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martes, 2 de octubre de 2007

“Monsieur Pain” de Roberto Bolaño

Hace tiempo leí “2666” y he de reconocer que me impactó profundamente. Bolaño tiene algo especial, prefiero decir “tiene” a “tenía”, dado que pese a que haya fallecido “eso” permanecerá para siempre en su obra. Ese algo especial es el carácter onírico que se refleja en sus palabras. Cuando leemos a Kafka, por ejemplo en “El Proceso”, sabemos que lo que se nos cuenta tiene un hálito de pesadilla. Con Bolaño sucede algo parecido, lo único que con un poso poético mayor. También me recuerda a Lovecraft en sus narraciones como soñador, la pesadilla avanza y el lenguaje utilizado para describirla es en cierta manera estimulante. En “2666” algo de lo anterior se veía, en “Monsieur Pain” es, definitivamente, el rasgo más preponderante.

Es una novela corta, y se lee de un tirón. Cuenta las andanzas de Monsieur Pain, discipulo de Mesmer, mientras se ve envuelto en una conspiración enorme. Y cuando digo enorme me refiero a bombas atomicas, asesinatos, ocultación de pruebas, etc. El problema (o lo maravilloso de la novela) es que dado el modo en que está escrita, puede ser real dicha conspiración, o puede ser fruto unicamente de la mente del protagonista. A mí, al menos, no me ha quedado claro. Bolaño juega con la realidad y la ficción, nos hace un truco de magia magnifico, y el fruto de este es la novela. Christopher Priest podría ser otra referencia valida, al menos para mí, en relación a esto último.

Es curioso también el que el propio autor en la introducción del libro asegura que todos los hechos que definen la trama sucedieron en realidad. Pero cada uno de estos hechos curiosamente pueden dar lugar a cualquiera de las dos interpretaciones, la conspiración o el protagonista excesivamente imaginativo.

Hay determinados pasajes de una fuerza onírica increíble. Voy a poner un par de ejemplos, pero el libro entero sería en si mismo un ejemplo de una pesadilla. Las peripecias del Monsieur Pain cuando se cuela en el hospital, parecen salidas de una película expresionista. La película que ve más adelante en el cine que puede ser clave o no para la trama y la conversación que se da durante la proyección de la misma mezclandose con las imágenes que se ven en la pantalla.

Por último, aparte de aconsejar su lectura no me resisto a poner aquí la cita de Poe con que se inicia el libro, define totalmente lo que vamos a encontrar.

P.-¿Le aflige la idea de la muerte?
V.-(Muy rápido.) ¡No..., no!
P.-¿Le desagrada esta perspectiva?
V.-Si estuviera despierto me gustaría morir, pero ahora no tiene importancia. El estado mesmérico se avecina lo bastante a la muerte como para satisfacerme.
P.-Me gustaría que se explicara, Mr. Vankirk.
V.-Quisiera hacerlo, pero requiere más esfuerzo del que me siento capaz. Usted no me interroga correctamente.
P.-Entonces, ¿qué debo preguntarle?
V.-Debe comenzar por el principio.
P.-¡El principio! Pero, ¿dónde está el principio?


Revelación mesmérica; Edgar Allan Poe

DES

2 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Muy bueno el diálogo que rescatas al final del post que explica de manera gráfica lo bien que planteaste la reseña del libtro. SALUDOS!

Pablo Rodríguez Burón dijo...

Muy bueno Bolaño :-)