"G-force" de Hoyt Yeatman
You can read this text translated into english at: G-force
Lo de que el cine de niños se ha convertido en un negocio, cada vez está más claro, interesa hacer una película que cueste lo menos posible, que si estamos hablando de animación ya no es poco, porque las horas que se necesitan frente al ordenador son unas cuantas. Y que lleve a toda la familia porque claro el crío no va solo, mínimo le acompaña un adulto lo que garantiza una entrada más para la inversión .Justo es decir que queda bien, que como producto es vistoso, este mundo cada vez avanza más y con ello la calidad aumenta, pero esto no es suficiente para una película. No solo de dibujos vive el cine de animación, o al menos así debería ser.
Un largometraje es algo más que buenos gráficos, tiene muchos más elementos que si fallan de forma estrepitosa tiran el producto global abajo. Si se me permite la expresión G-Force es otra americanada más y son unas cuantas, parece ser que los lumbreras de turno piensan que si empiezan desde los de menos edad, se acabarán asegurando a estos para el futuro cuando sean adultos. El caso es que por enésima vez el mundo está en peligro y claro quien mejor que los señores USA para salvar al resto de la humanidad.
Pero claro la vuelta de tuerca del tornillo de la originalidad viene ahora, no son unos cuantos humanos ni un superhombre el que lo hace, son unas cobayas, esos animalitos que sufren y mueren a miles en los laboratorios de nuestro siglo. Al parecer han querido rendirles una especie de homenaje en el que se ha pretendido demostrar que son capaces de muchos más que contraer enfermedades metidos entre barrotes.
En serio porque nos someten a esta tortura directa a los padres e indirecta a los hijos, porque lo complican encima con nombres enrevesados que los infantes no logran retener, porque siempre siempre utilizan los mismos chistes fáciles y continuas referencias a otras películas. No voy a entrar en la inexistencia de guión o la mala calidad del mismo porque de verdad que me canso, estos casos me hacen plantearme en un futuro si escribiré (por tanto perdiendo el tiempo) sobre trabajos de tan baja calidad.
Un largometraje es algo más que buenos gráficos, tiene muchos más elementos que si fallan de forma estrepitosa tiran el producto global abajo. Si se me permite la expresión G-Force es otra americanada más y son unas cuantas, parece ser que los lumbreras de turno piensan que si empiezan desde los de menos edad, se acabarán asegurando a estos para el futuro cuando sean adultos. El caso es que por enésima vez el mundo está en peligro y claro quien mejor que los señores USA para salvar al resto de la humanidad.
Pero claro la vuelta de tuerca del tornillo de la originalidad viene ahora, no son unos cuantos humanos ni un superhombre el que lo hace, son unas cobayas, esos animalitos que sufren y mueren a miles en los laboratorios de nuestro siglo. Al parecer han querido rendirles una especie de homenaje en el que se ha pretendido demostrar que son capaces de muchos más que contraer enfermedades metidos entre barrotes.
En serio porque nos someten a esta tortura directa a los padres e indirecta a los hijos, porque lo complican encima con nombres enrevesados que los infantes no logran retener, porque siempre siempre utilizan los mismos chistes fáciles y continuas referencias a otras películas. No voy a entrar en la inexistencia de guión o la mala calidad del mismo porque de verdad que me canso, estos casos me hacen plantearme en un futuro si escribiré (por tanto perdiendo el tiempo) sobre trabajos de tan baja calidad.
TRONCHA
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