"Vive l'amour" de Tsai Ming Liang
Hay películas de determinadas nacionalidades que para algunas personas pueden resultar aburridas ya que se limitan a enseñar lo cotidiano, yo siempre he sido una persona muy observadora y me quedo con los detalles, por eso siempre me gusta observar distintas culturas o países porque su cotidianeidad hay veces que se convierte en una excepcionalidad para el resto que les observamos.
El caso es que lo que podemos ver en esta película es tan cotidiano que sinceramente se adentra en el campo del aburrimiento pero de largo, a lo que contribuye la escasez de diálogos, y esto para mi es algo bueno en un film, pero en este caso me parece que estropea más que ayuda, no se puede tener al espectador delante de una escena durante cuatro o cinco minutos cuando alguien mata un mosquito, se baña o simplemente se pone una crema hidratante en el rostro.
Se que sacado de contexto puede resultar aburrido pero les aseguro que no hay mucho más, el título realmente no se a que se refiere, ya que la historia versa sobre una especie de triángulo amoroso, perdón digo mal, un triángulo de relaciones entre dos hombres y una mujer, ella es May Lin (Kuei-Mei Yang) empleada de una inmobiliaria de aquí para allá continuamente y sin tiempo para si misma, Ah Jung (Chao-jung Chen) vendedor ambulante con bastante personalidad y que vive la vida al día y por último el sensible Hsiao kang (Kang-sheng Lee), homosexual incomprendido que no encaja en la sociedad que le toca vivir.
El nexo común de todos es un piso que se encuentra en venta, este es el lugar de sus amoríos y vivencias, lo más relevante de la película es el juego del gato y el ratón que se crea entre ellos, ya que por unas circunstancias u otras todos poseen una llave, cada uno elije una habitación hasta que se acaban dando cuenta de la existencia del resto, quizás aquí estaba el truco pero es que la forma de platearlo y de contárnoslo es tan anodina que no acaba traspasando la pantalla, no llega al espectador.
Por supuesto que la pretensión del director es ofrecer su visión sobre las relaciones entre las personas, lo que ocurre es que no vemos nada anormal o a lo mejor soy yo y mi particular punto de vista los que no vemos nada destacable, incluso hay cosas difíciles de creer, lo que si parece demostrar es la deshumanización continua de las personas, tan solo pretendemos algo del que tenemos enfrente sin siquiera importarnos lo que es persona pueda contarnos o sentir.
TRONCHA
El caso es que lo que podemos ver en esta película es tan cotidiano que sinceramente se adentra en el campo del aburrimiento pero de largo, a lo que contribuye la escasez de diálogos, y esto para mi es algo bueno en un film, pero en este caso me parece que estropea más que ayuda, no se puede tener al espectador delante de una escena durante cuatro o cinco minutos cuando alguien mata un mosquito, se baña o simplemente se pone una crema hidratante en el rostro.
Se que sacado de contexto puede resultar aburrido pero les aseguro que no hay mucho más, el título realmente no se a que se refiere, ya que la historia versa sobre una especie de triángulo amoroso, perdón digo mal, un triángulo de relaciones entre dos hombres y una mujer, ella es May Lin (Kuei-Mei Yang) empleada de una inmobiliaria de aquí para allá continuamente y sin tiempo para si misma, Ah Jung (Chao-jung Chen) vendedor ambulante con bastante personalidad y que vive la vida al día y por último el sensible Hsiao kang (Kang-sheng Lee), homosexual incomprendido que no encaja en la sociedad que le toca vivir.
El nexo común de todos es un piso que se encuentra en venta, este es el lugar de sus amoríos y vivencias, lo más relevante de la película es el juego del gato y el ratón que se crea entre ellos, ya que por unas circunstancias u otras todos poseen una llave, cada uno elije una habitación hasta que se acaban dando cuenta de la existencia del resto, quizás aquí estaba el truco pero es que la forma de platearlo y de contárnoslo es tan anodina que no acaba traspasando la pantalla, no llega al espectador.
Por supuesto que la pretensión del director es ofrecer su visión sobre las relaciones entre las personas, lo que ocurre es que no vemos nada anormal o a lo mejor soy yo y mi particular punto de vista los que no vemos nada destacable, incluso hay cosas difíciles de creer, lo que si parece demostrar es la deshumanización continua de las personas, tan solo pretendemos algo del que tenemos enfrente sin siquiera importarnos lo que es persona pueda contarnos o sentir.
TRONCHA
6 comentarios:
Por lo que dice no creo que la vea, miedo me da. Y si le gusta lo cotidiano, le gustará Víctor Erice (me encanta El sol del membrillo) o Guerín (le recomiendo En construcción o Tren de sombras), directores que permanecen lo que haga falta con la visión de un plano, llegando a fantasear con las escenas de realidad. Y Kiarostami, con El sabor de las cerezas, que me cautivó (aunque mucha gente la aborrece y lo entiendo perfectamente). Y si ya las ha visto pues mejor para usted, o no. Un saludo!
Gracias primer hombre,algunas no las he visto y recibo de muy buen grado tu sugerencia, en l referente a mantener el plano el mejor bajo mi punto de vista era Dreyer, el mismo decía que cuando la extensión de la escena le parecía muy larga y los personajes no se habian movido un apice hacia que uno diera la vuelta a la silla para volver a sentarse y esto para romper la escena y que el espectador no perdiera la atención, un caso claro está en su película "Gertrud".
Saludos...
Es la película más aburrida de Tsai Ming Liang, aunque El río y What time is it there están bastante insufribles también.
De todos modos yo le tengo mucho respeto al hombre. Por ahí están I don't want to sleep alone y The hole que me parecen películas imponentes. Un tanto lentas, también, pero con imágenes poderosísimas.
Un abrazo!
Vaya, esta dde Tsai ming no la he visto, pero es cierto que el director no le ha pillado el punto al tempo de su cine, la mejor que he visto de el es Rebeldes del dios neón,
un saludo!
Cierto es que este tipo de cintas son muy peculiares. Me has hecho recordar un par de películas que ví en la edición anterior del Festival de cine de Las Palmas, ambas del mismo estilo, una es japonesa cuyo título es "Ai no yokan" (El rencimiento) y la otra fue la ganadora de la edición "Andarilho" de Brasil.
Tengo las críticas en Filmaffinity, a ver si las cuelgo en mi blog.
Saludos!
Siento disentir años después de este post. Esta peli de Tsai Ming Liang es extraordinaria, como todas sus pelis, algunas de ellas ya se han convertido en clásicos del mejor cine de la ultramodernidad.
No comparto para nada su comentario sobre que no se puede tener al espectador mucho tiempo en escenas donde las cosas no van al habitual ritmo cinematográfico o sentido narrativo, no sé en donde está escrito eso a fuego. Yo soy espectador, y a mí no me importa que me ofrezcan eso.
Ángel
Publicar un comentario