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miércoles, 10 de junio de 2009

"Brother" de Takeshi Kitano

"Un samurai debe ante todo tener constantemente en mente, día y noche, desde la mañana de año Nuevo, cuando toma sus palillos para desayunar, hasta la noche del último día del año en que paga sus facturas, el hecho de que un día ha de morir". Este es el párrafo con el que empieza el código del Bushido, el libro que para un samurai significa la biblia, el libro que hay que seguir y cumplir a rajatabla, el personaje de Aniki Yamamoto (Takeshi Kitano) es un autentico samurai.

La primera interpretación que le doy al film es que no me parece un trabajo en el que prime la acción, como podría parecernos a primera vista. Lo importante es que recibamos una lección de como actúa la yakuza, esté donde esté. En este caso tanto esté en su país natal Japón o en Estados Unidos, el yakuza se forma como tal y sabe a quien se debe. Viva en un lado u otro del mundo, le comprendan mejor o peor, su forma de actuar siempre es la misma.

La película nos narra una salida hacia adelante, un camino que no permite volver la vista atrás. A veces las personas son esclavas de su palabras y de sus actos. Aun teniendo ese tipo de trabas y conociendo su destino, no se tiene porque renunciar a vivir de una forma feliz y lo más acomodada posible, incluso ayudar a sus semejantes y castigar a sus enemigos. Aniki, es eso en el fondo, un auténtico romántico con un corazón que tiene una cerradura de hierro que se abre tan solo para la persona que él desee.

Obligado a forjarse un nuevo negocio lejos de sus fronteras no le tiembla la mano a la hora de acaparar un territorio y tener que tirar de pistola para limpiar de escoria su zona. Se rodea de quien sabe que le va a reportar beneficios y ventajas, esta podría ser otra de las lecturas del film ya que en sus confrontaciones con las distintas mafias (colombiana, mexicana, etc.) con los que peor parados sale son con los italianos. Es como si quisiera dejar entrever que es la más dura de todas ellas aunque la japonesa tenga valores mucho más profundos, ahí queda esa reflexión para quien quiera ahondar en ella.

Kitano con este trabajo pretende llevar el mundo japonés al mundo occidental, pero por supuesto a su particular manera. Nadie puede negar que el film es totalmente japonés, la manera de actuar de los personajes, incluso los de rasgos occidentales, la manera de posicionar la cámara y de como entran y salen los personajes sin moverla un ápice, el propio tempo es el típico del cine nipón pausado, con diálogos cortos, de ciertos careos de mirada sostenida entre los actores.

La mezcla conseguida en la película entre dureza y sensibilidad, es la correcta. No asistimos a una carnicería extrema, aunque es cierto que muertes hay unas cuantas, ni las relaciones de amistad entre el jefe y sus subordinados son de lo más empalagosas. Esta forma de hacer refleja la propia naturaleza del director, capaz de adentrarnos en mundos con una violencia inusitada y de repente ser capaz de ponerse a hacer el payaso con una deshinibición total, en definitiva Kitano en estado puro.


TRONCHA

4 comentarios:

john mcclane dijo...

Buena película, creo que fue la primera que ví de Takeshi Kitano.

Saludos.

babel dijo...

Una de las mejores de Kitano, junto a HanaBi y Dolls, a mi modo de ver...

Un saludo.

troncha dijo...

a mi también me pareció impresionante Dolls, y mucha gente no la asimila.

Saludos...

Antonio Rando dijo...

Otra muestra de la particular visión que Kitano da de absolutamente todo: el humor, el patetismo, la violencia, y aquí sobre todo, del honor. Pinta un mundo de desechos humanos que se han elaborado un universo propio con sus propios códigos para sobrellevar ser escoria humana.