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lunes, 26 de febrero de 2007

"La vida de los otros" de Florian Henckel von Donnersmarck

Parece mentira que prácticamente a finales del siglo XX, en concreto en 1984, que es cuando se desarrolla nuestra historia, en plena Europa, en la República Democrática Alemana (RDA), ocurrieran una serie de situaciones y hechos, de menosprecio total hacia la libertad del ser humano fruto de la dictadura política social-comunista en la que estaba inmerso el país, encabezada por la figura de Erich Honecker en el vértice de una pirámide de funcionarios, trabajadores del gobierno, delatores, espías, confidentes, etc. patroneados por la Stasi que mantenían una intrincada red de vigilancia sobre la totalidad de los habitantes del otro lado del muro, de la que prácticamente nadie quedó al margen, y mucho menos si se trataba de un personaje famoso.

El director Florian Hecnckel, nos introduce en este mundo de intrigas y delaciones constantes, a través de la figura de uno de sus más fieles y efectivos esbirros, el capitán de la Stasi, Gerd Wiessler (Ulrich Mühe), hombre solitario y afín al régimen en ningún momento se ha planteado ni siquiera desviarse un ápice del camino trazado por el partido, él devuelve a la patria lo que la misma le ha dado a través de su eficacia como revelador de tramas de los individuos contrarios a la situación del país, pero su próximo trabajo no es consciente siquiera de la influencia que va a tener en él a nivel personal.

A través de este film que denuncia las atrocidades y la total coacción por parte del régimen de la antigua Alemania democrática, acabamos inmersos en un mar de sentimientos de los personajes, pasiones en algunos casos muy contradictorias, pero por supuesto muy humanos, y que de alguna manera nos ponen en la encrucijada de que haríamos si nosotros mismos viviéramos dicha situación. El régimen está por encima de las personas y en definitiva lo que acabamos viendo es que el poder de las emociones acaba derrocando el impersonal sistema político que regia sus desdichadas vidas.

Mediante la visión de la obra nos damos cuenta del mastodóntico armazón montado para que los largos brazos de la Stasi, llegaran a cualquier punto del país, y que nadie quedara indemne, era una obsesión el que todo el mundo sospechara estar vigilado y que al mismo tiempo él sirviera de herramienta para el propio sistema observando los comportamientos de otros, todo esta estructuración y miedo, se transmite con excelente claridad en la realización, con un suspense exquisito que va in crescendo según avanza la película.

Al mencionado capitán Gerd Wiessler (HGW XX/7), que porque no decirlo es el mejor de los actores de la cinta, se une el escritor Georg Dreyman (Sebastian Koch), artista fiel al régimen, pero que se rodea de amigos no muy afines y de su novia, la gran actriz protegida por el régimen Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck), su historia de amor parece poder con todo, incluso estar por encima del propio estado, y de alguna manera goza de tanta fuerza que logra conmover y por supuesto dar un vuelco a la vida del capitán de la Stasi, de alguna manera Wiessler acaba asumiendo la personalidad y vida de su espiado escritor. Cubriendo de esta manera las lagunas de soledad y necesidad de sentirse querido que le ha proporcionado su austera forma de vida.

Nos situamos, frente a una producción de gran altura que mantiene la atención del espectador en todo momento, muy bien rodada, con un personaje principal, muy trabajado y fantásticamente interpretado, que realmente se me antoja una afrenta contra el cine actual en general y el holliwoodiense en particular, falto de ideas y repleto de absurdos remakes. Por cierto industria que ayer noche mismo le concedó de forma muy merecida el Oscar a la mejor película de habla no inglesa ¿Hubiera merecido alguna nominación más?...


TRONCHA

6 comentarios:

des.frankenstein dijo...

Has realizado una magnifica reseña.

Estamos ante, probablemente, la mejor película del año... es emocionante, vital y sorprendente. La actuación del protagonista es magistral.

Probablemente pasará sin pena ni gloria, aunque igual el oscar le da algo de impulso.

Recomiendo encarecidamente su visionado. Nadie debería perdersela.

NOTA: vivo en Málaga y en esta ciudad sólo se puede ver en una sala... da mucha tristeza...

Anónimo dijo...

No sé por qué te sorprende que estas cosas pasaran aún en 1984 en la RDA si apenas 10 años antes seguían ocurriendo en España ;-)

Justamente ayer noche estuve viéndola y me pareció muy, muy buena. El actor principal, con esa interpretación tan sobria y de escasos gestos, estupendo. Si 'El Laberinto del Fauno' tenía que perder con alguna de sus competidoras, ésta es sin duda la apropiada.

des.frankenstein dijo...

Totalmente de acuerdo... una digna competidora (mira que me gustó el Laberinto, pero esta la supera).
Si yo fuera Guillermo del Toro me gustaria que una peli así me ganara.

Anónimo dijo...

yo creo que las comparaciones son odiosas. Las dos películas representan dos épocas díficiles en dos países distintos. El hecho que del Toro la haya querido mostrar mezclándola con fantasía no resta la crueldad del ser humano ávido de poder.
No podría decir cuál de las dos es mejor porque las dos me impresionaron. También es cierto que, La vida de los otros, la he visto recientemente y aun siento la repulsa, la ternura y la tristeza que generó que en mi.

Anónimo dijo...

Tienes razón las comparaciones a veces no son buenas, lo que pasa es que yo si tengo que elegir una de las dos me quedo con esta, aunque estoy contigo en que la película de Guillermo también me gusto bastante...;-)

Antonio Rando dijo...

Yo salí del cine flipando. Todo es destacable, desde la forma en que retrata el régimen, como indicas, con sus pérfidos métodos y procedimientos, hasta el componente humano que poco a poco va llenando ciertos vacíos emocionales, y que consigue dar un componente sentimental, que junto a la tensión perpetua del film, logran una película impactante y poderosa. Creo que un aspecto clave es esa dinámica de emociones contenidas que siempre amenazan con desbordarse, pero que nunca se desatan, provocando una tirantez de vértigo. El vaivén emocional al que están sometidos los personajes es brutal, para perder la cabeza. Y como también mencionas, me encantó como a través de la vida de quienes debe vigilar, el agente de la Stasi experimente lo que le ha estado siempre vedado, una vida.

Saludos.