"Y tu mamá también" de Alfonso Cuarón
Que importante que es la adolescencia en la vida de las personas, probablemente sea la mejor de la épocas que un ser humano puede vivir, cada uno tendrá su opinión, pero lo malo que tiene es que nos damos cuenta de ella quizás demasiado tarde, insisto en que es una opinión, habrá otro millón más totalmente distinta a esta, lo que no hay que negar es que cuando estamos inmersos en esta época no vemos mucho más allá de lo que nos permite nuestro acné cutáneo.
La propuesta de Cuarón trata sobre dos jóvenes que están sumidos en la efervescencia de dicha edad, su mundo está movido por un único motor, el sexo, alimentado con el combustible de las drogas y el alcohol, pero no de una forma exagerada sino como cualquiera de nosotros hubiéramos podido hacerlo en su lugar, lo único que ellos se cruzan con una madura y despechada Luisa (Maribel Verdú) que se va a convertir en el mecánico que sobre todo va a “reglar” ese motor.
Con la fórmula de una road movie poco a poco nos vamos adentrando en las relaciones personales de tan particular trío, por supuesto que la amistad entre Tenoch (Diego Luna) y Julio (Gael García Bernal), está por encima de todas las cosas, para los “charolarras” no hay obstáculos ni nada que la pueda destruir o al menos eso es lo que piensan ellos hasta que comienza a tambalearse al entrar Luisa en sus vidas, esto les hace plantearse muchísimas cosas.
El viaje sirve para mostrarnos muchos de los aspectos del México popular, no de una forma intensa pero si de reojo podemos echarle un vistazo desde la ventanilla de nuestra pantalla a las costumbres populares y a los individuos que habitan los desaliñados pueblos, aunque siempre desde la distancia que marcan de acercando o alejándose los propios protagonistas que ocupan un plano superior dentro del status social y aunque no intenten imponerlo en ninguna de las situaciones.
Lo que no perdono de la película son las continuas, extensas y plomizas intervenciones del narrador, que no nos conducen a ningún sitio, supone un defecto enorme sobre la película, no se puede tener a un personaje contando una historia y de repente interrumpirle dejándole con la palabra en la boca para que dicha historia acabe de desarrollarla el narrador, sin esta figura la película hubiera resultado muy fresca pero es que sus interrupciones ponen a prueba nuestra paciencia.
TRONCHA
La propuesta de Cuarón trata sobre dos jóvenes que están sumidos en la efervescencia de dicha edad, su mundo está movido por un único motor, el sexo, alimentado con el combustible de las drogas y el alcohol, pero no de una forma exagerada sino como cualquiera de nosotros hubiéramos podido hacerlo en su lugar, lo único que ellos se cruzan con una madura y despechada Luisa (Maribel Verdú) que se va a convertir en el mecánico que sobre todo va a “reglar” ese motor.
Con la fórmula de una road movie poco a poco nos vamos adentrando en las relaciones personales de tan particular trío, por supuesto que la amistad entre Tenoch (Diego Luna) y Julio (Gael García Bernal), está por encima de todas las cosas, para los “charolarras” no hay obstáculos ni nada que la pueda destruir o al menos eso es lo que piensan ellos hasta que comienza a tambalearse al entrar Luisa en sus vidas, esto les hace plantearse muchísimas cosas.
El viaje sirve para mostrarnos muchos de los aspectos del México popular, no de una forma intensa pero si de reojo podemos echarle un vistazo desde la ventanilla de nuestra pantalla a las costumbres populares y a los individuos que habitan los desaliñados pueblos, aunque siempre desde la distancia que marcan de acercando o alejándose los propios protagonistas que ocupan un plano superior dentro del status social y aunque no intenten imponerlo en ninguna de las situaciones.
Lo que no perdono de la película son las continuas, extensas y plomizas intervenciones del narrador, que no nos conducen a ningún sitio, supone un defecto enorme sobre la película, no se puede tener a un personaje contando una historia y de repente interrumpirle dejándole con la palabra en la boca para que dicha historia acabe de desarrollarla el narrador, sin esta figura la película hubiera resultado muy fresca pero es que sus interrupciones ponen a prueba nuestra paciencia.
TRONCHA
3 comentarios:
De Alfonso Cuarón esta no la ví, por lo que comentas es una buena cinta, salvo por lo irritante del narrador que dices en tu reseña.
Pero sin dudas si es de Cuarón creo que vale la pena hecharle un vistazo.
Saludos, Jorge.
Recien la volvi a ver y sigue vigente, a mi no me molesto tanto el narrador, pero entiendo lo que dices. Los tres estan estupendos!
saludos!!
Recuerdo que lo que más me gustó de la película fue el personaje de Maribel Verdú. De su decisión final, de su situación y del final de dicho personaje. Además, creo que hizo una muy buena interpretación.
Me gusta Cuarón, su estilo... Y creo que el tiempo reconocerá esa joyita que realizó llamada Hijos de los hombres. Quizá le falle el final. Par mi gusto sobra el último medio minuto. Quien la haya visto, sabrá a qué me refiero... Cuestión de gustos, simplemente...
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