"El hombre de la torre Eiffel" de Burgess Meredith
You can read this text translated into english at: The man on the Eiffel tower
Lo que más me impactó en un principio es que en los títulos de crédito del principio como siempre aparecían los nombres de los interpretes del film y al final de todos ellos aparecía "City of Paris". En muchas ocasiones los protagonistas de un trabajo no son solo personas, pueden ser objetos, sitios e incluso cualquier cosa que se mencione y no aparezca en ningún momento de la proyección, en nuestro caso efectivamente París se convierte en protagonista pero bastante forzado, todo hay que decirlo.
El director "obliga" a los personajes a un deambular bastante anodino por la capital francesa sirviendo de escusa el paso de los mismos para mostrar todos los elementos arquitectónicos, incluso artísticos de la ciudad del Sena. Y ni siquiera haría falta decirlo pero el título es bastante significativo para demostrar lo que estamos comentando, aunque de nuevo el máximo monumento de París se convierte en protagonista forzado en el tramo final de la realización.
Otra de las garantías que ofrecía la película era quien interpretaba el papel del mundialmente conocido inspector Maigret (Charles Laughton), pero no se me hizo nada atractivo, quizás tenía demasiado en mente el papel de Sir Wilfrid Robarts en la gran película de Billy Wilder "Testigo de cargo" (1957). Aquí está más joven y el papel, si que daba para el lucimiento personal, pero no me comparen directores de uno y otro trabajo, el Maigret que se nos muestra es rudo, tosco, bastante primario, aunque esta especie de máscara le valga para despistar en sus pesquisas a la hora de atrapar al malhechor.
Siendo justos no debemos esperar na gran historia, por otro lado no podemos olvidar que estamos hablando de un asesinato, aunque a nuestros protagonistas parece que si que da esa sensación en bastantes ocasiones. El caso es que entre paseo y paseo por la ciudad, hay ocasiones que no sabemos en que punto de la investigación estamos, incluso teniendo muy claro quien es el culpable, porque así se nos presenta él mismo y a su gran enemigo el rollizo inspector francés.
El caso es que este continuo careo, podría haber dado muchísimo más juego del que realmente somos testigos, dos grandes mentes, una frente a la otra, el bien contra el mal, desafiándose continuamente haber cual de las dos es más ágil. Pero como ya apuntabamos con anterioridad todo ello se queda tan solo en el mero planteamiento, con lo que la calidad general del trabajo se ve arrastrado por ello y por tanto quedamos ante una película que nos aporta bien poco, bueno quizás si, el que no haya ido a París que este atento y preste atención a lo que va a ver, no será lo mismo que verlo en directo, pero al menos se podrá hacer una idea.
El director "obliga" a los personajes a un deambular bastante anodino por la capital francesa sirviendo de escusa el paso de los mismos para mostrar todos los elementos arquitectónicos, incluso artísticos de la ciudad del Sena. Y ni siquiera haría falta decirlo pero el título es bastante significativo para demostrar lo que estamos comentando, aunque de nuevo el máximo monumento de París se convierte en protagonista forzado en el tramo final de la realización.
Otra de las garantías que ofrecía la película era quien interpretaba el papel del mundialmente conocido inspector Maigret (Charles Laughton), pero no se me hizo nada atractivo, quizás tenía demasiado en mente el papel de Sir Wilfrid Robarts en la gran película de Billy Wilder "Testigo de cargo" (1957). Aquí está más joven y el papel, si que daba para el lucimiento personal, pero no me comparen directores de uno y otro trabajo, el Maigret que se nos muestra es rudo, tosco, bastante primario, aunque esta especie de máscara le valga para despistar en sus pesquisas a la hora de atrapar al malhechor.
Siendo justos no debemos esperar na gran historia, por otro lado no podemos olvidar que estamos hablando de un asesinato, aunque a nuestros protagonistas parece que si que da esa sensación en bastantes ocasiones. El caso es que entre paseo y paseo por la ciudad, hay ocasiones que no sabemos en que punto de la investigación estamos, incluso teniendo muy claro quien es el culpable, porque así se nos presenta él mismo y a su gran enemigo el rollizo inspector francés.
El caso es que este continuo careo, podría haber dado muchísimo más juego del que realmente somos testigos, dos grandes mentes, una frente a la otra, el bien contra el mal, desafiándose continuamente haber cual de las dos es más ágil. Pero como ya apuntabamos con anterioridad todo ello se queda tan solo en el mero planteamiento, con lo que la calidad general del trabajo se ve arrastrado por ello y por tanto quedamos ante una película que nos aporta bien poco, bueno quizás si, el que no haya ido a París que este atento y preste atención a lo que va a ver, no será lo mismo que verlo en directo, pero al menos se podrá hacer una idea.
TRONCHA
2 comentarios:
Una peli floja. Sólo destacan algunos diálogos entre Laughton y Franchot Tone. Desde luego un Maigret muy lejos del que inmortalizó Jean Gabin.
Saludos!
Aunque al parecer no es una gran película, de todas formas hace tiempo que tengo ganas de verla. Espero que no me decepcione demasiado.
Saludos.
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