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viernes, 20 de junio de 2008

"El beso de la muerte" de Henry Hathaway

Clásico entre los clásicos del cine negro y si encima tienes la suerte de poder disfrutarlo en pantalla grande, no te quiero ni contar, como encaja todo en este fantástico trabajo de Hathaway en mi opinión no hay nada que chirríe de principio a fin, bueno quizás como siempre en la industria de Hollywood, la exaltación total del ideal y valores americanos, pero quizás es lo que menos interesa de todo el film, nuestra atención queda totalmente absorbida por la historia en si y por los personajes.

La intensidad del film desde el principio es increíble, la escena de Nick Bianco (Victor Mature) bajando en el ascensor desde el piso 24 del edificio nos transmite de sopetón el suspense que vamos a vivir durante prácticamente la totalidad del fin, no vamos a poder parar quietos en el asiento, el hecho de que se nos presente el personaje de Bianco de esta manera, puede dar lugar a equivocaciones, pero no se preocupen, precisamente la definición de los personajes es lo mejor que hace el realizador en toda la película.

Pocas veces ocurre que con tan pocos personajes relevantes, la elección de los mismos sea tan correcta, incluso si me apuran están bastante bien elegidos el personaje del ayudante del fiscal D’Angelo (Brian Donlevy) y el de la niñera Netty (Coleen Gray), la base del film como apuntaba con anterioridad está en la perfecta definición de los perfiles de los personajes, encajando en este caso incluso el anquilosado rostro del mastodóntico Mature.

Pero el que destaca sobre todos ellos es el personaje de Tommy Udo (Richard Widmark) probablemente podamos definirle como el malo más inhumano que se haya plantado frente a una cámara hasta el año de estreno del film, incluso su maldad llego a trascender tan fuera de la pantalla que el propio actor tuvo problemas en algunos lugares públicos ya que había ciudadanos que pretendían agredirle por las fechorías cometidas por su personaje en el film.

Esta claro que el culpable de todo esto es Hathaway el cual nos presenta un personaje sin escrúpulos, rozando continuamente la esquizofrenia y que disfruta infringiendo dolor a sus semejantes, lo de menos es el botín a cobrar lo más interesante es cuanto dolor puede soportar quien tiene enfrente, un hombre sin vínculos que no conoce los nobles sentimientos humanos y que para hacerle destacar aun mas, le contrapone al personaje de Bianco, con vínculos familiares, padre desgraciado de dos hijas, viudo y que ha tomado el camino fácil de la vida, pero al mismo tiempo el equivocado y que en definitiva ha apartado de él lo que más quería.

Hathaway pone frente a frente estos dos estilos para ver quien de ellos es el que triunfa, el arbitro pretende ser el propio estado americano, a través del personaje de D’Angelo, pero ambos se niegan a asumir las reglas que les imponen, el mundo del crimen al que pertenecen por distintos motivos, dicta sus propias reglas y así será el enfrentamiento, la valentía y honestidad de cada uno de ellos dictará sentencia y dejará a cada cual en el sitio que se merece.

Una vez más demostramos como el cine influencia el entorno donde se desarrolla y proyecta y por supuesto también al contrario ya que de este trabajo se puede hacer una lectura que quizás vaya mucho más allá y que cada uno de los personajes principales represente una nacionalidad concreta, recordemos que estamos en el 47 recién terminada la gran contienda, Udo perfectamente podría ser apellido alemán, Bianco representaría a la nueva ola de inmigrantes italianos e irlandeses que llegaron a Norteamérica y D’Angelo representaría a Estados Unidos por ello trabaja para él, todo esto enclavado en tono de cuento ya que la historia por raro que les parezca se asemeja bastante a un cuento de navidad.

TRONCHA

4 comentarios:

Jorge - cinenovedades dijo...

No puedo más que estar de acuerdo y suscribir todo tu comentario!
Una gran cinta de principio a fin. Todo un clásico!
Gracias por esta reseña!
Saludos!

Anónimo dijo...

Todo un clasico
gracias por postear buen cine
un placer haber conocido tu blog
saludos

john mcclane dijo...

Uno de los grandes títulos del cine negro. Totalmente de acuedo con tu comentario.

Saludos.

Durán dijo...

Una de las cimas del cine negro. Inolvidable.