"13 Tzameti" de Géla Babluani
Hay situaciones complicadas en la vida a veces nuestra vida está tan hundida en la normalidad y la monotonía que acabamos anquilosándonos en ella, perdiendo los ambiciosos referentes de épocas antaño juveniles y simplemente dejándonos llevar por los acontecimientos y actos que nos rodean, siempre he sido de la opinión que siempre es mejor arrepentirse de lo que uno hace que de lo que evitó hacer porque si se toma esta última opción probablemente estemos preguntándonos el resto de nuestra existencia que hubiera ocurrido si hubiéramos dado ese paso.
El protagonista del film Sebastiane (George Babluani) no queda indiferente ante esta posible cuestión, el si que sabe lo que se experimenta cuando una persona se ubica ante una situación extrema en la que la vida depende de uno mismo y en muchísima medida de la suerte, ese concepto fácil de definir pero complicado de aprehender, algo que está ahí pero que nadie ha visto nunca y que te coje y te deja cuando más te hace falta quedándote con el culo al aire en la ocasión menos esperada.
La textura y estética del film son excepcionales, el rodaje se ha hecho en blanco y negro, algo que siempre defiendo desde aquí ya que ese mundo de contrastes que nos muestra esta técnica viene muy bien para describir el entorno donde se desarrolla toda la acción, este es un mundo de extremos, aquí no valen las medias tintas, o te conviertes en héroe o eres un don nadie o más bien no eres siquiera nada, por esto el blanco y negro ayuda ala intensidad narrativa como indicaba con anterioridad.
La producción tiene un momento álgido al que llegamos a través de los preámbulos que son muy poco interesantes todo hay que decirlo y que al director le interesan más bien poco ya que no los desarrolla demasiado, simplemente obtenemos pistas de algo que vamos a ser testigos y entonces ¡zas! estamos dentro del juego, la adrenalina ya ha tomado sitio preferente y nos va a hacer tomar partido por uno de los participantes, sin darnos cuenta hemos sido abducidos y gritamos a favor de Sebastiane.
Al igual que en otros ejemplos cinematográficos la narración y la interpretación se sacrifican a favor de la intensidad de la acción, este es uno de esos ejemplos claros, es lo que definiría una película “bressoniana”, los actores da igual quienes sean no importan solo interesa donde y en que están metidos, una vez más vemos uno de los entretenimientos de los que son capaces la gente rica, la que ya tiene todo y que nada le divierte sino es tener la sensación de la posesión en sus manos del destino de los demás.
Prepárense a vivir momentos reales de tensión si tienen la paciencia de aguantar el principio, donde observamos una vez más a una estúpida unidad de policía que nada soluciona y una historia que por supuesto no puedo desvelarles ya que si descubriera el secreto de la trama, les dejaría sin un agradable encogimiento de estómago y algún sudor que otro.
El protagonista del film Sebastiane (George Babluani) no queda indiferente ante esta posible cuestión, el si que sabe lo que se experimenta cuando una persona se ubica ante una situación extrema en la que la vida depende de uno mismo y en muchísima medida de la suerte, ese concepto fácil de definir pero complicado de aprehender, algo que está ahí pero que nadie ha visto nunca y que te coje y te deja cuando más te hace falta quedándote con el culo al aire en la ocasión menos esperada.
La textura y estética del film son excepcionales, el rodaje se ha hecho en blanco y negro, algo que siempre defiendo desde aquí ya que ese mundo de contrastes que nos muestra esta técnica viene muy bien para describir el entorno donde se desarrolla toda la acción, este es un mundo de extremos, aquí no valen las medias tintas, o te conviertes en héroe o eres un don nadie o más bien no eres siquiera nada, por esto el blanco y negro ayuda ala intensidad narrativa como indicaba con anterioridad.
La producción tiene un momento álgido al que llegamos a través de los preámbulos que son muy poco interesantes todo hay que decirlo y que al director le interesan más bien poco ya que no los desarrolla demasiado, simplemente obtenemos pistas de algo que vamos a ser testigos y entonces ¡zas! estamos dentro del juego, la adrenalina ya ha tomado sitio preferente y nos va a hacer tomar partido por uno de los participantes, sin darnos cuenta hemos sido abducidos y gritamos a favor de Sebastiane.
Al igual que en otros ejemplos cinematográficos la narración y la interpretación se sacrifican a favor de la intensidad de la acción, este es uno de esos ejemplos claros, es lo que definiría una película “bressoniana”, los actores da igual quienes sean no importan solo interesa donde y en que están metidos, una vez más vemos uno de los entretenimientos de los que son capaces la gente rica, la que ya tiene todo y que nada le divierte sino es tener la sensación de la posesión en sus manos del destino de los demás.
Prepárense a vivir momentos reales de tensión si tienen la paciencia de aguantar el principio, donde observamos una vez más a una estúpida unidad de policía que nada soluciona y una historia que por supuesto no puedo desvelarles ya que si descubriera el secreto de la trama, les dejaría sin un agradable encogimiento de estómago y algún sudor que otro.
TRONCHA
4 comentarios:
Es cierto, es una película sorprendente que, después de su largo principio, da un cambio radical en el tono del metraje y, a partir de aquí, el guión toma cuerpo para adentrarse en una historia inquietante. A mí me recuerda un poco el estilo del cine francés de principios de los 70, con mezclas de cine soviético. Y esas tomas pegadas a las caras de los personajes, en primer plano, que le dan un tono turbador a la vez que agresivo... me encantó este film.
Un saludo, Troncha.
Ahora tendré que verla después de esta crítica me he quedado con las ganas.
Un saludo
La ruleta rusa me recordó a las secuencias magistrales de "El cazador" de Cimino, aunque claro, en 13 tzameti éstas son mucho más largas y se mantiene una tensión más brutal si cabe.
La película da un vuelco radical y repentino, como si algunos momentos de la parte inicial hubieran sido colocados como relleno, aumentando así la duración total del metraje, que por otro lado creo recordar que no es muy largo. Tal y como comenta Babel, a mí también me encantaron ese tipo de planos tan turbadores además de la estética general del film.
Saludos
Este comentario concuerda con otros que había leido anteriormente. Definitivamente me han dado ganas de darle un visionado.
Saludos.
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