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lunes, 31 de diciembre de 2007

"Ti piace Hitchkock?" de Dario Argento

Que cosas tiene la vida, que malvada que es a veces con los que la vivimos, que jugarretas nos hace, llevo un período en el que no acierto demasiado al elegir los títulos que acabo visionando, cosas como esta hacen que otros ejemplos estén aun más arriba, Argento como maestro indiscutible del giallo desde esta película entiendo más a un tu arte y espero seguir haciéndolo en futuros trabajos, pero ahora veo de mejor manera tus trabajos pretéritos.

El ejercicio de la misma versa sobre la figura de Giulio (Elio Germano) un estudiante de cine que está preparando su tesis sobre la época del expresionismo alemán en el cine, esto le obliga a estar prácticamente a diario en el videoclub de debajo de su casa, alquilando versiones de aquella época, y por si esto fuera poco su ventana está situada, justo enfrente de la de su sugerente vecina Sasha (Elisabetta Rocchetti), es verano y ya se sabe el calor aprieta. Tanto lo que ve en sus películas como lo que observa en la realidad acaba entremezclándose, sirviendo de base su cultura cinematográfica para encontrar una explicación a los acontecimientos de su vida cotidiana.

Si tomamos de base dos de las grandes obras del maestro inglés (Extraños en un tren, 1951 y La ventana indiscreta, 1954), encontramos perfectamente las claves en las que parece basarse la obra de Argento, pero no se si es que la mixtura no se une a la temperatura correcta o alguno de los ingredientes pudiera estar en mal estado, porque el cocktail final no funciona, resumiéndolo en pocas palabras se acaba quedando en la triste y poco interesante historia de un voyeur.

Analizando algunos elementos del film nos damos perfecta cuenta que estamos ante una de las obras del realizador italiano, la preparación de los asesinatos nos recuerda a algunos de sus asesinatos cumbre, la cámara solo enfoca a los pies o las manos del asesino casi siempre enfundadas en guantes, la sangre por supuesto que acabará escurriendo por un cristal si no es este el que se clava en el cuerpo de la víctima, ni siquiera esto está muy logrado en esta obra.

La imponente arquitectura que llega intimidar al espectador en varios de sus anteriores trabajos no consigue el mismo efecto en este caso, no llega a ser tan impactante, incluso la agobiante lluvia que también hace acto de presencia, y que en una ocasión más no podía faltar, con todo esto hay que reconocer que el director ha repetido una serie de patrones a todo lo largo de su carrera y que por su puesto se ha mantenido muy fiel a todos ellos.

TRONCHA

viernes, 28 de diciembre de 2007

"El rostro de la venganza" de George A Romero

Como diablos comienzo yo ahora este relato para poder decirles lo inexplicable que es a veces que los grandes directores hagan ciertas cosas, son momentos bajos de inspiración, son compromisos adquiridos con mastodónticas empresas multinacionales del cine que les obligan a cumplir ciertos preceptos y sino lo hacen acabaran condenados al ostracismo, no lo se sinceramente, el caso es que estamos ante uno de esos fiascos.

La idea inicial no parece del todo descabellada, aunque si que acaba siéndolo cuando vemos justo la manera en la que acaba desarrollándose, estamos ante un individuo Henry (Jason Flemyng), que no cuenta para nadie ni siquiera para él mismo, aunque parezca mentira, su vida es completamente anodina y pasa inadvertido para el resto de compañeros de profesión, nadie se fija en él, tan solo cuando precisan ningunearle de algún modo.

El joven ejecutivo empieza a tener una especie de visiones en las que realmente lo que ve es una variante agresiva de la situación que ha vivido justo instantes antes y de cómo reacciona su subconsciente, hasta este momento el planteamiento parece que va a funcionar, pero se derrumba justo cuando el director intenta demostrar que el protagonista es un don nadie en su entorno y le roba el rostro dándole carta blanca para que arregle las cosas a su manera.

Esta obsesión de robar la identidad del protagonista cubriendo su rostro con una especie de mascara blanca quizás es el pecado que más acaba pagando Romero en el film, no era necesaria tanta literalidad para luego contarnos una historia más de crímenes de un don nadie que en su día de furia acaba dejando perplejo a los de su ambiente, en una narración de corte más fantástico quizás hubiera tenido una relevancia completamente distinta y probablemente su importancia hubiera sido mayor.

No mucho más que decir de una obra que deberían evitar si está dentro de sus posibilidades, ya que servidor se ha pegado el disgusto de verla y vuesas mercedes tienen a bien tomar mi consejo, pues eso podrán emplear dicho tiempo a ver cualquier otra o dedicarlo a menesteres que les plazcan más. Suerte.

TRONCHA

miércoles, 26 de diciembre de 2007

"El péndulo de la muerte" de Roger Corman

Siempre he escuchado la típica frase que se refería a que las comparaciones son odiosas y por supuesto que he tenido oportunidad de comprobarlo, pero es que en muchas ocasiones es completamente inevitable no caer en dicho análisis tomando como referencia algo que ya hemos visto y asemejarlo de forma continua con lo que estamos viendo.

Injusticias aparte o no es lo que me ha ocurrido con este film de la American International Pictures, no he podido evitar establecer la similitud que podría haber tenido si se hubiera realizado en la Hammer, porque la temática, los decorados, los actores, todo podía haber encajado en estos estudios cinematográficos, el visionado de esta cinta, me impulsa todavía más a ponderar el mérito de los pequeños estudios londinenses y sobre todo exaltar la gran calidad de su honesto trabajo, hacer tanto con tan poco, otros tuvieron más y no supieron aprovecharlo.

Partimos de una idea que ya hemos visto en alguna ocasión anterior, alguien viene a la casa donde ha fallecido un familiar en extrañas circunstancias y como tal se queda en la mansión adonde llega para poder poner en práctica sus dotes detectivescas, hasta que de una manera u otra acabe dando con la clave exacta de cómo se han desarrollado los hechos y por supuesto logrando desenmascarar al culpable.

Quizás lo original no esté en todo lo que acabo de contar sino en los métodos que se utilizan y por supuesto en como nos lo narran, la película está basada en la obra “The pit and the pendullum” (1842) de Edgar Allan Poe, con esto digo que flaco favor le han hecho al magnífico escritor bostoniano de cuentos de terror, ya que esta adaptación del libro en ningún momento nos logran transmitir sensación de suspense, y muchísimo menos de intriga, ni siquiera la aparición de Vincent Price (Nicholas) como protagonista la hace destacar.

Ahora ya si quieren entramos en lo de siempre, en que hay películas que son de culto y que no, que merecen cierto respeto, pero a mi esta, me parece floja, de tal manera que los famosos diálogos que suelen salvar estas realizaciones no son buenos, da la sensación de que no están ni trabajados y que han sido copiados literalmente de los pasajes del libro de Poe, la puesta en escena es más bien normalita, sin alardes, los actores dejan mucho que desear, incluso dan la sensación de andar en pandilla de aquí para allá durante toda la historia, para terminar decir que se me antoja un producto muy normal que no encandila de ningún modo.

TRONCHA

lunes, 24 de diciembre de 2007

"Kôshônin" de Takashi Miike

Tres tristes tigres…” así comienza un conocido trabalenguas, dándole una importancia tremenda al número tres, es algo que parece demostrarnos el director en esta obra, como se puede hacer una película basada en dicho número primo y sus divisibles, incluso llegar a ponernos a hacer operaciones matemáticas y si somos cuidadosos y no nos despistamos acaban saliéndonos las cuentas, por muchas trampas que podamos encontrarnos por el camino.

Situados frente a la pantalla y haciendo honor a la verdad no podemos decir que estemos ante una historia muy novedosa, la idea de partida la hemos visto ya en otros muchos ejemplos cinematográficos y por ello parece que se va a convertir en una más, pero si alguno creía que realmente iba a pasar esto es que no conocen al cineasta nipón, desde que se produce el secuestro dentro del hospital, se forman dos bandos dentro de lo que son las fuerzas de seguridad encargadas de velar por un feliz final para todos.

Por un lado los negociadores Ishida (Hiroshi Mikami) y Tohno (Mayu Tsuruta) los supuestos expertos en situaciones de este tipo y por otro la policía normal y de a pie, la auténtica que siente denostada su inteligencia por parte de los anteriormente mencionados, la magia de Miike reside en que cuando todo parece normal, de repente nos desvela la clave de lo que está ocurriendo y eso que aun nos resta la otra mitad del film, claro que estamos cayendo en su trampa, ya que de repente todo dará un giro totalmente inesperado y que por supuesto no voy a desvelarles, para que intenten disfrutar del mismo como lo he hecho yo.

Hay escenas de bastante calidad, localizaciones interiores en las que los actores acaban situados en un ángulo concreto del enfoque, haciendo composiciones con cierto grado de originalidad, también adolece de muchos tramos en los que está rodado cámara al hombro y estos debo reconocer que no son muy de mi agrado, pero aun así no afectan demasiado al conjunto.

La base real del film son los continuos diálogos de enredo que se suceden uno tras otro y la verdad es que acaban interesando al espectador ya que se suponen muy aclaratorios ante la situación que estamos y como reaccionan ante ella, lo que si me pareció que hubiera podido recortar es un poco el final, ya que el cineasta no nos tiene muy acostumbrados a esta especie de finales explicativos a modo de conclusión.

TRONCHA

viernes, 21 de diciembre de 2007

"Nadie puede vencerme" de Robert Wise

Aquí nos encontramos frente a una película pequeñita, incluso de muy corta duración (72 minutos), pero no se van a imaginar la gran calidad que tiene hasta que la vean, todo lo que cuenta en tan poco tiempo, y lo intensa que llega a ser, casi da pena que se termine tan pronto y no como en otras ocasiones que estamos más de dos horas delante de la pantalla para que no nos cuenten absolutamente nada, dándonos la sensación de que hemos perdido el tiempo y en ocasiones también dinero.

Como indicaba en el párrafo anterior la longitud del film hace necesario que este sea realmente intenso, no tiene más remedio, por tanto sin más les introduzco en la vida de Bill “Stoker” Thompson (Robert Ryan), un boxeador acabado que solo pela en combates de mala muerte y por si esto fuera poco, amañados, la suerte la tiene de espaldas hasta la noche en que rompe una larga racha perdedora, donde la esperanza llega tanto para él como para su matrimonio con Julie (Audrey Totter), la cual vive harta de este mundo y quiere que todo comience de nuevo lejos del ring.

La escena que resume toda la película y por tanto la hace grandiosa, es en la que llega Bill al vestuario del Paradise City, tan solo hay dos vestuarios y en ellos se tienen que cambiar todos los púgiles de los distintos combates de la velada, esto hace una especie de convivencia previa a los enfrentamientos en las que Wise, de una forma genial nos narra los distintos estadios por los que pasa un boxeador, desde el chico que comienza y está a punto de disputar su primer combate, con los nervios revolviéndole el estomago hasta el que su carrera ha entrada en una cuesta abajo sin frenos su cerebro no da para más acabando sonado sin siquiera saber cual es su propio nombre, la intensidad de los personajes es tal que acaba dándonos la sensación de estar dentro de ese cubículo oliendo el acre aroma de la mezcla entre sudor y linimento.

Me atrevería a decir que es una de las más grandes escenas que jamás haya visto de la historia del cine, capítulo aparte merece el tratamiento que el director da al público y al combate en si, el cual aparece en su estado más puro sin aditivos, los actores combaten encima del cuadrilátero, sin extras ni algo parecido, en un combate de cuatro asaltos que casi podemos ver totalmente íntegros, mostrándonos la soledad del luchador boxístico, ante un público sin freno, capaz de proferir las más increíbles tropelías en su descarga de stress y adrenalina, incluso exagerando todo esto en la figura de un espectador completamente ciego que da la sensación de estar más alterado que el resto.

La pretensión del realizador de mostrarnos la dureza del boxeo es una existencia llena de dramatismo y de sufrimiento se consigue sin problemas, pretensión de concienciar que a un lado tenemos a dos hombres que se están machacando a golpes para que otros doscientos desde fuera de las doce cuerdas, descarguen sus iras sobre ellos y apuesten su dinero, el enfoque está claro que es mostrar el lado humano y sensible de estos sacrificados luchadores de la vida.

TRONCHA

jueves, 20 de diciembre de 2007

"La muerte de Usher" de Robert R. McCammon


¿Que sería de McCammon si no existiera Stephen King?


He leido en muchas ocasiones que es un clon del gran King. Que si "el Canto del Cisne" es una replica a "La Danza de la Muerte" (no he tenido ocasión de comprobarlo dado que no he leido esta obra de MacCammon), que si "Muerte al Alba" copia de "It" (esto si voy a poder comprobarlo porque acabo de conseguirlo). A mi no me lo parece, de hecho McCammon me parece incluso superior. Sus novelas son más entretenidas y absorbentes que las del escritor de Maine. Además es más honesto, son novelas baratas sin pretensiones de nada más que entretener con un estilo de terror adictivo y directo.

La novela que acabo de terminar de leer "La muerte de Usher" parte de una premisa muy original. Estamos en una taberna en el siglo XIX y un tal señor Usher se dirige a un señor llamado Poe para recriminarle por que este último ha escrito un cuento basandose en una historia familiar y le ha parecido una afrenta a su intimidad. Este comienzo, que luego no tiene continuidad en la novela, ni falta que le hace, nos pone en situación para lo que sigue. Una revisitación de "La Caida de la Casa Usher" pero no con animo de enmendar la plana al Maestro sino como un homenaje hecho con simpatía y originalidad.


Asistimos a la historia de la familia Usher en la actualidad. Es una de las familias más ricas del planeta por dedicarse a la fabricación de armamento a escala planetaria. Baste con decir que cuando el ejercito americano compra misiles, rifles, tanques o lo que sea compra Usher´s Armaments. Pero, siempre hay un pero, la familia y sobre todo su mansión arrastran algo maldito desde hace generaciones. El misterio llega a las últimas paginás en un final efectivo y como todo lo demás, simpático.


Desde luego se lee de un tirón y es muy entretenida. Nunca podría considerarse una obra maestra pero cumple su función. Es una historia de pulp de terror actualizado.

DES

Página oficial del autor


Bibliografía en castellano

miércoles, 19 de diciembre de 2007

"Banda aparte" de Jean Luc Godard

Hay ocasiones en las que no sabría decir muy concretamente porque pero acabo por no engancharme en las películas cuando la interpretación de los actores no me convence, este probablemente es el caso que me ha ocurrido con esta obra del gran cineasta francés, he tenido la sensación de que en múltiples ocasiones estaban sobreactuando y en otras parecían personajes de cierto cariz bressoniano impasibles ante la cámara.

Quizás la idea sea buena y la pretensión del director no sea del todo descabellada el intentar que lo que prevalezca ante todas las cosas sea la historia, el film en si, y no sus propios protagonistas, en honor a la verdad debo decir que está conseguido ya que desde el primer momento la obsesión por apoderarse el dinero de Madame Victoria (Louisa Colpeyn) se convierte en una constante.

El robo se convierte en la obcecación de Franz (Sami Frey) y de Arthur (Claude Brasseur) ya que la inocente y romántica Odile (Anna Karina) que vive recogida en la casa de Victoria les ha revelado que un amigo de esta guarda allí millones que realmente está defraudando al estado, aunque el grupo lo componen tres personas y parece que el fin es común en ambos, cada uno tiene sus sueños con respecto a los otros dos, tejidos como en una especie de telaraña que no va a quebrarse si ninguno abandona al resto.

Los tres han creado su propio mundo prácticamente invulnerable pero al mismo tiempo frágil, los problemas vienen cuando el mundo exterior, que es el mundo real interfiere y les llega a desestabilizar, ellos son jóvenes, aunque debo confesar que en general estas películas de jóvenes interpretadas por adultos me crispan un poco, casi todo todavía es un juego para ellos, conducir, tomar una copa, bailar y volver a conducir, todo ello tiene su parte entretenida sobre todo cuando eres un adolescente.

Aun intentando encasillar el film dentro del cine polar, la verdad es que no estoy muy de acuerdo, sería algo así como una especie de polar desenfadado, o ni siquiera eso, no se vayan a pensar que lo tengo yo tan claro, que pertenece a la llamada nouvelle vague no hay duda, aun así la forma en la que está rodada no deja de ser bastante peculiar, ya que aunque la acción discurre en París el sonido ambiente me parece excesivo en todas las escenas, llegando a cortarlo de cuajo y dejar sin sonido el largometraje cada vez que el narrador, papel que interpreta el propio Godard, hace uno de sus llamados paréntesis, que me resultan del todo innecesarios porque poco aportan a la historia, incluso en alguno de estos llega a reconocerlo él mismo.

Se nos intenta transmitir un ideal de juventud alocado, que no se preocupa por prácticamente nada, que visitan el Louvre en nueve minutos y cuarenta y tres segundos batiendo así el record Guinness, eso si de entre todas destaco la escena de la coreografía del baile de los tres protagonistas y lo que más me dejo impactado el narrador cuando comenta ya finalizada la película que las próximas partes de las aventuras de los jóvenes se rodaran con un presupuesto mucho mayor en Cinemascope y Technicolor

TRONCHA

lunes, 17 de diciembre de 2007

"La guerra de los mundos" de Byron Haskin

La disertación inicial de la película me parece de lo mejorcito que he visto en el mundo del cine, se la voy a contar para ver que les parece a ustedes, la idea central parte de que hay vida en Marte, así en frio sin más y que sus habitantes intentan expandirse, para ello buscan otros mundos, la exposición comienza pensando en los planetas más lejanos a los más cercanos al sol, se exponen porque es inviable la invasión marciana, hasta que llegamos a la Tierra, donde según nos comenta el experto narrador las condiciones son idóneas, para que pensemos que como en la tierra no se vive en ninguna parte, que nos lo digan a nosotros que llevamos toda la vida aquí.

Un meteorito cae en un paraje cercano a una localidad estadounidense, los habitantes ajenos al peligro que a posteriori se presentará, reciben con algazara el acontecimiento que según ellos acabará reportándoles pingües beneficios, pero la alegría dura poco, porque el meteorito se desenrosca (literal del diálogo de uno de los personajes) y de él salen los alienígenas que no respetan a nadie, ni siquiera a la figura eclesiástica de la comunidad (Lewis Martin) que personifica el único intento de comunicación con los invasores, la destrucción total se desencadena de inmediato, ante la impotencia de las fuerzas armadas de detener el avance.

Ni siquiera los intentos de la ciencia por investigar la morfología de los marcianos dan su fruto, porque no llegan ni a empezar, todo parece inútil, hasta que llegamos al giro final, que me parece de lo más…no quiero contárselo para no desvelarles los derroteros que toma la batalla final contra los habitantes de Marte, pero me parece de lo más propagandista, falsa, manipuladora, prefiero no seguir.

Siempre hay una cosa que me suele enfadar de este tipo de películas pero como tal las acepto, insisto una vez más en que siempre hay que tener muy en cuenta la época y las condiciones sociales en las que nació, pero no soporto esas historias de amor inmediatas que se produce en ella, sin comerlo ni beberlo y sin justificación alguna, y por otro lado otro de los aspectos negativos es la preponderancia de la religión como solucionadora de problemas de tal envergadura, intentando inculcarnos que lo que no puede lo terreno lo puede lo divino.

La obra en general me parece muy entrañable, sobre todo simpática, solo hay que mirar las caras tan dulces que tienen los marcianos con tres ojos cada uno de un color distinto, ya sabemos que matan desde las naves pero cuando bajan de ellas dan ganas de abrazarles y más debido a las capacidades con que son descritas por el protagonista el doctor Forrester (Gene Barry) que aparte de aseverar con absoluta rotundidad su procedencia sin ofrecer duda alguna, nos indica que su flujo sanguíneo es más lento que el nuestro, que poseen dos cerebros y que pueden oler los colores, que les parece, y eso sin tan siquiera tocarlos, este tal Forrester es un auténtico crack.

Que nadie se ofenda por mis comentarios, están hechos desde el modo más simpático posible y lo que pretenden es darnos cuenta más que nada lo peculiar que era la imaginación de algunos guionistas a la hora de inventar historias para mantener la expectación ante el público e intentar dejarlos boquiabiertos, incluso quien sabe si hubiéramos vivido en aquella época no le hubiera ocurrido a un servidor, ante todo demostrar mi respeto absoluto por este tipo de trabajos

TRONCHA

viernes, 14 de diciembre de 2007

"Lucio" de Aitor Aguirre y Jose María Goenaga

Los del séptimo vicio han tomado la estupenda manía de hacer un espacio denominado dialoguecinema que comprende pequeños ciclos dedicados a un director o temática determinada, esto los hace bastante apetecibles, aparte del óvolo de un euro que entregamos por ocupar nuestra butaca y si como en mi caso acabas encontrándote a un amigo de la infancia al que hacía años que no veía, mejor que mejor desde aquí os aliento a seguir con esta iniciativa, por cierto, aprovecho a saludar a Manolo desde aquí por si me estás leyendo.

Lucio (2007) es un documental que se adentra en la persona protagonista del mismo, según palabras textuales del director Jose María Goenaga, es la historia de un albañil que casi arruina al First National Bank (ahora Citybank), con un sistema ingenioso y casi-perfecto de falsificación de cheques de viaje, todo ello según el propio protagonista amparado y justificado por la supuesta ideología anarquista, sin faltar a su trabajo diario en el tajo y pasando unos pocos meses en la cárcel a lo largo de toda sus vida, comparándolo con la envergadura de los delitos que cometió.

A través de los testimonios de sus abogados, familiares, gente de su entorno y por supuesto el de él mismo, llegamos a adentrarnos en su mundo, porque hay que decir que Lucio Urbieta se ha creado un mundo a su medida en el que él ve las cosas a su manera y como le sale de los cojones (como el mismo nos diría), sus propios testimonios no paran de arrancar la sonrisa, incluso la carcajada del espectador, sin darnos cuenta logra atraparnos con su extremada franqueza, pero al final cuando todo termina acabo planteándome la pregunta ¿De que me he reído? Podría haber mil hipótesis distintas pero solo dejar patente en estas líneas que Lucio lucho contra quien el pensaba que debía hacerlo, pero sin pensar en los daños colaterales que pudieron surgir de aquello, ahora en la actualidad es cuando quizás recapacite más sobre ello y se arrepienta de algunas acciones acometidas, al menos esta sensación da, cuando calla lo que calla.

La narración es muy desenfadada lo que hace que estemos ante un trabajo fresco, bastante original que mantiene la atención del espectador en todo momento y que me atrevo incluso a decir que es de gran altura, productos así se ven poco por este país, el montaje del documental está bastante conseguido combinando distintos elementos modernos con imágenes de archivo, todo vuelvo a insistir con una factura impecable, quizás un poco machacón en algunos aspectos pero en definitiva se aprecia que el conjunto está dentro del notable.

Apartados técnicos a un lado, cada uno sacará la conclusión que quiera ante la visión del mismo para gustos están los colores, lo que si me da la sensación es que sus autores han sido bastante fieles y no han intentado confundirnos a la hora de mostrarnos la contradictoria e impulsiva personalidad del anarquista navarro, este aspecto aun le hace una cinta de mayor interés, ya que la dificultad en estas ocasiones es la de ser objetivo y no acabar empatizando con la causa en una especie de síndrome de Estocolmo.

TRONCHA

miércoles, 12 de diciembre de 2007

"Ocho sentencias de muerte" de Robert Hamer

Que pequeñita la Ealing y con que grandes obras nos deleitó, sorprendente la gran calidad general de todos sus trabajos, por supuesto los culpables de todo esto en general son una serie de actores que derrocharon genialidad y buen hacer en la gran época de estos estudios (hacia la década de los 50), sobre todos ellos por supuesto destaca la figura de uno de los más grandes del mundo de la interpretación de todos los tiempos como es Alec Guinness.

Casi todos los trabajos que se produjeron en estos estudios de una manera u otra tienen un trasfondo totalmente teatral y esta no podía ser menos, aunque en este caso el papel de protagonista es para el duque Louis Mazzini (Dennis Price) condenado a muerte que decide escribir la historia de su vida durante las pocas horas de vida que aun le restan pero el verdadero protagonismo es el de Guinness, que no hace un papel, sino ocho en total, así sin más.

Louis es un plebeyo con raíces en la nobleza, el cual desea heredar su condado como su propia familia le ha negado desde su nacimiento y para ello utilizará los métodos que estén a su alcance sin reparar en remordimiento alguno, de esta manera logra acelerar su posición en el ranking de los D’Ascoine, cada sujeto que quita de en medio es interpretado por el mencionado Guinness con lo cual la película se nos antoja a algo similar al trabajo de Hércules en la mitología griega cuando tuvo que matar a la hidra y cada vez que le cortaba una cabeza, de la cicatriz salían dos nuevas, es como si el protagonista viviera dentro de una especie de circulo vicioso del que no puede salir.

La historia aparece contada por un narrador que es el propio protagonista hablando de su pasado y de las vicisitudes para lograr su fin, con esto Hamer nos hace una dura burla de la clase aristocrática, tan obsesionados por mantener su posición y ciegos para no darse cuenta de que están metiendo al zorro dentro del propio gallinero, mostrándonos una sociedad donde son más interesantes las apariencias que todo lo demás, la trama transcurre de una manera pacífica aunque de crímenes estemos hablando, pero el final acaba siendo magistral, manteniendo por supuesto los tres tiempos de la tradición teatral que sirve de base a estas obras.

Otro ejemplo más del frívolo humor negro muy característico de los estudios ingleses, un humor muy inteligente y mordaz, que se permite la licencia de tratar temas como el asesinato y la muerte de una forma muy cotidiana, como si formaran parte de nuestros quehaceres diarios, consiguiendo que disfrutemos de temas tan escabrosos y podamos verlos llenos de naturalidad, hasta llegar el punto de que sin darnos cuenta estemos justificando las horrendas acciones del protagonista.

TRONCHA

lunes, 10 de diciembre de 2007

"Nostalgia" de Andrei Tarkovsky

“…Puedes oír el respirar de vieja vida:
resbaladizas setas crecen en mojada hierba,
por dentro están comidas por parásitos y gusanos,
pero la piel sigue siendo viva y picante…”

Estos son unos versos extraídos del poema “El bosque de Ignatievo”, escrito por Arseni Tarkovsky, hermano del director de cine y al que de alguna manera se le acaba haciendo referencia en el film, por si tuviera alguna duda después de haberla visto y sentido la profunda sensación de que la obra tiene una gran carga autobiográfica, me he decidido a poner los versos porque la descripción que suponen me recuerda mucho a ciertas escenas similares.

Las escenas que ocupan todo el film no son escenas son cuadros realistas, el manejo de la cámara es tan delicado y está ubicada de una forma tan mimada que lo que acabamos viendo a través de la pantalla son cuadros de una composición exquisita, más que escenas, esto provoca que pueda decir que el cineasta ruso es un pintor de escenas y no solo me baso en este film sino en la mayoría de su filmografía, una especie de pintura inspirada en la poesía y por supuesto su particular forma de ser.

Andrei (Oleg Yankovsky) viaja a Italia desde Rusia, acompañado de una traductora de italiano, Eugenia (Domiziana Giordano) en principio su propósito es el de entrevistarse con Domenico (Erland Josephson), un loco que no lo es tanto y que ejemplo de ello da durante el primer encuentro entre ambos y la disertación que se produce al respecto, la trama no tiene mucho más, Andrei está totalmente abrumado por la nostalgia, por los recuerdos expresados en blanco y negro por el director, que se entremezclan con su cruda realidad. La obra por tanto no destaca por contar una gran historia su calidad se soporta en una enorme fuerza visual.

Como frase rotunda e impactante debo destacar una que aparece en un diálogo entre Eugenia y Andrei, donde ella le dice que “Los rusos siempre habláis de libertad y cuando la tenéis no sabéis que hacer con ella” esta frase se me antoja una revelación total, los diálogos son pocos pero de gran calado, los personajes tampoco son muchos, pero no le hacen falta más, son los necesarios ni mas ni menos, la cantidad justa, personajes serios que no abandonan su tono trágico, si acaso unos instantes, en los que esbozan una somera sonrisa en la comisura de sus labios para rápidamente retornar al rictus original.

Los ambientes son muy similares a los de otras producciones que son rodadas en su país natal, esto revela al director como un amante total de la naturaleza, los ambientes húmedos, la arquitectura medio derruida que en ocasiones ha sido invadida por el hábitat en el que está enclavada, amante del mundo rural parece demostrar cierta agorafobia hacia los grandes espacios de las urbes, no así por los extensos espacios de la tundra o el bosque, dos elementos constantes de su cine, como colofón y obra suprema destacar la escena final, increíble.

TRONCHA

"El poder invisible" de Lambert Hillyer

Bueno, es verdad hay que reconocerlo, como castiga el tiempo a algunas películas, pero sobre todo a estas en las que aparece una nueva teoría científica, un nuevo descubrimiento, en las que el científico acaba volviéndose loco, sino lo está ya desde un principio, pretendiendo tener un poder muy superior al del resto de la humanidad, pues desde aquí declaro que les tengo cierto cariño y que me entretienen un montón esas alocadas teorías que como se dice al principio de esta, quien sabe, ahora pueden parecernos ridículas pero en el futuro no sabemos lo que la ciencia nos pueda deparar.

Y que decir de los instrumentos utilizados, esos si que me vuelven loco, el traje que utiliza Janos Rukh (Boris Karloff) para extraer un a muestra del meteorito que han ido a buscar a África y que ha venido directo de la constelación de Andrómeda, a millones de años luz, en general lo que ya es el colmo de lo original son los laboratorios, totalmente geniales con esos arcos voltaicos, espuma y humo saliendo de probetas y pipetas, y por si esto fuera poco, esta vez el descubrimiento de un elemento hasta ahora desconocido el “Radio X”, cuyo poder es inimaginable e incompresible para muchos.

El profesor Rukh defensor de la teoría de este nuevo elemento se siente traicionado cuando todos los que están a su alrededor intentan aprovecharse de las ventajas del mismo para hacer un uso lógico y racional de la nueva innovación, él quiere ser su único dueño y ve al resto como enemigos incluso a su propia esposa Diana (Frances Drake) tramando así su venganza, pues justo hasta aquí es donde la película es muy interesante, a partir de este punto, ya entramos en el terreno de los sentimientos y el moral, donde empieza a flojear.

Si, es así lo que más me enfada de este tipo de largometrajes es que en un porcentaje elevadísimo acaban solventándose siempre anteponiendo el plano personal, si estamos hablando de científicos con poderes superiores al resto de los mortales, porque al final acaban sucumbiendo a sentimientos tan humanos como el amor, es que quieren inculcarnos que este lo puede todo, en fin.

Comentario aparte me merecen los diálogos que es donde realmente se forja la base de estas obras, ya que los presupuestos de las mismas eran bastante limitados y había que andar con la mente muy despierta e imaginativa para dar una sensación enigmática y de cierto suspense a la historia, los tonos de las voces de los personajes en especial la de Karloff y la de su madre (Violet Kemble Cooper) no tienen desperdicio, voces rotundas que salen de lo más profundo de sus gargantas, algo que en la versión doblada no se puede apreciar, comprenden ahora porque es tan importante disfrutar del cine en V.O.

TRONCHA

"El cebo" de Ladislao Vajda

Siempre que había tenido referencias de esta película habían sido buenas, por lo que mis expectativas al ponerme frente a ella, al menos eran halagüeñas, debo decir que no me defraudó, que me parece de una calidad bastante considerable, lo que si se me plantea la pregunta es si un director como Vajda es capaz de hacer cosas como esta, como ha sido también capaz de hacer otra serie de obras de tan dudosa calidad, el caso es que está la tiene y en buena dosis.


El film narra la historia de un asesino en serie del cual se desconoce todo, simplemente por meras corazonadas y tomándolo desde un ámbito totalmente personal el inspector Matthäi (Heinz Rühmann) convierte en algo muy particular, prácticamente una obsesión, el atrapar al asesino, incluso llegando a cambiar su vida de forma tajante para intentar seguir con sus pesquisas, y utilizando un cebo como si de la pesca de un escualo se tratara.


La verdad es que podríamos discutir si los métodos del retirado inspector son de lo más correctos, ya que en cierta manera asombra su modo de actuar, y curiosamente en un país como Suiza, donde parece ser y según dicen nunca pasa nada, pues vaya si pasa, si que si, la película está plagada de diálogos, que constituyen la base del argumento, de como se va a llegar al desenlace final.


El comienzo se me antoja muy parecido a la película El bosque del lobo de Pedro Olea ya que quien descubre el cadáver de la niña es un buhonero, aquejado de ataques como le ocurría a J. L. López Vázquez, cuando acometía el personaje del lobisome, el hecho que la asesinada sea una niña intenta hacer que llegue más al espectador, por supuesto tratándolo de una forma bastante aséptica, sin ensañarse en la acción.


Donde si que pienso que se podía haber tensado más la cuerda es a la hora de la aparición del personaje del asesino, ya que la tensión se transmite muy bien justo hasta ese punto, introduciéndonos a través de la mentalidad infantil en un mundo que es desconocido para los adultos pero que si llegamos a entender probablemente nos lleve a dar con la solución.


La utilización de la cámara se me antoja muy buena ya que los planos son bastantes precisos, utilizando grandes angulares de exteriores que intentan dar contraste con la propia historia que surge en tan pequeño pueblo, que complicados de resolver se antojan los asesinatos y crímenes que se cometen en estas pequeñas poblaciones, aun conociéndose todos y sabiendo de que pie cojea cada uno; quizás ese siempre sea el motivo principal, que haya tantos que tengan tantos motivos para acabar con la vida del fallecido.

TRONCHA

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Todo en la vida tiene un antes y un despúes, este blog se inició con mucha ilusión por ambos hace poco más de un año, esa ilusión se mantiene intacta por no decir que ha crecido, el caso es que a partir de ahora podeis seguir leyéndonos en otra página, nos han ofrecido unirnos a Cinemavip y por allí andamos ahora, nada cambia todo sigue siendo igual. Por tanto si quereis seguir visitándonos estamos encantados de recibiros en:

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lunes, 3 de diciembre de 2007

"Zabriskie point" de Michelangelo Antonioni

Ante todo hay que ser justos y antes de juzgar si una película es buena o mal, debemos valorar si esta realmente nos interesa, supongo que el interés existe generalmente al principio y que este habrá sido motivado por cualquier circunstancia, pero en cuanto nos adentramos un poco en la obra se acaba disipando hasta desaparecer del todo, esto me ocurre con la película de Antonioni, la verdad es que acabo por desinteresarme y no niego que pudiera ser debido a una falta de comprensión, pero así fue.

El punto de partida quizás se nos antoja esperanzador, cuando vemos inmerso a Mark (Mark Frechette) en una revuelta estudiantil en la que no se conforma con la suerte que les toca vivir y que incluso se inclina por acciones de corte mucho más duro que los integrantes de la asamblea proponen, pronto estalla el detonante que desencadena todo, un disparo mata a un policía y la culpabilidad acaba del lado de nuestro joven protagonista.

En su plan de huida deja atrás completamente la sociedad de consumo que el propio Michelangelo quiere mostrarnos a través de una constante casi obsesiva en toda la primera parte de la película como son la infinidad de carteles publicitarios que aparecen prácticamente en todas las escenas, para desaparecer cuando alcanza el desierto y con ello su encuentro con Daría (Daria Halprin) allí todo es libertad, no hay que dar explicaciones a nadie, no existen las responsabilidades, supone una alegoría del amor libre, una visión nihilista de la vida, en la que tan solo se necesita lo básico y el resto de elementos externos, tan solo logran perturbar la libertad de la pareja, sobre todo la de Mark, representada por su desenfadada avioneta.

Ambos prosiguen su camino después de este encuentro, pero lo que nos queda muy claro es que ya no van a volver a ser los mismos, son personas muy distintas, sobre todo Daría, que acaba odiando la sociedad de la que se nutre, llegando incluso a expresarnos sus deseos más profundos en cuanto abandona el libre desierto y vuelve a entrar en contacto con la civilización, en concreto con la empresa que paga su sueldo y le permite subsistir en ese fatal mundo que empieza a odiar.

No se si me equivoco en mis interpretaciones o no, pero es como yo veo esta película, lo que ocurre es que acabo no creyéndome lo que veo, quizás por culpa de los actores, porque sinceramente sus actuaciones son de lo más precario, por otro lado también esa especie de imágenes surrealistas sobre todo la del desierto, me parece que aportan poco, aun así seguiré explorando el cine del cineasta italiano y dándole más oportunidades más para intentar entenderle.

TRONCHA