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jueves, 30 de abril de 2009

"Yakuza papers: Final episode" (V) de Kinji Fukasaku

A lo mejor va ser muy atrevido lo que voy a decir pero tengo la sensación que este último episodio le había sobrado al señor Fukasaku, está claro que cuando se quiere mostrar algo con tanto rigor ante las cámaras como la historia que nos documenta en esta serie de cinco, de alguna manera debe dejarnos todo más bien atado o al menos intentarlo.

El caso es que quizás esperábamos que el desenlace fuera otro muy distinto, por eso probablemente quedemos con cierta decepción, estamos ante lo mismo que ya hemos visto con anterioridad en los cuatro capítulos anteriores, confabulaciones, tretas para conseguir el poder, da igual quien sean los que estén arriba, todos aprovechan la ausencia del resto al ingresar en la cárcel, tienen totalmente claro como deben actuar y aprovechar su momento hasta que el resto se lo permita.

Takeda (Akira Kobayashi) funda la corporación Tensei, con una fachada de organización política pero que en el fondo es exactamente lo mismo que antes, los integrantes son todos los antiguos miembros de la familia yakuza, algunos incluso reniegan de esta nueva forma de presentarse a los ojos de los demás y prefieren seguir siendo lo que son miembros armados de una sociedad delictiva.

Se suceden los asesinatos una vez más, los hombres de Hirono (Bunta Sugawara) están muy nerviosos, ante la salida de su líder de la cárcel de Abashiri, por cierto, penal al que Teruo Ishii le dedica una película y del que hay que destacar su extrema dureza ("Abashiri Bangaichi", 1965), las reyertas callejeras son constantes han pasado los años, los nuevos reclutas son de generaciones muy jóvenes y todos ansiosos de entrar en combate, los jefes ya peinan canas y se dan cuentan que los años no han pasado en balde.

Esta situación hace recapacitar a dos de los grandes (Takeda e Hirono), les da igual como quede todo, pero deciden que lo suyo es retirarse que la confrontación nunca va a acabar, siempre va a haber alguien que pida un derramamiento de sangre, para salvar su propia vida a costa de la de otros, ambos deciden retirarse de este mundo, uno antes que el otro, incluso proponen que después de esto queden de vez en cuando a beber juntos, es como si se vieran como un par de jubilados que ya han realizado el cometido que la sociedad les encomendó.

Haciendo balance de toda la colección, resulta interesante verla no puedo negarlo, pero no queda del todo redonda, quizás es que un servidor sea muy exigente, Fukasaku, debería haber aprovechado la ocasión para adentrarse más en lo que son las costumbres y usos de la propia yakuza, algunas están entreveladas en la acción, pero se dejan ver poco, el conjunto adolece de decorados, o más bien de localizaciones, la actitud de los mercenarios de la organización, es practicamente la misma, con lo que todo se vuelve bastante repetitivo, la conclusión final es que con menos capítulos se hubiera conseguido mejor efecto y el director se debería haber esmerado mucho más en el desarrollo de la historia, debía haber tenido un cariz más cinematográfico y menos documental.


TRONCHA



”Yakuza papers” (I)
”Yakuza papers: Deadly fight in Hiroshima” (II)
"Yakuza papers: Proxy war" (III)
”Yakuza papers: Police tactics” (IV)

miércoles, 29 de abril de 2009

"Yakuza papers: Police tactics" (IV) de Kinji Fukasaku

La situación da un giro bastante repentino, hasta ahora la policía se había limitado a cooperar con la yakuza, se producían algunas detenciones para tener tranquila a la opinión pública pero todo ello pactado, pero está claro que cuando el colaboracionismo es tanto y tan descarado, siempre hay alguien que comete un error y acaba pagándolo todo el mundo, sobre todo si le das un arma de fuego a personas jóvenes con la adrenalina a flor de piel y sobre todo de gatillo fácil, que no tienen la templanza de un profesional.

Si mal no recuerdo en la segunda parte hacía referencia a la "aceptación" social que tenía la yakuza entre las clases más desfavorecidas, hartas de tener que trabajar de sol a sol, para levantar un decadente país donde no existían prácticamente oportunidades, esas mismas personas han cambiado de punto de vista, consideran que lo primordial es la seguridad en las calles, que sus impuestos lleguen a conseguir lo que con tanto esfuerzo han conseguido y no que se beneficien los mismos,no deja de tener cierta sorna el que incluso los jefes de la propia yakuza a veces acudirán a esas fuerzas de seguridad para preservar sus vidas, alegando su condición de ciudadanos contribuyentes con el erario público.

En esta parte del total de cinco, Japón de alguna manera se ha sacudido los efectos de la guerra, su economía comienza a resurgir estamos ya en el año 1964, casi una década es lo que ha transcurrido desde que termino la conflagración mundial, los nipones están organizando una olimpiada en la capital y todo parece que adquiere mucha más sensibilidad, las fuerzas del orden andan con mucho cuidado para no dar una imagen errónea cara al exterior, la olimpiada tiene puestas todas todas las miradas en el país del Pacífico y esto supone una buena oportunidad para resarcirse con el mundo y que este comience a considerarle de otra manera más afable.

Destaca la escena en la que Hirono (Bunta Sugawara) y Takeda (Akira Kobayashi) se reunen durante un momento en la cárcel y con el respeto que ambos se profesan, aun siendo enemigos, hablan de lo que ha ocurrido durante todos estos años dentro de la yakuza, critican las acciones de sus jefes y la indiferencia que tienen hacia sus subordinados los que realmente se juegan la vida por ellos, pienso que esta escena tiene una carga simbólica increíble, de algún modo ambos capitanes representan lo que la nación, el país, ha tenido que sufrir, los sacrificios y lealtades, a veces a cambio de nada, para que el conjunto salga hacia adelante, es como si quisiera hacer cierta analogía entre los habitantes de Japón ya estén a uno u otro lado de la ley.


TRONCHA



”Yakuza papers” (I)
”Yakuza papers: Deadly fight in Hiroshima” (II)
"Yakuza papers: Proxy war" (III)
"Yakuza papers: Final episode" (V)

lunes, 27 de abril de 2009

"Yakuza papers: Proxy war " (III) de Kinji Fukasaku

No se si en algunas de las anteriores reseñas ya lo he comentado pero la acción se desarrolla en Hiroshima, en concreto en Kure, ciudad bajo la prefectura de la ciudad donde cayó la bomba, esto es significativo, parece que en cierto modo Fukasaku vierte cierta responsabilidad ante la espiral de violencia que se ha llegado a forzar en torno a esta mítica ciudad, a los aliados y a su desmedida acción para sacar al pueblo japonés de la segunda guerra mundial, constantemente las referencias escritas y las del narrador son latentes en cualquiera de los films.

Aquí es cuando Hirono (Bunta Sugawara) alcanza su mayor auge, está realmente en la cúspide, junto a algunos otros de los capitanes de las distintas familias, entre ellos Takeda (Akira Kobayashi), forman una especie de trio que decide tomar sus propias decisiones, al fin y al cabo se están dando cuenta que sus jefes supremos tan solo miran por su propio beneficio, escudándose en el concepto de honor, los capitanes y sus hombres se han convertido en meras marionetas que sacrifican su propia vida para los intereses de terceros.

Esta tercera parte supone la confirmación de Yamamori (Nobuo Kaneko), este sea el más despreciable de todos los jefes de la yakuza pero por unas consideraciones y por otras acaba controlándolo todo, en contraste está nuestro protagonista Hirono, mientras que este último simboliza los mejores principios, su jefe está repleto de las peores de las virtudes, no duda en humillarse ante sus hombres para conseguir sus principios, este conflicto personal hace que Hirono sea expulsado de la organización, con lo que por supuesto acabará clamando venganza y para ello este encuentra alianza con la familia Akashi.

La cantidad de funerales a laque acudimos durante la serie de películas es digno de mención, todos prácticamente iguales y en los que acuden enemigos, amigos, hermanos de sangre, miembros de alianzas, por explicarlo, sería como el único momento de tregua generalizada, donde todos deben profesar respeto al muerto haya muerto en los condiciones que lo haya hecho y defendiendo el bando que le haya tocado.



TRONCHA



”Yakuza papers” (I)
”Yakuza papers: Deadly fight in Hiroshima” (II)
”Yakuza papers: Police tactics” (IV)
"Yakuza papers: Final episode" (V)

viernes, 24 de abril de 2009

"Yakuza papers: Deadly fight in Hiroshima" (II) de Kinji Fukasaku

Segunda entrega de la "pentalogía" de Fukasaku, y cada vez ando más convencido que lo que pretendía el director era documentar los hechos con todo lujo de detalles, en detrimento de la calidad cinematográfica, el problema que ya avanzaba en la anterior reseña es que nos encontramos ante tal avalancha de datos cronológicos y sobre todo de los puestos que cada uno ocupan dentro de la propia organización que hay ocasiones en las que acabamos bastante perdido, mi consejo a navegantes es que se queden con la "familia" a la que pertenece cada uno más que con el puesto que ocupan dentro de ella y les será bastante más fácil poder seguir el hilo sin perderse.

Quizás en esta segunda parte hay un intento de humanizar un poco todo este compemdio de deshumanización, ya que uno de los personajes, en realidad un pobre diablo sin oficio ni beneficio, como es Yamanaka (Seizo Fukumoto) no sale de una pelea, cuando realmente ya está metido en otra, pero esta particular forma de ser nos lleva a una de las escenas más originales, como es la de la madre del propio Yamanaka y su profesor en la escuela, suplicando a Hirono (Bunta Sugawara) que dejen a este formar parte de la yakuza para "enderezar" su vida y que se haga alguien de provecho, esto da una idea bastante aproximada de la situación que vive Japón a finales de los años cuarenta, la escena no deja de tener una carga curiosa de ironía.

Hirono sigue navegando entre dos y tres aguas, por si teníamos alguna duda es el sujeto a seguir, el realizador le ha conferido tal importancia, que nos sirve de nexo de todas las acciones, hombre simple a primera vista pero de profundos principios que conoce a todos y tiene buenas relaciones con ambos bandos, honorable ante todo y pagador de sus deudas aunque estas sean de sangre, consigue que acabemos bastante interesados en su personaje y que estemos a su lado y queramos vernos reflejados al menos en su filantrópica forma de actuar ante las situaciones.Aunque en esta parte quede relegado más a un segundo plano, pero esto no es óbice para que nos demos cuenta que pronto habrá un resurgimiento y que se acabará colocando en el sitio que le corresponde.

Me parece bueno a estas alturas hacer una comparación con el cine de Johnny To, en concreto el de temática de triadas, tanto esta como la yakuza son organizaciones delictivas de cierto carácter familiar, aunque no necesariamente, ambas regidas por estrictas reglas, en cuyo quebranto reside a veces lo interesante de la propia acción, aunque todo hay que decirlo, sea una u otra la organización siempre está por encima del individuo y acabará subsistiendo, el individuo por muy díscolo o rebelde que sea no podrá hacer temblar los pilares de tantos años de estructura de mafiosos, el caso es que To hace de que sus pistoleros y malhechores parezcan verdaderos profesionales, frente a los que nos muestra aquí Fukasaku, con sus chapuceras luchas y tiroteos, que no niego que fueran así en la realidad, pero esto vuelve a darnos de nuevo la idea de como ha progresado todo este delictivo mundo hasta nuestros días.


TRONCHA



”Yakuza papers” (I)
"Yakuza papers: Proxy war" (III)
”Yakuza papers: Police tactics” (IV)
"Yakuza papers: Final episode" (V)

miércoles, 22 de abril de 2009

"The Yakuza papers" (I) de Kinji Fukasaku

Al intentar adentrarme en esta serie denominada Yakuza papers, me enteré que lo que pretende Kinji Fukasaku con estos cinco volúmenes que tratan sobre la historia de la mafia japonesa en un período que comprende unos veinticinco años es dar una especie de réplica a la trilogía de "El padrino" (1972-1990) de Francis Ford Coppola, de momento y viendo el primero de los ejemplos debo decir que no está a la altura de la magnánima obra sobre la peculiar familia de ascendencia italiana.

Supongo que en estos casos hay que darle una oportunidad a la obra de Fukasaku, apunta maneras y estas líneas las escribo sin todavía haberme adentrado en los cuatro trabajos siguientes que completan la colección, este primer ejemplo arroja muchísima información sobre los personajes que van apareciendo según avanza la historia, lo aconsejable ante tal avalancha es quedarse al menos con el bando al que cada uno pertenece, la familia de los Yamamori o la familia de los Doi, partiendo de ahí las cosas irán mejor.

Alguna vez ya he comentado esto pero no me resisto a hacerlo de nuevo, la fisonomía oriental resulta muy complicada de distinguir para el espectador occidental, quizás al revés también ocurra, de ahí la dificultad para distinguir las caras de algunos de los personajes, pero no hay que desesperar, ya que al final los que nos interesan si que acabaremos distinguiéndolos del resto, Hirono (Bunta Sugawara) es distinto al resto de sus semejantes, se rige por el auténtico y antiguo código de respeto y sumisión de los samurais, no acepta que el resto se escude detrás de la modernidad para justificar sus acciones.

Que decir tiene que estamos ante un ejemplo de cine de acción, y que como su propio nombre indica contempla ciertos enfrentamientos pero que dejan muy de lado la honorabilidad que podemos encontrar en otro tipo de cine histórico japonés, cuando dos samurais se enfrentan uno a otro, siempre teniendo en su mente el código bushido, en nuestro caso las luchas son callejeras y por tanto más rastreras, el miedo se plasma continuamente en los rostros de los perseguidos, delatando de forma patente su cobardía.

Si que hay un aspecto que me gustaría destacar y que contrasta con el cine de Seijun Suzuki, la yakuza comienza a tomar forma como actualmente la conocemos en la postguerra, recordemos que Japón es un país perdedor que en algunos aspectos pierde su identidad imponiéndose la occidental, Suzuki en su cine nos muestra un "invasor" yanqui educado,amable, comprensivo, conciliador en definitiva, sin embargo Fukasaku lo hace de manera contraria, justificando de este momento la reacción de los clanes familiares y por extensión dando sentido a la creación de la organización delictiva.

Según vayamos viendo sucesivos ejemplos de la colección, volveré por aquí para poder seguir sabiendo como evoluciona, de momento el torrente de información y lo atropellada a veces de la acción, hacen este primer volumen como el menos clarificador de momento, pero por supuesto digno de ver y de disfrutar, apreciaremos muchas cosas que serán de nuestro agrado.



TRONCHA



”Yakuza papers: Deadly fight in Hiroshima” (II)
"Yakuza papers: Proxy war" (III)
”Yakuza papers: Police tactics” (IV)
"Yakuza papers: Final episode" (V)

lunes, 20 de abril de 2009

"El misterio de Picasso" de Henry George Clouzot

Siempre había tenido en mucha consideración al director francés los ejemplos de su cine que había visto con anterioridad me habían dejado bastante satisfecho, el caso es que al intentar ver está me quedé pasmado, lo digo de forma literal, no intento engañarles, este trabajo no tiene nada que ver con los anteriores, yo más bien lo encasillaría en una especie de cine experimental que para nada se ajusta a los cánones usuales.

La frase del principio explica con todo detalle lo que en realidad es la pretensión del realizador, esta comenta que a algunos artistas cuando están interpretando o plasmando su obra no somos conscientes de lo que pasa por su imaginación o que ocupa en ese momento su mente, Clouzot reivindica que los pintores actúan justamente al contrario, lo que habita su intelecto es lo que acaban plasmando en el lienzo, esto es lo que intenta demostrar el genial director a través de una serie de imágenes que acaban mostrándonos el trabajo del no menos espectacular Pablo Picasso que se interpreta a si mismo.

El film no tiene más, es original pero sinceramente no me parece de mucho interés, está claro que probablemente en el año de su confección fuera muy original, ya que de esta tiene de sobra, pero de verdad que la técnica de como se pinta un cuadro o seguir paso a paso como lo realiza el maestro malagueño, no me resulta interesante para llevarlo al celuloide, con esto no pretendo menospreciar la obra de director o pintor, simplemente indicar que cada uno en su ámbito es donde funcionan y juntos pues como que no tanto



TRONCHA

viernes, 17 de abril de 2009

"Trece días" de Roger Donaldson

Como muchas otras cosas en la vida hay temas y aspectos que para unos son muy importantes y para otros nos dicen más bien poco, esta es la sensación que tuve ante este pedazo de ladrillo, que nada menos dura ciento cuarenta y tres minutos, los americanos como siempre se sienten en la necesidad de contar su precaria historia y a la vez intentar justificar al mundo todas sus acciones para que velen no solo del bienestar de sus conciudadanos sino que lo hagan por extensión de los del mundo entero y de lo que no se dan cuenta a veces es que si ellos no provocaran dichas situaciones no tendrían posteriormente que remendarlas.

La historia se convierte en un auténtico peñazo reiterándonos una y otra vez en los mismos escenarios y las mismas situaciones, pretende contarnos la historia de los hermanos Kennedy, John (Bruce Greenwood) y Bobby (Steven Culp) a través del asesor político del presidente Kenny O'Donnell (Kevin Costner), solamente con mirar el nombre del actor que lo interpreta se podrán dar cuenta de la calidad de la interpretación y encima es el mejor de todos porque el resto la verdad es que son una mera comparsa.

Además la historia está contada de la forma menos creíble que se puede hacer, por un lado los Kennedy como personas sensatas y cabales que se enfrentan a un grupo de militares que incurren en el típico tópico de querer solucionar todos los problemas a través de la fuerza, pero es que esta situación la hemos vivido tantas y tantas veces en otras tantas películas que parece haber convertido en obligación para cualquier director que quiera mostrarla en cualquier trabajo.

Aquí todos se escapan vivos, me refiero a que nada importa, la política nacional está por encima de todo y de todos, las familias son abnegadas y saben del sacrificio de sus maridos para salvar al mundo, hay que ser hipócritas de provocar algo y luego intentar hacer comprender al resto que tan solo ellos pueden solucionarlo, este tipo de producciones me parecen muy poco interesantes, no nos cuentan ni aportan demasiado tan solo una versión personal, manipulada y filtrada de lo que se quiere enseñar, en definitiva el cine se utiliza como arma de propaganda y herramienta políticamente correcta.


TRONCHA

miércoles, 15 de abril de 2009

"La sombra del poder" de Kevin McDonald

Con tan poco periplo cinematográfico, parece que el señor MacDonald se empieza a hacer un hueco en este mundillo, no es que sea un neófito, ya que tiene unas cuantas producciones, entre ellas la destacable "El último rey de Escocia" (2006), lo que pasa es que viene del mundo del documental y esto queda reflejado en ambas producciones, la anteriormente mencionada y la que ahora ocupa nuestro tiempo.

El caso es que nos enfrentamos a una obra con cierta complejidad, tampoco esperen que sea muy revirada, no es necesario que pongan una atención realmente especial, no es necesario que seamos unos lumbreras para que la trama principal y su desenlace encuentren acogida en nuestro entendimiento, es del tipo en el que el espectador es testigo de lo que acontece y nos situamos durante todo el film al lado del personaje que le toca investigar los hechos.

El periodista que nos guiará a través de sus descubrimientos es Cal Mcaffrey (Russell Crowe), junto a él iremos desvelando los secretos que nos van a llevar a la conclusión final, una conclusión que satisface y que parece lógica en un principio pero que también tengo que decir me resulta molesta por la trampa final que tiene el guión y es que no me gustan esos giros inesperados, del todo efectistas, que lo único que pretenden es el engaño completo del espectador y que sobre todo lo que más me molesta es que atentan contra nuestra inteligencia.

El caso es que el ritmo es bueno, aunque la longitud del film no es desdeñable, no se hace larga, es justo hacer esta afirmación, gana intensidad en los momentos que debe y vamos recibiendo y asimilando información a medida que avanza la narración, de una forma sosegada y sin sobresaltos ni empachos, consigue mantener la condición de thriller que el trabajo destila, no equivocarse y pensar que estamos ante una película de acción como parecen vendernos en el trailer.

Lo interesante de todo es la historia en si, dejamos de lado los vínculos personales entre los personajes, ya que en realidad poco nos importan, por decirlo de algún modo son las subtramas que se sostienen en un par de caras guapas y poco más, en concreto la del congresista Stephen Collins (Ben Affleck) y la becaria-periodista Della Frye (Rachel McAdams), lo realmente con enjundia se sustenta en los hombros de los dos grandes del film, el mencionado Russell Crowe y su jefa Cameron Lynne (Helen Mirren) dos actores que se me antojan de los que gustan o no pero que dan la sensación de valores seguros que nunca fallan.

En definitiva estamos ante una historia en la que una vez más el poder político, casi siempre corrupto por naturaleza, se ve azotado por el poder de la información, en concreto del periodismo, eso si, ustedes son los que entran a valorar si los métodos de unos son mejores que los de los otros, porque según McDonald ambos se sumergen en una despiadada guerra en la que no hay tregua ninguna para el enemigo, tampoco sufran, la película es anglosajona y al final ya se sabe quien va a "ganar".



TRONCHA

lunes, 13 de abril de 2009

"Mulholland Falls: La brigada del sombrero" de Lee Tamahori

Me gustan las películas con comienzos fuertes, en las que transcurre una escena que de inicio ya nos hace estar alerta para posibles y futuras escenas, porque no decirlo también, si en ella nos muestran cierta violencia parece que la adrenalina se nos dispara y por supuesto acaba presentándonos de una forma obvia al personaje o personajes que van a deambular por la historia, el problema es que en este trabajo en concreto desde el primer momento parece que la cosa prometía cuando los cuatro de la famosa brigada llevan a "dar una vuelta" a un presunto mafioso (William Petersen) y le dejan caer por el despeñadero de Mulholland.

El caso es que no encontramos desarrollo a muchos de los aspectos del largometraje, entre ellos porque el nombre del título, la brigada del sombrero, por supuesto que son cuatro individuos que no se quitan sus sombreros ni para ir a la cama, pero que razón por ejemplo a ello, quizás este sea el menor de nuestros problemas, pero sirve de ejemplo para darnos cuenta que muchas cosas se van a quedar en el camino o como diría un avezado escritor, en el tintero, por otro lado también hay cosas tan evidentes y que todos nos imaginamos que no sería necesario desarrollarlas en la narración.

La brigada en si está compuesta por el teniente Hoover (Nick Nolte), Coolidge (Chazz Palminteri) un esquizofrénico en potencia, Eddie hall (Michael Madsen) y Arthur (Chris Penn), sinceramente si han leído los nombres de los actores no me digan que no se podía haber hecho una buena película en la que cada uno de ellos podía haber tenido su parte del pastel y el espectador la tarta entera, sin ir más lejos unos cuantos años después Tarantino les saca muchísimo partido a dos de ellos en su fantástica "Reservoir Dogs" (1992), pues aquí nada de eso, y mira que lo tenía fácil, una brigada que está autorizada para utilizar los métodos menos ortodoxos que nos podamos imaginar.

Pues con todos estos mimbres, resulta que Tamahori se le antoja mostrarnos el lado más humano del teniente Hoover, la relación con su esposa y compañeros, pero más bien con uno de ellos porque el realizador, no se si de forma consciente o no, disuelve casi desde el principio la integridad de la cuadrilla, si son cuatro porque se acaba volcando todo en uno de ellos, no se da cuenta que el grupo hace la fuerza y que las posibilidades que le daba este eran mucho mayores que los de cada uno haciendo la guerra por su parte.

El caso es que la película falla, intenta adentrarse en una especie de mundo de energía nuclear y de las consecuencias que ello conlleva, de la mano de una impresionante Alisond Pond (Jennifer Connelly), un entorno que se les hace grande a nuestro protagonista y por extensión a sus otros tres compañeros, donde al final de verla y hacer balance de ella nos damos cuenta que todo se queda en un buen intento, una buena ambientación y poco más porque realmente la parte dramática de la historia no llega trascender al espectador.



TRONCHA

martes, 7 de abril de 2009

"El Espectáculo del Vampiro" de Richard Laymon

Publicada en La Factoría de Ideas

Novela ganadora del premio Bram Stoker
El espectáculo del vampiro, de Richard Laymon
Titulo original: The Travelling Vampire Show
Premios de la novela: Bram Stoker (2001).
Traducción: Olga Martínez Yuste
Fecha de publicación: noviembre de 2008
Formato: 23 x 15 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 384
PVP: 21,95 €
ISBN: 9788498004274
Colección: ECLIPSE N°: 44
Género: Terror
Otros idiomas: más de quince.

Con esta novela Laymon ganó de forma póstuma el Bram Stoker Award del 2001. Yo no se si es merecido, probablemente no, pero me ha resultado una novela muy divertida.

Una pandilla de tres adolescentes (dos chicos y una chica) que pasan por esa etapa de la vida en que todo es maravilloso o una absoluta porquería depende del día. Todos hemos pasado por ahí, Laymon entra hasta extremos inusuales en la descripción de las mentalidades de los protagonistas. Con inusuales me refiero a escabrosos, con la escusa de recrear esta etapa de la vida Laymon da preponderancia, como en el fondo de un modo secreto todos se lo dimos, a los pensamientos sexuales. Y aquí una pregunta, ¿el autor lo hace con afán de describir hasta la minuciosidad a los personajes? ¿o más bien trata de ser excitante, un divertimento con un componente sexual? Me inclino claramente por lo segundo, del resto de novelas de Laymon que he leído claramente esta es la intención del autor (de hecho en algunas otras de sus novelas esto llega a un extremo bastante más enfermo que en esta). Mezclando este tipo de reflexiones y fantasías de los personajes con anécdotas de aventuras juveniles (el enfrentamiento con los macarras del pueblo, primeras vueltas en coche con los colegas sin carnet, etc.) Laymon va describiendo a los personajes.

Se dan pinceladas de terror en algunos momentos, estas son sutiles y nos preparan para lo que vendrá pero noto cierta descompensación. El problema que le veo es un alargamiento excesivo de esta primera parte.

Otra cosa es cuando ya entra en materia. En el momento que da comienzo el espectáculo de vampiro el terror, el gore y toda la gracia que le veo a las novelas de Laymon se despliegan y llegan a cotas muy destacables. Esta última parte del libro se lee de un tirón y desde mi punto de vista es muy original. Funciona como una locomotora desbocada engrasada con sangre.

Aquí voy a romper una lanza por el autor, muchos le acusan de no saber escribir. Yo creo que no es así, lo que pasa es que Laymon es un escritor pulp (si queremos decirlo de historias baratas/cutres/pero divertidas). Sus novelas están hechas para entretener del mismo modo que cierto tipo de cine o cómics.

Si quieres acabar chorreando sangre, sucio y, en definitiva, con una experiencia que no olvidarás lee esta novela.


DES

lunes, 6 de abril de 2009

"El club de la lucha" de David Fincher


Esta reseña está dedicada a mi gran amigo des y por supuesto él sabe porque.


El nihilismo, del latín nihil (nada) e ismus (doctrina, movimiento, practica de) es la "actitud" filosófica, puesto que no es una tendencia filosófica estrictamente definida, de negación de todo principio, autoridad, dogma filosófico o religioso. El nihilismo es una posición filosófica que argumenta que el mundo, y en especial la existencia humana, no posee de manera objetiva ningún significado, propósito, verdad comprensible o valor esencial superior, por lo que no nos debemos a éstos. Esta es parte de la definición que aparece en la wikipedia de este término que muchos habrán oído pero que quizás no sabían lo que significaba.

Pues bien la cabeza de nuestro protagonista Tyler Durden (Brad Pitt) no tiene otra cosa dentro que no sea esta idea o concepto, básicamente supondría un receso a lo que el ser humano ha conseguido, una vuelta atrás, a los orígenes, a una sociedad principalmente cazadora y recolectora como al principio de los tiempos, Durden pretende convertir su sociedad en algo así, lo que quizás deba plantearse es que el fin no justifica los medios y ahí es donde precisamente resida el problema o más bien el meollo de la cuestión.

El ritmo narrativo probablemente es de los mejores que se han visto en muchísimo tiempo, iniciándose con la historia de un simple trabajador de la industria del automóvil (Edward Norton), con una vida de lo más anodina y que parece totalmente resignado, su única forma de realizarse frente a ella es conseguir amueblar su apartamento con lo último en decoración del Ikea y tener su armario repleto de la ropa de moda que le haga tener una cierta fachada ante sus semejantes, pero todo cambia cuando en un vuelo conoce a Durden, que es que hará llegado el momento que la vida de ambos ya no vuelva a ser la misma en ningún aspecto.

Todo lo que vemos parece tal como es o más bien no, ya que en la última parte del film todo da un giro inesperado que nadie se imagina, o al menos yo no lo hice y que por supuesto no voy a ponerme a contarles aquí porque no sería lo correcto, un efecto que hace que todo cobre sentido y que nos haga volver a recapacitar sobre todo lo que hemos visto anteriormente para encontrar justificación a muchas de las escenas acontecidas con anterioridad.

Este giro hace aun más plantearnos nuestra propia existencia, lo que antes teníamos ante nuestros ojos y que pensábamos que era una locura o más bien una demencia de un tarado, algo así como crear un club donde la gente fuera a pegarse con otro tan solo por el mero hecho de hacerlo, ahora ya no está tan distante a nuestra forma de pensar, quien no ha pensado para sus adentros que un jefe, un conocido, el que nos ha hecho una pirula con el coche, se merezca un par de tortas para ver si aprendía, imagínense poder desdoblar y materializar esa especie de ángel y demonio que cada uno llevamos dentro y que en algunos casos entran en conflicto continuo por algún tema concreto.

La película no solo plantea que estemos ante las travesuras de un par de adultos que no lo son, si rascamos un poco más en la superficie podemos ver la problemática de la sociedad actual con una serie de valores en muchas de las ocasiones prácticamente caducos y que el luchar contra ellos quizás pueda unir a las personas más de lo que nos podríamos dar cuenta, tampoco deberían ahondar mucho porque el mensaje no da para más quizás sea este el dilema de la película, el que se podría haber hecho más "pupa" con algunos conceptos de lo que realmente se hace.





TRONCHA

viernes, 3 de abril de 2009

"Armas para el Caribe" de Claude Sautet

El que esta película estuviera encuadrada dentro de lo que se podía llamar cine negro español de finales de los cincuenta o principios de los sesenta la hacían, lo suficientemente atractiva para lanzar se de cabeza a ella, otro de sus alicientes era que Lino Ventura (Capitán Cournot) era el protagonista, esta mezcla la hacían bastante atractiva, aparte de todo esto el título prometía, que podían haber ideado los realizadores y productores del film por esas latitudes de América Central.

El caso es que el arranque del film, está bastante bien, el director nos muestra una serie de imágenes en las que nos muestra la figura del capitán de barco, seguimos todos sus pasos, aunque quizás las apariencias nos engañen, nos acabamos dando cuenta de que esta vez está en el bando bueno y para que mentirles, esto me molestó, porque en mi opinión Ventura cuando anda por el otro lado de la línea que marca la ley, me gusta mucho más, siempre me ha parecido un fantástico secundario de su época, con muy grandes papeles en otras tantas realizaciones.

La historia se me antoja bastante original para la época, situar a los personajes en una situación extrema para ver cuanto dan de si, es bastante original, de hecho el hombre está diseñado para la tierra como animal terrestre que es, colocarle en medio del océano y rodeado de dificultades puede ser de lo más interesante, que haríamos nosotros mismos en situaciones de ese tipo, se lo han preguntado alguna vez, bueno pues precisamente para no tener que vivirlas se ha inventado el cine y que ustedes se identifiquen con alguno de los personajes para que sea lo más parecido a vivirlo en propias carnes.

Precisamente esta transmisión que describo es lo que no se produjo en mi caso, y siendo justo reconozco que la intención existe, pero es que hay personajes que pintan más bien poco dentro de la historia y que ni siquiera soportan su trocito de gloria, la historia tiene falta de desarrollo, sabemos cosas de algunos de ellos pero no lo suficiente bajo mi punto de vista, no somos capaces de averiguar porque algunos de ellos han llegado a la situación que están, sino tenían ninguna necesidad de ello.

El caso es que momento tras momento uno espera que la acción rompa por algún lado pero nos quedamos tan solo con eso con la esperanza, ni siquiera asistimos a una relación entre el protagonista y la guapa de turno (Sylva Koscina) que no puede faltar en este tipo de cine, en definitiva esta especie de cine negro que vive en un ambiente oscuro y urbano, se ve arrancado de ahí y expuesto a cielo abierto en un mar pleno de luz, donde quizás no acaba desenvolviéndose lo bien que debiera; por tanto como experimento original, como trabajo, bastante fallón.


TRONCHA

miércoles, 1 de abril de 2009

"Johnny cogió su fusil" de Dalton Trumbo

Muchas de las películas que uno acaba viendo es porque son recomendaciones de gente que realmente tenemos en cuenta y que les dejamos que nos las hagan, y otras son debidas a lo que leemos, en mi caso esta era una recomendación que de verdad que me dejo bastante impasible, supongo que también el ser humano como tal, tiene sus momentos en la vida y que no todos a veces son buenos sino más bien lo contrario y claro esto a la hora de afrontar un largo pues también tiene que influir.

No desvelo nada diciendo que la historia es un total alegato antimilitarista, en la que un soldado casi muerto en el frente se ve privado de brazos y piernas, incluso del habla de la vista, por decirlo de alguna manera se convierte en lo que muchas veces se ha llegado a denominar un vegetal, en este caso en la forma más extrema de la palabra, Joe (Timothy Bottoms) es un simple trozo de carne con el que los médicos tan solo pretenden experimentar.

Alguien me va a acabar llamando indolente o en el peor de los casos que soy un morboso, pero las escenas que más me gustaban eran en las que Joe está postrado en la cama y en las que su particular enfermera le hace comprender una vez tras otra el cariño y la compasión que le profesa, cuando el director nos adentra en esa especie de mundo de los sueños, permitanme decir que me desenganchaba bastante del hilo inicial y estaba deseando que desapareciera de escena ese sucedáneo de Jesucristo encarnado en la figura del insigne actor Donald Sutherland.

Con todo esto que digo no discuto que para muchos pueda suponer una buena película, incluso llegue a ser una obra maestra, pero es que yo no llegue a percibir mucho de ese supuesto mensaje, no llegue a ponerme nervioso cuando el pobre "tronco" intenta comunicarse con su entorno emitiendo morse con golpes de cabeza y precisamente lo que consigue en lugar de poder decir que está vivo y consciente de lo que le ocurre tan solo consigue que aun le aislen más.

Invito a que la gente la vea y se pase por aquí para comentar las experiencias que le haya producido este film, quizás es que yo llevaba la venda puesta, antes de recibir la pedrada y por eso quede indemne al acabar de verlo, sin que la fibra se me inmutara lo más mínimo.


TRONCHA