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miércoles, 31 de enero de 2007

"Henry, retrato de un asesino" de John McNaughton

En ocasiones el título de las películas da muchas pistas sobre lo que vamos a poder encontrarnos una vez abierta la lata, en este caso la verdad es que estamos ante un acierto de traducción, no pudiendo decir lo mismo en la mayoría de las ocasiones, ya que en este bendito país, a veces no es que nos equivoquemos al traducir el título original, es que cualquier parecido con el mismo es pura casualidad, es un incomprensible afán por subtitular todo, además no intentamos globalizarlo todo, pues eso pongan ustedes también su granito de arena.

Desde el primer momento de la historia John McNaughton, nos presenta el personaje de Henry (Michael Rooker) un asesino en serie, haciéndonos un recorrido por los luctuosos lugares por donde ha estado presente y el reguero de cadáveres que ha dejado tras su paso, en la mayoría de las ocasiones del sexo femenino, pero lo realmente interesante de Henry no son sus asesinatos, no pienso que el director intente que nos regodeemos en ellos, eso si a todos ellos denotan cierto aire a crimen sexual.

En una de sus estancias en la cárcel, Henry conoce a Otis (Tom Towles), personaje que se dedica a vivir sin más y que tiene cierto potencial de asesino, que acaba desarrollando en su plenitud, el propio Henry, a sus vidas llega alguien nuevo, diferente, distinto a ellos, Becky (Tracy Arnold), hermana de Otis y que precisamente viene huyendo de un individuo cortado por el mismo patrón que sus nuevos compañeros, este triángulo de personas castigadas por la vida es el centro de la historia, aunque el vértice principal por supuesto esté ocupado por Henry.

El director hace un gran esfuerzo porque el protagonista se nos presente como una persona normal, si digo bien, como una víctima de la sociedad y de la educación que recibió durante su infancia, él es como es, y no conoce otra forma de vida, los hechos le obligan a matar, aunque parezca raro decirlo, Henry no sabe amar, su forma de placer y de goce es la muerte del que tiene enfrente, ese es el único instante de felicidad que le permite esta vida.

Aunque parezca demagógico no es una película de asesinatos, la película trata sobre un asesino, sobre la persona que los comete, tan solo hay una escena donde la violencia se desborda, resultando ser la más sangrienta y ocurre dentro del propio triangulo de personajes principales del film, McNaughton consigue meternos en el pellejo del psicópata, incluso produciéndonos un sentimiento profundo de pena, al ver como es y va a ser su vida.

A destacar de entre todas las escenas, la final, que es demoledora y que no desvelo a los espectadores para generar en ellos la curiosidad de visionar la cinta, esta escena merecería un capítulo aparte por su carga emocional y la visión futurista que de si mismo llega a tener el propio Henry.


TRONCHA

lunes, 29 de enero de 2007

"The host" de Bong Joon Ho

Hay veces que el cine se repite a si mismo como atrapado en una espiral en la que parece que no puede salir, y sobre todo en algunas nacionalidades, que utilizan cierta temática dentro de las películas para hacerlo de una forma excesivamente recurrente, caso sería de las dichosas y hastiantes películas juveniles americanas las cuales no hay quien las soporte y parecen todas cortadas por el mismo patrón, o aquella época de nuestros mayores del cine de destape, al cual de vez en cuando algún cineasta actual recurre, no se para que, pues el cine oriental también adolece de sus propios tópicos, el cine de monstruos devastadores de civilizaciones, ese cine de Godzilas y Gameras, destruyendo o salvando la civilización y que como característica que les une todos vienen del mar o en su defecto del agua.

Partiendo de la versión más simple para crear un monstruo como es el vertido de residuos tóxicos, altamente contaminantes, sobre el rió Han el director, Joon-ho Bong, se queda tan feliz y nos deleita con toda una serie de persecuciones tanto del lado del propio monstruo como de las autoridades que creen controlar la situación, a una pobre familia de a pie, la cual no ha tenido excesiva suerte con la vida y que es de lo más variopinta, o si rascamos un poco en el fondo no tanto la verdad.

Insisto en que la historia es la típica y previsible de siempre en la cual sabemos que el pobre monstruo va a morir, si digo pobre y además pelín torpe porque en algunas escenas incluso se tropieza y resbala, que culpa tiene el monstruo de ser como es, él era un pobre siluro que no eligió ser así, la vida le ha hecho como es, el solo necesita alimentarse.

En fin poco más, buenos efectos especiales en cuanto a la elaboración del monstruo, incluso algunos críticos le han catalogado como el mejor monstruo jamás hecho para una producción, aunque realmente no se si esto es un mérito ya que con tanta tecnología actual era fácil de fabricar un monstruo que en ningún momento asusta, sino que más bien me enterneció, quizás es que en latitudes más occidentales como la nuestra no cuaja este tipo de cine, o no al menos en una gran mayoría.

TRONCHA

viernes, 26 de enero de 2007

"La gran guerra" de Mario Monicelli

La forma de afrontar la vida que tenemos los mediterráneos a veces no es muy entendida en países situados geográficamente más al norte, aunque luego de alguna manera siempre se está reivindicando dicha forma de afrontar nuestra existencia como la ideal, quien no ha oído hablar de las bondades de la famosa dieta mediterránea y sobre todo de ese maravilloso defecto que tenemos las personas de estas latitudes como s la bendita siesta, Mario Monicelli desde unos valores basados en su país Italia, bañado por el mare Nostrum, realiza una obra universal y que sirve como ejemplo ante el resto de los habitantes del mundo.

La historia de la película es simple, pero no por ello vacua y falta de profundidad, Europa está inmersa en la primera gran guerra y de alguna manera nos vamos a sumergir en ella a través de los dos personajes principales del film, Oreste (Alberto Sordi) y Giovanni (Vittorio Gassman) dos seres humanos como podemos ser cualquiera de nosotros, con sus defectos y con sus virtudes pero ante todo con una picaresca increíble, y con un sentido estoicamente práctico de la vida, ellos nos van a llevar a través de la guerra por los caminos de la insensatez, de la miseria, de la impersonalidad y de tantos y tantos defectos que le podríamos achacar a cualquier conflicto bélico, rezumando humor por los cuatro costados, como no podía ser de otra manera debido a su naturaleza.

Monicelli firma una obra maestra del cine bélico, precisamente con la pretensión justamente contraria, la de denunciar las atrocidades de la guerra, y ponerse del lado del antibelicismo, y al hacerlo a través de dos personas normales y corrientes como son los protagonistas nos obliga a tomar parte en la película a identificarnos y sentir como sienten ellos, sufriendo la impotencia que ellos sienten, mostrándonos la diferencia de clases y de pensamientos que al final vienen a resumirse todos en que haríamos nosotros si estuviéramos en esa misma situación.

¿Son dos cobardes? Quien no ama a la vida, quien de nosotros en muchas ocasiones hemos pensado si estuviéramos en dicha tesitura que haríamos, tenemos que culparlos por aferrarse a la vida como ellos lo hacen, por conseguir estar en primera línea de trincheras y no disparar ni un solo tiro, por pensar como dicen ellos que todos somos hermanos, tomen ustedes mismos la postura que quieran, pero a mi la de ellos no me parece tan descabellada, incluso con sus meteduras de pata y sus muestras de sentimiento de profunda nobleza.

Los diálogos del largometraje tienen una carga increíble, de ellos destaco cuando uno de los soldados en un momento de parón dice: “la guerra es un largo período de ocio, sin un momento de descanso”; aprovechan el instante que les toca vivir porque no saben si justo después habrá otro. Nos enseñan que los héroes están muertos y que quizás el gran héroe cotidiano sea el que consigue salvar la vida y llevar una existencia normal, junto a los suyos en cualquier sitio y disfrutando de las cosas pequeñas pero que colman de felicidad a las personas.

Maravillosa producción que recibió el León de Oro de la XX Mostra de Venecia (actualmente llamada la Biennale), una gran superproducción que nadie debería perderse, una sátira total a la guerra, con momentos esperpénticos pero no por menos real y humana.

TRONCHA

miércoles, 24 de enero de 2007

"TOCANDO FONDO" de Cory Doctorow

Estoy asombrado y asustado. Asombrado por que no me esperaba que la novela de Doctorow fuera tan buena y asustado por que lo que en ella se narra es factible y desolador. El futuro que describe el autor es posible bajo una premisa, marcada en las primeras lineas de la novela, para la humanidad se ha acabado la muerte y la necesidad de trabajar:

"En mi larga vida he llegado a ver la cura para la muerte y el ascenso de la Sociedad Bitchun; he tenido tiempo de aprender diez idiomas, de componer tres sinfonías y de realizar el sueño de mi infancia de establecerme en Disney World; he visto el fin de los centros de trabajo, y aún del trabajo mismo."

A partir de esta premisa Doctorow describe un mundo, perfectamente plausible. En ese mundo las "nuevas tecnologias" (he puesto el entrecomillado por que no me gusta el término pero no se cual aplicar... a los blogs, los foros, el p2p, podcast, etc.) y su uso por parte de una humanidad necesitada de distracción, son el motor de toda la existencia. Recapacitando ahora sobre la novela me doy cuenta de que es aun mejor de lo que me pareció al pasar la última pagina. Es muy triste el mundo descrito en la novela, todos pensamos que lo mejor en la vida sería la sociedad de "Tocando Fondo", sin muerte y con todas las necesidades cubiertas sin tener que trabajar. Pero... leyendo el libro te das cuenta de que sería otra autentica mierda. El problema es que somos seres humanos y que todo lo que tocamos se convierte en horrible.

¿Es una critica a todo lo que representan esas "nuevas tecnologías"? ¿Es una alabanza? ¿Doctorow se rie del lector?. Un ejemplo: Ahora mismo el sistema social para determinar quien esta en la cima puede ser el monetario, hace tiempo era una cuestión de nacimiento, en el futuro de "Tocando Fondo" los votos de otros usuarios de la red (es decir toda la sociedad) son los que determinan tu posición en la escala social. Como sucede en los foros que das puntos a los post más elaborados o que te gustan, las personas que viven en la Sociedad Bitchun continuamente votan a las personas con las que se relacionan positiva o negativamente. Aquel que consigue muchos votos positivos es alguien y el que no los consigue es repudiado socialmente.
Sospecho que Doctorow, por lo que he visto al teclear su apellido en Google debe ser una especie de gurú informatico (al estilo de William Gibson). La verdad es que con esta obra ha conseguido dar un giro a la ciencia-ficcion muy interesante. Aparte la novela se puede leer gratuitamente (está creada con la licencia creative commons), en principio se creó un Wiki para traducirla entre usuarios pero su editorial en España AJEC ha decidido colgarla gratuitamente en la red (aparte de venderla en papel). La edición digital gratuita me ha gustado, la traducción me ha parecido buena y no he detectado errores tipográficos ni nada por el estilo.

Aqui teneis la web de la editorial:
web de AJEC

y el link de la descarga del libro:
TOCANDO FONDO de Cory Doctorow

árticulo muy interesante:
http://libros.barrapunto.com/print.pl?sid=05/11/13/0133259

Realmente merece la pena. Tan sólo un defecto a destacar, una persona no familiarizada con las "nuevas tecnologías", por ejemplo mi padre, no creo que llegue a pensar que "Tocando Fondo" sea una buena novela.

Fijaos, al comenzar esta entrada estaba convencio de que la novela es muy buena pero tras el parrafo anterior, ya no estoy tan seguro. El autor no se dirige a todo el mundo, sospecho que sólo para los colgados como nosotros tiene sentido. ¿Nos estafa porque somos becerros de todo esto de internet?

Leerla ya!!!!
DES

lunes, 22 de enero de 2007

"El castillo Vogeloed" de F.W. Murnau

El ser humano en general y cada uno en particular somos muy propensos a tomar posturas frente a otros individuos o situaciones, pues bien, el cine y las películas en concreto, como parte de la vida no son ajenas a todo esto, yo recomiendo siempre que dependiendo de la película, nos sentemos frente a la pantalla de una manera u otra, y no precisamente aposentando más aca o más alla nuestro trasero.

Muchas veces y sobre todo ante películas tan antiguas, de la que hablo es del 1921, hay que hacer un acto de reflexión muy sencillo intentando situarnos mentalmente en la época que se rodó el film y sobre todo los medios que contaban, para realizar estas obras. Muchas de estas cintas llegan a nuesros dias con un castigo considerable, el tiempo las ha maltratado, por supuesto me refiero a un maltrato físico, no en su esencia, por decirlo de alguna manera el alma les queda intacta.

La obra cuenta una historia de honor y de recuperación de la confianza perdida ante el resto de la comunidad, el conde Oetsch (Lothar Mehnert), es declarado inocente del asesinato de su hermano aunque todas las pruebas apuntan a él, y es necesario que durante una jornada de caza organizadas por el señor del castillo (Arnold Korff), el propio conde cree un ardid para demostrar su inocencia, y demostrando lo caprichosa y encubridora que resulta ser la desconsolada viuda (Olga Tschechowa).

Resulta curioso observar las costumbres de los habitantes del castillo, a través de las distintas escenas, aunque, la verdad es que la cinta tiene un metraje bastante exigüo, desconozco a que es debido, si a alguna amputación debida a su antigüedad o que la duración original era esa. Puede que dedido a alguno de estos cortes la historia se vea resentida, no llegando a generar un climax que roce el suspense. La primera media hora no es de una calidad narrativa demasiado buena, la presentación de los personajes se hace de una manera pelín tosca, con un gran exceso de carteles, para la segunda media hora precipitar la escena y empezar a ocurrir cosas, que como indicada no añaden excesiva incertidumbre al desarrollo general de la historia .

Como mencionaba al principio, entiendo todo esto, no pienso que sea un defecto, siplemente es una forma de mostrar ese mundo, que en nuestros dias carece de interés, pero que en aquella época seguro que tenía su cierto atractivo, estamos ante los albores del cine, con una clara influencia teatral, marcando en la película los tres clásicos tiempos teatrales, presentación, nudo y desenlace.
TRONCHA

viernes, 19 de enero de 2007

"The bird people of China" de Takashi Miike

Cada vez que uno se pone delante de la pantalla para visionar alguno de los trabajos de Takashi Miike, nos podemos esperar cualquier cosa, eso sí casi siempre algo muy original, y que de alguna manera y durante algún momento de la proyección va a mostrarnos el particular sello del maestro nipón, si he dicho bien, maestro, sinceramente me lo parece, un director capaz de acaparar todos los registros que acapara él, me parece digno de alabanza, y lo que es mejor aun, su producción es muy fructífera, está acostumbrado a realizar varias películas al año, algo inaudito apara los tiempos que corren, en los que muchos viven durante años de las rentas pasadas.

Nos encontramos ante un cuento, uno de esos que al final por muy mayores que seamos acaban gustándonos a todos, la historia está tratada con una delicadeza sublime, incluso llega en ocasiones a rozar la ternura, ablanda los sentimientos del espectador, como antes decía Miike no suele dejar impasible a nadie, ya sea a favor o en contra de su obra, plasma de una forma perfecta su personalidad en todas sus obras.

Lo más destacado de este film en su primer parte es que de alguna manera llega a arrancarnos la sonrisa, sin llegar a ser una comedia pero la secuencia de los hechos nos lleva a reír con los personajes y sobre todo con Ujiie (Renji Ishibashi), yakuza urbanita, hastiado de la vida que le ha tocado llevar, que se me antoja que hace una interpretación magistral de su papel, comenzamos odiándole para acabar enamorados completamente de él, su antagonista es Wada (Masahiro Motoki) ejecutivo preocupado por su aspecto más que por su vida en realidad, al que su trabajo le lleva buscar una mina de jade.

El director sitúa a estos dos personajes en China, en concreto en la zona de Yun Nam, un recóndito lugar todavía no contaminado por el virus del progreso, donde se dice que surgió el origen de la civilización japonesa, a raíz del viaje que hizo la gran dama que vino del cielo. El pueblo donde transcurre la historia logra atraparles tanto al uno como al otro, llega a cambiar sus vidas, y porque no decirlo, ese enclave logra conquistarnos también a nosotros a través de la pantalla.

Regocijándose en la fotografía, y en las costumbres del lugar, eso si respetando como siempre muchísimo las tradiciones, porque todo hay que decirlo, Miike como todos los japoneses en general pueden hacer gala de vivir en uno de los países tecnológicamente más avanzados pero al mismo tiempo más considerados con sus ancestrales costumbres, nos muestra una bella historia, de la cual me niego a desvelar nada, para incitar a que el lector vea esta película.

Es muy sencillo sumérjanse en la fotografía del largometraje, identifíquense con alguno de los personajes o por el contrario con ninguno de ellos y aun así disfrutarán de un rato muy agradable, que no se arrepintieran haber perdido.
TRONCHA

miércoles, 17 de enero de 2007

"La pasión de Juana de Arco" de Carl Theodor Dreyer

La película data del 1928, aunque tuvo problemas de censura en sus inicios y por unas causas u otras la copia sucumbió pasto de las llamas, Carl Theodor Dreyer realizó una segunda copia pero aun así también fue destruida por el mismo motivo. Todo esto rodea a ciertas películas de un halo místico ante la imposibilidad de poder verlas por generaciones venideras, pero en 1981 Museo danés de cine, encuentra una copia en muy buen estado en una institución mental de Noruega, a partir de aquí, el Instituto Francés de cine realiza esta copia en 1985 totalmente restaurada y con la música que el propio Dreyer quiso que tuviera este film mudo.

A mediados de los 50 se exhibieron en distintas salas y países algunas copias, pero todas ellas o bien estaban mutiladas o adulteradas de algún modo.

El largometraje trata de todo el proceso que llevó a condenar a la hoguera a Juana de Arco, de origen campesino y que murió a los 19 años, después de convertirse en abanderada de los ejércitos del rey Carlos VII de Francia, durante la ocupación de las tropas inglesas del territorio galo en el transcurrir de la Guerra de los Cien años y posteriormente capturada por las tropas inglesas y ajusticiada por un tribunal compuesto por teólogos de la Santa Inquisición.

Aunque la obra está hecha en el año 1928, sufrió censura en sus exhibiciones y no queda demasiado claro sus destrucciones si fueron fortuitas o provocadas, si nos damos cuenta Dreyer, no deja muy bien parada a la iglesia en su cinta, y remover el pasado para algunas instituciones como esta, no es muy agradable, pensando que estábamos a principios de siglo.

La película es una joya visual, de una fuerza impresionante, de una claridad expresiva terrible, y por supuesto ya que es cine mudo de un lenguaje cinematográfico extraordinario, los elementos simbólicos gozan de muchísimo protagonismo en el cine no hablado, y lo que es más de destacar por supuesto la expresividad de los rostros, siempre he pensado que en los orígenes del cine a los actores realmente se los contrataba por su aspecto físico, más que por su interpretación, para que de alguna manera traspasaran la cámara y llegaran hasta el espectador.

No olvidemos que el cine fue un invento tan novedoso, que llegó a muchísima gente y que de esta manera influenciaba muchísimo en la vida y el pensamiento de la gente de la época, ya no solo les contaban historias, ahora podían verlas, de alguna manera se habían hecho tangibles, cobrando vida sus personajes, tanto reales como de ficción.

Los primeros planos son constantes sobre todo los de la protagonista, así de alguna manera el director nos quiere transmitir, el sufrimiento y el dolor que está viviendo, y el supuesto estado de gracia en el que está inmersa, después de haber tenido las apariciones de San Miguel, todo esto aderezado con una gran iluminación que en ocasiones parece que van a hacer saltar los ojos de la pantalla.

Frente a todo esto está el elenco de teólogos o jueces despiadados y que de alguna manera tan solo pretender destrozar y mofarse de la figura de Juana, las caracterizaciones de cada uno de ellos son geniales, demostrando cuales son los más duros y los que no van a retroceder en su empeño de acoso, y quienes son los más dulces que acaban arrastrados por el resto, incluso se permite la licencia de caracterizar a uno de ellos con un pelo similar al de los cuernos de un demonio.

El entorno que rodea a todos estos personajes es muy básico, los decorados son muy sencillos, paredes blancas y totalmente asépticas, para que de alguna manera los personajes y los símbolos aun destaquen más, como por ejemplo la cruz que forman las rejas de la celda y que acaba pisoteando su sombra un miembro de la iglesia. Cabe destacar las imágenes de la cámara de torturas, donde los elementos de martirio, son los absolutos protagonistas, infundiéndonos respeto y miedo, me imagino en el lugar de los espectadores que vieron el estreno en su dia.

Hay veces que los encuadres no son muy logrados, aunque en ocasiones me sorprende el ver planos que comienzan desde un ángulo superior, pasan a ser cenitales para posteriormente seguir la marcha de la guardia, es como si la cámara realizara un movimiento de péndulo, muy peculiar, igualmente logradas son las imágenes del final de la película, donde estalla la revuelta a la muerte de la “Santa” en la pira, muy expresivas y por supuesto significativas.

Una joya del cine que todo el mundo debería ver...
TRONCHA

lunes, 15 de enero de 2007

"Un mundo perfecto" de Clint Eastwood

Alguien se ha puesto analizar alguna vez la relación que tiene o tuvo con su padre, si es la correcta, si aun así queremos más, si de alguna manera ha cambiado y no es lo mismo que antes, si por otro lado se quedaron cosas en el tintero que no pudimos decirle, si la educación que nos dispensó en su dia influyó de una manera u otra en nuestra vida, pues Eastwood, va a hacer un estudio total de cómo en cada uno de los personajes principales acaba condicionándoles la figura paterna o la asunción del papel de dicha figura.

Nos encontramos ante una película de carretera, lo que se denomina “road movie”, por supuesto con persecución incluida, pero de alguna manera esta no es lo más importante de la obra, el avance del automóvil por el asfalto, no resulta tan importante como el avance de la relación entre Robert “Butch” (Kevin Costner) y Phillip “Buzz” (T.J. Lowther), una amistad forzada por el secuestro del propio chaval, y que de alguna manera acaba convirtiéndose en algo grande, que va creciendo a través del viaje según van sumando kilómetros.

A los dos les une la difícil infancia que han tenido acarreado por la falta de la figura paterna, y de alguna forma aunque solo sea durante unos días Butch intenta ser la añorada persona que Phillip añora, todo se hace bastante previsible aunque no creo que el director intente de alguna manera basar la obra en algo que no sean las relaciones personales. En ocasiones la interpretación a la hora de gesticular de Phillip resulta un poco epiléptica, por denominarla de alguna manera ya que no encajan de manera excesivamente correcta su gesticulación con la acción.

En toda esta andadura, van a ir encontrándose distintas situaciones, con los más variopintos personajes, eso si sobre todas las cosas Robert es un hombre bueno, pero traumatizado por el mal trato a cualquier menor, algo que le hace estallar y que le hace abandonar esa personalidad protectora con los niños. Atendiendo a esto da la sensación de que los papeles están cambiados que el jefe de los Rangers Red Garnett (el propio Clint Eastwood), es el duro y el fugado de la penitenciaría es el sensible, también el jefe Garnett ha intentado hacer de “padre” en el pasado, con el propio “Butch”, encerrándole con pruebas amañadas pero eso si por su propio bien, aunque al final el resultado no sea el que realmente pretende.
Para concluir, comentar que es un interesante resultado de las complicadas y difíciles relaciones padre-hijo, algo que cada uno lleva en su interior y que si no expresa o cuenta a otro no sale a la luz, y como todo ello acaba condicionando el resto de nuestras vidas, algo parecido al “secreto” de otra de sus obras Mystic River”, en la cual refleja que la infancia de un niño condiciona y de que manera la vida de un hombre.
TRONCHA

viernes, 12 de enero de 2007

"No matarás" y "No amarás" de Krzisztov Kieslowski

Inmersión inicial por parte de mi persona en el cine del director polaco, y debo reconocer, que ha sido un encuentro al menos agradable, no me ha disgustado para nada el conjunto de la película, tanto la historia como la construcción de la misma, resulta reseñable también la forma de rodar y los personajes en si, destacando bajo mi punto de vista las localizaciones y la fotografía de la obra.

En realidad la historia principal gira en torno a la figura de Jacek (Miroslaw Baka), joven condicionado psicológicamente por al muerte de su hermana pequeña, de la que de alguna manera se siente culpable y acaba condicionando su propio destino, la película se plantea desde tres puntos de partida distintos que de alguna manera acabaran confluyendo antes o después, representadas en el peregrinaje por toda la ciudad y por su propia vida del protagonista Jacek, de un joven abogado Balicki (Krzysztof Globisz), recién salido de la facultad y un pícaro taxista Waldemar (Jan Tesarz).

Entre estos tres personajes, el director polaco forma un mágico triángulo de experiencias vitales, enclavadas en una sorprendente Varsovia, fría y gris, con unas localizaciones estupendas, que en ocasiones nos recuerdan cuadros o postales, intenta acentuarnos la grandiosidad de los espacios y edificios, ante la minúsculo del propio ser humano.


La utilización de la cámara llega a ser algo relevante ya que en gran parte del film, utiliza un semi-fundido de la imagen lo que todavía le añade más sordidez y un nivel más de drama al largometraje, con lo que no estoy muy de acuerdo es con el rodaje de escenas cámara al hombro, me reitero una vez mas en que la el objetivo cuanto más quieto esté mejor para el mundo del cine.


La idea principal de la obra es la muerte por supuesto, muerte que acaba representada en cada uno de los personajes, de una manera u otra, y que acabará uniendo los tres hilos de la historia, destacar la minuciosidad con la que se trata el tema, los preparativos, los detalles que nos muestra el director a través de la imágenes, para de alguna manera crearnos una atmósfera de tensión que acaba desencadenando una especie de frenesí en las últimas escenas.


Agradable resultado, con matices distintos a otros directores, da la sensación de estar ante un cine muy personal.


En "No amarás" (Krótki film o milosci) o "Una historia de amor" como tambien se la ha titulado, Kieslowski, nos viene a mostrar como cualquier cosa puede ocurrirnos a cualquiera en la vida, seamos inocentes o experimentados, incluso encontrar por muy tarde que sea el amor, nunca sabiendo de que manera va a llamar a nuestra puerta, y por muy curtidos que parezcamos, y creamos haberlo vivido y disfrutado todo.


En el recorrido de la cinta, el director es capaz de manipular, por decirlo de alguna manera, nuestros sentimientos, llegan a tomar más o menos cariño a cada uno de los personajes, mostrándonos una historia más bien simple, y posicionándonos en cada uno de los ángulos que a él le conviene.


Partiendo de una obsesión que pasa de un frente a otro, convirtiéndose la misma en un personaje más de la película, la cual se sustenta en tres actores simplemente, pero para que más, con esta sensación de sencillez y de parquedad de conjunto, el director polaco, consigue crear una obra maestra, acompañada con una música muy acorde con la misma.


Nos encontramos ante lenguaje cinematográfico puro, cada escena es capaz de revelar los sentimientos de cada personaje y colocarnos en el pellejo de cada uno de ellos, Tomek (Olaf Lubaszenko) un inocente y sensible joven que a través de un teleobjetivo acaba enamorandose de su vecina de enfrente, Magda (Grazyna Szapolowska) una mujer de esplendida madurez, que vive aguerrida a la pasión sin conocer el amor, por muchos intentos que haga a través de los amantes que lleva a su apartamento, y por último la madre de adopción de Tomek (Stefania Iwinska), la mesura, la protección desmedida, el amor maternal.

Volvemos a encontrarnos como en el caso de "No mataras" ("Krótki film o zabijaniu") otro triangulo dentro de la historia algo que parece agradar a Kieslowski, sutilmente nos transporta desde el delicado amor del protagonista hasta que de alguna manera la acción rompe de una manera trágica invirtiéndose los papeles y transfiriendo de alguna manera dicha obsesión y descubrimiento del amor puro para la bella y experimentada vecina, y siempre en medio el papel conciliador de la madre.

Sobre todas las escenas del film, destacaría la final, de una sutileza increíble, y que como ya he indicado con anterioridad expresa todo los sentimientos que pueden embargar de repente a un ser humano cuando se enfrenta a algo desconocido como en este caso es el amor.
TRONCHA

miércoles, 10 de enero de 2007

"Los crímenes del Dr. Mabuse" de Fritz Lang

Como diría un amigo mío Fritz Lang es Fritz Lang, y siempre que estemos ante una película suya debemos ponernos alerta ya que podríamos encontrarnos ante una obra maestra, no es el caso la verdad, aunque debo reconocer que no es del todo fallido el intento de “resurrección” del mítico Dr. Mabuse (Wolfgang Preiss). Nos encontramos ante una obra aseada, aunque realmente desacertada en cuanto a la historia, resulta un poco forzado el recuperar el personaje de Mabuse, cuando en las anteriores películas ya había dado cumplida cuenta de él, y habían alcanzado una calidad bastante buena.

Nos vemos involucrados en una trama de secretos, muertes, asesinatos, en la que el fin principal una vez más es conseguir de alguna manera el control de la humanidad, eso si lo reseñable es la forma de hacerlo o de conseguirlo, recurriendo incluso al matrimonio, para apoderarse de la fabricación de misiles.

Un nuevo y camaleónico Mabuse, no dudará en llevar a cabo sus planes cueste lo que cueste, eso si, Lang a lo largo del film, nos irá mostrando una serie de personajes, que ninguno de ellos, es lo que aparenta ser, y por supuesto el culpable nunca se conocerá hasta el final.

Relevante la estética de “Chicago años 20”, aunque la película realmente está ambientada en un país de Europa, probablemente Alemania, también se destaca una cierta carga de erotismo que me resulta curiosa, en alguna de las escenas de la protagonista. Y por último, reconocedor que el ambiente que genera la tecnología que utilizan es muy “kitsch” como dirían los modernos de ahora.

Por supuesto en un cine que todavía no tenía el exceso de recursos, para crear distintas situaciones, destaca muchísismo la expresión de los ojos de los personajes, para poder crear tensión, suspense, misterio en el espectador, todo ello aderezado con una iluminación muy incidente en los rostros, esas luces de abajo a arriba que alargan los rasgos faciales y que crean cierto terror.

Resultado aseado, pero con pretensiones bajas, entretiene, pero se hace muy previsible, quizás Mabuse debería seguir donde estaba, aunque insisto Lang es Lang...


TRONCHA

lunes, 8 de enero de 2007

"Match Point" de Woody Allen

Debo reconocer que no soy ni muchísimo menos uno de los admiradores del cineasta estadounidense, sino más bien lo contrario, no llego a comprenderle en muchas ocasiones, aunque debo reconocer que su cine, está impregnado de su sello, y que de una manera u otra, sabemos cuando estamos frente a una obra suya, no obstante el cine es cine, y por ello me gusta, y como siempre decía mi madre, para saber si te gusta algo, primero hay que probarlo.

Reconozco que no acabe con disgusto mi degustación de Allen, me pareció una película, perfectamente construida por supuesto marcando los tres tiempos característicos, eso si me gusto muchísimo más la presentación de los personajes y el desenlace final, que la parte central, en la que debo decir que se regodea demasiado, y de alguna manera bajo mi punto de vista reitera situaciones con frecuencia, sin llegar a arrancar hasta que la trama de repente rompe, más bien estalla.

Toda la historia gira en torno al protagonista Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers), el cual puede suponer un icono para las jovencitas, no así un valor reconocido, en cuanto a la interpretación o al menos en el papel que desarrolla en este film, no así como Nola (Scarlett Johansson) que me parece bastante correcta y acertada, sobre todo cuando cobra protagonismo su personaje al principio de la obra, aunque poco a poco el director nos lo vaya apagando.

Una vez más nos encontramos ante el típico cine de Allen, de grandes diálogos y sobre todo de enmarañamiento de relaciones personales, con desenlaces tanto trágicos, como cómicos, por supuesto comicidad de un tono muy oscuro, y bañado de torpeza, y sino atengámonos al rocambolesco final, o sino de alguna manera la semejanza que se nos plantea entre la suerte en la vida, de la que hace gala el oportunista protagonista y el golpeo de una pelota de tenis en la red, antes de caer de un lado o de otro, esta analogía me parece muy buena.

Una de las cosas que destaco del largometraje es que el director en su afán de perfilar de forma correctísima a los personajes y para que de alguna manera ello nos quede claro a todos son las constantes localizaciones de tiendas de marcas caras de Londres, algo que remarca continuamente, para no hacernos olvidar el mundo en el que ha sumergido al protagonista y en el que parece zozobrar continuamente.

Agradable resultado, sinceramente, y estaría mal decirlo, me entretuve, e incluso alguna ocasión esboce alguna sonrisa…
TRONCHA

sábado, 6 de enero de 2007

"Exiled" de Johnny To

Hace unas cuantas entradas dí mi opinion de una pelicula del Maestro Johnny To "The Mission".Acabo de ver "Exiled" que es su segunda parte y... que decir...Si la primera era magnifica, esta segunda es una puta obra maestra.

Con referencias al cine de Leone (incluyendo la banda sonora), a Jean-Pierre Melville y para mí homenajes al cine de Coppola y su "El Padrino". Con una escena final que da por tierra con la lucha de Kill Bill. Personajes cuidados, respetando su origen en "The Mission".
La verdad es que por lejanía no se como será el mundo de las triadas pero To sabe sacar una estética de la violencia que te hace pensar en un codigo de honor especial. No como el Samurai ni como el Siciliano, tiene más humor y unas reglas distintas, pero igual de atractivo.La historia continúa varios años despues del final de la anterior y por no desvelar la trama sólo diré que varios asesinos que están unidos por la amistad y por lazos de honor inquebrantables se van a ver de nuevo en la diatriba de traicionarse entre sí o morir. Miles de balas despues, con unas coreografias dignas de elogio por lo precisas (espectaculares pero sobrias, no al estilo circense de John Woo, más bien como en Reservoir Dogs), se verán ante la situación final extrema.


Ahora que To ha sido portada de Cahiers du Cinéma probablemente se oirá un poco más hablar de este director. Aunque me temo que el cine hongkonés nunca se verá en un multicine.

Supongo que sólo hay dos maneras de ver la pelicula, una como yo la he visto gracias a allzine y otra en algún festival. Pero si teneis la mas minima oportunidad de verdad que os lo aconsejo. Lo suyo es ver las dos seguidas "The Mission" y "Exiled".
DES

jueves, 4 de enero de 2007

"Trenes rigurosamente vigilados" de Jiri Menzel

Me enteré después de verla que fue Oscar a la mejor película extranjera en el año 1966, hay veces que los hay gente sensata que piensa en el buen cine para darles premios, aunque debe ser en pocas ocasiones o así me parece a mí.

Esta es una de las películas que depende el momento, día, ocasión, de tu vida que te pille te gusta o no, yo pienso, que siempre me hubiera gustado, lo primero y definitivo a destacar, que siendo del año que es (1966) sea en blanco y negro, adoro esa dualidad.

Película basada en la Checoslovaquia ocupada durante la segunda guerra mundial, esta basada en la novela del mismo titulo de Bohumil Hrabal, desconozco la típica opinión que no soporto: “¿Qué es mejor la película o el libro?, lo desconozco y me alegro, me gusta la película, se acabo.

Película muy simbolista y de iconos, sobre todo con un matiz muy erótico, basado en las relaciones entre hombre y mujer y sobre todo en las relaciones sexuales. Podría entroncar fácilmente con la famosa corriente simbolista alemana, escenas muy bien cuidadas, y muy buena presentación de los personajes, con muy poco dialogo y mucha imagen (algo de agradecer) sabemos que puesto ocupa cada uno de ellos.

Incluso debo reconocer que al principio de la misma aparece la figura del narrador, el cual nos situa dándonos una serie de pinceladas de la familia del protagonista (Václav Neckár), y no resulta pesada como en otras ocasiones en la que nos lleva demasiado de la mano dentro de algunas películas, dicho narrador nos da una serie de matices que no dejan de ser muy caricaturescos de esa familia, e incluso de un humor negro, rozando lo macabro.

Prácticamente no es una película de exteriores, pero si una película de trenes, y a muchos de nosotros nos han gustado desde pequeños los trenes, de alguna manera esto nos atrapa, aunque lo realmente importante es la relación entre personas, en un ecosistema de trenes, guerra y ocupación.

Muy agradable de ver y con una duración muy apropiada.

TRONCHA

martes, 2 de enero de 2007

"La caza" de Carlos Saura

Esto también es cine español, pero ya es otra cosa, es algo nuevo, en referencia a lo habitual y normal que se hacía en la época, estas son el tipo de películas que deberíamos haber ido haciendo, para que de alguna manera nuestro cine hubiera podido ocupar un respetable puesto dentro del panorama mundial. Pero en fin tampoco vamos a llorar, hay lo que hay, y no tenemos porque estarnos quejando continuamente, supongo que habrá que ser realistas y tirar para adelante con lo que hay.

De primeras y desde el principio lo que principalmente destacaría sería el ambiente de la película, el clímax, el entorno, la situación en si, que de alguna manera acaba convirtiéndose en un personaje más de la película, y que por supuesto acaba siendo decisivo tanto en la construcción del film, como en el desencadenante del resultado final. Saura nos crea un ambiente tórrido, en cuanto al clima y también en cuanto a las relaciones de los distintos personajes, una torridez que emana un calor pegajoso, del que no se pueden desprender los protagonistas, por ello el clima y el clímax, andan de la mano, no pueden ir por separado en la película. Influyendo tanto uno en el otro como viceversa.

Un grupo de amigos, decide hacer una jornada de caza de conejos en el campo, cada uno de ellos imbuido en sus pensamientos y preocupaciones, y por supuesto con el recorrido de sus vidas a sus espaldas, el director, nos va a hacer una exhaustiva presentación de cada uno de ellos, y de la relación que tiene con el resto, no nos va a dejar lugar a la duda, incluso durante el film, continuamente vamos a ver como cada uno de ellos acaba expresando sus pensamientos, mediante esa voz interna que el espectador logra escuchar.

Son relaciones tensas y duras, todas ellas ancladas en el pasado, un pasado, más glorioso para unos, que para otros, pero que el tiempo parece haber cambiado, y que de alguna manera convierten el presente en algo bastante distinto, a aquellos recuerdos de juventud, el alcohol, las armas, y sobre todo el calor, quizás agravado por el conato de incendio que se produce, suponen un caldo de cultivo explosivo, cuando empiezan a aparecer los reproches y rencillas que de alguna manera habían estado hasta ese momento latentes, aunque también debo decir que el final de la historia me parece un poco precipitado, ocurre con excesiva rapidez bajo mi punto de vista, aunque por supuesto se ve venir.

La verdad es que el que la película sea en blanco y negro, ayuda a crear ese ambiente ya referido con anterioridad, al igual que la dureza de los rostros, sobre todo el de Fernando Sánchez Polack (Juan, el guarda), hombre que vive en y del campo, aunque el resto de rostros también se ven bastante parejos con sus condiciones de vida. Aparte de esto también reseñar la carga de sensualidad que tiene la cinta, representada en el personaje de un jovencísimo Emilio Gutiérrez Caba (Enrique), que parece bastante atraído por adolescente sobrina del guarda. También presente en las revistas y algunas de las conversaciones de los personajes.

Como no podía ser de otra manera el largometraje tiene sus elementos simbólicos, como es el caso del maniquí que compra Luis (José María Prada), para hacer tiro al blanco, con su rifle, más interesado en lucir su arma que en la caza en sí, la caza se acaba convirtiendo en un pretexto para que todos de alguna manera entablen relación con el resto, por supuesto con un resultado final trágico, otro elemento de simbolismo son los hurones, la casa donde reside el guarda, la lectura de libros de ciencia-ficción, casi todos los elementos tienen un significado, y no son fruto del azar.

Es una muy interesante película, agradable de ver, y de una factura correcta, quizás mejorable en su construcción pero bastante acertada en el conjunto global…


TRONCHA