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viernes, 29 de mayo de 2009

"Una luz en el hampa" de Samuel Fuller

Por la gran manía que hay en este bendito país a "rebautizar" algunas películas a través del título, nos encontramos con uno de esos casos en los que este puede dar lugar a equívoco, haber hecho una traducción literal del título (The naked kiss - el beso desnudo) hubiera traído problemas ante la censura, de eso estoy completamente seguro, pero es que nos ha costado unos cuantos años entender que las cosas son como son y no como a unos cuantos les parecen.

Mordacidad y crítica personal de un lado, nos adentramos en este trabajo del gran Fuller en el que no podemos hablar demasiado del hampa porque realmente tan solo se menciona en el film, no llega siquiera a aparecer como entidad, si que podemos comentar las actitudes de la señorita Kelly (Constance Towers) la cual mantiene ciertos hábitos hacia los hombres que frecuentan los lugares donde ella trabaja y tiene el hábito de cobrarles por dispersarles o bien placeres, o bien favores o ambas cosas a la vez.

La vida ha sido dura para una mujer realmente bella en la que el paso del rostro ha ido dejando huella en tan traído y llevado cuerpo, por tanto decide ampliar miras y probar fortuna lejos de la gran ciudad, donde habitualmente tan solo encuentra problemas, este viaje hace que nuestro personaje principal se desdoble, de repente nos encontramos que detrás de esa fachada de mujer de la calle está la de una madre dedicada y comprensiva con todos los que la rodean, una persona en definitiva comprometida y consciente de los problemas de los demás.

Pero nada es fácil, el pasado siempre es traidor, acaba visitando el presente tarde o temprano y siempre que lo hace no resulta demasiado halagüeño, Kelly, no iba a a ser distinta al resto de los mortales, aunque se haya convertido en una nueva persona con derecho a dejar detrás de si todo lo que no desea, la cosa no va a ser fácil y tendrá que pasar su prueba de fuego tanto en el plano social, como en el plano personal, en ambos casos al realizador le sirve para hacer crítica de la sociedad de una forma bastante incisiva, queriendo dar a entender que ningún tipo de comunidad está libre de ello, ni siquiera las personas en si por muy altos estamentos que ocupen.


Muy curiosa la rotunda manera de comenzar el film con Kelly bolso en mano golpeando a un hombre y rodando la escena con la técnica de cámara al hombro, incluso cuando este le quita la peluca que lleva puesta, haciendo que ella se traslade a un espejo para volvérsela a poner y acicalarse, lo que sirve de excusa para mostrarnos los títulos de crédito al mismo tiempo que vemos como nuestra protagonista se recompone de la lucha.


TRONCHA

miércoles, 27 de mayo de 2009

"Asesinato justo" de Jon Avnet

El que me diga que ante esta película no tenía unas grandes expectativas, miente, pero como un bellaco, no me digan que nadie había deseado tener frente a frente a dos grandes actores como estos, por un lado Turco (Robert De Niro) y por otro Rooster (Al Pacino), ambos detectives de policía de Nueva York, pertenecientes a la vieja escuela, entre los dos suman casi ciento veinte años de servicio a sus espaldas, los tiempos han cambiado e intentan asimilar los nuevos métodos, pero ellos no parecen estar hechos para tal empresa.

La película es literal desde el primer momento, cuenta realmente lo que está pasando, pero aun así no se vayan a engañar porque al final les espera una rotunda sorpresa, estaba claro que todo era demasiado fácil para terminar así, ahora la duda está en si lo que les depara el inesperado final no se lo acaban imaginando antes de que ocurra como a mi me ocurrió o realmente les parece tan espectacular como en principio le debió resultar al que escribió la historia.

El caso es que ante tamaña pareja las cosas no funcionan, no me creo a Pacino, me resulta un personaje ninguneado, que no da la talla, con diálogos más bien flojos y chistes lamentables, que actúa de apaciguador constante ante la ira de De Niro, es el único que sabe mantenerle a raya, el conciliador de la pareja, pero al mismo tiempo al que le toca bregar con el peor personaje, pero el que sobra el que no tiene razón de ser es el de Karen (Carla Gugino), no hay por donde cogerle, no sirve de apoyo a nadie y se podía haber suprimido perfectamente sin que la historia se viera afectada.

Da la sensación que la cinta esta llena de cortes o de escenas suprimidas, hay veces que ambos policías se adentran en una escena en la que parece que van a romper la pana, haciendo un interrogatorio a la vieja usanza, con el estereotipo del poli bueno y el poli malo, pues nada, nos quedamos con las ganas, todo se diluye de repente y nos damos cuenta que no hemos visto nada de nada, que seguimos en el punto que estábamos.

La cantidad de escenas que sobran es increíble, se podía haber hecho un corto bastante digno y hubiera salido más airoso que con la fórmula del largometraje y por eso fuera poco si analizamos de forma un poco más profunda los asesinatos que se cometen podemos ver que se han dedicado a tocar varios tipos de delitos, que han tenido cierta selección, se mata aun pedófilo, a un proxeneta, a un capo de la droga, a un violador, vamos en resumidas cuentas un escogido catálogo, para que haya variedad.

Después de haber defendido durante largo tiempo el sentido del compañerismo de la honorabilidad y de la justificación del fin por medio de los hechos, nos enfrentamos a un final de lo menos honorable y rastrero que he visto desde hace tiempo, el caso es que donde había mimbres no se hizo un buen cesto, eso demuestra una vez más que para hacer una buena película no basta con tener a los mejores solamente como algunos creen, el cine es algo más.





TRONCHA

lunes, 25 de mayo de 2009

"Last days" de Gus Van Sant

El cine como corriente artística que es, a veces se vuelve incompresible para muchos de nosotros o sino llega a tal extremo se hace poco interesante porque no sabemos apreciar donde reside el arte realmente, para que me entiendan es como si ven un Velázquez y un Miró, en la pintura del primero observo un mérito increíble y un trabajo impecable, sin embargo en la del pintor catalán, ni veo mérito, ni gusto, que no niego que lo haya, pero que mi mente quizás es demasiado primaria para captarlo.

Similar es lo que me ha ocurrido con este trabajo de van Sant, no encuentro que me cuente nada, se supone que está basado en los últimos días del cantante del grupo Nirvana, Kurt Cobain, observarles que si realmente fueron así la verdad es que no fueron nada del otro mundo, más bien fueron de los más anodino, fruto probablemente de la cantidad de drogas que inundaba su cuerpo y que por supuesto condicionaran la actitud de este en la forma de mostrarlo la cámara, al final en los créditos, vemos que esto pudo ser real, pero que no tanto, en fin pues eso, ustedes mismos.

Pocos son los aspectos en los que tenemos la impresión de estar ante el grupo en concreto o de estrellas del rock, sino fuera por su constante estado de lisergia e inconsciencia, rozando la paranoia, las escenas que vemos poco aportan al conjunto sobre todo la del comercial de páginas amarillas (Thadeus A. Thomas) y los enviados de la iglesia del Cristo de los últimos días, (los hermanos Friberg), parece que van a romper de alguna manera la monotonía de lo visto, pero simplemente son unas más como el resto.

Esta especie de cine neorrealista no se que pretende, no me parece lógico que nos mantengan 10 -15 minutos de filmación mostrándonos como un personaje se prepara la comida, o como elije una vestimenta u otra de su armario, a ustedes esto les aporta algo porque a mi la verdad es que no me cuenta nada y mucho menos me interesa, el caso es que la película dura noventa y tres minutos pero es que se hace larga casi desde su primera hora, imagínense lo terrible de mis palabras, han leído bien. Hay escenas que se repiten desde varos ángulos es como volver una y otra vez incidir en el mismo punto, pero con la misma falta de interés, con esto lo único que se consigue es redundar en el tedio.

Lo que me pareció increíble es la escena en la que van dentro del coche el detective (Ricky Jay) y creo recordar que un tal Scott (Scott Patrick Green), en la que vemos tan solo el reflejo de los árboles en el parabrisas, no vislumbramos a los autores del diálogo en ningún momento, pensé incluso que se trataba de una tomadura de pelo, el caso es que me parece un trabajo bastante flojo y poco comunicativo que el autor probablemente haya hecho desde lo más adentro y que por ello a lo mejor solo entiende él lo que los ojos de un común humano como yo no pueden apreciar.
TRONCHA

viernes, 22 de mayo de 2009

"City of ember: En busca de la luz" de Gil Kenan

Como mi hijo quería verla pues allá que fuimos, tampoco les voy a negar que también en mi despertaba algo de interés, no obstante era un ejemplo más de cine infantil y claro estaba que había que acudir a la sala con ciertas reservas ya que hay muchas ocasiones en las que estas se acaben viniendo abajo y llegando cierto minuto de la proyección tan solo te interesa que lo que tienes delante acabe cuanto antes y bueno que al menos le haya gustado a tu vástago para que no se haya perdido todo lo invertido.

El planteamiento de la película me parece bueno, me gusta como están diseñadas las cosas y como comienza todo, la estética en si de la ciudad y la vestimenta, así como la forma de gobierno que impera en la misma, por extensión me resultaba bastante atractivo el conjunto, pero cual fue mi tremenda decepción cuando después de terminar me acabé dando cuenta que no tenía nada más que salvar de todo lo que había visto.

No comprendo la necesidad de incluir a actores de la talla de Tim Robbins (Loris Harrow) o Bill Murray (el alcalde Cole), aunque de este último no estoy tan seguro de su envergadura artística, los personajes están tan poco definidos y desarrollados que el problema es que lucen lo que deberían, probablemente por todo esto se conviertan en ganchos comerciales y poco más, no sabemos practicamente nada de nadie, cuando parece que estamos conociendo a alguno de ellos de repente la acción cambia de derroteros y nos quedamos como vulgarmente se dice a dos velas.
Esta falta de narrativa y de desarrollo de la historia, hace necesaria la actuación del narrador que aunque vaya en contra de principios, es de agradecer porque sino les aseguro que aun tendría menos valor la realización del que ya tiene de por sí; da la sensación que pretenden atrapar al espectador con escenas de acción de más o menos incertidumbre, ya que no se crean que van a asistir a un recital de intriga, ni que sus estómagos se van a encoger en cualquier momento, lo que más les puede ocurrir es que acaben en los brazos de Morfeo.

El caso es que esta película me recuerda a esos regalos en los que de repente vemos una caja impresionante con lazo lleno de purpurina, y esa pegatina hortera donde las haya, en la que reza "espero que te guste", pero cuando abrimos encontramos el típico regalo que ni nos apetecía tener, ni nos gusta y acabas preguntando porque habrán imaginado que eso iba contigo, al final lo que haces es quedarte con la caja que era muy chula y al hacerlo acabas recordando toda tu vida lo malo que fue aquel regalo, por tanto me quedo con la "caja" de City of Ember.


TRONCHA

miércoles, 20 de mayo de 2009

"Johnny Guitar" de Nicholas Ray

Cada genero de cine tiene sus propias características, si lo pudiéramos tratar de una forma cercana a la matemática se podría hacer una tabla de doble entrada en la que en un lado estaría el género en si y en el otro los conceptos que lo definen y son comunes, en el caso del western algunas de esas características que lo hacen distinto al resto podría ser que es un cine de espacios abiertos, de hombres llenos de coraje, rudeza y dureza, etc, Johnny Guitar en este último punto es justo al contrario, renuncia al mundo de la misoginia para adentrarnos en un lugar donde las que realmente mandan son las mujeres.

En concreto y para ser más exactos las que llevan las riendas son dos de ellas Vienna (Joan Crawford) y Emma (Mercedes McCambridge), el conjunto del sexo masculino de la película bailan al son que ellas tocan, ni siquiera el propio Johnny Guitar (Sterling Hayden) hace lo que le apetece y eso que Ray le concedió el privilegio de dar título a este estupendo trabajo, ya solo por el cambio de papeles merece la pena que nos coloquemos frente a la pantalla para disfrutar de él.

La historia es sencilla no tiene grandes recovecos pero no por ello deja de ser importante y estar contada bastante bien, estamos ante un lío amoroso, quizás la palabra lío pueda confundir ya que desde el principio queda claro quien está enamorada de quien, lo que ocurre es que hay personas que se rinden a sus sentimientos y otras su condición social les hace luchar con ellos durante toda su vida, lo malo es que a veces la misma acaba yéndoles en ello.

Ray me parece magistral a la hora de situar a los personajes en lo que podríamos llamar el decorado de la película, las damas siempre ocupan los lugares más altos y cuando digo más altos es literal, sobre todo en el caso de la Crawford que se dirige al pueblo desde el "púlpito" particular de su saloon, no debemos perder detalle de lo que comento sobre todo en la escena entre el duelo final de las doñas, sin precedentes en lo que a mis conocimientos de western se refiere.

Lo de Joan Crawford traspasando la pantalla y apoderándose de nosotros con esos ojos tan particulares suyos es tan obvio que no sería necesario decirlo, pero es que les aseguro que mira que la he visto en películas pero todavía me crea cierta angustia cuando la tengo enfrente, para finalizar decir que no quiero contarles más de la historia porque merece muchísimo la pena que la experiencia la vivan ustedes mismos y que intenten sentir lo mismo que yo ante un peliculón de este calibre.


TRONCHA

lunes, 18 de mayo de 2009

"Rockanrolla" de Guy Ritchie

Después de dos buenas películas, en mi opinión, como "Lock and Stock " (1998) y "Snatch. Cerdos y diamantes" (2000), era necesario al menos intentar ver un nuevo trabajo de este señor, no es que sea muy amigo yo de la prensa oportunista y del corazón, lo que algunos vienen a llamar el papel couché o sea ese tipo de revistas (de cine incluidas), que se dedican a comentar la vida de los famosos, más que los trabajos que los mismos hacen, aun así puedo aseverar que la separación con la cantante rubia le ha venido bien porque ha vuelto por sus fueros deleitándonos con uno de sus típicos trabajos.

De nuevo estamos ante una de sus producciones gamberras, de esas que rebosan humor humor inteligente que da igual de la nacionalidad que sea pero que nos hacen reír y la verdad es que servidor se lo agradece, porque les juro que últimamente el tema del humor como que está muy trillado, parece que oímos siempre los mismos chistes y los gags vienen a ser los habituales, quizás Ritchie también sea repetidor en alguno de los suyos, pero que quieren que les diga, a mí de momento me siguen haciendo gracia.

No me imagino que alguien que no conozca esa especie de submundo underground que nos presenta en sus películas pueda hacer los guiones que este señor hace, de una manera u otra hay que tener contactos o haberlo vivido para poder contar las historias que nos acaba regalando, hay que tener cierta experiencia en los bajos fondos londinenses para que nos muestre el "bestiario" que aparece en el film, porque quizás esta sea una de sus claves, lo variopinto de los mismos, el que cada uno tenga una serie de cualidades que le hacen distinto al resto.

Sus mafiosos, gangster, yonkis, ladrones de poca monta no son al uso, no les distingue la efectividad en los golpes, sino más bien todo lo contrario, lo que nos los hace más cercanos es su torpeza, el que tengamos claro que alguno va a meter la pata en el momento menos oportuno, la oportunidad casi siempre se les presenta franca, a veces practicamente sin complicaciones, pero no se preocupen que como dice la frase, con el bonito día que hace ya verás como viene alguno y lo jode, está es la principal premisa de la historia, para gangster profesionales y pulcros ya tenemos otro tipo de cine, estos son de pico y pala, son obreros de baja cualificación que tan solo quieren mejorar un poco sus vidas, como hacemos todos cuando por la mañana madrugamos para ir al tajo.

Como crítica negativa no me gusta demasiado la analogía que hay en la historia entre el personaje del mafioso ruso que se quiere introducir en el el "mercado" británico de la mano de Lenny Cole (Tom Wilkinson) un jefe de la vieja escuela al que le ha costado mucho llegar hasta donde está, que quieren que les diga pero a mi me parece que el ruso Uri (Karel Roden) representa la figura de Abramovich el propietario del Chelsea C.F. que irrumpió de repente con sus rublos en el mercado financiero y futbolístico británico, en este aspecto podía haber sido mucho más original.

Quitando este detalle, es increíble la conjunción que existe entre lo que es la música empleada en el film y las escenas de cierta acción, pasado un tiempo me acabo atrapando de tal manera que cada vez que aparecía una escena con "movimiento" estaba deseando escuchar la música que se había preparado para ella, hacía tiempo que no había disfrutado tanto de una unión parecida en una película, algo totalmente de agradecer, el caso es que no van a ver ustedes el peliculón del siglo pero si que estoy seguro que un buen rato no se lo quita nadie, las risas a las que nos tenia acostumbradas el golfo de Ritchie vuelven de nuevo.


TRONCHA

viernes, 15 de mayo de 2009

"El caballero oscuro" de Christopher Nolan

Bueno, después de tanto tiempo, oyendo, leyendo que todo el mundo ponía por las nubes a esta película por fin ha llegado el momento de que pase por nuestro blog, lo que tenía realmente claro es que como soy bastante huidizo del cine de superhéroes de comic no iba a ir a verla al cine, esto implica que algunos de sus efectos especiales no los iba a llegar a apreciar para como realmente se habían concebido, pero tampoco esto me suponía mayor problema, aun así debo reconocer que en este aspecto el film es absolutamente correcto.

A estas alturas no voy a descubrir a nadie que esta película ha servido para mitificar la buena actuación de Heath Ledger en el papel del Joker, porque mi opinión es que está bastante por encima que la del papel de su eterno oponente Batman (Christian Bale) que la verdad es que camina por la historia sin pena ni gloria, no viene a ser para nada el protagonista o lo que realmente esperaba del hombre murciélago y esto es lo que para mi probablemente la hacen bastante atractiva, porque debo reconocer desde este momento que me entretuvo y estuve pendiente de principio a fin.

Las características de los personajes a primera vista me resultaron bastante curiosas, estamos ante un Batman, bastante humano y cuando me refiero a esta cualidad, es que estoy hablando de que cuando a alguno de nosotros nos tocan a nuestros seres queridos la reacción puede ser de lo más primaria y violenta, no actúa solo, ya son varios los que conocen su identidad real (Bruce Wayne) e incluso alguno que ha indagado un poco la ha descubierto sin un esfuerzo demasiado grande.

Por el otro lado el Joker, parece mucho más serio de lo habitual, no estamos ante un gran payaso, sino ante un gran psicópata que sonríe porque la verdad es que sus cicatrices le obligan a hacerlo de forma continua, quizás no porque realmente quiera hacerlo, es un asesino sin paliativos, utiliza la violencia sin remordimiento alguno y no repara en sentimientos, no hay un ápice de clemencia en sus acciones, estas características son las que hacen realmente grande el personaje y por supuesto con muchísimo interés para el espectador, e incluso más a sus seguidores y admiradores.

Los ejemplos del guardián de Gotham tanto en el cine como en el comic son muchos, ni mucho menos me considero un experto en el personaje, pero algunos de ellos han pasado por mis manos y he podido verlos, ninguno tiene la originalidad del que estoy describiendo a continuación, es como si todo lo anterior perteneciera a una época pretérita y que Nolan lo que nos ha traído a la pantalla es un remozado Gotham, más acorde al mundo actual y unos personajes, bastante más globalizados, no olvidemos que Batman hace una de sus "intervenciones" en el moderno y avanzado Hong Kong.

El dilema es el de siempre, porque el caballero oscuro existe, porque siempre guarda el anonimato, quien necesita más del otro, Batman del Joker o el payaso del hombre de negro, no lo tenemos claro o a lo mejor más de lo que nos parece, el caso es que en medio de este dilema se introduce Harvey Dent (Aaron Eckhart) que en mi opinión es lo que menos cuadra dentro de todo el trabajo, es un personaje oportunista que poco aporta, teníamos bastante con los enemigos de siempre, no nos hacía falta un altruista fiscal del distrito que acaba sucumbiendo a sus deseos personales, error que ni uno ni otro de los mencionados no cometerían.

En definitiva la realización merece bastante la pena, a unos decepcionará y a otros les supondrá un referente a partir de ahora para su vida en cuanto al cine se refiere, vuelvo a reiterar que no me considero seguidor de los superhéroes, pero esta película merece la pena, porque van a ver algo distinto, esta reseña está escrita antes de que siquiera se hayan producido las nominaciones a los Oscar 2009, pero desde aquí les aseguro que Leadger estará entre los nominados, su suerte es de los motivos que le encantan a Hollywood para hacer este tipo de cosas, otra cosa es que la película sea la de la década o la del siglo como muchos opinan, con lo que no puedo estar de acuerdo.
p.d: 15/05/09 por supuesto le nominaron y se lo dieron.

TRONCHA

miércoles, 13 de mayo de 2009

"El mariachi" de Robert Rodriguez

Desde el primer párrafo voy a reconocer que a mi Robert Rodriguez es un director que me dice más bien poco o prácticamente nada, siempre he dicho que es algo porque su amigo es quien es, el señor Tarantino, y ya se sabe entre amigos pues oyes no suele hacer problemas y si tienes uno de ese calibre, seguro que no te va a faltar quien te subvencione una película, o sino el mismo pondrá las "perras" para que tu hagas lo que mas te gusta, ora cosa es que lo que haces les guste a los demás.

Es uno de los exponentes del cine B, de nuestra época, ese rescatado cine que hace unas décadas acabó hundiéndose en si mismo y al que la taquilla fue dando de lado poco a poco, quizás la excentricidad de las historias incluso lo increíble de las mismas contribuya a mitificar todo este mundillo y hacerlo de culto para una determinada parte de los espectadores, entre los que la verdad no me encuentro, la serie B, tiene buenos ejemplos pero hay ocasiones en que por estos pocos salvamos a muchos otros, que no merecen la pena en absoluto.

Estamos ante el primer trabajo del sobrevalorado director de San Antonio y la verdad es que la historia no da para mucho, es más bien efectista, con imágenes de acción y una interpretación que deja bastante que desear en los actores, nada está definido, no hay perfiles, la acción acontece sin más y dando la sensación de cierta improvisación y cambios sobre la marcha, no soy amigo de los excesivos diálogos en el cine y menos de los innecesarios, pero es que aquí no tienen lógica ninguna y muy poca utilidad.

Ni que decir tiene que es un claro ejemplo de cine B, pero este se lo aseguro que no es de los buenos, estamos ante una calidad muy baja, repetimos situaciones una y otra vez, ni siquiera vemos tensión en la mayoría de las escenas, con lo que no podemos introducirnos en la historia y ser cómplices de ninguno de los bandos, por otro lado también decirles que el uso de la cámara deja bastante que desear, abusando de primeros planos que poco nos transmiten y mucho menos nos cuentan.

Por supuesto que habrá gente que le guste este tipo de trabajo, no lo voy a negar y por extensión el de Rodríguez pero la verdad es que bajo mi punto de vista aporta muy poco, no vemos nada nuevo que no hayamos visto antes y es que sinceramente no anda sobrado de muchos de los elementos que hicieron famoso este subcine que quizás su hubiera empleado podían haber añadido algo de interés al largometraje, el caso es que viendo los inicios yo no me extraño de lo que ha venido después aunque lo haya hecho con más dinero.


TRONCHA

lunes, 11 de mayo de 2009

"La cuarta ventana" de Julio Coll

El hecho de haber visto esta película es que me habían indicado que formaba parte de lo que se vino a llamar la época del cine negro o en su extensión del policíaco español que se hizo durante la dictadura franquista, esta podría decirse que toca o más bien roza el policíaco, porque comienza siendo una cosa y acaba siendo otra totalmente distinta, que para nada se parece a lo que parecían las pretensiones iniciales.

De repente nos vemos de lleno en una pelea de un tugurio, hasta las doñas reparten mamporros a diestro y siniestro, gente de la noche, de mala vida entre comillas, o así era como les veía el resto de la sociedad, lo que ocurre es que hacían cosas a horas que el resto estaba en la cama porque debía trabajar a la madrugada siguiente, curioso pero así era en aquella época, de repente un supuesto bote de crema facial acaba rodando por el suelo, lo recoge un policía y en la redada detienen a varios, entre ellas a nuestras tres protagonistas.

Lo que me dejó boquiabierto es que el famoso tarro contenía cocaina, de repente mi imaginación se disparó y dije un tema de drogas en aquella época, fascinante, dispóngamonos a verlo, pero ahí se esfumó todo, nunca más se supo de la droga y si de la historia personal de las tres pobres infelices que acabaran dando forma a la historia, Dora García (Emma Penella), Luisa Pau (Elisa Montés) y Linda Barcala (Terele Pávez), tres pobres chicas que solo desean ser normales aunque dicha normalidad pretendan encontrarla en los lugares y a las horas equivocadas.

Julio Coll, recluta a las tres que son hermanas en la vida real para contarnos este folletín que es en lo que se acaba convirtiendo la historia al final del todo, porque nuestras "heroínas" cotidianas se dedican a conseguir que una pobre inocente que se ha venido del pueblo (Puebla de Sanabria, Zamora) para encontrarse con un bohemio Carlos (Leo Anchóriz) que por supuesto va a intentar aprovecharse de ella como ya lo ha hecho de tantas otras, al fin y al cabo es un vividor y como tal actúa.

Lo sorprendente del film es que cada vez nos vamos adentrando mucho más en un mundo donde las que dominan son las féminas y en las que se les da cierta razón a la hora de decir que los hombres somos todos iguales, iguales de aprovechados, de impresentables, de desconsiderados, etc con las mujeres que no merecen la pena, esta idea es la que me extraña que se le escapara a la censura machista de aquel momento y dejara "viva" la historia, aunque me decido a pensar que lo que la salvo de la quema en este aspecto es el final, que por supuesto de mis palabras no van a conocer y deberán ver ustedes con sus propios ojos.


TRONCHA

viernes, 8 de mayo de 2009

"La habitación de Fermat" de Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña

Que pequeña que es esta película, sería uno de los aspectos que mejor la definen, principalmente debido a su duración ya que en los tiempos que corren ochenta y ocho minutos son realmente pocos, tampoco es que esto sea algo criticable, porque hay grandes obras maestras que duran menos, pero a mi me parece que también en su factura se hace bastante poquita cosa, se podría decir que es bastante minimista, practicamente está rodada en un solo escenario y sin grandes dispendios.

En mi opinión el reparto contribuye a que no nos tomemos muy en serio lo que tenemos delante, Santi Millán tan flojo como siempre, porque la verdad es que ese chico no se que le han visto, hizo gracia en su momento pero después se acabó todo como era de esperar, no tiene registro, Elena Ballesteros pues eso ahí está, porque algo de feminidad tenía que tener la película, pero no más que decir de ella, los más aseados son Lluís Homar y Alejo Sauras, pero es que este último es otro que anda encasillado desde hace tiempo y lo único que hace falta es un poco más para que deje de estar de moda y salir en todo.

Creo que lo del reparto está hecho totalmente adrede, ahora cuando el cine español pretende "triunfar" en taquilla, se utilizan los mismos recursos, o sea, actores de dudosas series de televisión, lo que les hace dudosos a ellos mismos, pero que la gente identifica con facilidad y eso les mueve a comprar una costosa entrada de cine para rellenar butacas, pero claro esto va en detrimento de la calidad de la producción como pasa en este caso.

La idea es bastante original, aunque no nueva, recuerda a trabajos anteriores en los que los protagonistas se ven obligados a resolver una serie de acertijos ya que de ello dependen sus propias vidas, a propósito de los acertijos, decir que la verdad es que los directores no podemos elogiarles demasiado ya que algunos de ellos los conocemos, e incluso nosotros mismos los hemos resuelto, propuestos por amigos o familiares, la verdad es que ver a cuatro expertos matemáticos intentándonos transmitir paranoia y angustia por esos acertijos no funciona y no traspasa la pantalla.

En cuanto al guión, es punto y aparte, todo comienza como si los asistentes fueran cuatro desconocidos, pero resulta que según se va desarrollando la acción parece que todos se conocen y tienen algo que reprocharle al otro, las trampas que esconde la historia son constantes, cada vez que habla uno de los protagonistas es para descubrirnos algo sorprendente o eso piensan ellos al menos, porque da la sensación de que todo se ha ido improvisando sobre la marcha, para meternos más y más en la trampa que acaba haciéndonos previsible el final y por supuesto poco interesante.


TRONCHA

miércoles, 6 de mayo de 2009

"Dracula de Bram Stoker" de Francis Ford Coppola

Esta fue una película que vi hace bastante tiempo, además el recuerdo que tenía de ella es que fue todo un éxito aquel nuevo enfoque que se le daba al mito del chupasangre, en realidad era la versión que más se ajustaba a la obra en la que estaba basada, quizás fueron otros, entre ellos la Universal y la Hammer los que nos habían hecho creer que el monstruo carecía de sentimientos y era incapaz de amar o al menos los pocos que tenían no eran buenos.

El caso es que todo ese buen regusto se me quitón inmediatamente cuando comencé a ver de nuevo está película, que razón tienen algunos de los que dicen que dependiendo de cuando veamos y cuantas veces lo hagamos un mismo trabajo, los distintos puntos de vista que se pueden tener sobre él. La encontré muy efectista, la palabra correcta sería esa, todas las escenas tenían alguna imagen superpuesta o entrevelada y estéticamente no me gustó nada, el motivo, la verdad es que tampoco lo he indagado mucho pero el caso es que esa fue la sensación.

Por otro lado me parece uno de los Dráculas con mejor estética, roza lo gótico, nos muestra un mundo sobrecargado en exceso en algunas de sus escenas pero aun así me pareció atractivo, pero si me dan a elegir me quedo con el propio conde cuando es viejo, cuando se le ve atormentado por todos esos siglos de existencia, porque no se vayan a pensar que la inmortalidad es algo sencillo, ver morir a todos tus cercanos o matarlos tu mismo no debe ser muy atractivo.

El caso es que me pareció un producto demasiado juvenil para señoritas deseosas de películas facilonas y que derrochen falso romanticismo por los cuatro costados, por tanto algo poco apetecible, aseguro que no va a haber una tercera vez porque le sacaría más faltas aun y eso que este breve comentario que les expongo se queda corto a la hora de describirles los múltiples fallos de script que se suceden durante el film, sinceramente me quedo con los de la Hammer y la Universal.

TRONCHA

lunes, 4 de mayo de 2009

"Feliz Navidad, Mr Lawrence" de Nagisha Oshima

Lo que de forma más taxativa puedo decir es que los trabajos que he visto de Oshima van muy relacionados con las relaciones entre personas, llevadas a su extremo, si me siguen ustedes se darán cuenta que estoy hablando de dos de los ejemplos por los que este director japonés es más conocido "El imperio de los sentidos"(1976) y "El imperio de la pasión "(1978), ambos de una literalidad en cuanto a su contenido sexual que no a todos agrada, pero que una vez sumergido en ellos nos damos cuenta que es un mero vehículo para acabar mostrándonos lo que pretende.

Feliz Navidad, Mr Lawrence, viene a tener ese denominador común con las dos referencias citadas en el párrafo anterior, pero con sus diferencias, no hay escena de sexo, pero lo que al final nos acaba mostrando el cineasta nipón es lo mismo, la relación a la que se ven practicamente avocados los integrantes de un campo de concentración japonés y sus captores, un mundo totalmente cerrado y aislado del exterior, donde nadie actúa dentro como lo haría fuera.

La película nos muestra dos ejemplos claros de relación, la que protagoniza el Sargento Hara, interpretado por un fantástico Takeshi Kitano y el protagonista del título Mr Lawrence (Tom Conti), esta es una relación de amistad pura y dura entre hombres sin traspasar ninguna frontera de irracionalidad, ambos separados por sus formas de pensar, incomprensibles la de uno para el otro, siempre preocupados del punto de vista que tiene el contrario sobre diversos conceptos como la honorabilidad, la honestidad, lo que es la valentía, una relación duradera y sobre todo de respeto, aunque en ocasiones se cruce entre ellos la violencia, una violencia que en ocasiones se antoja necesaria o al menos normal.

Por otro lado la segunda de las relaciones la protagoniza el jefe del campo Yonoi (Ryuichi Sakamoto) y Celliers (David Bowie), al contrario que la anterior esta no tiene que ver en absoluto con la amistad, más bien con el deseo, con el irrefrenable sentimiento del amor que aflora tanto en hombres como en mujeres, pero que en algunas situaciones el propio individuo se niega a reconocer y esto le lleva a su propia autodestrucción e incluso a la de su enfrente, Oshima intenta mostrarnos lo difícil que es amar y no ser correspondido, quizás no haya nada peor que todo eso, ya que todo lo demás cuando aparece ese profundo sentimiento queda relegado a un segundo plano.

El largometraje merece bastante la pena aunque tan solo sea por ver un punto de vista distinto o uno de los muchos que se le han dado a la guerra mundial y que estoy seguro que se le seguirán dando en un futuro, es un tema muy versátil, pequeñas historias dentro de un pedazo de historia que conmocionó al mundo entero, el prisma con el que nos lo muestra Oshima es suyo propio, le imprime su sello y aunque sea tan solo por eso ponerse frente a ella ya es suficiente escusa.

Hay dos aspectos que me impactaron dentro del film, la extrema delgadez de sus personajes, algo que por supuesto contribuye en dar una mayor veracidad y credibilidad a lo que estamos viendo, supongo que esta sería una de las exigencias del realizador y la otra me hubiera gustado saber como fue aceptada esta película que no deja muy allá a las fuerzas que combatieron bajo la bandera del sol naciente y sobre todo os comentarios que hubo hacía el propio Oshima de sus especiales compatriotas.





TRONCHA


Os recomiendo que leais también la reseña de este mágnifico blog, sobre la misma película:

"Las dos navidades de Mr Lawrence" (La mirada de Albert Emmanuel Vogler)