[Inicio][Noticias] [Cine][Concursos] [Libros] [Relatos literarios]
[Listado de directores][Listado de escritores][Colecciones Novela Negra][Festivales de cine]

viernes, 29 de agosto de 2008

"Corto Maltés" de Pascal Morelli

Siempre había tenido curiosidad por el personaje de comic creado por Hugo Pratt, de vez en cuando aparecía por mis manos algún trabajo de él y siempre lo leía, las aventuras gráficas siempre me han gustado y por supuesto lo siguen haciendo, cuando me enteré hace ya tiempo que se había rodado una película sobre tan peculiar caballero me interesé por verla, sobre todo por ver en que grado esta era fiel al comic original y en honor a la verdad debo decir que me lo parece bastante.

Supongo que una mención especial merece la figura del personaje en si, todo un caballero, que goza de ciertos privilegios por ser ciudadano británico debido a su ascendencia paterna, aunque alguno nuestro tiene ya que el nacimiento de su madre se localiza en Sevilla, trotamundos por excelencia, recorre todo el mundo de su época por unas circunstancias u otras, encontrándose así con grandes personajes de la segunda década de principios del siglo pasado. Valiente, audaz, pendenciero, pícaro, pirata, educado, sensible y a la vez con un alto grado de dureza parece de personalidad inalterable ante lo que sucede delante de sus ojos.

La película versa sobre una de las múltiples aventuras de las que nuestro protagonista ha vivido, por supuesto en formato de animación, nuestro héroe se desenvuelve por tierras siberianas durante la convulsa revolución rusa, acompañado por su peculiar amigo Rasputín y conducidos por una sociedad secreta de mujeres, denominada las linternas rojas, es curioso como proliferan continuamente las sociedades secretas vayan por donde vayan los personajes.

La película mantiene una línea narrativa muy similar a la del comic, un tempo muy sosegado, sin grandes picos en cuanto a la intensidad, por supuesto que esta se incrementa durante algunas escenas de acción pero aun así no llega a quebrantarse la elegancia que desprende el marinero nacido en La Valetta (Malta), incluso podemos ver una especie de respeto y de código de honor entre los truhanes que se cruzan de aquí y de allá, conservando a veces viejas amistades que incluso llegan a salvar vidas.

El caso es que el film me parece bastante interesante y agradable de ver, quizás el problema resida en que el guión es un poco revirado, hay acciones y tramas que no llegan a desarrollarse del todo y que acaban complicando la explicación de lo que estamos viendo, además hay aspectos, detalles pequeños que no encajan, son anacrónicos y no están dentro de su tiempo, por supuesto que hablamos de ficción, pero esta tiene una gran base histórica que a veces se ve transgredida.

TRONCHA

miércoles, 27 de agosto de 2008

"Speed racer" de Andy Wachowski y Larry Wachowski

Se a lo que voy cada vez que elijo ir al cine con mi pequeño y ver una película, tengo en todo momento muy presente que el que principalmente tiene que divertirse es él porque sino mal andamos, el caso es que después de ver esto no tengo ya tan claro si mi pretensión era la misma que la de estos dos particulares y excéntricos hermanos directores de cine, porque juro que hubo bastantes momentos donde me tuve que aplicar a la hora de explicar a mi vástago por donde iba la historia de la película.

Habría que tener en cuenta que las historias deberían ser mucho más sencillas que las que nos proponen, los menores poco saben de acciones y control de empresas y corporaciones, y con esto para nada me quiero erigir en un conocedor del tema, porque reconozco que hubo momentos en que yo también me perdí, pero claro tampoco me interesaba demasiado reencontrarme, ya había perdido el poco interés que tuviera sobre lo que estaba viendo.

La estética me parece buena, bastante original en un mundo muy pop en la que parece que estamos dentro de un videojuego además de forma literal, todo parece diseñado para dar esa sensación, además es muy colorista, la policromía utilizada resulta muy chillona, pero de alguna manera no se desafina del todo, cuando estamos con la familia hay momentos que parece que va a salir de cualquier rincón Super Mario Bros y cuando vemos las carreras parece que estamos ante uno de los múltiples anuncios que invaden la televisión en Navidad de las empresas Hot Wheels y Micro Machines.

Este espíritu que acabo de describir me parece el correcto para los pequeños, un mundo imaginario donde ellos se puedan desenvolver perfectamente y sobre todo creérselo, aunque sea dentro de una estética bastante pop, el error es que nos han querido expresar tantas cosas sobre el mundo de las carreras a través de quien de una manera u otra acaba manipulándolas y todo esto a base de interminables diálogos que nos sumen en el más arduo de los sopores.

Además la estructura de la película ayuda más bien poco, ay que continuamente estamos viviendo flash-backs, así sin más muchos de ellos y sin avisar con lo que no sabemos si nos encontramos en el pasado o en el presente, aunque llegando cierta altura de la narración, eso nos da absolutamente igual, tan solo nos dedicamos a observar las diabólicas carreras de autos, que nos hacen pensar donde andarán aquellos maravillosos y entretenidos autos locos con Pier Nodoyuna, Pedro Bello, Penelope Glamour, Los hermanos Macana, el espantomóvil, el profesor Lokovich y alguno más que no recuerdo.
TRONCHA

lunes, 25 de agosto de 2008

"Borat" de Larry Charles

A veces cuando no tengo ninguna orientación, antes de buscar la opinión de alguien miro en el imdb (internet movie database) la calificación de alguna película, no es algo infalible por supuesto, pero si que da nos muestra como cada producto es considerado en una o en otra punta del globo terráqueo, está claro que los condicionantes culturales, geográficos, sociales incluso ambientales, condicionan toda nuestra forma de ser, en una palabra nuestro entorno, la mejor conclusión que saqué es que esta película no pertenece a un entorno mediterráneo ya que su humor encaja poco con nuestra forma de ser.

Nada más ponerme a verla no sabría decirles cual fue mi sensación, supongo que la de estupor más que de vergüenza, aunque debo de reconocerles que algo de lo segundo había, Borat Sagdiyev (Sacha Baron Cohen) es reportero de la televisión de Kazajistán y viaja a USA para conocer el estilo de vida de sus habitantes, todo está rodado en un falso documental de provocación absoluta en determinadas situaciones, supone una grotesca burla de si mismos con cierto tono de crítica más bien velado.

El caso es que el film en mi opinión tiene muy pocos momentos interesantes, nos damos cuenta rápidamente que es una formula similar a la que ya hizo el sesgado Michael Moore en trabajos anteriores, quizás Borat es más provocador aun, buscando la comicidad de sus acciones, pero es que el sentido del humor es muy relativo y sobre todo como indicaba con anterioridad depende mucho de las latitudes donde nos movamos, pues como que no va a hacernos demasiada gracia.

Además todos los chistes son de carácter sexual, algo que no me parece desagradable en si, admito chistes de todo tipo, incluso de mi mismo porque no, pero la reiterada repetición de los mismos los hace tediosos y por supuesto faltos de garbo, además hay escenas que son bastante desagradables, están dentro del mal gusto de lleno y la verdad es que se hacen insoportables, poco más que decir sobre este intento de bizarrez que parece que solo da resultado en su país de origen.

Tan solo indicar que lo único que nos demuestra este trabajo es que la manera de pensar de la sociedad americana en su generalidad es la que siempre tenemos presente, la del lema “A Dios rogando y con el mazo dando”, gente que le preocupa un bledo sus semejantes y que tan solo son fachada, un país repleto de incultura y prejuicios que nos quieren vender como modélico y a fe que lo consiguen porque cada vez que pasa el tiempo me doy cuenta que por desgracia la sociedad donde vivo se va pareciendo más a esta americana que no soporto.

TRONCHA

viernes, 22 de agosto de 2008

"Desenlace final" (Thriller - en grym film ) de Bo Arne Vibenius

Cuando empezaba a tener uso de razón, o al menos cuando yo pensaba que lo tenía porque ni ahora mismo se si llego a tenerla, en nuestro país se hacían una serie de películas que pretendían contrastar nuestro tipo de vida con el de los países nórdicos, era aquella época llamada landismo donde llegaban las liberadas suecas a nuestros país a gozar de todos los placeres posibles, viendo esta película que data de aquella época y es sueca doy fe de esa liberación.

Es una película realmente sin cortapisas, que muestra todo literal, sin complejos, lo malo no es que nos muestre todo como lo hace, lo malo es que la narración es bastante mala, lo personajes no tienen ningún desarrollo, ni siquiera la acción, de repente las escenas van saltando de unas a otras y para colmo de males la calidad de la grabación no es que sea un dechado de medios.

Madeleine (Christina Lindberg) es arrancada del seno familiar mediante un engaño que la hace depender de un proxeneta, Tony (Heinz Hopf) un hombre sin escrúpulos que la domina y obliga a prostituirse, cuando hablo de esto último es literal, el director nos va a deleitar varias escenas de sexo de lo más variado pero en primer plano como si de una película porno se tratara, con todo lujo de detalles, eso si, tratado con muy poco gusto y hasta si me apuran desagradable.

La línea temporal que pretende mantener la narración se altera continuamente lo que la hace poco creíble la consecución de escenas más bien repetitivas en las que nuestra protagonista se prepara para sublimar su venganza sobre los que la han tratado como a un despojo, por supuesto que el dinero no daba para más pero parece que hay otras soluciones que se hubieran podido emplear para obtener un mejor resultado.

Se utiliza una técnica innovadora pero al mismo tiempo fallida, como son las muertes y peleas a cámara superlenta, lo que las alarga demasiado y las hace inconsistentes, sin interés alguno, también influye el que están bastante mal interpretadas, con lo que se junta todo, el final de la película es un despliegue de efectos especiales de los más baratillos e increíbles que se hayan visto, en general la parte final no tiene desperdicio en cuanto a bizarrez, incluso a cierto humor negro que nos arranca la sonrisa al menos.
TRONCHA

miércoles, 20 de agosto de 2008

"Código 46" de Michael Winterbottom

Siempre he pensado que uno de los motivos por los que me ha gustado la ciencia ficción es porque siempre me ha gustado imaginar como sería nuestro mundo dentro de muchos años, más que nada imaginarlo porque por supuesto no llegaré a vivirlo obviamente, me intento introducir en ese entorno para ver si me lo creo, si realmente fuera factible que el mundo en el que vivimos desembocara en lo que me están contando.

En este caso la historia no llega a engancharnos en absoluto, no queremos ser protagonistas de una historia de amor descafeinada que ni siquiera los propios protagonistas de la misma se creen y esto claro influye en el resultado importándonos muy poco lo que les ocurra, nuestro interés principal reside en como les pasa lo que les pasa y donde.

Tan interesantes me resultan los aspectos del film que a partir de ahora basaré mi reseña en ellos ante mi falta de interés por la narración en si, para empezar hay que decir que el código 46 es inviolable en un mundo tan férreamente vigilado no existe la posibilidad de que dos individuos que tengan en común el 25, 50 ó 100% de sus genes no pueden mantener contacto si esto fuera así inmediatamente debería ser denunciado y el estado tomaría cartas en el asunto aplicando las medidas oportunas.

Por llamarlo de alguna manera hay dos mundos, o más bien dos tipos de él, el de adentro y el de afuera, el primero supone el orden y lo supuestamente correcto pero a base de la constante vigilancia y el cumplimiento estricto de unas normas que te garantizan la felicidad, el otro es el mundo normal el que ahora vivimos o más bien el que vivirán generaciones futuras, altas cotas de paro y gente concentrada en extrarradios de grandes urbes, grandes desiertos ante la falta de agua por la falta de preocupación ecológica del ser humano y carreteras desiertas ya que el petróleo está en manos de unos pocos y al alcance de casi nadie.

La narración cinematográfica y el contraste entre estas dos perspectivas de vida están muy bien descritas, para mi es el gran logro de la película, los humanos no necesitan ejercitar sus actitudes, ni aptitudes, se pueden inocular virus que te hagan hablar de repente el chino-mandarín o que por ejemplo potencien tu empatia. Pero todo si es aprobado por la esfinge, al que todo lo sabe, una macrorganización gubernamental que sabe lo que es lo correcto para cada uno de nosotros, sin que siquiera tengamos que pensarlo.

Las personas hacen su vida de noche porque es cuando el sol está oculto y no te afecta tanto ya que la capa de ozono ha sido prácticamente destruida y el moverse de día es realmente complicado, ese deambular en un mundo nocturno y el futuro Shangai dan un cariz muy a lo Blade Runner, a sus ubicaciones, donde los mastodónticos e impersonales edificios tenuemente iluminados cobran mucho protagonismo, así como la orientalización de la sociedad, algo hacía lo que da la sensación que parece que estamos avocados.

En definitiva estamos ante una pobre historia que encima es alentada por una narradora ansiosa de explicarnos todo lo que vemos, lo que me parece un gran error, porque como digo lo estamos viendo para que repetirlo, de todas maneras merece la pena verla porque así nos podremos hacer una idea muy aproximada del futuro que nos espera y a la que no sabremos reaccionar porque cada día nos gusta pensar menos y más que nos digan que tenemos que ver, hacer, comer o disfrutar.

TRONCHA

lunes, 18 de agosto de 2008

"13 Tzameti" de Géla Babluani

Hay situaciones complicadas en la vida a veces nuestra vida está tan hundida en la normalidad y la monotonía que acabamos anquilosándonos en ella, perdiendo los ambiciosos referentes de épocas antaño juveniles y simplemente dejándonos llevar por los acontecimientos y actos que nos rodean, siempre he sido de la opinión que siempre es mejor arrepentirse de lo que uno hace que de lo que evitó hacer porque si se toma esta última opción probablemente estemos preguntándonos el resto de nuestra existencia que hubiera ocurrido si hubiéramos dado ese paso.

El protagonista del film Sebastiane (George Babluani) no queda indiferente ante esta posible cuestión, el si que sabe lo que se experimenta cuando una persona se ubica ante una situación extrema en la que la vida depende de uno mismo y en muchísima medida de la suerte, ese concepto fácil de definir pero complicado de aprehender, algo que está ahí pero que nadie ha visto nunca y que te coje y te deja cuando más te hace falta quedándote con el culo al aire en la ocasión menos esperada.

La textura y estética del film son excepcionales, el rodaje se ha hecho en blanco y negro, algo que siempre defiendo desde aquí ya que ese mundo de contrastes que nos muestra esta técnica viene muy bien para describir el entorno donde se desarrolla toda la acción, este es un mundo de extremos, aquí no valen las medias tintas, o te conviertes en héroe o eres un don nadie o más bien no eres siquiera nada, por esto el blanco y negro ayuda ala intensidad narrativa como indicaba con anterioridad.

La producción tiene un momento álgido al que llegamos a través de los preámbulos que son muy poco interesantes todo hay que decirlo y que al director le interesan más bien poco ya que no los desarrolla demasiado, simplemente obtenemos pistas de algo que vamos a ser testigos y entonces ¡zas! estamos dentro del juego, la adrenalina ya ha tomado sitio preferente y nos va a hacer tomar partido por uno de los participantes, sin darnos cuenta hemos sido abducidos y gritamos a favor de Sebastiane.

Al igual que en otros ejemplos cinematográficos la narración y la interpretación se sacrifican a favor de la intensidad de la acción, este es uno de esos ejemplos claros, es lo que definiría una película “bressoniana”, los actores da igual quienes sean no importan solo interesa donde y en que están metidos, una vez más vemos uno de los entretenimientos de los que son capaces la gente rica, la que ya tiene todo y que nada le divierte sino es tener la sensación de la posesión en sus manos del destino de los demás.

Prepárense a vivir momentos reales de tensión si tienen la paciencia de aguantar el principio, donde observamos una vez más a una estúpida unidad de policía que nada soluciona y una historia que por supuesto no puedo desvelarles ya que si descubriera el secreto de la trama, les dejaría sin un agradable encogimiento de estómago y algún sudor que otro.

TRONCHA

miércoles, 13 de agosto de 2008

"Las mujeres de verdad tienen curvas" de Patricia Cardoso

Nunca me han gustado los extremos en nada, aunque a veces debo reconocer que yo mismo llego a posiciones extremas en cuanto a pensamiento y acción, pero considero que la verdadera virtud, como decía la frase, se encuentra en el término medio, por tanto mi actitud hacia este film al principio era de recelo, me hablaba el título que se antojaba bastante predecible de lo que iba a ver, la directora era un mujer y la que eligió su visionado era mi esposa, incluso me la había recomendado una compañera de trabajo, con lo que allí me vi, contra las tablas y tanta mujer frente a mi.

La cosa empieza despistando al menos ya que estamos ante una película que refleja el modo de vida de los “espaldas mojadas”, osease de los que cruzan la frontera entre México y USA buscando una vida al menos razonable, y si no es así al menos la oportunidad de cambiar la que tienen, seremos protagonistas del mejor ejemplo de spanglish que he visto en una película pero que me parece muy bien utilizado para dar contexto a la historia.

Como se puede entrever por mis palabras anteriores, la historia narra una lucha constante por ser personas normales y corrientes, algo que el resto vemos con total indiferencia porque damos por hecho si encima eres mujer en algunas sociedades, esto lo complicado todo porque la lucha a veces se convierte en batalla, todo esto es lo que representa nuestra humilde protagonista Ana (America Ferrera) que no para de luchar contra su propia madre Carmen (Lupe Ontiveros) su peor enemigo, la que representa las antiguas costumbres y su anticuada forma de ver la vida.

El largometraje puede parecer del todo feminista, pero mi opinión no es esa, bajo mi punto de vista es una declaración de intenciones por parte de la directora, que en ocasiones roza la línea documental, pero que no se porque extrañas circunstancias no deja mal parados a los hombres, este tratamiento me parece acertado y como decía antes bastante virtuoso, la protagonista donde menos problemas encuentra y donde de verdad se siente realizada y con los hombres de su entornos ya sean de la familia o no, insisto esto se me hace bastante significativo cuando se están narrando sobre todo historias de mujeres en un mundo de mujeres.

Dentro de lo serio que nos pueda parecer todo el entorno y el clima que pueda desarrollar la producción hay distintas gotas de comicidad que de vez en cuando salpican la narración y que se agradecen, sobre todo de ellas destaco la escena del taller en la que todas las integrantes acaban en ropa interior, ante el estupor de la estricta e incomprensible doña Carmen, viene a ser como el triunfo de la mujer liberada sobre las costumbres anquilosadas en el pasado. Un triunfo del optimismo que rebosa esta película por los cuatro costados.


TRONCHA