"Intolerancia" de D. W. Griffith
Esto es algo que no acostumbro hacer a menudo pero necesito contextualizar la película para que quien lea esto comprenda lo que posteriormente voy a escribir, de momento comentar que el film data de 1916, o sea los albores del cine casi de las primeras películas, en esos momentos Griffith tenia a la industria del cine comiendo de su mano, ejemplo claro es que consigue dos millones de dólares de presupuesto para el rodaje, si han leído correctamente no hay errata. Rodó un metraje de 76 horas, para él todas válidas, posteriormente se redujo a ocho y definitivamente a dos y cuarenta minutos.
La película se desarrolla en cuatro etapas históricas, la caída de Babilonia, la pasión de Cristo, la época de Catalina de Medici y por último un suburbio industrial de una gran ciudad, las imágenes van saltando de una época a otra sin discriminación alguna, lo único que es común a todas es la idea de la intolerancia, o lo que el director comprende como tal, este ir y venir de escenas se ve muy afectado por el corte de metraje mencionado en el párrafo anterior, dejando a veces escenas sueltas que ni siquiera tienen una cartela y eso que hay muchas en todo el film, si me permiten la observación, demasiadas, por supuesto ni que decir tiene que estas idas y venidas afentan a la intensidad de la acción.
No podemos negar que Griffith es uno de los padres del cine, el inventor de muchas cosas y de múltiples técnicas, un maestro del encuadre como podemos apreciar en multitud de las escenas del film, donde no solo está pendiente del primer plano sino que los figurantes están totalmente equilibrados en el medio y en el plano largo, todo esto implica que la construcción de decorados cobre todo para la parte de la historia que se refiere a Babilonia, fuera una obra descomunal, ya que se hicieron a escala prácticamente real.
Multitud de figurantes con su vestuario perfectamente adecentado y grandiosos escenarios para rodar las imágenes implican que el proyecto se convierta en mastodóntico, que para la época en la que se estrena suponga el mayor espectáculo visual rodado de la historia en el mundo entero, pero toda esta grandiosidad es lo que a mi entender empaña la idea original del realizador, a veces el espectador esta tan sumido en la magnificencia de las imágenes y el espectáculo en si, que olvida de la idea principal que estamos tratando, aunque en las numerosas cartelas que aparecen se encarguen constantemente de recordárnoslo, aunque insisto que a cualquier cosa se le llama intolerancia.
Sin lugar a dudas estamos ante una obra maestra en la que quizás no estamos viendo una historia impresionante, en la que Griffith se limite a contarnos pasajes épicos, y tan solo aporte la continua imagen de la madre que mece la cuna, simbolizando la humanidad, pero el hecho de que alguien haya rodado algo así es digno de alabanza y sobre todo en la época en la que lo hizo, quizás lo desmesurado sea el dinero que gastó ya que se podría haber hecho de otra manera mucho más sencilla y barata, pero las cosas son así.
Si hiciéramos un minucioso análisis de cada encuadre, de cada fotograma, observaríamos multitud de detalles interesantes, un ejemplo podría ser los sugerentes desnudos que aparecen en el templo del amor de la ciudad de Babilonia, la máquina de guerra que derrota las torres de asalto de Cyro, visualmente quizás la parte de Babilonia sea la más vistosa, pero la que para mi goza de más interés narrativo es la del suburbio, cuando el chico y la chica del barrio se enamoran y podemos observar sus devaneos, de las cuatro esta es la historia bajo mi punto de vista que mejor refleja la famosa idea de la intolerancia.
TRONCHA
La película se desarrolla en cuatro etapas históricas, la caída de Babilonia, la pasión de Cristo, la época de Catalina de Medici y por último un suburbio industrial de una gran ciudad, las imágenes van saltando de una época a otra sin discriminación alguna, lo único que es común a todas es la idea de la intolerancia, o lo que el director comprende como tal, este ir y venir de escenas se ve muy afectado por el corte de metraje mencionado en el párrafo anterior, dejando a veces escenas sueltas que ni siquiera tienen una cartela y eso que hay muchas en todo el film, si me permiten la observación, demasiadas, por supuesto ni que decir tiene que estas idas y venidas afentan a la intensidad de la acción.
No podemos negar que Griffith es uno de los padres del cine, el inventor de muchas cosas y de múltiples técnicas, un maestro del encuadre como podemos apreciar en multitud de las escenas del film, donde no solo está pendiente del primer plano sino que los figurantes están totalmente equilibrados en el medio y en el plano largo, todo esto implica que la construcción de decorados cobre todo para la parte de la historia que se refiere a Babilonia, fuera una obra descomunal, ya que se hicieron a escala prácticamente real.
Multitud de figurantes con su vestuario perfectamente adecentado y grandiosos escenarios para rodar las imágenes implican que el proyecto se convierta en mastodóntico, que para la época en la que se estrena suponga el mayor espectáculo visual rodado de la historia en el mundo entero, pero toda esta grandiosidad es lo que a mi entender empaña la idea original del realizador, a veces el espectador esta tan sumido en la magnificencia de las imágenes y el espectáculo en si, que olvida de la idea principal que estamos tratando, aunque en las numerosas cartelas que aparecen se encarguen constantemente de recordárnoslo, aunque insisto que a cualquier cosa se le llama intolerancia.
Sin lugar a dudas estamos ante una obra maestra en la que quizás no estamos viendo una historia impresionante, en la que Griffith se limite a contarnos pasajes épicos, y tan solo aporte la continua imagen de la madre que mece la cuna, simbolizando la humanidad, pero el hecho de que alguien haya rodado algo así es digno de alabanza y sobre todo en la época en la que lo hizo, quizás lo desmesurado sea el dinero que gastó ya que se podría haber hecho de otra manera mucho más sencilla y barata, pero las cosas son así.
Si hiciéramos un minucioso análisis de cada encuadre, de cada fotograma, observaríamos multitud de detalles interesantes, un ejemplo podría ser los sugerentes desnudos que aparecen en el templo del amor de la ciudad de Babilonia, la máquina de guerra que derrota las torres de asalto de Cyro, visualmente quizás la parte de Babilonia sea la más vistosa, pero la que para mi goza de más interés narrativo es la del suburbio, cuando el chico y la chica del barrio se enamoran y podemos observar sus devaneos, de las cuatro esta es la historia bajo mi punto de vista que mejor refleja la famosa idea de la intolerancia.
TRONCHA
3 comentarios:
Una obra maestra. Si señor. Una película que destila una gran modernidad narrativa, gracias a haber vencido el paso del tiempo. Como anécdota la pelicula contó con un presupuesto de 1.740.000 dólares de la época, cantidad que nunca se llegó a amortiizar. Extraordinario trabajo amigo Troncha, porque películas como esta, hacen falta de sacarlas a menudo a la luz pública. Saludos!!!
http://pablocine.blogia.com
Sin dudas uno de los films más caros, impactantes y dif{íciles de ver de toda la historia. Una obra maestra. Saludos!
hola una pregunta alguien sabe si la versión original de la cinta fue en blanco negro y grises o si los fotogramas fueron pintados en su versión original???
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