"El viento" de Victor Sjöström
Casualidades de la vida pero parece ser que últimamente pasa algo más de cine mudo por delante de mis ojos, es de agradecer ya que a pesar de tener sus peculiaridades en cuanto a los actores y en concreto a la interpretación desaforada de estos en muchas de las ocasiones, no hay que despreciar nunca la oportunidad de aprovechar y poder ver este tipo de joyas que se crearon hace la friolera de más de ochenta años y de todo lo que más me sorprende es la frescura de ideas que ya tenían por aquel entonces.
En nuestro caso el título asignado a este trabajo es muy significativo ya que podríamos decir que el viento es un protagonista más dentro de la película, por no decir que es el personaje principal, aunque ese honor o se lo vamos a robar a Letty, interpretada por una impresionante Lillian Gish que traspasa la pantalla, incluso salvando las huellas que el tiempo ha dejado en el celuloide de los films propios de esta época, su personaje goza de una fuerza increíble, solo comparable al viento que continuamente azota su duro entorno.
Letty es una inocente muchachita que al contrario de otras ocasiones migra de la ciudad al campo, en concreto a casa de uno de su primos, rápidamente la mujer de este, Cora (Dorothy Cumming), siente celos de la recién llegada pensando que su relación corre peligro, la forma de presentarnos Sjöström a este personaje es magistral, ya que cada vez que aparece en escena lo hace con un cuchillo en la mano incluso durante una celebración en la que parte una tarta.
Los efectos especiales son únicos, si los analizamos en profundidad tan solo habría que producir viento con ventiladores y tirar arena delante de ellos para producir el efecto asfixiante de este fenómeno meteorológico, el mérito está precisamente en perfilarlo de una manera tan siniestra, tan agobiante, capaz de mutar la cordura de las personas en locura y a fe que parece conseguirlo como podemos observar en la escena en la que Letty queda sola en la cabaña pareciendo que después de una gran tormenta de arena todo va a quedar arrasado.
El largometraje es un western, un intento de contraste entre los personajes que viven del campo y del ganado, rudos y duros como la tierra que habitan, pero ante todo nobles de corazón y sinceros en cuanto a sus sentimientos y en contraposición la inocencia y debilidad de la chica urbanita con un alto grado de ingenuidad que acaba ilusionándose con las falsas promesas de un embaucador que la ha calado desde un principio.
La idea aterradora que nos transmiten del viento se me antoja que es muy actual, ahora que el cine de género de terror está tan de moda y goza de gran auge, cualquier podría acaparar esta idea de un viento que acaba consumiendo las vidas de los que moran por sus alrededores, arrebatándoles lo más preciado de su ser, quien sabe a lo mejor alguno le da por mirar atrás (no habrá avalanchas seguro) y se fija en el cine que hicieron los que crearon todo este “circo”, no les vendría mal.
TRONCHA
En nuestro caso el título asignado a este trabajo es muy significativo ya que podríamos decir que el viento es un protagonista más dentro de la película, por no decir que es el personaje principal, aunque ese honor o se lo vamos a robar a Letty, interpretada por una impresionante Lillian Gish que traspasa la pantalla, incluso salvando las huellas que el tiempo ha dejado en el celuloide de los films propios de esta época, su personaje goza de una fuerza increíble, solo comparable al viento que continuamente azota su duro entorno.
Letty es una inocente muchachita que al contrario de otras ocasiones migra de la ciudad al campo, en concreto a casa de uno de su primos, rápidamente la mujer de este, Cora (Dorothy Cumming), siente celos de la recién llegada pensando que su relación corre peligro, la forma de presentarnos Sjöström a este personaje es magistral, ya que cada vez que aparece en escena lo hace con un cuchillo en la mano incluso durante una celebración en la que parte una tarta.
Los efectos especiales son únicos, si los analizamos en profundidad tan solo habría que producir viento con ventiladores y tirar arena delante de ellos para producir el efecto asfixiante de este fenómeno meteorológico, el mérito está precisamente en perfilarlo de una manera tan siniestra, tan agobiante, capaz de mutar la cordura de las personas en locura y a fe que parece conseguirlo como podemos observar en la escena en la que Letty queda sola en la cabaña pareciendo que después de una gran tormenta de arena todo va a quedar arrasado.
El largometraje es un western, un intento de contraste entre los personajes que viven del campo y del ganado, rudos y duros como la tierra que habitan, pero ante todo nobles de corazón y sinceros en cuanto a sus sentimientos y en contraposición la inocencia y debilidad de la chica urbanita con un alto grado de ingenuidad que acaba ilusionándose con las falsas promesas de un embaucador que la ha calado desde un principio.
La idea aterradora que nos transmiten del viento se me antoja que es muy actual, ahora que el cine de género de terror está tan de moda y goza de gran auge, cualquier podría acaparar esta idea de un viento que acaba consumiendo las vidas de los que moran por sus alrededores, arrebatándoles lo más preciado de su ser, quien sabe a lo mejor alguno le da por mirar atrás (no habrá avalanchas seguro) y se fija en el cine que hicieron los que crearon todo este “circo”, no les vendría mal.
TRONCHA
1 comentario:
El Viento es realmente una joya del cine. De verdad que tiene una fuerza extraordinaria.
Da gusto encontrar sitios donde se hable con tanto criterio de tantas peliculas interesantes.
un saludo!
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