"Shadows" de John Cassavetes
You can read this text translated into english at: Shadows
Tras mucho insistir y oir hablar bien del cine del señor Cassavetes, decidí adentrarme en sus trabajos, comenzando por este concreto, de verdad no me avergüenza reconocer que soy una persona que todavía me falta mucho por ver y que hay realizadores que no se han pasado nunca por delante de mis ojos. Pienso que una vida no es demasiado tiempo al fin y al cabo y que hay que disfrutar de lo que nos rodea, sin ser muy exigentes y siéndolo en otras ocasiones, el caso es que aquí estamos con su primer trabajo.
Los inicios de cualquiera no son fáciles, quien diga lo contrario, miente o es que ha tenido una suerte inmensa, incluso cuando se echa la vista atrás a veces vemos nuestros propios errores, pero ya es tarde para enmendarlos aunque no para aprender de ellos. Esta reflexión es la que parece que se hace el director, supongo que no nada más acabar la película pero si cuando echara un vistazo a la misma desde el futuro.
El caso es que el regusto que me queda al visionar su primer largometraje como director es bueno, si realizamos un análisis profundo del mismo probablemente acabaríamos desmembrándolo de tal manera que no habría por donde cogerlo. Pero tampoco sentimos tal necesidad, está claro que nos hayamos ante un ejercicio de relativa juventud al menos artísticamente hablando y esto se nota en la rapidez del desarrollo de la acción y en la improvisación continua en cuanto a la interpretación, algo que no es un secreto pero que se revela en el final de la película.
Cassavetes parece mostrarnos una especie de New York decadente de los años cincuenta en la que nadie parece tener un rumbo fijo, unos por un lado intentando generar un horizonte de trabajo y sobre todo lo que es común a todos ellos es la relación con el ser humano del sexo opuesto. Incluso el ejercicio nos muestra dichas variantes en cuanto al trato de unos con otros, independientemente del estamento que cada uno ocupe, parece que intenta decirnos que el ser humano tiene las mismas pretensiones se encuentre donde se encuentre dentro del escalafón social.
Asistimos a un gran periplo de imágenes muy dinámicas con cierta similitud entre unas y otras, con un uso característico de la cámara, sobre todo en los exteriores, que parecen reflejar aun más esa decadencia de la ciudad, cuando persigue a los protagonistas en una de sus juergas. Por contra en los interiores los primeros planos son abusivos, quizás demasiados, agradeciendo los momentos en los que amplia el ángulo y se nos regala un plano medio, el caso es que el conjunto merece la pena para a posteriori enfrentarnos con ejemplos de mayor bagaje
Los inicios de cualquiera no son fáciles, quien diga lo contrario, miente o es que ha tenido una suerte inmensa, incluso cuando se echa la vista atrás a veces vemos nuestros propios errores, pero ya es tarde para enmendarlos aunque no para aprender de ellos. Esta reflexión es la que parece que se hace el director, supongo que no nada más acabar la película pero si cuando echara un vistazo a la misma desde el futuro.
El caso es que el regusto que me queda al visionar su primer largometraje como director es bueno, si realizamos un análisis profundo del mismo probablemente acabaríamos desmembrándolo de tal manera que no habría por donde cogerlo. Pero tampoco sentimos tal necesidad, está claro que nos hayamos ante un ejercicio de relativa juventud al menos artísticamente hablando y esto se nota en la rapidez del desarrollo de la acción y en la improvisación continua en cuanto a la interpretación, algo que no es un secreto pero que se revela en el final de la película.
Cassavetes parece mostrarnos una especie de New York decadente de los años cincuenta en la que nadie parece tener un rumbo fijo, unos por un lado intentando generar un horizonte de trabajo y sobre todo lo que es común a todos ellos es la relación con el ser humano del sexo opuesto. Incluso el ejercicio nos muestra dichas variantes en cuanto al trato de unos con otros, independientemente del estamento que cada uno ocupe, parece que intenta decirnos que el ser humano tiene las mismas pretensiones se encuentre donde se encuentre dentro del escalafón social.
Asistimos a un gran periplo de imágenes muy dinámicas con cierta similitud entre unas y otras, con un uso característico de la cámara, sobre todo en los exteriores, que parecen reflejar aun más esa decadencia de la ciudad, cuando persigue a los protagonistas en una de sus juergas. Por contra en los interiores los primeros planos son abusivos, quizás demasiados, agradeciendo los momentos en los que amplia el ángulo y se nos regala un plano medio, el caso es que el conjunto merece la pena para a posteriori enfrentarnos con ejemplos de mayor bagaje
TRONCHA
2 comentarios:
Esta la tengo aún por ver, como casi todas de Cassavetes; sólo he visto Noche de estreno, que me gustó bastante y la curiosa The Killing of the chinese bookie. Un saludo!
Cassavetes es uno de los directores de los cuales he escuchado mucho pero que jamás he visto una de sus películas. Espero remediar eso pronto.
Saludos!
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