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miércoles, 23 de diciembre de 2009

"Big bullet" de Benny Chan

You can read this text translated into english at: Big bullet

No se si en alguna ocasión, ya he mencionado lo que voy a decir, creo que no, pero aun así desde aquí quiero agradecer a páginas como asiateca.net su dedicación al cine oriental o mejor dicho asiático. Pero sobre todo el que nos iluminen de tal manera que seamos capaces de distinguir el cine de las distintas nacionalidades que hay por aquellas latitudes, no todo es cine de "chinitos" como podríamos equivocarnos al pensar. Cada país tiene su propia forma de ver y tratar el séptimo arte y si son ustedes de mente abierta y deciden ir viendo ejemplos se darán perfecta cuenta de lo que aquí les estoy explicando.

Lo que viene a justificar el párrafo anterior es que en todos los sitios cuecen habas, el cine en esencia es un producto comercial y como tal intenta llenar las salas o ser rentable de cualquier manera. Para atraer a los distintos tipos de público se hace cine de diferentes géneros y el de acción por supuesto es uno de ellos, otra cosa es que la acción occidental no tenga demasiado que ver a veces con la acción oriental, si se me permite el símil.

Centrándonos un poco en el ejemplo que debemos tratar, diré que la trama principal de la película la ocupa la historia de un policía de los que de verdad hacen justicia, de los que no retroceden ante nada, pero que usan sus propios métodos, por supuesto totalmente cuestionables.Este es Bill (Ching Wan Lau), al que la envidia de sus compañeros le relega a destinos dentro del cuerpo de policía de mucho menor calado que la investigación y los grandes casos.

Básicamente la historia es esta, no tiene mayores cosas, como pueden comprobar no es algo nuevo para muchos, con estos mimbres ya hemos hechos otros cestos antes. El director ha intentado introducir otras tramas que divergen de la principal, pero con poco calado, por ejemplo, temas como la amistad, el honor, la venganza, el deber hacia los demás e incluso en ocasiones a intentado frivolizar con las distintas situaciones para relajar la supuesta tensión que generaría la acción.

El film podría calificarse como demasiado efectista, pretende impactar visualmente, utilizando la repetición de algunas escenas desde distintos ángulos para que el espectador se recree con las explosiones y las diferentes persecuciones, dejando de lado la calidad interpretativa o de la historia en si. Por tanto estamos ante un producto para un público poco exigente, de cualquier nacionalidad, insisto, estoy seguro que películas de este tipo tendrían su público si se estrenaran en occidente.



TRONCHA

lunes, 21 de diciembre de 2009

"El jardín de Ala" de Richard Boleslawski

You can read this text translated into english at: The garden of Allah

Resulta chocante que a veces uno se ponga frente a una película y espere poco de ella. De hecho en muchas ocasiones se espera poco, como antes comentaba, pero se recibe menos. Este precisamente no es el caso que va acaparar nuestro tiempo durante unos pocos minutos. Son tantos los aspectos de los que se puede hablar de un film, que es raro que no tengamos nada que decir, en nuestro caso lo que más me impactó fue el desarrollo de la historia.

Al contrario que en otras ocasiones voy a empezar con algunos detalles defectuosos de la producción, sin ir más lejos el montaje. Me confieso diciéndoles que para mi siempre ha sido bastante difícil distinguir entre un buen y muy buen montaje, ya ven cosas que uno tiene. Pero es que en "El jardín de alá" es tan malo y se pierde tanta continuidad en las escenas que acaba saltando a la vista. Este es su mayor defecto, incluso también se puede hablar de falta de ritmo, algo curioso ya que estamos ante un largo de aproximadamente setenta y cinco minutos.

Siempre me ha atraído la figura de la Dietrich, de hecho pienso que es una de la actrices con un físico más impactante de la historia del cine. Otra cosa es que te pueda gustar o no, pero nadie puede negar que su rostro transciende a través de la pantalla en cuanto aparece en un encuadre por irrelevante que este sea. El que el papel de Domini, lo interpretara ella fue un acicate para que me decidiera por este título que aunque en su conjunto sea de dudosa calidad, no deja de tener cierto interés por su planteamiento.

Tampoco esperen que la historia acabe llegándoles a lo más hondo de su ser, como esta ya han visto unas cuantas, además tampoco se esperen grandes sorpresas, los hechos son bastante previsibles, según avanza la narración. Lo que si me impacta es el tratamiento de la fe católica que se da en el guión, dos personas que de algún modo ven truncadas sus vidas por culpa de su incondicional creencia en el catolicismo, dos existencias que desde el principio vemos como se van a ver avocadas a entrelazarse tarde o temprano.

La tentación del mundo oriental la representa el desierto, lo que los árabes vienen a denominar el jardín de Alá, en un momento del film ambos ven como se dejan arrastrar al paraíso de las pasiones, al universo de lo exótico, sin preocupaciones ninguna, viviendo el uno para el otro y poco más. Lo que me deja estupefacto es el final, increíble que los personajes tomen la decisión que toman, algo que siendo sinceros en estos tiempos que corren nadie se lo cree, pero que quizá en el momento de la filmación fuera muy adoctrinante y ejemplar para el público de finales de la década de los 30.

TRONCHA

viernes, 18 de diciembre de 2009

"Gunmen" de Kirk Wong

You can read this text translated into english at: Gunmen

Alguna vez más ya he hecho esta afirmación que no me canso de repetir y es que los años ochenta fueron una especie de culto al mal gusto. Pero es que no solo es algo que ocurriera en nuestro país, sino que da la sensación que fue mucho más global que de lo que a priori parece, porque este ejemplo tiene varios aspectos que encajarían con la estética de esta época. Supongo que algunos de ustedes no pensaran lo mismo pero yo la viví en mis carnes y les juro que cada vez estoy más convencido de lo que digo.

Aun perteneciendo a lo que podríamos denominar el cine negro de Hong Kong, ni mucho menos tiene calidad suficiente para los niveles a los que nos acostumbrados otros trabajos relacionados con este cine de triadas. Esta se encontraría más cercana a la dudosa calidad del cine de artes marciales, ese que se convertía en efectista, incluso por el sonido que se le ponía, donde tan solo eran importantes las escenas de lucha en detrimento de la calidad de la historia.

El comienzo del film sirve de introducción, para lo que luego va a acontecer, esto es algo habitual, pero en este caso la verdad es que se solventa de manera que no ayuda mucha, en mi particular caso deja alguna duda. Tampoco es que esta incertidumbre sea definitiva a la hora de ponernos frente al film y poder ir desgranando su simple historia. El hecho en general es que ni la principal ni las tramas secundarias que acaben desembocando en ella merecen mucho la pena.

No se justifica que el capitán de la policía Ding jung (Tony Leung Ka Fai) esté pendiente de su familia, esta en si no ayuda nada al desarrollo de la acción, más bien entorpece y nos acaba descentrando en ocasiones y todo ello por el afán de imprimir un no logrado dramatismo a la producción. Tampoco la relación con Mona Fong (Elizabeth Lee) la prostituta que continuamente ayuda al policía o viceversa resulta efectiva, no mostramos interés por ella.

De todo este enfoque policial que se le da al mundo del hampa Hongkonés cabría destacar que sobre todo lo que vemos lo que principalmente subyace es el afán de venganza por ambos bandos, dejando de lado en multitud de ocasiones la justicia. Los métodos policiales no son mucho mejores que los de los miembros de las triadas, aquí nadie duda de tirar de pistola o con hacha en mano levantarle la tapa de los sesos a su oponente, y como tal dichas luchas están filmadas de forma literal, sin remilgos.

Hay un intento de vitalizar el sentimiento de amistad entre los que al principio fueron amigos y combatientes y que a posteriori el destino volverá a juntar, curiosamente contra el mismo enemigo, aunque amparado en unos ideales distintos. Nos dejan entrever el famoso tema de la corrupción policial, frente a lo honorable de la actitud de unos pocos y todo ello amparado por las embajadas de los invasores occidentales, pero estos temas tienen un trato muy superficial, tan solo se mencionan no se ahonda en ellos.

TRONCHA

miércoles, 16 de diciembre de 2009

"Ice age 3: El origen de los dinosaurios" de Carlos Saldanha

You can read this text translated into english at: Ice age 3: Dawn of the dinosaurs

Me encanta llevar a mi hijo al cine, siempre lo digo, me gusta que se interese por este mundo que a mi me apasiona. Pero he de reconocer que a veces es un suplicio, aunque como padre hay veces que toca hacer sacrificios y esta vez fue una de esas, que remedio así tienen que ser las cosas de momento. Me reconozco un amante de la animación y sobre todo defensor, yo me inicie en el séptimo arte a través de ella, como siempre se ha hecho y muchas generaciones venideras seguirán haciendo.

El caso es que mi esperanza de ver algo decente era mínima, más bien nula, y tal cual se quedó. Aunque vaya a decir una típica frase, no puedo evitarlo, vi más de lo mismo, no tiene nada nuevo, la historia es de lo menos interesante que he podido ver hace tiempo y esto me enfada por dos motivos. El público infantil es inocente pero no tonto y es más bien esto último lo que parecen pretender con tan precario guión. y en segundo lugar a este paso no paramos en la tercera entrega sino que se avecinarán unas cuantas más hasta que la gallina deje de poner huevos de oro.

Vale reconozco que el cine es un negocio que se invierte dinero y que algo hay que recuperar, pero no seamos tan descarados y nos amparemos en la originalidad y el éxito de la primera parte para volver a hacer anodinas entregas una detrás de otra. Se acuerdan de Scrat, la ardilla, ni siquiera ella me pareció interesante, estábamos una y otra vez delante de los mismos gags para intentar no perder la famosa bellota, incluso la nueva compañera que le han puesto (Scratte) tampoco me gusta.

Si la ardilla que era de lo más gracioso ya nos resulta repetitivo y cansado imagínense el resto de personajes, los mamuts, sin pena ni gloria, como Diego el tigre dientes de sable que tiene una especie de crisis de los cuarenta y quiere volver a vivir una segunda juventud. Sid, sigue siendo el patoso de siempre, lo hemos visto en numerosas ocasiones meter la pata y ya no nos resultan novedosas sus gracias. El único destacable claro está es el nuevo el que da un poco de aire fresco a esto, ese Buck, la comadreja, que nos medio entretiene con su locura y valentia, ambas en igual grado.

Poco más que decir se me ocurre, solamente que parece que se esboza una "especie" de homenaje a Julio Verne y su viaje al centro de la tierra, de algún modo da la sensación que ese submundo de dinosaurios tiene su cierta lógica. Tampoco vi un exceso de adaptaciones de escenas de otras películas como es habitual en el mundo de la animación, quizás la persecución de los pterodáctilos, la mejor escena de la película, recuerde a la carrera de vainas de Anakin en el episodio uno de la "sagrada" trilogía.



TRONCHA

lunes, 14 de diciembre de 2009

"eXistenZ" de David Cronemberg

You can read this text translated into english at: eXistenZ

Un buen amigo mio del que a menudo hablo en este blog y que esty seguro que aparecerá por aquí porque no anda lejos, me recomendó a Cronenberg. Que aun siendo un director con títulos bastante conocidos y asequibles, creanse que no me había adentrado yo demasiado en sus trabajos, este va a servir de punto de partida para que en distintas ocasiones vayan entrando más de sus trabajos en este humilde blog. O me pregunten porque elegí este y no otro, probablemente circunstancias personales, pero no le den mayor importancia.

Decir que no estamos ante una de las obras cumbres de este director, ni muchisimo menos, si que se puede afirmar que la idea de la historia es bastante original. Esa especie de bioconsolas que se conectan al propio cuerpo humano para que no solo seamos capaces de disfrutar del juego, sino que lo hagamos siendo nosotros mismos los protagonistas, es algo muy atractivo. No piensen que por otro lado es una idea descabellada cuanto "loco" se instalaría un biopuerto si cualquier compañía diseñadora de videojuegos les garantizarán emociones jamás vividas, ¿a que si Des?

El problema es que de aquí en adelante las cosas no funcionan tan bien en la película, por empezar por algún sitio decir que el personaje de Allegra Geller (Jennifer Jason Leigh) no tiene ninguna sustancia y la principal culpable es la que le interpreta. Otra cosa sería Pikul (Jude Law) que hace un trabajo más salvable. El caso es que durante el transcurso de la acción no tenemos ningún momento la sensación de persecución y huida que ambos quieren hacernos creer, esto es un fallo grave por parte de la dirección por supuesto.

Lo que es la película en si camina practicamente por los derroteros de la serie B, lo que no es decir nada peyorativo hacia ella, pero si que hemos visto ejemplos encuadrados en este tipo de género que son auténticas obras maestras. Parece una producción hecha de forma precipitada, y rápidamente, aun así entretiene, incluso transmitiéndonos poco y creándonos unas expectativas, que sintiéndolo mucho no se ven cumplidas al final del trabajo.

Casi al final uno de los personajes da una clara explicación de como le ha resultado jugar a eXistenZ, es como si le sirviera a Cronemberg de excusa a lo que ha ofrecido al espectador. Es más, es como si de alguna manera nos insinuara que ha estado jugando con nosotros, algo que no me importa, pero si en el juego no me consideran tonto. Porque señoras y señores, después de seguir desde el principio la realización nos vemos abocados a un final que todo el mundo se espera o al menos para un servidor fue muy obvio.

TRONCHA

viernes, 11 de diciembre de 2009

"Lock and stock" de Guy Ritchie

You can read this text translated into english at: Lock and stock

Muchas veces las películas se vuelven confusas, no hay quien las comprenda o al menos lo que vemos carece totalmente de sentido. Todo esto las hace poco atractivas y acaban obligándonos a preguntarnos porque no se hizo todo de una forma más sencilla y sobre todo más increíble. En otras ocasiones lo que las tira abajo es lo fantasioso de la historia el que no podamos ver sitio por donde cogerlas y creer un ápice de lo que nos están contando.

Pues precisamente por todos estos defectos que describo en el párrafo anterior, es por lo que me gustan las películas de Guy Ritchie. Lo que más me gusta de todo el conjunto es que la historia va a ser de lo más rocambolesco, imposible intentar razonar nada de lo que acontece, debes entregarte a la imaginación y pensar lo más descabellado porque la probabilidad de que esto ocurra es mayor que de que sea de forma razonable.

La película es el colmo de las coincidencias, más bien un homenaje al cine de situaciones alocadas, en algunos momentos parece que estamos ante el más puro "slapstick", ante una obra de Chaplin o Keaton, sus personajes son auténticos clowns de los que el espectador no para de mofarse, porque realmente es para lo que están. Insisto en que lo razonable no tiene cabida en sus películas, las drogas o la capacidad de discurrir de sus personajes son los que marcan las inverosímiles situaciones en las que acabará inmersa la historia.

El ritmo del trabajo es buenísimo, no hay freno, todo es una marcha hacia adelante, acompañado siempre de buena música, el complemento perfecto para una acción trepidante y a la vez torpe de casi todos los personajes. Amante siempre de acercarnos un muestrario de sujetos de lo más peculiar, donde cada uno cumple una función por mínima que esta sea y al que le avalan siempre sus particulares cualidades y todo ello por supuesto bajo algún peculiar nombre o mote que casi siempre ha surgido en el ámbito de su entorno.

El uso que se hace de la cámara es culpable de que este ritmo tampoco baje, no nos situamos precisamente ante lo más glamuroso de la sociedad británica, ni ante profesionales del crimen sino más bien chapuceros, pero la forma en la que lo vamos a disfrutar en primordial y ese es uno de los puntos a favor de esta producción, la cámara al igual que nuestros protagonistas hay ocasiones que se coloca en situaciones inverosímiles, algo que acabamos agradeciendo también.

Una vez más el cine de Ritchie entretiene, agrada y nos hace reír, quizás el problema es que siempre da la sensación que estamos ante la misma historia, de momento a mi no me importa, pero es mi caso particular. Otros se cansan de ver lo mismo, no están dispuestos a ponerse una y otra vez ante los homenajes que el peculiar director parece rendir al desorden y al despropósito locuaz. Desde aquí mi consejo es que vean este y otros trabajos y ustedes mismos decidan el momento en el que se cansan, o no, quien sabe.

TRONCHA

miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Fitzcarraldo" de Werner Herzog

Cuando uno es joven siempre tiene la cabeza llena de sueños, según el tiempo va avanzando algunos se van consiguiendo y otros van saliendo por donde van entrado. Queremos ser distintos al resto en todos los aspectos y al final de la carrera vemos que somos exactamente iguales al resto, practicamente sin distinción. Fitzcarraldo (Klaus Kinski) es eso un soñador, que a diferencia del resto de los que le rodean no ceja en su empeño.

Quizás creer mucho en un sueño no supone conseguirlo, pero como es posible negarle nada a un hombre que le pone tanta fe y empeño a las cosas. Muchos en contra de lo que se pudiera pensar se vendrían abajo y no querrían seguir adelante, cuando las cosas no pintan demasiado bien, pero el señor Fitzcarraldo para nada es de ese tipo de personas. Saca la parte positiva de la negatividad de las cosas, en realidad es un optimista desmesurado.

Personaje por tanto particular donde los hay y como no podía ser menos el actor que lo interpreta. Kinski no parece saber de reservas ni mesuras, sus personajes se caracterizan por se una total entrega, vuelca su propia personalidad en el mismo. Escena tras escena nos damos cuenta de esta simbiosis perfecta entre personaje y actor, algo que por supuesto el espectador agradece, y aun elogiándole pienso lo difícil que debe ser de dirigir, sino que se lo comente al mismo Herzog.

Como se apuntaba anteriormente Herzog nos lleva hasta un Perú totalmente salvaje, un país practicamente engullido por una selva a la que los occidentales tan solo desean hincarle el diente. Es la tierra de las oportunidades, muchas materias primas sin explotar y esperando a que el más avispado haga negocio de ellas, sin preocuparse de a quien afectará todo esto. Sin tener en cuenta la población nativa que pierde sus casas, sus costumbres y en definitiva su identidad.

Fitzcarraldo pretende ser uno más de estos esquilmadores, pero los indios ven en él una especie de Dios, con el que deciden colaborar a la hora de transportar el barco. Nadie sabe el porque de su actitud, es el gran enigma de la historia, pero aun así se dejan llevar por al situación, después averiguaremos ese porque y quedaremos o no satisfechos. Pero lo principal es que da la sensación que nuestro protagonista pertenece a ese entorno en el que se mueve, de ahí que consiga congeniar con el colectivo que habita el más temible y profundo amazonas.

Sobra decir lo impresionante de la fotografía y de todo el entorno que se nos muestra, hay momentos en que da la sensación que estamos dentro de ese barco que navega por el río o por la montaña dependiendo de la situación. Es un film en el que las imágenes hablan por si sola, y cobran mayor protagonismo que los diálogos, el recorrido del navío por el río nos muestra una serie de episodios y de encuentros con unos y otros que acaban entreteniendo sobremanera al espectador (véase la escena de la estación abandonada).

El caso es que el largo deambular fluvial, parece representar un recorrido por la vida del personaje principal, la vida nos hace heridas que vamos curando, pero que nos dejan cicatriz, como le ocurre al propio barco al regreso a puerto. Un deambular de lo que ha sido su vida hasta ahora y de lo que probablemente seguirá siendo. Una vida no del todo sencilla, con obstáculos, pero lo más importante de todo con una fe inquebrantable para poder sortearlos y seguir adelante. De hecho si nos damos cuenta la película no termina cuando aparece la palabra fin, si lo analizamos detenidamente nos daremos cuenta que es un nuevo inicio de otro episodio de la peculiar vida de Fitcarraldo.

TRONCHA

lunes, 7 de diciembre de 2009

"Duelo al sol" de King Vidor

Durante toda la historia del cine se han hecho grandes producciones, esas películas en las que se invierte mucho dinero, traen de cabeza a los productores y a veces resultan ser un gran fracaso. O no. No hay que ser pájaro de mal agüero, el caso es que en la mayoría de las ocasiones resultan muy visuales pero poco efectivas si las vemos desde el punto de vista de la calidad.

En la época que vivimos todo está al alcance de cualquiera, y sobre todo si tienes una conexión a Internet, pero tanto antes como ahora hay una serie de películas de corte romántico que siempre triunfan. No me considero en dicho grupo, el tema del amor ha sido continuamente explotado en el cine, se sigue haciendo, pero es que incluso sigue funcionando. Como el cine es un mundo de ilusión, la gente prefiere ver películas en las que les encantaría que sus historias de amor fueran lo más parecidas a lo que exhibe la gran pantalla.

Que mejor que la típica historia en la que la pobrecilla de turno, pero rebelde, conquista el corazón del acomodado y rico de la región. Si a todo esto le aderezamos con otro personaje más en disputa de dicho sentimiento y por último le añadimos unas pizcas de progreso y costumbres, tenemos "Duelo al sol" (1946), ese típico trabajo que apasionó a todo el mundo y que deja buen sabor de boca pero sobre todo y es lo que más destaco de la película como es la escena final entre Perla (Jennifer Jones) y Lewt (Gregory Peck) me parece buenísima.

La utilización de los colores me parece un tanto exagerada a veces nos plantean unos encuadres en los que el rojo tiene un predominio abusivo, fastidiando la buena fotografía del film. Porque como apuntabamos en el principio cuando se quería rodar una escena con doscientos caballos se contrataban otros tantos extras con sus correspondientes monturas para que la escena quedara como debía, ahora hay otras soluciones. aun así hay ejemplos en la historia del séptimo arte en la que con menos se ha hecho mucho más y la cosa ha quedado perfecta sin notarse la carencia.

Reconozco que este tipo de historias no me resultan interesantes, no son lo mio. Este drama pasional que no podía concluir de una manera distinta a lo que lo hace. Tiene toda la carga de afectividad y amor imposible para que se medio luzcan dos de los interpretes de mayor peso como son Joseph Cotten y Gregory Peck. Pero el caso es que el peso lo lleva Jennifer Jones, que resulta sobreactuada, con excesivos movimientos y haciendo de diva en su papel de mestiza, es la que intenta acaparar la atención del espectador sin conseguirlo.

Como siempre recomiendo que se vea este tipo de cine, porque no, este tipo de trabajos sirve para hacer contraste entre lo que realmente nos interesa y otro tipo de cine, que nos interese más. Esto también demuestra que antes y ahora, siempre se han hecho trabajos que tan solo han interesado a unos pocos y por supuesto con los que se ha pretendido sacar más dinero de lo invertido, que mejor que hacer un despliegue total de recursos y esperar que todo funcione.



TRONCHA

viernes, 4 de diciembre de 2009

"El cuarto mandamiento" de Orson Wells

You can read this text translated into english at: The magnificient Ambersons

Cuando alguien se enfrenta a una película con este título (en español) no puede más que acordarse de las dos famosas tablas que recibió Moises durante su estancia en el monte. Para ser sincero que quieren que les diga, no pienso que tenga mucho que ver con el cuarto en cuestión, pero habrá opiniones de todo tipo y aquí estamos para eso, para poder escucharlas y rebatirlas o comentarlas. El caso es que su título original "The magnificent Ambersons" es mucho más adecuado incluso menos ostentoso.

Este es practicamente el segundo proyecto de cierto calibre de Orson Welles, realizada un año después de su gran obra "Ciudadano Kane" (1941). También le supondrá un fracaso de taquilla como la anteriormente mencionada y esto a su vez el que tenga problemas en el futuro para encontrar quien pague sus películas. No se crean que para ser el número uno a veces las cosas se las ponen fácil, hay ocasiones en las que hay que patear mucho e incluso recibir alguna bofetada que otra, quizás esto es lo que endurezca el carácter y lleve al éxito final.

El ser humano es cotillo por naturaleza y siempre le ha interesado la vida de los demás, pareciendo que no tienen bastante con la suya propia. En la actualidad ocurre lo mismo, quizás hayan cambiado los referentes e interesen otro tipo de ídolos que no los de hace sesenta años que pertenecían a la alta burguesía. Esto viene a decir que historias como está interesarían poco en la actualidad, pero que dicha falta de interés no merma en absoluto la calidad de la obra.

Toda la historia gira en torno a la historia de una familia de mucha consideración en su ciudad y a la cual todo el mundo respetaba pero que por supuesto también sirve de "entretenimiento" para tantos y tantos rumores y gente deseosa de ellos, el caso es que el director usa a estos avispados ojeadores callejeros como parte de la narración del film. Para contarnos principalmente la historia de una imposibilidad, parece intentar demostrar que aunque deseemos algo mucho e incluso tengamos los medios para conseguirlo cualquier escollo que se ponga en medio puede arruinarnos la vida misma.

El caso es que el director pare plantearnos esta disyuntiva durante todo el film, hacernos pensar quien está mejor situado ante los reveses de la vida. El que no para nunca y aun siendo consciente de que hay pocas oportunidades de conseguirlo se mantiene firme en su postura o quien se deja llevar, parece haberlo conseguido todo y realmente lo que tiene es tan etéreo que se le escapa entre las manos.

El entorno en el que sitúa toda la historia no deja de ser original, el automóvil es en parte el culpable de las desgracias de varios de nuestros personajes, tanto sea para bien como par mal. Dando la sensación que la naciente industria se presenta como algo inevitable para el progreso al igual que los daños colaterales que la misma producirá. Esto hace resurgir de nuevo la lucha de clases entre esa clase alta que lo ha tenido todo desde la cuna y los que han decidido llegar al status de estos, pero con un origen mucho más humilde.

Como consejo desde aquí les puedo decir que no incurran en el error de dejar de ver la película en el momento que aparece la palabra fin, esto es algo que muchos suelen hacer en las salas. Si cometen tal equivocación se perderan un fantástico recorrido final por todos los personajes que han intervenido en este trabajo y quien los ha dado vida.



TRONCHA

miércoles, 2 de diciembre de 2009

"Dublineses. Los muertos" de John Huston

You can read this text translated into english at: The dead

Hay determinado tipo de cine que para mí es muy complicado, cuando ves una obra que se supone que todo el mundo habla maravillas de ella, a veces ocurre que para mi transcurre sin pena ni gloria. No este diciendo que este trabajo sea uno de esos casos, pero si que he de ser sincero y la casi obra póstuma de Huston no me provoca ningún sobresalto interior, no quedo perplejo ante ella. Por supuesto que la entiendo, lo que me preocupa es que haya algo más que mi corta mente no sea capaz de dar de si y deje de apreciarlo, eso si que me dolería.

Huston utiliza la excusa del baile del día de la epifanía del señor para mostrarnos su particular elenco de personajes, a cual más singular. O a lo mejor no tan particulares como en un principio podrían parecernos, esta primera parte de la película da la sensación que el director quiere sentarnos a la mesa como un invitado más, como si estuviéramos nosotros mismo en la reunión. Un círculo de personas elegidas entre lo que representa la alta sociedad de principios de siglo en Dublin cuya presentación al comenzar el film se debate entre la ironía por supuesto sin dejar de lado cierta hipocresía.

Por supuesto ni que decir tiene que la obra está basada en su homónima novela escrita por James Joyce. la narración empieza muy sosegada y lenta, a medida que la misma avanza poco más sabemos que de lo que eramos conscientes al principio, pero eso si, los asistentes van ganando en confianza como nos ocurre a nosotros mismos. Incluso llega un punto en que el desarrollo de la cena y los vapores etílicos hacen mella en algunos de los asistentes, llegando a demostrar que parecen los más vivos de la reunión.

Falsa ilusión, no se vayan a pensar, el título viene a dar a entender quien es realmente el que está vivo, el que atiende a todas las costumbres y no se sale de los cánones establecidos, manteniendo las formas y composturas. O por el contrario los que después de un momento de incertidumbre durante el baile deciden abandonar la casa de forma discreta para defender la construcción de un nuevo país, sacudiéndose por supuesto el yugo de la Gran Bretaña, algo por supuesto muy típicamente irlandés.

El caso es que aun yendo fácil de la mano de la historia y pensando en que nada va a ocurrir, el término de la fiesta coincide con una revelación de nuestra protagonista Gretta (Anjelica Huston) que va a dejarnos helados, no consiguiendo llegar a un final feliz y trayendo una vez más a los muertos al presente. Todo este clima sórdido y ténebre que nos deja el largometraje quizás este influido por la propia situación en la que dirige el gran director durante este trabajo donde ya está postrado en sierra de ruedas y con respiración asistida.

Por otro lado el alarde técnico de la película es fabuloso, teniendo en cuenta que su máximo culpable ha llegado a la madurez cinematográfica. la utilización de la cámara, la fotografía en general y sobre todo la iluminación son elementos dignos de mención. Pero por supuesto sobre todas las cosas, incluso las propias interpretaciones quizás esté la fuerza de los diálogos, los que acaban cautivándonlo y haciendo que no perdamos hilo en ningún momento.

TRONCHA