"El poder invisible" de Lambert Hillyer
Bueno, es verdad hay que reconocerlo, como castiga el tiempo a algunas películas, pero sobre todo a estas en las que aparece una nueva teoría científica, un nuevo descubrimiento, en las que el científico acaba volviéndose loco, sino lo está ya desde un principio, pretendiendo tener un poder muy superior al del resto de la humanidad, pues desde aquí declaro que les tengo cierto cariño y que me entretienen un montón esas alocadas teorías que como se dice al principio de esta, quien sabe, ahora pueden parecernos ridículas pero en el futuro no sabemos lo que la ciencia nos pueda deparar.
Y que decir de los instrumentos utilizados, esos si que me vuelven loco, el traje que utiliza Janos Rukh (Boris Karloff) para extraer un a muestra del meteorito que han ido a buscar a África y que ha venido directo de la constelación de Andrómeda, a millones de años luz, en general lo que ya es el colmo de lo original son los laboratorios, totalmente geniales con esos arcos voltaicos, espuma y humo saliendo de probetas y pipetas, y por si esto fuera poco, esta vez el descubrimiento de un elemento hasta ahora desconocido el “Radio X”, cuyo poder es inimaginable e incompresible para muchos.
El profesor Rukh defensor de la teoría de este nuevo elemento se siente traicionado cuando todos los que están a su alrededor intentan aprovecharse de las ventajas del mismo para hacer un uso lógico y racional de la nueva innovación, él quiere ser su único dueño y ve al resto como enemigos incluso a su propia esposa Diana (Frances Drake) tramando así su venganza, pues justo hasta aquí es donde la película es muy interesante, a partir de este punto, ya entramos en el terreno de los sentimientos y el moral, donde empieza a flojear.
Si, es así lo que más me enfada de este tipo de largometrajes es que en un porcentaje elevadísimo acaban solventándose siempre anteponiendo el plano personal, si estamos hablando de científicos con poderes superiores al resto de los mortales, porque al final acaban sucumbiendo a sentimientos tan humanos como el amor, es que quieren inculcarnos que este lo puede todo, en fin.
Comentario aparte me merecen los diálogos que es donde realmente se forja la base de estas obras, ya que los presupuestos de las mismas eran bastante limitados y había que andar con la mente muy despierta e imaginativa para dar una sensación enigmática y de cierto suspense a la historia, los tonos de las voces de los personajes en especial la de Karloff y la de su madre (Violet Kemble Cooper) no tienen desperdicio, voces rotundas que salen de lo más profundo de sus gargantas, algo que en la versión doblada no se puede apreciar, comprenden ahora porque es tan importante disfrutar del cine en V.O.
TRONCHA
Y que decir de los instrumentos utilizados, esos si que me vuelven loco, el traje que utiliza Janos Rukh (Boris Karloff) para extraer un a muestra del meteorito que han ido a buscar a África y que ha venido directo de la constelación de Andrómeda, a millones de años luz, en general lo que ya es el colmo de lo original son los laboratorios, totalmente geniales con esos arcos voltaicos, espuma y humo saliendo de probetas y pipetas, y por si esto fuera poco, esta vez el descubrimiento de un elemento hasta ahora desconocido el “Radio X”, cuyo poder es inimaginable e incompresible para muchos.
El profesor Rukh defensor de la teoría de este nuevo elemento se siente traicionado cuando todos los que están a su alrededor intentan aprovecharse de las ventajas del mismo para hacer un uso lógico y racional de la nueva innovación, él quiere ser su único dueño y ve al resto como enemigos incluso a su propia esposa Diana (Frances Drake) tramando así su venganza, pues justo hasta aquí es donde la película es muy interesante, a partir de este punto, ya entramos en el terreno de los sentimientos y el moral, donde empieza a flojear.
Si, es así lo que más me enfada de este tipo de largometrajes es que en un porcentaje elevadísimo acaban solventándose siempre anteponiendo el plano personal, si estamos hablando de científicos con poderes superiores al resto de los mortales, porque al final acaban sucumbiendo a sentimientos tan humanos como el amor, es que quieren inculcarnos que este lo puede todo, en fin.
Comentario aparte me merecen los diálogos que es donde realmente se forja la base de estas obras, ya que los presupuestos de las mismas eran bastante limitados y había que andar con la mente muy despierta e imaginativa para dar una sensación enigmática y de cierto suspense a la historia, los tonos de las voces de los personajes en especial la de Karloff y la de su madre (Violet Kemble Cooper) no tienen desperdicio, voces rotundas que salen de lo más profundo de sus gargantas, algo que en la versión doblada no se puede apreciar, comprenden ahora porque es tan importante disfrutar del cine en V.O.
TRONCHA
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