"El curioso caso de Benjamin Button" de David Fincher
You can read this text translated into english at: The curious case of Benjamin Button
Cuando acabe de ver la película me quedé con el mismo regusto en el cuerpo que cuando acabé de ver el anterior trabajo de este director (Zodiac, 2007). Esto me dio que pensar, sobre todo porque me hace creer que su forma de hacer cine va a ir siempre por los mismos derroteros, crear ilusiones, crear espectativas para al final quedarnos en nada, darnos cuenta que todo ha sido lineal, sin ningún altibajo ni ningún momento de emoción.
Para mi, y soy consciente que esta opinión me va a traer otras en contra, El curioso caso de Benjamin Button, es más de lo mismo, pueden llamarme indolente, que no tengo sensibilidad, que no parezco humano. Pero de verdad que para nada me interesa la historia que nos regala Fincher de una forma totalmente monótona alargándose durante nada menos que ciento cincuenta minutos, para llegar a un final soberbio (todo hay que decirlo), que deja una sensación de redención del director a los espectadores, como si quisiera pedir perdón por no habernos contado casi nada antes.
Benjamin Button (Brad Pitt) es un canto a la inocencia y a la bondad, lo que en ningún momento me parece es que sea un ejemplo de superación. Tanta inocencia (me repito) hace que pensemos que todo es fácil en la vida del protagonista, las únicas trabas que encuentra son las que él mismo se pone, su entorno se comporta de una forma totalmente correcta con él. En ningún momento si quiera piensan en poner en apuros su integridad, toda esta "melaza" narrativa hace que uno acabe empalagándose.
Otra de las cosas que no me gustan son los continuos flashbacks en los que el protagonismo es de Caroline (Julia Ormond), que es la verdadera conductora de la historia a través de la lectura del diario que le entrega su madre en sus últimas horas de vida. Se ha pensado volver una y otra vez a dicho punto que no aporta nada narrativamente hablando, sino que más que le pese a muchos lo que hace es romper el poco ritmo que ya tiene la historia, insisto, tanta ida y vuelta acaba por irritar.
En defensa de todo el trabajo hay que decir que la película es correcta, no tiene grandes errores, su factura es la adecuada, pero creo que es lo menos que se puede pedir ya en el mundo del cine, esto para mi resulta básico, con lo cual no tiene mérito, lo que si lo tiene es el maquillaje, que resulta soberbio se mire por donde se miré. Pero claro a los que amamos el cine, también esto se nos queda corto, a pesar de saber que recibiré palos por todo lo que he escrito me he decidido a hacerlo, porque creo que uno nunca debe engañarse a si mismo, bueno, tampoco a los demás.
TRONCHA
Para mi, y soy consciente que esta opinión me va a traer otras en contra, El curioso caso de Benjamin Button, es más de lo mismo, pueden llamarme indolente, que no tengo sensibilidad, que no parezco humano. Pero de verdad que para nada me interesa la historia que nos regala Fincher de una forma totalmente monótona alargándose durante nada menos que ciento cincuenta minutos, para llegar a un final soberbio (todo hay que decirlo), que deja una sensación de redención del director a los espectadores, como si quisiera pedir perdón por no habernos contado casi nada antes.
Benjamin Button (Brad Pitt) es un canto a la inocencia y a la bondad, lo que en ningún momento me parece es que sea un ejemplo de superación. Tanta inocencia (me repito) hace que pensemos que todo es fácil en la vida del protagonista, las únicas trabas que encuentra son las que él mismo se pone, su entorno se comporta de una forma totalmente correcta con él. En ningún momento si quiera piensan en poner en apuros su integridad, toda esta "melaza" narrativa hace que uno acabe empalagándose.
Otra de las cosas que no me gustan son los continuos flashbacks en los que el protagonismo es de Caroline (Julia Ormond), que es la verdadera conductora de la historia a través de la lectura del diario que le entrega su madre en sus últimas horas de vida. Se ha pensado volver una y otra vez a dicho punto que no aporta nada narrativamente hablando, sino que más que le pese a muchos lo que hace es romper el poco ritmo que ya tiene la historia, insisto, tanta ida y vuelta acaba por irritar.
En defensa de todo el trabajo hay que decir que la película es correcta, no tiene grandes errores, su factura es la adecuada, pero creo que es lo menos que se puede pedir ya en el mundo del cine, esto para mi resulta básico, con lo cual no tiene mérito, lo que si lo tiene es el maquillaje, que resulta soberbio se mire por donde se miré. Pero claro a los que amamos el cine, también esto se nos queda corto, a pesar de saber que recibiré palos por todo lo que he escrito me he decidido a hacerlo, porque creo que uno nunca debe engañarse a si mismo, bueno, tampoco a los demás.
TRONCHA
2 comentarios:
Suscribo plenamente el primer párrafo. Fincher tiene un trabajo por encargo (Alien 3), dos buenos trabajos (Seven y The game), un trabajo regular (The Fight Club), una porquería (The Panic Room) y estos dos últimos (Zodiac y Benjamin), que revelan que ya no tiene más recursos: bien hechos, bien producidos, pero sin pasión, sin chispa, sin novedades formales; aburridos, sin gracia, sin sal.
Saludos.
A mi tampoco me gustó la película. Con respecto al protagonista, las trabas, su entorno, yo creo que el guionista Eric Roth quiso repetir Forrest Gump, pero no le salió. Tenés toda la razón cuando decis que los rubros técnicos son buenos, pero que con toda la plata que gastaron, lo menos que se le puede exigir a la película es eso.
Un Saludo
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