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lunes, 29 de junio de 2009

"El desafio: Frost contra Nixon" de Ron Howard

You can read this text translated into english at: Frost/Nixon


Crearse prejuicios es bastante absurdo, pero como personas que somos y humanos por extensión no podemos evitar incurrir en los mismos errores y crearnos algunas opiniones sobre ciertos aspectos de la vida entre ellos el cine. Aunque luego se nos vengan abajo y tengamos que reconocer que nos hemos equivocado, el caso es que no tenía puestas muchas esperanzas en esta producción y sin embargo cuando estuve fuera de la sala me di cuenta que gratamente tuve que tragarme mis prejuicios.

Nunca hubiera pensado que una entrevista pudiera dar para tanto, que llegará a tenerme en vilo y que te haga estar pendiente de cada escena. Intrigándonos de tal manera que estamos deseosos de más y más a cada escena que pasa, y es que he de reconocer que el ritmo que imprime Howard en la producción es el correcto, aunque todos sepamos lo que va a ocurrir al final y nos lo cuente a su manera, logra que en todo momento mantengamos la expectación.

Una ayuda inestimable que recibe el director en su labor es la del fabuloso personaje de Richard Nixon (Frank Langella) el actor de New jersey. Se introduce de tal manera en el papel que tenemos la plena sensación que estamos ante el único presidente de los Estados Unidos que tuvo que dimitir de su cargo por un caso de corrupción como fue el Watergate, nos muestra una persona con sus maneras y costumbres, un poco más humano de lo que estamos acostumbrados al que aunque no compartamos las ideas que tuvo, acabamos comprendiendo.

Aunque en un principio todo toma una forma similar a la del documental, se podía haber incurrido en el error de trazar el film por los derroteros de las fechas y los datos, ahogándonos entre información que al final tenemos que ir descartando porque somos incapaces de absorverla toda. La historia se basa en la entrevista en si y como se preparó, igual que si habláramos de un combate de boxeo, en el que los dos púgiles se retiran junto con su equipo técnico para encontrar la estrategia que en definitiva le haga ganar por K.O. a su rival, este es el secreto y el total acierto del guión.

Un largometraje que merece muchísimo la pena, principalmente por su trama principal y por la interpretación a la que hacía referencia anteriormente. Aunque este no le acompañen otros actores de mayor calado o al menos que hayan hecho un trabajo medianamente correcto, de entre todos ellos solo destacaría el papel de Jack Brennan interpretado por un aseado Kevin Bacon, del resto mejor no comentar nada porque según lo hacen no nos los podemos creer.



TRONCHA

miércoles, 24 de junio de 2009

"Siete espadas" de Hark Tsui

You can read this text translated into english at: Seven swords


Es impresionante lo pesado que puede ser a veces ver una película, increíble de verdad, este es uno de esos casos, que insufrible que es la verdad y no contentos con eso encima la han alargado hasta la friolera de los ciento cuarenta minutos. Quizás lo peor no sea la duración, lo que no se salva es el guión que no hay por donde cogerlo, aunque a lo mejor es que no lo hay y en los rodajes entre escena y escena de lucha se les fueron ocurriendo nuevas cosas, el hecho es que aburre soberanamente.

Ya que la historia principal empezaba a aburrirme, decidí ir fijándome en otros aspectos, para por lo menos intentar sacarle algo de partido a la inversión de tiempo que había hecho en ella. Lo primero que uno se da cuenta es que no está ante un episodio histórico versionado, ni nada parecido, estamos ante un ejemplo de cine fantástico con ciertos tonos épicos, pero que a su vez se ve impregnado por elementos modernos de carácter vanguardista, una extraña mezcla que al final da el resultado que da.

Como apuntaba en el párrafo anterior la parafernalia de los interpretes es al menos curiosa, los malhechores están llenos de tatuajes y si no tienen la cara pintada. El tatuaje era algo habitual en Asia desde hace muchos años, pero el de calidad, no estos símbolos tribales de "bacalaero" de tres al cuarto. Mención aparte habría que hacer de las armas, donde más se vuelca la imaginación del equipo técnico, pero aun así todo esto se queda en poco.

Lo más correcto del film es la fotografía de hecho este apartado fue premiado en el festival de Sitges, hay un gran aprovechamiento de los exteriores y no se ha perdido la oportunidad de darle bastante vistosidad a ciertas escenas. Sin embargo el problema es que dichas escenas y estoy hablando sobre todo de las de lucha, se repiten una y otra vez de una forma anodina, como ya hemos visto en multitud de producciones anteriores, luchas larguísimas, atiborradas de efectos especiales y trucos que acaban cansando.

La estructura de la película está totalmente equivocada, aunque al principio pudiera llevarnos a engaño ya que comienza de una manera trepidante, recordándonos una obra del gran maestro Kurosawa ("Los siete samurais"). Todo va tan rápido que al "frenar" nos quedamos sin explicación ninguna para algunas de las cosas que han ocurrido y por tanto desaprovechando nuestro interés, al final vuelve a remontar pero es más de lo anteriormente visto y acabamos preguntándonos porque la alargaron tanto si la solución apareció sobre la primera hora más o menos.



TRONCHA

lunes, 22 de junio de 2009

"Camino a la perdición" de Sam Mendes

You can read this text translated into english at: Road to Perdition



Hay veces que cuando una película no es buena uno no sabe como acometer la empresa de hablar de ella. Pero es que esta que empezamos ahora me parece un trabajo tan bien hecho que tampoco se por donde comenzar, las interpretaciones son de un tamaño considerable, se podría empezar también por la historia en si que no tiene ningún desperdicio, otro punto de partida podría ser el magistral empleo de cámara que nos hace Mendes durante todo este trabajo, bueno veremos como sigo señores.

Los planteamientos de la misma podrían ser múltiples como indiqué con anterioridad, pero quizás el principal de ellos podría ser que vamos a ser testigos de una historia a través de los ojos de un niño de doce años Michael Sullivan jr (Tyler Hoechlin). De como la relación que tiene con su padre cambia desde una noche en la que decide seguirle sin que este lo sepa y ver en que trabaja, desde esa lluviosa noche ya nada es igual, aunque lo que ve no es agradable, las circunstancias hacen que la relación entre ambos sea férrea.

Desde el primer momento vemos como esa unión entre padre e hijo pasa de ser de lo más austera a la mejor que pueda existir y todo ello sin ser fácil ya que toda ella está basada en la violencia. Un serio y anodino Michael Sullivan (Tom Hanks) a partir de la huida que tiene que hacer hacia adelante, es capaz de ofrecer a su propio hijo la mayor de las aventuras que nunca vivirá, le invita a seguir el camino del "lobo solitario", el de un samurai, al que le han arrebatado todo lo que quería y su huida hacia adelante le obliga a clamar venganza y no cejar en el empeño de conseguirla.

De este modo también se puede considerar que este ronin de nuestro siglo nos adentra en una especie de road movie, sin posible mirada hacia atrás. Todo ello desarrollado en un farragoso entorno como sería la mafia, esta claro que si eres un don nadie que estás tirado en el arroyo y esta te saca de él, dándote una vida, te acabas volviendo un incondicional de su particular modo de ver las cosas. Esto te acaba dando una perspectiva totalmente diáfana de lo que te espera si acabas enfrentándote a ella, pero como en el código del bushido, el honor es primordial para los hombres y aquí va a prevalecer por encima de los intereses tanto de un lado como del otro.

Como he acabado en el párrafo anterior los valores que exhibe la película son múltiples, uno de ellos el del honor, personificado sobre todo en el protagonista. Otro muy importante y de gran protagonismo es el del amor filial, por supuesto el que demuestra Sullivan hacia su hijo aunque le cueste tiempo darse cuenta, por otro lado el que el mismo John Rooney (Paul Newman) profesa al mismo Sullivan. Le quiere como un hijo, aunque no sea de la misma carne ya que su muerte le dolería tanto o más que la de su propio hijo Connor Rooney, interpretado por un Daniel Craig que no desentona del conjunto en absoluto.

Otro que tampoco anda a la zaga es Jude Law con el papel del asesino-fotógrafo a sueldo Harlen Maguire, que quizás da el punto de locura que todo trabajo serio necesito para que precisamente nos demos cuenta de la envergadura del proyecto. Por supuesto que los que mejor están de todo el grupo son Newman y Hanks, el primero es obvio, no hay nada que decir su carrera cinematográfica le avala y del más joven decir que no me considero entre sus exacerbados defensores pero que opino que este sea probablemente el mejor de sus papeles hasta ahora.

Si alguien desea saber como se utiliza un cámara para hacer cine, se puede dar una vuelta por esta realización, es increíble. La cantidad de sitios donde la misma se puede colocar, para darnos las distintas perspectivas que nos hagan más atractivo el encuadre. Yo que me considero un defensor de que el maravilloso invento se mueva lo menos posible, he de decir que los movimientos de la misma todavía le dan mucho más énfasis a las situaciones, sacando todo el partido visual que se puede y por supuesto haciéndonos disfrutar de lo lindo a los espectadores.


TRONCHA

viernes, 19 de junio de 2009

"Serenity" de Joss Whedom

You can read this text translated into english at: Serenity

Me reconozco un fan de la ciencia ficción, pero como todo en la vida que sea de cierta calidad, la primera sensación que me llevo al concluir el film y comenzar a sacar conclusiones es que he visto una serie B, con aspiraciones de serie A. Por supuesto que todo esto es discutible, que no lo es en esta vida, si se dan una vuelta por la santa biblia del imdb, se darán cuenta que la calificación que los usuarios han dado a esta producción me parece del todo desproporcionada, no es que tenga yo mucha confianza en las notas que aparecen en ella, pero esta les juro que me sorprendió.

La película pretende ser mucho más profunda que lo que realmente es, intenta adentrarse en temas como el amor, la amistad, las relaciones, incluso en la salvación de la humanidad, algo bastante común en el mundo de la ciencia ficción, de hecho nos situamos en un mundo post apocalíptico. Que para ser sinceros son los que más me gustan y los que en general dan mejores resultados en las historias, pero es que hay momentos en los que ni siquiera tenemos la noción de que la situación tenga el peligro que parece tener.

No se porqué pero me recordaba muchísimo a un trabajo de Carpenter que ya vi hace tiempo y que tampoco fue de mi agrado como "Fantasmas de Marte" (2001). Quizás la idea principal sea similar, aunque las diferencias a favor del ejemplo que nos ocupa son notables, aquí la utilización de los efectos especiales es bastante correcta, se puede decir que el entorno, el mundo, las naves, el espacio creado en definitiva es muy atractivo y todo hay que decirlo me gusta, sobre todo en el momento en el que la nave que da título al film echa encima a los "reavers" una especie de seres medio humanos, medio caníbales que no paran ante nada, ni nadie.

Todo esto es correcto y funciona, pero quizás lo que echa todo abajo son las interpretaciones y el poco desarrollo de los personajes, el caso es que cuando estamos en situaciones en las que la propia integridad del ser humano peligra. Parece que según ellos es más importante pelearse entre la propia tripulación de la nave continuamente, lo que se hace cansino, que librarse de sus enemigos, que son los que en realidad pueden poner su vida en peligro.

Quizás el pero personaje de todos y el más desaprovechado, sea el de la semi-protagonista River (Summer Glau), una psíquica que se supone que la Alianza, quien gobierna el sistema planetario de la humanidad la ha convertido en un arma letal. Pero todo esto es intuición de un servidor, porque nada nos explican de ella, ni sabemos donde viene ni donde va, ni siquiera sus probables habilidades, una producción que debería haber ido por los derroteros de la acción, al final acaba yéndose por los caminos de las relaciones personales, en mi opinión algo que está reservado para otro tipo de cine.

Otra cosa que me recordaba a otras películas del género es que parece algo bastante usual que en el futuro los orientales sean los que acaparen todo el mundo comercial, los negocios, las finanzas. Todas las ciudades que vemos se parecen al Tokyo del siglo XX, con caracteres nipones, incluso la forma de luchar en el film se asemeja a las artes marciales y el "malo" lleva una katana corta, quiere esto decir ¿que nuestro futuro dentro de unas décadas pasa por el tamiz asiático?



TRONCHA

miércoles, 17 de junio de 2009

"La duda" de John Patrick Shanley

You can read this text translated into english at: Doubt

Con esto de que los Oscars se nos vienen encima todos los meses de febrero en este país suele ocurrir lo mismo y se acaba estrenando todo lo que concurre a competición en el Kodak theatre. Esto significa que el trabajo se acaba acumulando y prácticamente hay que ir al cine a diario, para los que no vivimos de ello, la verdad es que se nos pone en un pico no se vayan ustedes a pensar.

Lo realmente importante de esta película son las interpretaciones, el director ha dejado de lado la historia o lo que pudiera aportar de novedosos o impactante la misma. Para descargar todo el peso del film en sus interpretes, la verdad es que hay que tener muy en cuenta a los pesos pesados que podemos ver, incluso también destacaría a los que no lo son tanto, esto le imprime cierta tono de teatralidad al trabajo. No importa donde se encuentren los personajes, estamos totalmente absorbidos por sus rostros, por sus gestos, por sus diálogos, en definitiva por su actuación.

Sobre todos ellos destaca la fabulosa interpretación del personaje de la hermana Aloysius (Meryl Streep) de imperturbables pensamientos e ideas, con una forma de ver las cosas más propia de la Edad media que de los tiempos en los que vive, prefiere infundir el respeto en sus semejantes a través del miedo. Por otro nos encontramos con la hermana James (Amy Adams), sorprendente la interpretación de esta actriz que nos ha demostrado que tiene capacidad aunque en trabajos anteriores se haya dedicado a papeles de mucho menor empaque, ella representa la amabilidad, el don de gentes, porque no decirlo, la inocencia de una mente todavía inexperta.

Ante ambas se sitúa el padre Flynn (Philip Seymour Hoffman) un perfecto embaucador que pretende justificar su posición a través del amor y del engaño, desarrollando un perfecto papel, con una interpretación también digna de mención. Este Philip nos tiene acostumbrados a echarse encima cualquier papel y solventarlo de una forma realmente notable; por último quiero destacar también el papel de la señora Miller (Viola Davis) madre resignada que tan solo quiere tirar para adelante y buscar un hueco en la vida para su hijo Donald (Joseph Foster) aunque a veces esta pretención implique pagar un alto y doloroso precio.

La palabra con la que se podría definir en conjunto esta realización es el de los contrastes, personas que abrazan la misma religión, los mismos preceptos y que cada uno de ellos los toma como mejor le parecen, todos para su beneficio propio, del primero hasta el último. Es una historia de egoísmos, porque a casi nadie parece importarle el que tiene enfrente, para al final adentrarse en un mundo de hipocresía al que parece ser ha acabado avocada la iglesia en nuestro días, con su particular forma de impartir justicia a los que se desvían totalmente de la senda que esta les marca.

A partir de ver la película cualquiera puede sacar sus conclusiones, por un lado las cinematográficas que yo pienso que están muy claras, estamos ante un gran ejemplo de interpretación por los cuatro costados como acabo de describir. Otra sería la que cada uno se haga para sí mismo, esa que nos deja poso en nuestro interior, la que nos siembra la duda de pensar en que está bien y que está mal, yo sinceramente no me considero receptor del dilema, tengo muy clara mi opinión sobre ciertos temas, pero este quizás no es lugar para dicho debate ya que se sale del ámbito cinéfilo.




TRONCHA

lunes, 15 de junio de 2009

"Valkiria" de Bryan Singer

You can read this text translated into english at: Valkyrie


Esto se que ya lo he dicho en anteriores ocasiones, pero no puedo resistirme una vez más a comentar que últimamente las películas dedicadas a la segunda guerra mundial o cuya historia se desarrolla en torno a la gran conflagración mundial. Parece que pretenden redimir las tropelías que los nazis hicieron durante los seis años que esta duró. Siempre se nos había vendido la idea de que Hitler y su recua de descerebrados eran una especie de demonios en la tierra que no paraban ante nada a la hora de cometer unos tras otros delitos contra la humanidad, sin embargo el cine se ha encargado de demostrarnos que todos eran alemanes pero que no todos estaban convertidos al nazismo.

Esta aseada película es un claro ejemplo de lo que he intentado describir en el párrafo anterior, la historia versa sobre uno de los numerosos atentados en los que el protagonista y objetivo siempre era el señor del ridículo bigote, y no me refiero precisamente a Charlot. El coronel von Stauffenberg (Tom Cruise) y un grupo de civiles y militares deciden crear una trampa en la misma guarida del lobo, en el punto donde el Fürher se siente más seguro y así acabar con su vida, instaurando un nuevo gobierno y negociando la paz con los aliados de la forma más favorable posible.

Aunque dicha historia está basada en hechos reales y es conocida por muchos, entre los que me considero, el director consigue imprimir un verdadero ritmo frenético cuando la narración lo exige, incluso como les decía sabiendo el devenir de los acontecimientos. Logra mantenernos en vilo en la butaca y estamos deseosos de más y más escenas para disfrutar de como se desarrollo todo, no me negaran que esto es un verdadero mérito. Todo esto hace que el metraje de la cinta lo acabemos engulliendo sin problema alguno y cuando nos queremos dar cuenta han transcurrido sus dos horas de duración.

Respecto al desarrollo de los personajes me parece que es correcto sin grandes alardes, incluso a veces da la sensación que todos giran en torno al protagonista y están demasiado subyugados a él. Tom Cruise se convierte por tanto en el punto de apoyo de toda la interpretación y por tanto quedando ahí la cosa sin más, ya que en mi opinión este señor ya ha dado todo lo que tiene aunque esto no sea excesivo. Es la sensación que me queda siempre, después de ver sus últimas interpretaciones, veo siempre el mismo papel, las mismas caras y los mismos gestos, da igual donde esté o que trabajo acometa.

Me parece interesante señalar el papel de coronel von Quirnheim, interpretado por Christian Berkel, si hay alguna estadística en el mundo del cine, que seguro que la habrá, no tengo duda de que este actor es el que más veces en su carrera se ha enfundado el uniforme del ejército alemán. Luego hablamos de que algunos se encasillan en ciertos papeles, pero es que lo de este señor es increíble, es como si alguien de repente pensara en hacer un guión para una película en la que aparecen nazis y siempre se acordaran de él para asignarle un papel.

Para acabar hay que decir que la película es totalmente correcta, que destila dinero por los cuatro costados. No es de las que se ha hecho con cuatro duros como se diría vulgarmente, esto obra en favor o en contra depende de como se mire, de quien acomete el proyecto, ya que muchos acaban derrochándolo a espuertas. Aquí por el contrario nos encontramos un film entretenido que nos hace disfrutar de lo que estamos viendo e incluso a algunos les servirá para conocer una parte de la historia aunque sea bajo un particular prisma. Para acabar les planteo una reflexión ¿Que hubiera ocurrido si Hitler hubiera muerto en dicho atentado? ¿El orden mundial sería el que ahora conocemos? Las conclusiones, que cada uno haga la suya.
TRONCHA

miércoles, 10 de junio de 2009

"Brother" de Takeshi Kitano

"Un samurai debe ante todo tener constantemente en mente, día y noche, desde la mañana de año Nuevo, cuando toma sus palillos para desayunar, hasta la noche del último día del año en que paga sus facturas, el hecho de que un día ha de morir". Este es el párrafo con el que empieza el código del Bushido, el libro que para un samurai significa la biblia, el libro que hay que seguir y cumplir a rajatabla, el personaje de Aniki Yamamoto (Takeshi Kitano) es un autentico samurai.

La primera interpretación que le doy al film es que no me parece un trabajo en el que prime la acción, como podría parecernos a primera vista. Lo importante es que recibamos una lección de como actúa la yakuza, esté donde esté. En este caso tanto esté en su país natal Japón o en Estados Unidos, el yakuza se forma como tal y sabe a quien se debe. Viva en un lado u otro del mundo, le comprendan mejor o peor, su forma de actuar siempre es la misma.

La película nos narra una salida hacia adelante, un camino que no permite volver la vista atrás. A veces las personas son esclavas de su palabras y de sus actos. Aun teniendo ese tipo de trabas y conociendo su destino, no se tiene porque renunciar a vivir de una forma feliz y lo más acomodada posible, incluso ayudar a sus semejantes y castigar a sus enemigos. Aniki, es eso en el fondo, un auténtico romántico con un corazón que tiene una cerradura de hierro que se abre tan solo para la persona que él desee.

Obligado a forjarse un nuevo negocio lejos de sus fronteras no le tiembla la mano a la hora de acaparar un territorio y tener que tirar de pistola para limpiar de escoria su zona. Se rodea de quien sabe que le va a reportar beneficios y ventajas, esta podría ser otra de las lecturas del film ya que en sus confrontaciones con las distintas mafias (colombiana, mexicana, etc.) con los que peor parados sale son con los italianos. Es como si quisiera dejar entrever que es la más dura de todas ellas aunque la japonesa tenga valores mucho más profundos, ahí queda esa reflexión para quien quiera ahondar en ella.

Kitano con este trabajo pretende llevar el mundo japonés al mundo occidental, pero por supuesto a su particular manera. Nadie puede negar que el film es totalmente japonés, la manera de actuar de los personajes, incluso los de rasgos occidentales, la manera de posicionar la cámara y de como entran y salen los personajes sin moverla un ápice, el propio tempo es el típico del cine nipón pausado, con diálogos cortos, de ciertos careos de mirada sostenida entre los actores.

La mezcla conseguida en la película entre dureza y sensibilidad, es la correcta. No asistimos a una carnicería extrema, aunque es cierto que muertes hay unas cuantas, ni las relaciones de amistad entre el jefe y sus subordinados son de lo más empalagosas. Esta forma de hacer refleja la propia naturaleza del director, capaz de adentrarnos en mundos con una violencia inusitada y de repente ser capaz de ponerse a hacer el payaso con una deshinibición total, en definitiva Kitano en estado puro.


TRONCHA

lunes, 8 de junio de 2009

"The hitch-hiker" de Ida Lupino

Si señores, nadie se ha confundido, están leyendo correctamente Ida Lupino es la directora de este trabajo que aquí en España se podía haber traducido por algo así como, el autoestopista, no solo de actuar vive la mujer, también de dirigir, esto me hace pensar que dicha dama debía ser de firmes decisiones ya que actuó y dirigió unas cuantas películas en un mundo que estaba predeterminado por y para los hombres, precisamente los años cuarenta y cincuenta no se caracterizaban precisamente por la igualdad de sexos.

Algunas cosas en el cine no han cambiado demasiado, como fenómeno social que es su relación con la misma es bidireccional, me explico, tanto vive el cine de ella, como la sociedad del cine, esto supone que muchos de los guiones que se hicieron para el séptimo arte tengan su base en la propia realidad, en concreto este tiene la suya en unos acontecimientos parecidos que ocurrieron tan solo unos años antes, esto hace de la señora Lupino una oportunista que intentó aprovechar el tirón de los hechos para que su película funcionara en taquilla.

Aparte de todas estas circunstancias podemos observar que la narración se sostiene por si sola, algunas veces se acelera demasiado quedándonos un poco perplejos de lo que historia ha avanzado de repente, el caso es que su funcionamiento es el propio de una "road movie" siniestra, una contrarreloj contra la vida de uno mismo, algo que puede pasarle a cualquiera, como así se encargan de advertirnos en el cartel que aparece nada más comenzar la proyección.

Todo esto añade bastante mordiente e inquietud al guión, lo que ocurre es que quizás no está bien llevado ante la cámara, el principio está bastante claro, vemos como el culpable comienza su espiral de horror, pero desconocemos que rostro tiene, un recurso de lo más loable en cuanto al cine de suspense se trata, parece que todo va a ir por esos derroteros, pero de repente sin más, sin razón alguna y sin aprovechar el factor sorpresa nos le muestra integro para no ocultarle nunca jamás.

El caso es que el perder esta ventaja hace que el interés decaiga ya que nos podemos imaginar porque derroteros va a ir la historia, aun así la realizadora construye una interesante trama entre tres hombres cada uno con su forma de ver la situación de entre ellos para mi, me quedo con el personaje de Collins (Edmond O'Brien), por encima de los otros dos y el que tiene la necesidad de templar su ánimo más que el resto, una historia que acaba recuperando la cordura cuando todo parecía que iba a decantarse del lado de la esquizofrenia y la locura.

Curiosa la forma de exponer la colaboración entre las policías mexicana y estadounidense para la captura del malhechor, no recuerdo ningún film en el que se diera esta situación, de hecho justo todo lo contrario, la senda de huida de cualquier perseguido por la justicia americana siempre había sido hacia la frontera mexicana, no me digan ahora que nadie lo había oído unas cuantas veces en tantos y tantos westerns, haciendo referencia al famoso rio Pecos, pues no se piensen que las cosas siguen igual que cuando todos iban a caballo con el winchester en la silla del caballo.


TRONCHA

viernes, 5 de junio de 2009

"Mongol" de Sergei Bodrov

Mongolia, un impresionante país que al menos en el nuestro desconocemos practicamente, probablemente solo unos elegidos habrán tenido la oportunidad de disfrutarlo, el film de Bodrov es una buena forma de adentrarnos en sus costumbres y sobre todo en sus paisajes, por supuesto también en sus gentes y darle la importancia que realmente debe tener en la historia de la civilización, el que ahora sea un país de poca relevancia en el panorama mundial no quiere decir que hace unos cuantos siglos no tuviera su importancia y esto es lo que parece intentar mostrarnos el realizados a través de la figura de su máximo exponente el gran Genghis Kan.

Por supuesto que no es la primera ocasión en que la figura del mongol más famoso de la historia es llevada al cine bien sea de forma directa o indirecta, la diferencia es que en esta ocasión, vamos a asistir a la forja de esa figura, mas concretamente a la infancia y adolescencia de Temudjin (Tadanobu Asano) el que a fin de cuentas y tras una serie de avatares, incluso desgracias personales, se convertiría en el Khan, el único que fue capaz de agrupar a todos los clanes bajo el mismo estandarte.

La pregunta que deberíamos hacernos es si realmente este material da lugar para una película, por que hay que reconocer y me van a permitir la expresión, que el pobre chaval tras la muerte de su padre las pasa más putas que San Hilario, lo que ocurre es que durante el primer tercio de la película la acción es tan repetitiva que llega un momento en el que nos da la impresión de estar inmersos en un bucle del que no salimos, no sabiendo si es debido a la torpeza de los captores o a las habilidades para fugarse del protagonista, es algo que no queda absolutamente claro.

Según avanzamos tanto en la historia como en el metraje de la película todo va adquiriendo mayor calado, pero tampoco esperen que la cosa se desmadre, el tempo de la cinta es calmado, a veces se puede decir que se adentra en el campo de la lentitud, la cámara acaba regodeándose con el entorno en el que se desarrolla todo, mostrándonos la fabulosa fotografía del film, haciéndonos disfrutar de la estepa mongola y en general de la inmensidad del paisaje, llegando a comprender porque para los habitantes de aquellas zonas es más importante poseer un caballo que formar una familia con una mujer.

Aun siendo un film bastante interesante y que entretiene, la verdad es que no tiene mucho, cuando me refiero a su parquedad estoy hablando del capítulo narrativo, las cosas no están bien contadas del todo, pero por contra nos encontramos que todo está dentro de un entorno visual muy agradable y aunque sea tan solo por este motivo el largometraje se hace agradable de ver, esta claro que cada trabajo ante el que nos plantamos delante destaca por unas cosa y otros por otras.

La escena de mayor relevancia en toda la producción es la de la batalla contra los ejércitos de Jamukha (Honglei Sun), en la que no se repara en medios, hay varios travelling, dignos de cualquier superproducción norteamerica o de alto presupuesto, no le tienen nada que envidiar, el caso es que si lo aplicamos al resto del trabajo, no da la sensación que en ningún apartado se haya reparado en gastos, son unas cuantas las nacionalidades que han colaborado y al fin y al cabo esto se tiene que acabar notando.


TRONCHA

jueves, 4 de junio de 2009

"Brothers" de Soung Kee Chiu

El tratamiento que en el mundo occidental se le da al cine asiático (y utilizo esta imprecisa palabra para calificarlo) no es tratado con la justicia que se merece, lo de que en todos los sitios cuecen habas, seguro que lo habrán oído, pero el caso es que cada nacionalidad tiene sus peculiaridades, sus actores, sus formas de hacer y por supuesto su público y directores, que casi todos tengan los ojos más o menos rasgados no quiere decir que todo el cine de "chinitos" sea igual.

Este film se enmarca dentro de la filmografía hongkonesa, en donde se realiza un tipo de cine bastante diferenciado por ejemplo del japonés o el de los realizadores chinos, aunque la mayoría pretenda no observar esos aspectos distintivos, Hong Kong fue hasta hace bien poco colonia británica y esto se refleja en sus producciones en la manera de hacerlas, en definitiva se puede decir que estamos ante un cine más occidental, ni peor ni mejor que el resto que se hace en Asia, tan solo distinto que nadie me mal interprete.

Brothers, deja en un plano secundario el tema de las triadas, no por ello deja de ser importante, ya que su presencia es vital para el desarrollo de la historia, la cual no tendría ni mucho menos sentido en otro entorno, lo que Kee Chiu pretende es que la relación de hermandad-amistad entre los personajes prevalezca por encima de los intereses de la "compañía", y que esta unión no se vea quebrantada por nada ni por nadie ya sean agentes externos o internos.

Los hermanos Tam, Yiu (Kiu Wai Miu) y Shun (Eason Chan), son separados desde pequeños, el primero sigue los pasos de su padre convirtiéndose en uno de los altos cargos de las triadas y el pequeño por contra es llevado a estudiar a EEUU, en medio de ellos está Ghostie (Felix Wong) que fue acogido también en el seno familiar al haber muerto su padre, esto hace que el triángulo que forman entre ellos se vuelva prácticamente invulnerable cara al exterior, por mucho que algunas disputas intenten echar todo abajo.

Esta necesidad de reflejar los lazos y sentimientos de todos ellos, va en detrimento de la acción en el film, quizás todo no se puede tener, aun así el resultado es bueno, resultando un trabajo que se disfruta a la hora de verlo, destacar el uso que el realizador hace de las escenas en las que aparecen reflejos, es curioso como el objetivo siempre acaba desviándose al rostro reflejado y no al principal culpable de ese reflejo.



TRONCHA