"La maldición de la flor dorada" de Zhang Yimou
A veces califíco las películas de grandes, tanto en su aspecto cualitativo como en el cuantitativo, en este ocasión voy a ir más allá esta la voy a calificar de exagerada, insultantemente desmesurada, extremadamente recargada llegando incluso a la provocación con tan exacerbado ornato, todo esto llega a incitar la hilaridad del espectador, incluso no llega uno a acostumbrarse a tanto exceso en los decorados, vestuario, formas, ambientaciones, todo en general.
Todo este mundo de magnificencia que nos intenta mostrar el cineasta chino hace que la historia tan solo se nos muestre como oropel, falta de originalidad y por supuesto carente de interés, no va más allá de la típica trama de conjuras de palacio entre la familia imperial que parece serlo pero que en cuanto rascamos un poco en la superficie vemos que nada más lejos del ideal familiar que cada uno de nosotros podemos tener en mente, quizás esto es lo que intenta hacer Yimou, transmitirnos los sentimientos íntimos de cada uno de ellos, las razones que les llevan a actuar como lo hacen, pero se queda ahí en el supuesto intento no llega a ahondar, incluso esto llega en ocasiones a precipitar el desarrollo de la trama.
Cuando me pongo delante de algún trabajo de este cineasta me da la sensación de que su cine intenta integrar el modo occidental con el oriental, y creo que es algo en lo que se equivoca, quizás no me esté explicando en lo que digo, pero siempre percibo la sensación de que intenta occidentalizar lo oriental y cada cual tiene sus propias costumbres, esto me lo recuerda sobre todo en la escena en la que comienza la celebración del doble yang, donde el hermano menor príncipe Yu (Junjie Qin) da la sensación de ser un adolescente de instituto americano estigmatizado por su propia condición de serlo que acaba odiando su entorno familiar y acaba revelándose contra este.
Interminables las escenas por el mismo pasillo de la mansión imperial, creo que una vez más es exagerada la ambientación de pasillo que utiliza, intentando darle aun mayor mordiente al tema de las confabulciones, da la sensación a lo largo del film de que atravesamos una y otra vez ese mismo pasillo, es como si vieramos la misma escena en repetidas ocasiones. De entre toda esta grandiosidad cabe destacar algunas cosas, entre ellas la escena de la lucha interna en los patios del palacio, me considero un amante de este tipo de escenas por supuesto que es exagerada como todo el film en si.
Tampoco se puede considerar que sea una película en la que destaquen los actores, es como si la decoración acabara engullendoles, no llegan a tener un desarrollo correcto, quedan sin perfilar y claramente no logramos identificarnos con ninguno de ellos en ocasión alguna, eso si algo de agradecer en el film es la duración ya que no es exagerada y esto de alguna forma acaba ayudando a digerirlo.
Todo este mundo de magnificencia que nos intenta mostrar el cineasta chino hace que la historia tan solo se nos muestre como oropel, falta de originalidad y por supuesto carente de interés, no va más allá de la típica trama de conjuras de palacio entre la familia imperial que parece serlo pero que en cuanto rascamos un poco en la superficie vemos que nada más lejos del ideal familiar que cada uno de nosotros podemos tener en mente, quizás esto es lo que intenta hacer Yimou, transmitirnos los sentimientos íntimos de cada uno de ellos, las razones que les llevan a actuar como lo hacen, pero se queda ahí en el supuesto intento no llega a ahondar, incluso esto llega en ocasiones a precipitar el desarrollo de la trama.
Cuando me pongo delante de algún trabajo de este cineasta me da la sensación de que su cine intenta integrar el modo occidental con el oriental, y creo que es algo en lo que se equivoca, quizás no me esté explicando en lo que digo, pero siempre percibo la sensación de que intenta occidentalizar lo oriental y cada cual tiene sus propias costumbres, esto me lo recuerda sobre todo en la escena en la que comienza la celebración del doble yang, donde el hermano menor príncipe Yu (Junjie Qin) da la sensación de ser un adolescente de instituto americano estigmatizado por su propia condición de serlo que acaba odiando su entorno familiar y acaba revelándose contra este.
Interminables las escenas por el mismo pasillo de la mansión imperial, creo que una vez más es exagerada la ambientación de pasillo que utiliza, intentando darle aun mayor mordiente al tema de las confabulciones, da la sensación a lo largo del film de que atravesamos una y otra vez ese mismo pasillo, es como si vieramos la misma escena en repetidas ocasiones. De entre toda esta grandiosidad cabe destacar algunas cosas, entre ellas la escena de la lucha interna en los patios del palacio, me considero un amante de este tipo de escenas por supuesto que es exagerada como todo el film en si.
Tampoco se puede considerar que sea una película en la que destaquen los actores, es como si la decoración acabara engullendoles, no llegan a tener un desarrollo correcto, quedan sin perfilar y claramente no logramos identificarnos con ninguno de ellos en ocasión alguna, eso si algo de agradecer en el film es la duración ya que no es exagerada y esto de alguna forma acaba ayudando a digerirlo.
TRONCHA
3 comentarios:
Truño espectacular la película de Yimou. Versallescamente recargada casi hasta la náusea, como bien dices. Una tomadura de pelo que trata de cojer de rebufo de "La Casa de las Dagas Voladoras" sin llegar a aproximarse mínimamente. Me sentí estafado a la media hora de metraje. Ya al final, me entraron ganas de matar, que diría Homer.
Horrible, de veras. De lo peor de año junto a los puñeteros piratas.
Saludos.
“Hero” y “La Casa de las Dagas Voladoras” me gustaron, aunque no hace mucho intenté ver de nuevo la primera y me resultó muy cargante por el aspecto visual. Fui a ver “La Maldición…” esperando encontrarme algo muy ornamentado, y sabía que quizá recargadísimo, pero no esperaba que me resultase tan latosa la peliculita. Como tu dices, la historia no engancha, porque prácticamente no existe. Parece que todo el esfuerzo se haya centrado en adornarlo todo de oropel y dar espectáculo. Como decía alguien por no se que web, la película parece una gala de olimpiadas. Una pena que Yimou, que para mi ha hecho peliculones increíbles, haya acabado montando el show.
Saludos.
Gran director desde lo visual y aunque a veces su puesta sea un tanto recargada nunca deja de sorprendernos con la belleza de las escenas de acción. Saludos!
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