"Mad detective" de Johnny To
La premisa de la que hay que partir al empezar cualquier reseña de este director es que “To es dios”, sino no pongo por aquí uno que yo se me lo va a poner en el comentario de este post, con lo cual, ya lo pongo yo, una cosa es que lo escriba otra que lo opine, reconozco que me parece un buen director de cine con un uso muy inteligente de la cámara y de la intensidad de sus películas.
Pero debo decir que donde pienso que da completamente en el clavo es en el cine de triadas, el manejo de la acción, de los personajes, de los actores me resulta mucho más atractivo que en otros de sus trabajos que por otro lado no dejan de rebosar originalidad, de eso andan sobrados los realizadores asiáticos es algo que no me cabe duda en absoluto, aunque la oriental sea una mentalidad completamente distinta a la occidental, aquí parece que solo sabemos hacer remakes y adaptaciones de comics, mientras allá el enfoque es completamente distinto.
No es normal que podamos observar la realidad, o mejor dicho su realidad, a través de los ojos de un loco que sufre alucinaciones y que es capaz de ver las distintas personalidades que tiene cada individuo, este es el especial agente Bun (Ching Wan Lau) que utiliza los más rocambolescos métodos de investigación para dar con el culpable, aunque por supuesto él mismo no se reconoce como un tarado, simplemente esgrime a su favor que tiene un don que le distingue del resto y Dios le envía señales para que tome el camino correcto.
Después de que su mujer le abandonara parece que su locura no tiene límites incluso se inventa gente ficticia que tan solo él puede ver, con esto abandona la policía y tan solo es requerido por Ho (Andy On) al que se le ha asignado el caso de la desaparición de un compañero en el que no logra avanzar, quizás la problemática resida aquí, todos quieren algo de Bun, pero nadie se preocupa por su salud mental, es algo que es tan obvio y dan por hecho que prefieren ignorar para poder sacar provecho.
Me parece que la filmación carece de ritmo totalmente y culpa de ello es que desde un principio la historia está completamente liada hay que esperar que todo avance para ir sacando la punta de la madeja e ir deshaciendo tal embrollo pero es que cada vez la cosa está más liada hasta que se acaba comprendiendo el porque de ciertas escenas, cuando esto queda descubierto es cuando nos damos cuenta que lo que nos queda que es la investigación en si ya la hemos visto en muchas ocasiones anteriores.
El caso es que lo que podríamos llamar segunda parte de la película la pasamos sin pena ni gloria intentado llegar al final y ver como se soluciona todo, el final parece ser un homenaje a “Reservoir Dogs” (1992) de Quentin Tarantino, aunque la del excéntrico director estadounidense es muy superior a esta, me aventuro a decir que ni siquiera el director sabía como terminarla o esa sensación da en la última escena de todas.
Pero debo decir que donde pienso que da completamente en el clavo es en el cine de triadas, el manejo de la acción, de los personajes, de los actores me resulta mucho más atractivo que en otros de sus trabajos que por otro lado no dejan de rebosar originalidad, de eso andan sobrados los realizadores asiáticos es algo que no me cabe duda en absoluto, aunque la oriental sea una mentalidad completamente distinta a la occidental, aquí parece que solo sabemos hacer remakes y adaptaciones de comics, mientras allá el enfoque es completamente distinto.
No es normal que podamos observar la realidad, o mejor dicho su realidad, a través de los ojos de un loco que sufre alucinaciones y que es capaz de ver las distintas personalidades que tiene cada individuo, este es el especial agente Bun (Ching Wan Lau) que utiliza los más rocambolescos métodos de investigación para dar con el culpable, aunque por supuesto él mismo no se reconoce como un tarado, simplemente esgrime a su favor que tiene un don que le distingue del resto y Dios le envía señales para que tome el camino correcto.
Después de que su mujer le abandonara parece que su locura no tiene límites incluso se inventa gente ficticia que tan solo él puede ver, con esto abandona la policía y tan solo es requerido por Ho (Andy On) al que se le ha asignado el caso de la desaparición de un compañero en el que no logra avanzar, quizás la problemática resida aquí, todos quieren algo de Bun, pero nadie se preocupa por su salud mental, es algo que es tan obvio y dan por hecho que prefieren ignorar para poder sacar provecho.
Me parece que la filmación carece de ritmo totalmente y culpa de ello es que desde un principio la historia está completamente liada hay que esperar que todo avance para ir sacando la punta de la madeja e ir deshaciendo tal embrollo pero es que cada vez la cosa está más liada hasta que se acaba comprendiendo el porque de ciertas escenas, cuando esto queda descubierto es cuando nos damos cuenta que lo que nos queda que es la investigación en si ya la hemos visto en muchas ocasiones anteriores.
El caso es que lo que podríamos llamar segunda parte de la película la pasamos sin pena ni gloria intentado llegar al final y ver como se soluciona todo, el final parece ser un homenaje a “Reservoir Dogs” (1992) de Quentin Tarantino, aunque la del excéntrico director estadounidense es muy superior a esta, me aventuro a decir que ni siquiera el director sabía como terminarla o esa sensación da en la última escena de todas.
TRONCHA
3 comentarios:
To es Dios
:D
La tengo guardada en uno de mis estantes. Por lo menos, hasta el momento, las películas de To que he visto me han parecido bastante buenas.
Saludos.
Esta no es la mejor de To, tiene sus puntos buenos y malos, aunque quizás par aentender los puntos "malos" se deba ser muy aficionado al cine de Hong Kong, ya que el cine de acción que se rueda por allí tiene sus carencias de fondo, sobre todo en lo que comentas de los lios del guión y demás (a los hongkoneses muchas veces les importa más la acción que lo que lleva a ella, y les da igual retocar el guión sobre la marcha en función de como vayan viendo la cosa).
Aún así esta cinta representa la reunión de To y Wai Ka Fai, y eso ya es un punto a favor, además está Lau Ching Wan, que no se si es porque me encanta, hace un papel excelente, bueno hasta en su sobreactuación jejeje.
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