"Memento" (en orden cronológico) de Christopher Nolan
Este es uno de los típicos ejemplos de película que prácticamente todo el mundo ha oído hablar y que por supuesto genera opiniones divididas en dos bandos, defensores acérrimos y detractores tenaces, me inclino a opinar que quien no la entiende la desprecia, voy a tratar lo menos posible la trama, ya que toda su fuerza reside en ella, también debo hacer una advertencia antes de empezar a comentarla y es estoy hablando de esa especie de truco que Nolan incluyo en su DVD para poder ver la obra en su orden cronológico correcto y no en el que en su día se estreno en las salas comerciales.
Sin haber visto aun la primera versión en la que la acción viene y va una y otra vez, incluso cambiando del color al blanco y negros las escenas, especulo que es mejor que la que voy a describir, ya que esta mantiene a los espectadores en vilo, haciendo que ellos mismos sean protagonistas del ejercicio memorístico que el propio Leonard (Guy Pearce) realiza una y otra vez debido a su pérdida de memoria, nosotros como espectadores acabamos tatuándonos la mente con las pistas que una y otra vez vemos escena tras escena.
Este trabajo tiene mucha más miga de la que parece a simple vista, quizás para concebirla hay que haber vivido una experiencia similar a la del actor principal, aquí no solo importa un personaje todos tienen su propia historia, si fuéramos analizándolos uno a uno no seriamos capaces de ponernos de acuerdo en el debate, cada cual nos identificamos ante las situaciones de una manera distinta al que tenemos enfrente, quizás esta es la pretensión real de Nolan.
Como esbozaba con anterioridad los enigmas están servidos desde el principio hasta el final, dando un primer vistazo podemos llegar a una conclusión más o menos satisfactoria pero en siguiente visionados iremos descubriendo pistas que nos trastornaran más tirando abajo pensamientos anteriores que nos servían como base para una comprensión general, este es el gran encanto de Memento, el que no sea necesario llegar a una conclusión final, ¿porque siempre tenemos que saber quien es el culpable?, si durante la narración de la historia nos hemos divertido de lo lindo.
El trabajo trata muchísimos aspectos de la vida del ser humano, por supuesto y por encima de todos estos está el tema de la memoria, el de la venganza, el del egoísmo de aprovecharse del prójimo, de entre todos este último es el que más me interesa, las personas que rodean a “Lenny” (Leonard), no sienten compasión de él la mayoría, se dedican a explotar su enfermedad en beneficio propio, sin ningún escrúpulo, total, su memoria inmediata no funciona y de aquí a un rato olvidará todo lo que ha vivido.
De esta manera no es extraño que el protagonista vaya dando tumbos de un lado a otro de la historia convirtiendo en normal lo que hace un rato era algo totalmente descabellado, anotar algo en un instante equivocado puede suponer un error de tal magnitud que la vida de alguien puede estar en juego, y si lo pensamos fríamente que pecado ha cometido él, la verdad absoluta no existe, también nosotros cometemos errores y percibimos la realidad a veces de forma relativa, ante que estamos realmente ante su culpa o la nuestra.
La película en definitiva supone un reto para la mente humana al que les invito, no cejen en su empeño, no tiren la toalla en los primeros asaltos, de verdad que merece la pena llegar hasta el final, seguro que en los tiempos que corren agradecen que un film de estas características les mantenga despiertos y les obligue a pensar, a concatenar los hechos, como si de su propia vida se tratara, que hay mejor que sentirse en el pellejo del protagonista.
Sin haber visto aun la primera versión en la que la acción viene y va una y otra vez, incluso cambiando del color al blanco y negros las escenas, especulo que es mejor que la que voy a describir, ya que esta mantiene a los espectadores en vilo, haciendo que ellos mismos sean protagonistas del ejercicio memorístico que el propio Leonard (Guy Pearce) realiza una y otra vez debido a su pérdida de memoria, nosotros como espectadores acabamos tatuándonos la mente con las pistas que una y otra vez vemos escena tras escena.
Este trabajo tiene mucha más miga de la que parece a simple vista, quizás para concebirla hay que haber vivido una experiencia similar a la del actor principal, aquí no solo importa un personaje todos tienen su propia historia, si fuéramos analizándolos uno a uno no seriamos capaces de ponernos de acuerdo en el debate, cada cual nos identificamos ante las situaciones de una manera distinta al que tenemos enfrente, quizás esta es la pretensión real de Nolan.
Como esbozaba con anterioridad los enigmas están servidos desde el principio hasta el final, dando un primer vistazo podemos llegar a una conclusión más o menos satisfactoria pero en siguiente visionados iremos descubriendo pistas que nos trastornaran más tirando abajo pensamientos anteriores que nos servían como base para una comprensión general, este es el gran encanto de Memento, el que no sea necesario llegar a una conclusión final, ¿porque siempre tenemos que saber quien es el culpable?, si durante la narración de la historia nos hemos divertido de lo lindo.
El trabajo trata muchísimos aspectos de la vida del ser humano, por supuesto y por encima de todos estos está el tema de la memoria, el de la venganza, el del egoísmo de aprovecharse del prójimo, de entre todos este último es el que más me interesa, las personas que rodean a “Lenny” (Leonard), no sienten compasión de él la mayoría, se dedican a explotar su enfermedad en beneficio propio, sin ningún escrúpulo, total, su memoria inmediata no funciona y de aquí a un rato olvidará todo lo que ha vivido.
De esta manera no es extraño que el protagonista vaya dando tumbos de un lado a otro de la historia convirtiendo en normal lo que hace un rato era algo totalmente descabellado, anotar algo en un instante equivocado puede suponer un error de tal magnitud que la vida de alguien puede estar en juego, y si lo pensamos fríamente que pecado ha cometido él, la verdad absoluta no existe, también nosotros cometemos errores y percibimos la realidad a veces de forma relativa, ante que estamos realmente ante su culpa o la nuestra.
La película en definitiva supone un reto para la mente humana al que les invito, no cejen en su empeño, no tiren la toalla en los primeros asaltos, de verdad que merece la pena llegar hasta el final, seguro que en los tiempos que corren agradecen que un film de estas características les mantenga despiertos y les obligue a pensar, a concatenar los hechos, como si de su propia vida se tratara, que hay mejor que sentirse en el pellejo del protagonista.
TRONCHA
8 comentarios:
No me he atrevido a verla ordenada, me niego a reventar la sensación de que es una obra maestra, que con el paso de los años ganará.
La primera vez que la vi me dejó boquiabierta, la capacidad del director para crear un entramado amnésico que nos obliga a usar la memoria es fascinante. En un primer visionado, llama la atención, evidentemente, la forma, la manera de contar la historia, pero en visionados posteriores, descubrimos que el fondo de la historia no se queda atrás…
Sobre verla en orden cronológico, no sé, creo que perdería uno de sus mayores atractivos, al menos para mí, obligarnos a pensar.
Un saludo
Gran película y respecto a Kitano, solo decir que es un genio con todas las letras.
A mí me encantó, cuando ya sabes las reglas del juego no crees que pueda sorprenderte y la peli lo consigue, a mi me parece tremenda. Por cierto, el lunes hablé de una película similar en el Quesito Rosa, Matadero Cinco.
Debo confesar que me desespero un poco esta peli, nunca termine de verla!! Saludos
Excelente película, aunque creo que no la vería en orden cronológico porque perdería gran parte del encanto que posee. Nolan sin duda es de los mejores directores que existen en la actualidad.
Saludos.
Lo siento, te equivocaste, no tiene sentido verla en orden cronologico, pierde su sentido, pierde el misterio. Tremendo error editarla asi para los que les aturulla la version inicial, que pena.
hola,, donde puedo descargar la version cronologica?
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