
Hay personajes dentro de la historia que resultan peculiares, ya sean en aspecto negativo o positivo, eso dependerá siempre del crisol por el que miremos, pero son personajes que todo el mundo conoce y de los que no debe resultar fácil hacer una película, porque siempre vamos a encontrar personas que piensen a favor y detractores, pero en el caso de Adolf Hitler, me inclino a pensar que son infinitamente más los que están en contra de él, que los de a su lado.
La realización es de nacionalidad alemana algo que le añade mordiente al asunta ya que tocar un tema tan peliagudo de su historia, tampoco debe ser buen plato de gusto, el caso es que el tratamiento que le dan, es bastante aseado, sin exageraciones parece que mostrando todo como paso, o al menos es lo que ellos intentan transmitir, lo que pasa es que quizás lo exageren porque me da la sensación de que no me creo lo que estoy viendo, ni siquiera al ver rodar alguna lágrima por el rostro de la bestia.
Hay ocasiones en que el Führer (
Bruno Ganz) parece demasiado humano, que no les voy a negar que no fuera de este modo, ya que a través de sus diálogos y el resto de sus actos demostró que de humanidad tenía más bien nada que poca, nos muestran un Hitler enfermo, ido, delirante, que no pertenece al presente, confiado en sus sueños, da la sensación de que estemos frente a un monigote y nos cuesta la idea que tal personaje que casi consiguió adueñarse de Europa pudiera llegar a este extremo, hablo todo el rato de suposiciones en absoluto llego a afirmar nada.
La historia comprende el periodo de liberación por parte de los soviéticos de la ciudad de Berlín, de donde no quiso huir Hitler y donde tampoco tuvo intención ninguna de capitular, la interpretación de Bruno Ganz, en el papel del Führer, es la más relevante de todas, ninguna otra está a su altura, no llegan al nivel de la del principal protagonista, y la verdad es que tenemos un amplio periplo de personajes ya que en el
Führerbunker se rodeo de toda su cohorte de incondicionales acólitos.

La realización es muy buena, está bien hecha, técnicamente no podemos alegar nada en contra de ella, pero quizás esto ya no sea suficiente para definir que una película sea buena, pienso que es algo que tenemos que exigirle a todas, los aspectos técnicos en la década que estamos no pueden fallar, debido a la amplitud de medios que hay al alcance de todos y la cantidad de profesionales que lo son, por ello no quiero destacar esto.
Uno de los aspectos que están más logrados en toda la producción es la recreación de los ambientes, los mundos donde se mueven los protagonistas, el interior del bunker de aspecto austero y espartano, pero de un orden y una pulcritud increíbles, de un silencio prácticamente agobiante en ocasiones tan solo roto por los gritos de Hitler y el mundo exterior donde realmente se libra la batalla, donde explotan las bombas y el ruido es ensordecedor, por no decir letal. Mundos prácticamente antagónicos, bajo tierra se sigue creyendo en los ideales nacionalsocialistas y en la superficie la realidad por fin se ha mostrado revelando los males de dicho régimen y devolviendo a los alemanes a la cruda y dura realidad.
TRONCHA