"Brothers" de Soung Kee Chiu
El tratamiento que en el mundo occidental se le da al cine asiático (y utilizo esta imprecisa palabra para calificarlo) no es tratado con la justicia que se merece, lo de que en todos los sitios cuecen habas, seguro que lo habrán oído, pero el caso es que cada nacionalidad tiene sus peculiaridades, sus actores, sus formas de hacer y por supuesto su público y directores, que casi todos tengan los ojos más o menos rasgados no quiere decir que todo el cine de "chinitos" sea igual.
Este film se enmarca dentro de la filmografía hongkonesa, en donde se realiza un tipo de cine bastante diferenciado por ejemplo del japonés o el de los realizadores chinos, aunque la mayoría pretenda no observar esos aspectos distintivos, Hong Kong fue hasta hace bien poco colonia británica y esto se refleja en sus producciones en la manera de hacerlas, en definitiva se puede decir que estamos ante un cine más occidental, ni peor ni mejor que el resto que se hace en Asia, tan solo distinto que nadie me mal interprete.
Brothers, deja en un plano secundario el tema de las triadas, no por ello deja de ser importante, ya que su presencia es vital para el desarrollo de la historia, la cual no tendría ni mucho menos sentido en otro entorno, lo que Kee Chiu pretende es que la relación de hermandad-amistad entre los personajes prevalezca por encima de los intereses de la "compañía", y que esta unión no se vea quebrantada por nada ni por nadie ya sean agentes externos o internos.
Los hermanos Tam, Yiu (Kiu Wai Miu) y Shun (Eason Chan), son separados desde pequeños, el primero sigue los pasos de su padre convirtiéndose en uno de los altos cargos de las triadas y el pequeño por contra es llevado a estudiar a EEUU, en medio de ellos está Ghostie (Felix Wong) que fue acogido también en el seno familiar al haber muerto su padre, esto hace que el triángulo que forman entre ellos se vuelva prácticamente invulnerable cara al exterior, por mucho que algunas disputas intenten echar todo abajo.
Esta necesidad de reflejar los lazos y sentimientos de todos ellos, va en detrimento de la acción en el film, quizás todo no se puede tener, aun así el resultado es bueno, resultando un trabajo que se disfruta a la hora de verlo, destacar el uso que el realizador hace de las escenas en las que aparecen reflejos, es curioso como el objetivo siempre acaba desviándose al rostro reflejado y no al principal culpable de ese reflejo.
TRONCHA
Este film se enmarca dentro de la filmografía hongkonesa, en donde se realiza un tipo de cine bastante diferenciado por ejemplo del japonés o el de los realizadores chinos, aunque la mayoría pretenda no observar esos aspectos distintivos, Hong Kong fue hasta hace bien poco colonia británica y esto se refleja en sus producciones en la manera de hacerlas, en definitiva se puede decir que estamos ante un cine más occidental, ni peor ni mejor que el resto que se hace en Asia, tan solo distinto que nadie me mal interprete.
Brothers, deja en un plano secundario el tema de las triadas, no por ello deja de ser importante, ya que su presencia es vital para el desarrollo de la historia, la cual no tendría ni mucho menos sentido en otro entorno, lo que Kee Chiu pretende es que la relación de hermandad-amistad entre los personajes prevalezca por encima de los intereses de la "compañía", y que esta unión no se vea quebrantada por nada ni por nadie ya sean agentes externos o internos.
Los hermanos Tam, Yiu (Kiu Wai Miu) y Shun (Eason Chan), son separados desde pequeños, el primero sigue los pasos de su padre convirtiéndose en uno de los altos cargos de las triadas y el pequeño por contra es llevado a estudiar a EEUU, en medio de ellos está Ghostie (Felix Wong) que fue acogido también en el seno familiar al haber muerto su padre, esto hace que el triángulo que forman entre ellos se vuelva prácticamente invulnerable cara al exterior, por mucho que algunas disputas intenten echar todo abajo.
Esta necesidad de reflejar los lazos y sentimientos de todos ellos, va en detrimento de la acción en el film, quizás todo no se puede tener, aun así el resultado es bueno, resultando un trabajo que se disfruta a la hora de verlo, destacar el uso que el realizador hace de las escenas en las que aparecen reflejos, es curioso como el objetivo siempre acaba desviándose al rostro reflejado y no al principal culpable de ese reflejo.
TRONCHA
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