"La gran ilusión" de Jean Renoir
You can read this text translated into english at: La grande illusion
Está totalmente clara mi inclinación por el cine bélico, sobre todo el de las grandes guerras, de verdad que me considero una persona pacífica que huye de la violencia y muchas veces me he preguntado a mi mismo, porque cada vez que tengo la oportunidad de ver una película de "guerra" me pongo con ella. El caso es que este ejemplo más bien se puede decir todo lo contrario ya que está en el lado del antibelicismo, pero aun así su formato de rasgos y características militares para mi la hacen atractiva.
La verdad es que definirla con ese calificativo se queda corto "La gran ilusión" es una obra maestra sin lugar a dudas y cuando una película alcanza dicha categoría es porque en varias de sus facetas se ha hecho un trabajo excepcional. Este caso no podría ser menos en ese aspecto, el tratamiento de la cámara por ejemplo es increíble, los planos parecen infinitos, está donde debe de estar y es el vehículo perfecto para transmitirnos lo que el realizador realmente pretende.
Las interpretaciones de los protagonistas son sublimes, el siempre fantástico y de particular físico Capitán von Rauffenstein (Erich von Stroheim), la del Capitán Boeldieu (Pierre Fresnay) y la del Teniente Marechal (Jean Gabin). Los tres forman un fantástico triángulo de interpretación, en una película sobre la primera guerra mundial en la que hasta el mismísimo final no se escucha un solo disparo y que supone uno de los mejores ejemplos antibélicos de la historia del cine.
La forma de reflejar este rechazo a la beligerancia está representada por los protagonistas, viene determinada por la diferencia entre las clases que aparecen en ella, esta dicotomía social le sirve a Renoir para reflejar la decadencia de la aristocracia. Claro ejemplo de ello son los diálogos que se producen entre los capitanes de ambos bandos, parecen no existir diferencias, pertenecen a una clase social ambos, que se define por su decadencia, da igual al país que pertenezcan, los que realmente acabaran siendo los protagonista en el nuevo orden social que quedará después del gran conflicto.
Una gran obra de cine que por supuesto nadie debería perderse, un ejemplo de como se pueden hacer las cosas en este mundo del séptimo arte, incluso puede servirnos de contraste entre la películas cuya temática versa sobre la la segunda guerra mundial. Donde ya se puede observar que las relaciones en los campos de prisioneros ya son distintas, se ha perdido ese respeto por el ser humano, sin ser ninguna de las dos buena, si me permiten la acepción, me atrevería a decir que la primera conflagración mundial daba la sensación de ser más humana que la otra.
La verdad es que definirla con ese calificativo se queda corto "La gran ilusión" es una obra maestra sin lugar a dudas y cuando una película alcanza dicha categoría es porque en varias de sus facetas se ha hecho un trabajo excepcional. Este caso no podría ser menos en ese aspecto, el tratamiento de la cámara por ejemplo es increíble, los planos parecen infinitos, está donde debe de estar y es el vehículo perfecto para transmitirnos lo que el realizador realmente pretende.
Las interpretaciones de los protagonistas son sublimes, el siempre fantástico y de particular físico Capitán von Rauffenstein (Erich von Stroheim), la del Capitán Boeldieu (Pierre Fresnay) y la del Teniente Marechal (Jean Gabin). Los tres forman un fantástico triángulo de interpretación, en una película sobre la primera guerra mundial en la que hasta el mismísimo final no se escucha un solo disparo y que supone uno de los mejores ejemplos antibélicos de la historia del cine.
La forma de reflejar este rechazo a la beligerancia está representada por los protagonistas, viene determinada por la diferencia entre las clases que aparecen en ella, esta dicotomía social le sirve a Renoir para reflejar la decadencia de la aristocracia. Claro ejemplo de ello son los diálogos que se producen entre los capitanes de ambos bandos, parecen no existir diferencias, pertenecen a una clase social ambos, que se define por su decadencia, da igual al país que pertenezcan, los que realmente acabaran siendo los protagonista en el nuevo orden social que quedará después del gran conflicto.
Una gran obra de cine que por supuesto nadie debería perderse, un ejemplo de como se pueden hacer las cosas en este mundo del séptimo arte, incluso puede servirnos de contraste entre la películas cuya temática versa sobre la la segunda guerra mundial. Donde ya se puede observar que las relaciones en los campos de prisioneros ya son distintas, se ha perdido ese respeto por el ser humano, sin ser ninguna de las dos buena, si me permiten la acepción, me atrevería a decir que la primera conflagración mundial daba la sensación de ser más humana que la otra.
TRONCHA
No hay comentarios:
Publicar un comentario