"Las mujeres de verdad tienen curvas" de Patricia Cardoso
Nunca me han gustado los extremos en nada, aunque a veces debo reconocer que yo mismo llego a posiciones extremas en cuanto a pensamiento y acción, pero considero que la verdadera virtud, como decía la frase, se encuentra en el término medio, por tanto mi actitud hacia este film al principio era de recelo, me hablaba el título que se antojaba bastante predecible de lo que iba a ver, la directora era un mujer y la que eligió su visionado era mi esposa, incluso me la había recomendado una compañera de trabajo, con lo que allí me vi, contra las tablas y tanta mujer frente a mi.
La cosa empieza despistando al menos ya que estamos ante una película que refleja el modo de vida de los “espaldas mojadas”, osease de los que cruzan la frontera entre México y USA buscando una vida al menos razonable, y si no es así al menos la oportunidad de cambiar la que tienen, seremos protagonistas del mejor ejemplo de spanglish que he visto en una película pero que me parece muy bien utilizado para dar contexto a la historia.
Como se puede entrever por mis palabras anteriores, la historia narra una lucha constante por ser personas normales y corrientes, algo que el resto vemos con total indiferencia porque damos por hecho si encima eres mujer en algunas sociedades, esto lo complicado todo porque la lucha a veces se convierte en batalla, todo esto es lo que representa nuestra humilde protagonista Ana (America Ferrera) que no para de luchar contra su propia madre Carmen (Lupe Ontiveros) su peor enemigo, la que representa las antiguas costumbres y su anticuada forma de ver la vida.
El largometraje puede parecer del todo feminista, pero mi opinión no es esa, bajo mi punto de vista es una declaración de intenciones por parte de la directora, que en ocasiones roza la línea documental, pero que no se porque extrañas circunstancias no deja mal parados a los hombres, este tratamiento me parece acertado y como decía antes bastante virtuoso, la protagonista donde menos problemas encuentra y donde de verdad se siente realizada y con los hombres de su entornos ya sean de la familia o no, insisto esto se me hace bastante significativo cuando se están narrando sobre todo historias de mujeres en un mundo de mujeres.
Dentro de lo serio que nos pueda parecer todo el entorno y el clima que pueda desarrollar la producción hay distintas gotas de comicidad que de vez en cuando salpican la narración y que se agradecen, sobre todo de ellas destaco la escena del taller en la que todas las integrantes acaban en ropa interior, ante el estupor de la estricta e incomprensible doña Carmen, viene a ser como el triunfo de la mujer liberada sobre las costumbres anquilosadas en el pasado. Un triunfo del optimismo que rebosa esta película por los cuatro costados.
La cosa empieza despistando al menos ya que estamos ante una película que refleja el modo de vida de los “espaldas mojadas”, osease de los que cruzan la frontera entre México y USA buscando una vida al menos razonable, y si no es así al menos la oportunidad de cambiar la que tienen, seremos protagonistas del mejor ejemplo de spanglish que he visto en una película pero que me parece muy bien utilizado para dar contexto a la historia.
Como se puede entrever por mis palabras anteriores, la historia narra una lucha constante por ser personas normales y corrientes, algo que el resto vemos con total indiferencia porque damos por hecho si encima eres mujer en algunas sociedades, esto lo complicado todo porque la lucha a veces se convierte en batalla, todo esto es lo que representa nuestra humilde protagonista Ana (America Ferrera) que no para de luchar contra su propia madre Carmen (Lupe Ontiveros) su peor enemigo, la que representa las antiguas costumbres y su anticuada forma de ver la vida.
El largometraje puede parecer del todo feminista, pero mi opinión no es esa, bajo mi punto de vista es una declaración de intenciones por parte de la directora, que en ocasiones roza la línea documental, pero que no se porque extrañas circunstancias no deja mal parados a los hombres, este tratamiento me parece acertado y como decía antes bastante virtuoso, la protagonista donde menos problemas encuentra y donde de verdad se siente realizada y con los hombres de su entornos ya sean de la familia o no, insisto esto se me hace bastante significativo cuando se están narrando sobre todo historias de mujeres en un mundo de mujeres.
Dentro de lo serio que nos pueda parecer todo el entorno y el clima que pueda desarrollar la producción hay distintas gotas de comicidad que de vez en cuando salpican la narración y que se agradecen, sobre todo de ellas destaco la escena del taller en la que todas las integrantes acaban en ropa interior, ante el estupor de la estricta e incomprensible doña Carmen, viene a ser como el triunfo de la mujer liberada sobre las costumbres anquilosadas en el pasado. Un triunfo del optimismo que rebosa esta película por los cuatro costados.
TRONCHA
2 comentarios:
sabes si hay algun sitio de donde pueda descargarse esta peli??
saludos
gracias
Una interesante propuesta, lástima que América Ferrara no siguió con esa línea! Saludos!!
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