"La duda" de John Patrick Shanley
You can read this text translated into english at: Doubt
Con esto de que los Oscars se nos vienen encima todos los meses de febrero en este país suele ocurrir lo mismo y se acaba estrenando todo lo que concurre a competición en el Kodak theatre. Esto significa que el trabajo se acaba acumulando y prácticamente hay que ir al cine a diario, para los que no vivimos de ello, la verdad es que se nos pone en un pico no se vayan ustedes a pensar.
Lo realmente importante de esta película son las interpretaciones, el director ha dejado de lado la historia o lo que pudiera aportar de novedosos o impactante la misma. Para descargar todo el peso del film en sus interpretes, la verdad es que hay que tener muy en cuenta a los pesos pesados que podemos ver, incluso también destacaría a los que no lo son tanto, esto le imprime cierta tono de teatralidad al trabajo. No importa donde se encuentren los personajes, estamos totalmente absorbidos por sus rostros, por sus gestos, por sus diálogos, en definitiva por su actuación.
Sobre todos ellos destaca la fabulosa interpretación del personaje de la hermana Aloysius (Meryl Streep) de imperturbables pensamientos e ideas, con una forma de ver las cosas más propia de la Edad media que de los tiempos en los que vive, prefiere infundir el respeto en sus semejantes a través del miedo. Por otro nos encontramos con la hermana James (Amy Adams), sorprendente la interpretación de esta actriz que nos ha demostrado que tiene capacidad aunque en trabajos anteriores se haya dedicado a papeles de mucho menor empaque, ella representa la amabilidad, el don de gentes, porque no decirlo, la inocencia de una mente todavía inexperta.
Ante ambas se sitúa el padre Flynn (Philip Seymour Hoffman) un perfecto embaucador que pretende justificar su posición a través del amor y del engaño, desarrollando un perfecto papel, con una interpretación también digna de mención. Este Philip nos tiene acostumbrados a echarse encima cualquier papel y solventarlo de una forma realmente notable; por último quiero destacar también el papel de la señora Miller (Viola Davis) madre resignada que tan solo quiere tirar para adelante y buscar un hueco en la vida para su hijo Donald (Joseph Foster) aunque a veces esta pretención implique pagar un alto y doloroso precio.
La palabra con la que se podría definir en conjunto esta realización es el de los contrastes, personas que abrazan la misma religión, los mismos preceptos y que cada uno de ellos los toma como mejor le parecen, todos para su beneficio propio, del primero hasta el último. Es una historia de egoísmos, porque a casi nadie parece importarle el que tiene enfrente, para al final adentrarse en un mundo de hipocresía al que parece ser ha acabado avocada la iglesia en nuestro días, con su particular forma de impartir justicia a los que se desvían totalmente de la senda que esta les marca.
A partir de ver la película cualquiera puede sacar sus conclusiones, por un lado las cinematográficas que yo pienso que están muy claras, estamos ante un gran ejemplo de interpretación por los cuatro costados como acabo de describir. Otra sería la que cada uno se haga para sí mismo, esa que nos deja poso en nuestro interior, la que nos siembra la duda de pensar en que está bien y que está mal, yo sinceramente no me considero receptor del dilema, tengo muy clara mi opinión sobre ciertos temas, pero este quizás no es lugar para dicho debate ya que se sale del ámbito cinéfilo.
Lo realmente importante de esta película son las interpretaciones, el director ha dejado de lado la historia o lo que pudiera aportar de novedosos o impactante la misma. Para descargar todo el peso del film en sus interpretes, la verdad es que hay que tener muy en cuenta a los pesos pesados que podemos ver, incluso también destacaría a los que no lo son tanto, esto le imprime cierta tono de teatralidad al trabajo. No importa donde se encuentren los personajes, estamos totalmente absorbidos por sus rostros, por sus gestos, por sus diálogos, en definitiva por su actuación.
Sobre todos ellos destaca la fabulosa interpretación del personaje de la hermana Aloysius (Meryl Streep) de imperturbables pensamientos e ideas, con una forma de ver las cosas más propia de la Edad media que de los tiempos en los que vive, prefiere infundir el respeto en sus semejantes a través del miedo. Por otro nos encontramos con la hermana James (Amy Adams), sorprendente la interpretación de esta actriz que nos ha demostrado que tiene capacidad aunque en trabajos anteriores se haya dedicado a papeles de mucho menor empaque, ella representa la amabilidad, el don de gentes, porque no decirlo, la inocencia de una mente todavía inexperta.
Ante ambas se sitúa el padre Flynn (Philip Seymour Hoffman) un perfecto embaucador que pretende justificar su posición a través del amor y del engaño, desarrollando un perfecto papel, con una interpretación también digna de mención. Este Philip nos tiene acostumbrados a echarse encima cualquier papel y solventarlo de una forma realmente notable; por último quiero destacar también el papel de la señora Miller (Viola Davis) madre resignada que tan solo quiere tirar para adelante y buscar un hueco en la vida para su hijo Donald (Joseph Foster) aunque a veces esta pretención implique pagar un alto y doloroso precio.
La palabra con la que se podría definir en conjunto esta realización es el de los contrastes, personas que abrazan la misma religión, los mismos preceptos y que cada uno de ellos los toma como mejor le parecen, todos para su beneficio propio, del primero hasta el último. Es una historia de egoísmos, porque a casi nadie parece importarle el que tiene enfrente, para al final adentrarse en un mundo de hipocresía al que parece ser ha acabado avocada la iglesia en nuestro días, con su particular forma de impartir justicia a los que se desvían totalmente de la senda que esta les marca.
A partir de ver la película cualquiera puede sacar sus conclusiones, por un lado las cinematográficas que yo pienso que están muy claras, estamos ante un gran ejemplo de interpretación por los cuatro costados como acabo de describir. Otra sería la que cada uno se haga para sí mismo, esa que nos deja poso en nuestro interior, la que nos siembra la duda de pensar en que está bien y que está mal, yo sinceramente no me considero receptor del dilema, tengo muy clara mi opinión sobre ciertos temas, pero este quizás no es lugar para dicho debate ya que se sale del ámbito cinéfilo.
TRONCHA
2 comentarios:
Una película con estupendas actuaciones pero que en lo personal se me hizo bastante tediosa.
Saludos!
En el fondo no es una pelicula sorprendente, no hay nada novedoso o que te aporte. Pero bien lo dijiste, esta soportada en actuaciones magistrales. Me fascina la escena en que estan en el despacho Streep, Hoffmann y Adams en ese altercado sutil tan tensionante mientras el telefono suena y suena sin que nadie conteste. Esos momentos de cinematografia bien llevada salvan peliculas.
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