"Yakuza papers: Deadly fight in Hiroshima" (II) de Kinji Fukasaku
Segunda entrega de la "pentalogía" de Fukasaku, y cada vez ando más convencido que lo que pretendía el director era documentar los hechos con todo lujo de detalles, en detrimento de la calidad cinematográfica, el problema que ya avanzaba en la anterior reseña es que nos encontramos ante tal avalancha de datos cronológicos y sobre todo de los puestos que cada uno ocupan dentro de la propia organización que hay ocasiones en las que acabamos bastante perdido, mi consejo a navegantes es que se queden con la "familia" a la que pertenece cada uno más que con el puesto que ocupan dentro de ella y les será bastante más fácil poder seguir el hilo sin perderse.
Quizás en esta segunda parte hay un intento de humanizar un poco todo este compemdio de deshumanización, ya que uno de los personajes, en realidad un pobre diablo sin oficio ni beneficio, como es Yamanaka (Seizo Fukumoto) no sale de una pelea, cuando realmente ya está metido en otra, pero esta particular forma de ser nos lleva a una de las escenas más originales, como es la de la madre del propio Yamanaka y su profesor en la escuela, suplicando a Hirono (Bunta Sugawara) que dejen a este formar parte de la yakuza para "enderezar" su vida y que se haga alguien de provecho, esto da una idea bastante aproximada de la situación que vive Japón a finales de los años cuarenta, la escena no deja de tener una carga curiosa de ironía.
Hirono sigue navegando entre dos y tres aguas, por si teníamos alguna duda es el sujeto a seguir, el realizador le ha conferido tal importancia, que nos sirve de nexo de todas las acciones, hombre simple a primera vista pero de profundos principios que conoce a todos y tiene buenas relaciones con ambos bandos, honorable ante todo y pagador de sus deudas aunque estas sean de sangre, consigue que acabemos bastante interesados en su personaje y que estemos a su lado y queramos vernos reflejados al menos en su filantrópica forma de actuar ante las situaciones.Aunque en esta parte quede relegado más a un segundo plano, pero esto no es óbice para que nos demos cuenta que pronto habrá un resurgimiento y que se acabará colocando en el sitio que le corresponde.
Me parece bueno a estas alturas hacer una comparación con el cine de Johnny To, en concreto el de temática de triadas, tanto esta como la yakuza son organizaciones delictivas de cierto carácter familiar, aunque no necesariamente, ambas regidas por estrictas reglas, en cuyo quebranto reside a veces lo interesante de la propia acción, aunque todo hay que decirlo, sea una u otra la organización siempre está por encima del individuo y acabará subsistiendo, el individuo por muy díscolo o rebelde que sea no podrá hacer temblar los pilares de tantos años de estructura de mafiosos, el caso es que To hace de que sus pistoleros y malhechores parezcan verdaderos profesionales, frente a los que nos muestra aquí Fukasaku, con sus chapuceras luchas y tiroteos, que no niego que fueran así en la realidad, pero esto vuelve a darnos de nuevo la idea de como ha progresado todo este delictivo mundo hasta nuestros días.
TRONCHA
Quizás en esta segunda parte hay un intento de humanizar un poco todo este compemdio de deshumanización, ya que uno de los personajes, en realidad un pobre diablo sin oficio ni beneficio, como es Yamanaka (Seizo Fukumoto) no sale de una pelea, cuando realmente ya está metido en otra, pero esta particular forma de ser nos lleva a una de las escenas más originales, como es la de la madre del propio Yamanaka y su profesor en la escuela, suplicando a Hirono (Bunta Sugawara) que dejen a este formar parte de la yakuza para "enderezar" su vida y que se haga alguien de provecho, esto da una idea bastante aproximada de la situación que vive Japón a finales de los años cuarenta, la escena no deja de tener una carga curiosa de ironía.
Hirono sigue navegando entre dos y tres aguas, por si teníamos alguna duda es el sujeto a seguir, el realizador le ha conferido tal importancia, que nos sirve de nexo de todas las acciones, hombre simple a primera vista pero de profundos principios que conoce a todos y tiene buenas relaciones con ambos bandos, honorable ante todo y pagador de sus deudas aunque estas sean de sangre, consigue que acabemos bastante interesados en su personaje y que estemos a su lado y queramos vernos reflejados al menos en su filantrópica forma de actuar ante las situaciones.Aunque en esta parte quede relegado más a un segundo plano, pero esto no es óbice para que nos demos cuenta que pronto habrá un resurgimiento y que se acabará colocando en el sitio que le corresponde.
Me parece bueno a estas alturas hacer una comparación con el cine de Johnny To, en concreto el de temática de triadas, tanto esta como la yakuza son organizaciones delictivas de cierto carácter familiar, aunque no necesariamente, ambas regidas por estrictas reglas, en cuyo quebranto reside a veces lo interesante de la propia acción, aunque todo hay que decirlo, sea una u otra la organización siempre está por encima del individuo y acabará subsistiendo, el individuo por muy díscolo o rebelde que sea no podrá hacer temblar los pilares de tantos años de estructura de mafiosos, el caso es que To hace de que sus pistoleros y malhechores parezcan verdaderos profesionales, frente a los que nos muestra aquí Fukasaku, con sus chapuceras luchas y tiroteos, que no niego que fueran así en la realidad, pero esto vuelve a darnos de nuevo la idea de como ha progresado todo este delictivo mundo hasta nuestros días.
TRONCHA
”Yakuza papers” (I)
"Yakuza papers: Proxy war" (III)
”Yakuza papers: Police tactics” (IV)
"Yakuza papers: Final episode" (V)
1 comentario:
Me ha interesado de sobremanera esta serie japonesa que comentas, pues no la conocía y el tema de los Yakuza siempre ha sido de mi interés.
Muy buenos comentarios que motivan a verla. Me pongo en inmediata campaña.
Gracias por la recomendación.
Saludos,
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