"Takeshi's" de Takeshi Kitano
La verdad es que lo de Kitano quizá sea caso para estudiar aparte, es uno de los actores-directores-showman que nos puede deleitar en sus películas con cualquier cosa, esto parece algo inherente a unos pocos, por ejemplo Takashi Miike, también es de lo más espectacular en sus trabajos, ambos tienen ese lado gamberro que de vez en cuando les delata, pero son capaces de hacer obras de un gran dramatismo y rigor que físicamente acaban encogiéndonos el ombligo, desde aquí reivindico esta dualidad, esa capacidad de sorprender y dejarnos boquiabiertos, en definitiva ese derroche originalidad.
Es complicado ser japonés e intentar transmitir al mundo occidental, o mejor dicho al mercado occidental su tipo de humor, sus formas de ser, sus costumbres, etc; por todo esto en ocasiones no podemos disfrutar de ciertos trabajos ya que en este lado del mundo las distribuidoras deciden que no son rentables, ya que tan solo unos pocos excéntricos, entre los que me hayo, acaban viéndolas, creo que esto es un error y que deberían abrir más la mente para que la del respetable también lo hiciera.
Mi opinión siempre ha sido siempre que Takeshi Kitano le gusta ser un payaso y cuando me refiero al término lo hago en el sentido más respetuoso de la palabra, quien me conoce bien puede asegurar que yo también soy así y que también me encanta hacer el clown, el caso es que esta película se me antoja que es bastante personal, quizás sea una pista el título, la dirección y el actor principal, es más no solo interpreta un papel sino dos.
Nada de malo hasta aquí lo que ocurre es que cuando contamos algo que tenemos tan adentro, que es tan nuestro que nos lo hemos contado a nosotros mismos una y otra vez, hasta que hemos llegado aprendérnoslo de memoria, no implica que el interlocutor que tenemos enfrente nos comprenda y es así como a veces nos encontramos ante el film del japonés, la estructura básica es fácil de entender, el inconveniente viene cuando de repente se plasman en escena una y otra vez los disolutos pensamientos de tan genial mente.
Está claro que uno de sus deseos más palpables es el de acabar convirtiéndose en un yakuza, capaz de cualquier cosa, aunque sea de forma ficticia en un largometraje, el caso es que lo que si que chirría con lo anterior es que también pretenda ser bailarín de claqué y esto no es fruto de verano, ya que en un anterior trabajo suyo sin venir a cuento finaliza una película de lo más seria y dramática como es “Zatôichi” (2003) con un espectáculo de baile coral, que deja con los ojos como platos al personal.
Entre todo este juego de dualidades se mueven los personajes, viviendo las mismas situaciones una y otra vez, como si cualquiera pudiera ser presa de lo que se denomina un día de furia, en el que acaba peleándose con el mundo y por supuesto con todo el que se le pone por delante, pero esta reacción no resulta gratuita, ya que los errores cometidos durante dicho estado de obnubilación, por supuesto arma en mano, acaban persiguiéndote sin parar hasta que acaban destruyéndonos.
Es complicado ser japonés e intentar transmitir al mundo occidental, o mejor dicho al mercado occidental su tipo de humor, sus formas de ser, sus costumbres, etc; por todo esto en ocasiones no podemos disfrutar de ciertos trabajos ya que en este lado del mundo las distribuidoras deciden que no son rentables, ya que tan solo unos pocos excéntricos, entre los que me hayo, acaban viéndolas, creo que esto es un error y que deberían abrir más la mente para que la del respetable también lo hiciera.
Mi opinión siempre ha sido siempre que Takeshi Kitano le gusta ser un payaso y cuando me refiero al término lo hago en el sentido más respetuoso de la palabra, quien me conoce bien puede asegurar que yo también soy así y que también me encanta hacer el clown, el caso es que esta película se me antoja que es bastante personal, quizás sea una pista el título, la dirección y el actor principal, es más no solo interpreta un papel sino dos.
Nada de malo hasta aquí lo que ocurre es que cuando contamos algo que tenemos tan adentro, que es tan nuestro que nos lo hemos contado a nosotros mismos una y otra vez, hasta que hemos llegado aprendérnoslo de memoria, no implica que el interlocutor que tenemos enfrente nos comprenda y es así como a veces nos encontramos ante el film del japonés, la estructura básica es fácil de entender, el inconveniente viene cuando de repente se plasman en escena una y otra vez los disolutos pensamientos de tan genial mente.
Está claro que uno de sus deseos más palpables es el de acabar convirtiéndose en un yakuza, capaz de cualquier cosa, aunque sea de forma ficticia en un largometraje, el caso es que lo que si que chirría con lo anterior es que también pretenda ser bailarín de claqué y esto no es fruto de verano, ya que en un anterior trabajo suyo sin venir a cuento finaliza una película de lo más seria y dramática como es “Zatôichi” (2003) con un espectáculo de baile coral, que deja con los ojos como platos al personal.
Entre todo este juego de dualidades se mueven los personajes, viviendo las mismas situaciones una y otra vez, como si cualquiera pudiera ser presa de lo que se denomina un día de furia, en el que acaba peleándose con el mundo y por supuesto con todo el que se le pone por delante, pero esta reacción no resulta gratuita, ya que los errores cometidos durante dicho estado de obnubilación, por supuesto arma en mano, acaban persiguiéndote sin parar hasta que acaban destruyéndonos.
TRONCHA
2 comentarios:
Grandisima película del maestro Kitano.
Todavía la tengo que volver a ver más veces (por ahora solo un par de visionados), pero creo que si, es una obra muy personal.
Yo creo que mucha parte de la historia son ensoñaciones de los personajes, por eso algunos momentos tan extraños. La cosa es saber que es exactamente sueño o realidad en la propia película. Aunque a mi parecer, Takeshis es el sueño que quizás tuvo alguna vez el propio actor de lograr ser famoso, y que con el paso de los años se ha acabado convirtiendo en una autentica pesadilla, en la cual la persona en sí que se esconde tras el personaje Takeshis a veces se ve virtualmente ahogada por su propio éxito.
O a lo mejor todo es una gran locura...jajaja.
Un saludo.
PD: En palabras del propio Kitano, "Zatoichi" es un musical.
No sé cómo tomarme esta película. La vi en el cine aún con el gran sabor de boca de ZATOICHI y, claro, decepciona un poco el radical cambio de estilo emprendido por Kitano. En una entrevista leí que estaba planteándose dejar el cine a causa de una crisis de creatividad que aquí se deja entrever. No sé, no me atrevería a decir que es mala, extraña sí, pero que muy muy rara...
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