"Infierno 36" de Don Siegel
Esto del cine negro da para mucho, tela marinera la cantidad de películas que hay dentro de este género, hay una serie de características que definen perfectamente este conjunto de películas y que de algún modo las hacen excepcionales en su generalidad, luego por supuesto cada una de las nacionalidades que las han parido han puesto su particular impronta a la hora de hacerlas, me atrevería a decir que siendo los americanos los mayores productores de este tipo de cine, prácticamente ningún país se libra de tener su particular periplo de filmes correspondientes a este grupo.
Como ocurre en botica aquí también tenemos de todo, grandes e inolvidables obras y algunas otras que no siendo tanta su altura, tienen el mérito de contener determinadas características que al menos las hacen peculiares y que al menos hacen que el tiempo invertido en ellas sea aprovechable, esta descripción podría ser perfectamente válida para la película de la que vamos a hablar, realmente es una digna serie B, que tiene detalles que la hacen distinta a otras.
El planteamiento de partida, desde que aparece el habitual narrador, típico de este tipo de cine, es el normal, se ha cometido un crimen y la policía debe dar con los malhechores, hasta aquí por supuesto que no hay nada del otro mundo, lo que más impacta, al menos a servidor de ustedes, es que a raíz de otro delito que ocurre un año después se intente desvelar a los culpables del primero y todo por un billete de 50 dólares.
De este hecho se debe analizar la importancia que tiene situar al film dentro del ámbito y la época en la que se produce y en definitiva acaba viendo la luz, nuestros aguerridos detectives Cal (Steve Cochran) y Farnham (Howard Duff), acompañados de su colaboradora Lilli (Ida Lupino) rastrean ese famoso billete, dando marcha atrás desde el momento que aparece en circulación, hacer esto ahora a mi se me antoja algo inverosímil, quien sabe, pero el caso es que toda la base de la historia gira en torno este peculiar hecho.
Hasta más o menos la mitad del film la acción es muy lenta, tan solo asistimos a las continuas pesquisas de los dos policías y la relación de uno de ellos con la implicada y al mismo tiempo colaboradora doña, no es que estemos ante un claro ejemplo de intensidad narrativa ya que todo el largometraje es pequeño, así lo calificaría yo, es pequeño en sus conclusiones, pequeño en cuanto a su ambientación y decorados, incluso pequeño en cuanto a su metraje, pero insito en que esto no va en detrimento de su relativa calidad.
La segunda y última mitad es mucho más satisfactoria, es donde realmente surgen los conflictos, levantando una barrera ante ambos protagonistas y enfrentándolos, creando el típico dilema entre la honradez y tomar el camino fácil en la vida, todo el film se desarrolla prácticamente en interiores, algo no muy inusual en el noir pero que aquí se convierte en algo insistente, el giro final es más o menos esperado ya que la historia despide cierta ingenuidad en algún momento de la misma y por supuesto la época no dejaba que nadie saliera beneficiado de algo que no estaba bien, y por supuesto así nos lo acaba recordando el narrador en su alegato final a modo de moraleja.
TRONCHA
Como ocurre en botica aquí también tenemos de todo, grandes e inolvidables obras y algunas otras que no siendo tanta su altura, tienen el mérito de contener determinadas características que al menos las hacen peculiares y que al menos hacen que el tiempo invertido en ellas sea aprovechable, esta descripción podría ser perfectamente válida para la película de la que vamos a hablar, realmente es una digna serie B, que tiene detalles que la hacen distinta a otras.
El planteamiento de partida, desde que aparece el habitual narrador, típico de este tipo de cine, es el normal, se ha cometido un crimen y la policía debe dar con los malhechores, hasta aquí por supuesto que no hay nada del otro mundo, lo que más impacta, al menos a servidor de ustedes, es que a raíz de otro delito que ocurre un año después se intente desvelar a los culpables del primero y todo por un billete de 50 dólares.
De este hecho se debe analizar la importancia que tiene situar al film dentro del ámbito y la época en la que se produce y en definitiva acaba viendo la luz, nuestros aguerridos detectives Cal (Steve Cochran) y Farnham (Howard Duff), acompañados de su colaboradora Lilli (Ida Lupino) rastrean ese famoso billete, dando marcha atrás desde el momento que aparece en circulación, hacer esto ahora a mi se me antoja algo inverosímil, quien sabe, pero el caso es que toda la base de la historia gira en torno este peculiar hecho.
Hasta más o menos la mitad del film la acción es muy lenta, tan solo asistimos a las continuas pesquisas de los dos policías y la relación de uno de ellos con la implicada y al mismo tiempo colaboradora doña, no es que estemos ante un claro ejemplo de intensidad narrativa ya que todo el largometraje es pequeño, así lo calificaría yo, es pequeño en sus conclusiones, pequeño en cuanto a su ambientación y decorados, incluso pequeño en cuanto a su metraje, pero insito en que esto no va en detrimento de su relativa calidad.
La segunda y última mitad es mucho más satisfactoria, es donde realmente surgen los conflictos, levantando una barrera ante ambos protagonistas y enfrentándolos, creando el típico dilema entre la honradez y tomar el camino fácil en la vida, todo el film se desarrolla prácticamente en interiores, algo no muy inusual en el noir pero que aquí se convierte en algo insistente, el giro final es más o menos esperado ya que la historia despide cierta ingenuidad en algún momento de la misma y por supuesto la época no dejaba que nadie saliera beneficiado de algo que no estaba bien, y por supuesto así nos lo acaba recordando el narrador en su alegato final a modo de moraleja.
TRONCHA
2 comentarios:
Me encanta Don Siegel!! Esta la tengo pendiente, asi que buscaremos.
Saludos!!
Muy buena película.
Ya que citas los nombres de los detectives, señalar que el personaje de Ida Lupino (quien por cierto colaboró en el guión y probablemente en la dirección); es como bien dices Lili, pero de apellido Marlowe.
Saludos y enhorabuena por el blog
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