"The wall" de Alan Parker
El mundo del cine en general y en particular el de las películas a veces es complicado, sobre todo a la hora de decidir el género de algunas producciones. Este que ahora mismo nos ocupa sería uno de estos ejemplos, donde mejor encajaría podría ser en la variedad de los musicales, alguien podría decir que no es así, pero a mi así me lo parece. Tampoco se puede negar que tenga ciertos tintes dramáticos pero lo que prima sobre el resto de las cosas es la música, toda ella extraída del álbum de la banda Pink Floyd con el mismo nombre que el film y que los de Cambridge habían publicado con enorme éxito tres años antes (1979).
The wall no contiene una historia normal, por dejarla un poco al margen de la generalidad se puede decir que la misma está contada prácticamente en un continuo flash back. Pink (Bob Geldof) es el protagonista de la misma, una estrella del rock que a pesar de su éxito vive marcado por su infancia. Con muy pocos diálogos Parker es capaz de ponernos en situación y descubrir la carencia de afecto que sufre nuestro principal debido a la carencia de la figura paterna, muerto en la segunda gran contienda.
El soporte musical sirve para que la narración se torne más metafórica si cabe, acompañado por imágenes de animación que de vez en cuando irrumpen en el film. Todo esto hace que el espectador piense que está en ocasiones ante un videoclip más que una película. La mezcla entre drama, música y animación hacen de este un trabajo único, que incluso pasado el tiempo se haya convertido en un icono para toda una generación.
Aun siendo el principal la música el puntal donde se sustenta todo, el realizador lo que realmente pretende es denunciar la sociedad que le rodea. El muro que se ha creado en cualquier civilización y que hace que el individuo acabe alienándose entre sus muros. Parker propone que nos levantemos de nuestro sillón e intentemos derribar dicho muro. Inclusive alguien podría pensar que es una alusión directa al muro que separaba las dos Alemanias en el momento de la realización de la película; puede que no anden demasiado descaminados.
Hay que pensar que este trabajo no es quizás para todos los estómagos, puede que haya gente que ni siquiera entienda o quiera entender la metáfora total de la historia. Lo que si que no se puede negar es que se convierte en un ejemplo único que merece la pena, tanto para personas que conozcan aquella época en la que se confeccionó, como el que quiera aprender más de aquella particular década de los ochenta.
TRONCHA
The wall no contiene una historia normal, por dejarla un poco al margen de la generalidad se puede decir que la misma está contada prácticamente en un continuo flash back. Pink (Bob Geldof) es el protagonista de la misma, una estrella del rock que a pesar de su éxito vive marcado por su infancia. Con muy pocos diálogos Parker es capaz de ponernos en situación y descubrir la carencia de afecto que sufre nuestro principal debido a la carencia de la figura paterna, muerto en la segunda gran contienda.
El soporte musical sirve para que la narración se torne más metafórica si cabe, acompañado por imágenes de animación que de vez en cuando irrumpen en el film. Todo esto hace que el espectador piense que está en ocasiones ante un videoclip más que una película. La mezcla entre drama, música y animación hacen de este un trabajo único, que incluso pasado el tiempo se haya convertido en un icono para toda una generación.
Aun siendo el principal la música el puntal donde se sustenta todo, el realizador lo que realmente pretende es denunciar la sociedad que le rodea. El muro que se ha creado en cualquier civilización y que hace que el individuo acabe alienándose entre sus muros. Parker propone que nos levantemos de nuestro sillón e intentemos derribar dicho muro. Inclusive alguien podría pensar que es una alusión directa al muro que separaba las dos Alemanias en el momento de la realización de la película; puede que no anden demasiado descaminados.
Hay que pensar que este trabajo no es quizás para todos los estómagos, puede que haya gente que ni siquiera entienda o quiera entender la metáfora total de la historia. Lo que si que no se puede negar es que se convierte en un ejemplo único que merece la pena, tanto para personas que conozcan aquella época en la que se confeccionó, como el que quiera aprender más de aquella particular década de los ochenta.
TRONCHA
3 comentarios:
Algunos hechos de la película son autobiográficos de lo sucedido a Roger Waters: la pérdida del padre en la guerra
Lo del Otro Ladrillo es la revancha de Waters contra la brutal educación en los colegios ingleses (un hecho que no ha perdido actualidad en todas partes)
El resto son temas comunes de Puink Floyd: el aislamiento,la locura,la represión, la falta de comunicación, etc
Hay cosas que se muestran que hacen pensar en su primer vocalista Syd Barret y su abuso
con las drogas
Otras no sabemos porque los Pink Floyd son muy reservados con su vida privada
Lo demás que no se entiende en el film sería una serie de alucinaciones del personaeje y mezcladas con sus recuerdos.
Se puede discutir largo y tendo sobre la película...
El final es desconcertante aunque puede referirse a la liberación del personaje y a una nueva vida o que sé yo...
Saludos
Seguro que tiene mucha miga y es de esas películas o experimentos en los que te quedas pensando días y días después de verla. La conseguiré. Gracias!
A pesar de que tiene ideas interesantes no me gusta mucho esta película y eso que el grupo pink floyd es de mis favoritos. Las películas de grupos musicales no me suelen gustar creo que uno de los primeros en hacer eso fue Frank Zappa con 200 motels, que no he visto de aquella manera ya que no hay sub en español, la de pink floyd tiene una historia muy parecida a la de Tommy de The Who que tampoco me entusiasma a pesar de la música y los excelentes actores
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