

Esa modernidad viene reflejada por los decorados y vestuario de los personajes, al igual que las relaciones entre ellos, son relaciones mas progresistas, que podrían perfectamente estar enclavadas en el siglo XX y no en la Edad Media que es realmente donde tiene el enclave histórico el relato, la relación de entre Ginebra y su caballero es mas bien consentida por el engañado y resignado rey Arturo, aun así el guión a veces parece descolocarnos como en anteriores producciones suyas, y la culpa la tiene esa carencia de interpretación de los actores que se sitúan delante de la cámara para en ocasiones soltar diálogos carentes de fuerza y que no logran empalizar con el espectador, llevándolo a su terreno.

Curiosamente es una película de duelos y contiendas en las que no se ve ni una sola lucha, aunque de alguna manera si que vemos las consecuencias de estas, a través del reguero de muerte implícito a las mismas, me pregunto si es que Bresson no se vio capaz de rodarlas o que dejo al espectador y a su imaginación para que de alguna manera cada uno tuviéramos las nuestras propias. Esta técnica tampoco me parece del todo criticable ya que siempre he sido un defensor del lenguaje cinematográfico y en este caso aquí goza de su estado más puro. Es más solo se ve un combate al principio y la estética sinceramente es muy poco lograda.

En resumen no es una muy desacertada película del cineasta francés es la que vemos la historia del mítico rey británico, su esposa y caballeros desde una nueva perspectiva.
TRONCHA

viernes, 15 de diciembre de 2006

"Aquarius" de Michael Soavi



Especie de giallo, producto un poco raro de Soavi, que la verdad todo hay que decirlo tampoco es muy acertado por su parte. Vemos en todo momento representados los típicos factores de las películas del género, de hecho nada más empezar la primera escena atraviesa el encuadre un gato negro que luego veremos que se llama Lucifer, claro no podía ser de otra manera.

Por supuesto con su componente de carga erótica como en muchos productos italianos de este tipo, insistiendo en lo anteriormente dicho, nos colocamos enfrente de una película, que le da lo mismo la representación de sus actores, intenta impactarnos a través del asesinato y la estética del mismo, sin conseguirlo, todo hay que decirlo, creando esa especie de clímax a través de la música previa al susto o aparición de la sangre que vamos a ver.

El maestro sin duda de este tipo de cine es Darío Argento, y en la obra que tratamos parece ser que intenta ser imitado, sin llegar a conseguir prácticamente nada que quede a la altura de las películas de Darío, las escenas son reiterativas y sobrantes, a diferencia de otros giallos, en este caso sabemos quien es el asesino desde el primer momento de la película.

El guión se hace insoportable y totalmente previsible, a los tres primeros cuartos de hora de la película ya sabemos lo que ha pasado, y no queda nada por ver, solamente que el director nos vuelta a tener otros cuarenta y cinco minutos de aquí para allá entre el asesino y esa última víctima que siempre escapa y que arroja luz sobre el asunto.
En definitiva nada más que decir, si alguna vez tienen tiempo para ver esta película, no lo hagan utilícenlo para otros menesteres, lo agradecerán, háganme caso.



TRONCHA

martes, 12 de diciembre de 2006

"El imperio de los sentidos" de Nagisha Oshima

Película conocida donde los haya del cine japonés, todo el mundo prácticamente ha oído hablar de ella, bien sea de una manera o de otra, tanto en el plano positivo, como en el negativo, no obstante paso a analizarla, siempre contando mi inclinación favorable a lo que es en general el cine venido de las latitudes asiáticas, no obstante como decía tanto como el que la ha visionado como el que no, emite una opinión sobre ella, por supuesto más o menos acertada, dependiendo de cada uno.

Las ideas principales del film, son la muerte y el sexo, ambas conviven de una forma totalmente unánime, formando una férrea simbiosis, no nos engañemos que no solo trata de sexo, lo que ocurre es que las imágenes son totalmente explicitas en cuanto a este género incluso si se me permite decirlo, la insistencia en el tema sexual se hace exagerada en ocasiones, llegando a ser obsesiva, no solo por los protagonistas, sino también por el propio director, en algunas escenas se hace bastante reiterativo, sin aportar mucho más a la obra.

Por supuesto, que de alguna manera el cineasta japonés lo que intenta es una película, provocadora, y a fe que lo consigue, ya que es imposible que nos deje impasibles ante la visualización de la misma. La historia de amor entre los protagonistas, es lo único que se nos muestra durante el largometraje, es tanto tan presentes las figuras de la muerte y el sexo, que podríamos incluso decir que son dos personajes más.

La historia acaba sumiéndose en una espiral desenfrenada que solo puede llevarnos a un trágico final, al que cualquier espectador puede notar que los amantes se ven avocados, ese afán de superación de llevar todo al extremo, no puede acabar sino de la manera que termina, eso si, prepárense, porque aun así Oshima, nos prepara un regalo final, expresado en el objeto de culto y veneración de la misma protagonista.

Siempre hago la misma apreciación, indico que las películas orientales hay que verlas a veces con los ojos de los que las realizan, aunque en este caso, la mayoría de las escenas son tan explicitas, que damos poco margen a la interpretación de los hechos, siempre he pensado la capacidad de los actores, para realizar dichas escenas, ya que muchas tienen su mérito, y cualquiera no sería capaz de hacerlas.

Por tanto nos situamos enfrente de un producto, no muy habitual dentro del cine oriental, con esbozos muy tenues del Japón de la época de preguerra, aunque sinceramente es lo que menos interesa, por supuesto, me queda la duda de si como se indica al final de la misma, está basada en hechos reales.

TRONCHA

lunes, 4 de diciembre de 2006

"Casshern" de Kazuaki Kiriya

Original y sorprendente producto del señor Kiriya, a través de la película logra sumergirnos en un futuro totalmente apocalíptico y gobernado como en otras ocasiones, en películas de este corte, por una clase superior al resto, o que de alguna manera así lo creen, gente sin escrúpulos, adictos al poder, que utilizan cualquier recurso para mantenerse en él, a costa incluso de la misma humanidad. Curiosa contradicción, el exterminar a la humanidad para de alguna manera gobernarla.

La estética de la película es una de sus mejores aportaciones, esa saborcillo a años 30, mezclado con artilugios de los principios de la aviación, este conjunto da una estética y una ambientación muy curiosa, envolviéndolo todo, aunque de sobra sepamos que todo está construido por ordenador, insito que el mundo creado se hace bastante creíble.

Por supuesto, en este mundo futuro la genética ha sufrido un desarrollo espectacular, y los avances de la misma, no pueden evitar volverse contra el propio ser humano a través de las neo-células, y su consecuencia los llamados neo-sapiens, revolucionarios clones fabricados de retazos que por supuesto desean su trozito de fama y poder en un radiactivo y contaminado mundo.

Toda esta serie de circunstancias hacen de Casshern un film reivindicativo, de denuncia por parte del director japonés, pero estas dos características se suponen tan obvias dentro del film, que la explicación del final se nos hace innecesaria, a la vez que con una carga lacrimógena que no aporta nada, sino que de alguna manera alarga el metraje, algo que también es criticable, aun teniendo en cuenta que el tempo de los cineastas orientales es más lento, en este caso se alarga en demasía por el exceso explicativo de la obra.

No obstante los personajes se ven sumergidos en numerosas ocasiones en una dimensión extraña, mitad sueño, mitad realidad, incluso son espectadores de sus propias muertes y desvelos, durante algunas de las escenas se puede apreciar cierta influencia de la película “The Wall” (Pink Floid) y por supuesto en lo que son los combates, y luchas la sensación plena es de estar dentro de un videojuego, alternando con imágenes en blanco y negro, en las que se expresa casi siempre la máxima dureza, contrastando con el amor que parece inundar, tanto a los de un bando como a los de otro.

En definitiva resulta un producto original, por la visión futurista que se le imprime al largometraje, y por supuesto el punto de vista del director japonés, siempre pienso que Japón por muy adelantado que esté en el tiempo siempre está encadenado por sus ancestrales tradiciones y costumbres, de hecho por mucha tecnología variopinta que aparece en la película, las armas de lucha elegidas son las tradicionales y por encima de todas, por supuesto la maravillosa katana.

TRONCHA