"De andere jungue" (El otro) de Volker Einrauch
Bueno la verdad es que cuando me entero que hay algún festival de cine o acontecimiento similar, me preocupo por ver al menos la programación del mismo, ya que en mi ciudad Madrid nadie ha creado todavía uno de cierta relevancia, es algo que no encuentro explicable, pero aunque me disguste es una realidad, pues el caso es que me gusta ver lo que hay porque casi siempre son cosas inéditas, pero claro eso no implica que sean buenas.
Siendo directos y sin tapujos las interpretaciones son el mayor problema de la película, porque realmente no tiene mucho más, da la sensación que el director pretende llenar la obra con tintes dramáticos, pero es algo que no consigue, las caras, los gestos de los actores no nos transmiten eso, estamos ante un guión de lo más normal no nos cuenta nada nuevo y encima con el problema descrito anteriormente de los actores, esto hace que estemos ante nada, ante una historia totalmente plana.
Ni siquiera que la historia trate sobre como encubrir un asesinato añade fuerza a la narración, no somos capaces de tensionarnos en ningún momento, no transciende nada a través de la pantalla, la película tiene prácticamente una total carencia de música, como si se le quisiera dar un realismo añadido pero que no produce el efecto deseado, no nos creemos nada, si que puede ser una situación que se de en nuestras vidas cotidianas, pero la forma de contarla nos hace que la veamos lejos de ellas.
El director pretende jugar con la dualidad de los personajes que encarnan los padres Jakob (Christian Berkel) borracho, vividor que no consigue mantener un empleo por un largo período, pero que en el fondo resulta ser una buena persona que vive dentro de los parámetros que la ley y la sociedad dictan, por otro lado Winnie (Peter Lohmeyer) honrado y trabajador padre de familia que lleva catorce años dentro de la empresa y que aparentemente representa al perfecto padre de familia pero que esconde un secreto inconfesable que no le hace ser tan bueno como a ojos de los demás aparenta.
El film trata el tan actual problema de las agresiones de los niños en los colegios y la ceguera que muchos padres tienen respecto a estas situaciones, realmente la historia parte de aquí, pero esto se va perdiendo por el camino, como tantas otras cosas y el poder perfilar de mejor manera a todos los personajes que quedan deslavazados en todas sus apariciones y para muestra el de Robert (Willi Gerk).
Siendo directos y sin tapujos las interpretaciones son el mayor problema de la película, porque realmente no tiene mucho más, da la sensación que el director pretende llenar la obra con tintes dramáticos, pero es algo que no consigue, las caras, los gestos de los actores no nos transmiten eso, estamos ante un guión de lo más normal no nos cuenta nada nuevo y encima con el problema descrito anteriormente de los actores, esto hace que estemos ante nada, ante una historia totalmente plana.
Ni siquiera que la historia trate sobre como encubrir un asesinato añade fuerza a la narración, no somos capaces de tensionarnos en ningún momento, no transciende nada a través de la pantalla, la película tiene prácticamente una total carencia de música, como si se le quisiera dar un realismo añadido pero que no produce el efecto deseado, no nos creemos nada, si que puede ser una situación que se de en nuestras vidas cotidianas, pero la forma de contarla nos hace que la veamos lejos de ellas.
El director pretende jugar con la dualidad de los personajes que encarnan los padres Jakob (Christian Berkel) borracho, vividor que no consigue mantener un empleo por un largo período, pero que en el fondo resulta ser una buena persona que vive dentro de los parámetros que la ley y la sociedad dictan, por otro lado Winnie (Peter Lohmeyer) honrado y trabajador padre de familia que lleva catorce años dentro de la empresa y que aparentemente representa al perfecto padre de familia pero que esconde un secreto inconfesable que no le hace ser tan bueno como a ojos de los demás aparenta.
El film trata el tan actual problema de las agresiones de los niños en los colegios y la ceguera que muchos padres tienen respecto a estas situaciones, realmente la historia parte de aquí, pero esto se va perdiendo por el camino, como tantas otras cosas y el poder perfilar de mejor manera a todos los personajes que quedan deslavazados en todas sus apariciones y para muestra el de Robert (Willi Gerk).
TRONCHA
2 comentarios:
Tienes toda la razón con lo de que en Madrid no haya ningún festival decente, es una verguenza, si te gusta el cine oriental te puedes pasar por la Casa de Asia todos los viernes, tiene muy buena programación...
El gran problema de la casa Asia en Madrid es que la sala de proyecciones es de lo más incomodo que hay y mucha gente llega tarde, como es gratis.
Los viernes son un dia problemático para mi, pero gracias por la sugerencia.
Saludos...
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